Precariedad fuera de control: estudio revela un dramático aumento del 74% del número de familias viviendo en campamentos.
por El Mostrador.
Si bien la proliferación de campamentos es un fenómeno que se observa desde el año 2011, se evidencia un importante incremento a partir de 2019. «Esto puede atribuirse a los eventos que ocurrieron entre ambas mediciones y que tuvieron un impacto significativo sobre los ingresos de las familias: el estallido social de octubre del año 2019 y la pandemia COVID-19», dice la investigación de Techo Chile y la Fundación Vivienda. Son las regiones de La Araucanía, Arica y Parinacota, Valparaíso y Metropolitana, las que han tenido un mayor aumento, añade el reporte. Para Sebastián Bowen, “la solución no pasa únicamente por terminar con los actuales campamentos, sino evitar que surjan otros, y aquello inevitablemente implica trabajar por el acceso universal a una vivienda digna en Chile”.
El Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021, estudio de la fundación TECHO-Chile y Fundación Vivienda (FV) que levantó datos entre octubre 2019 y febrero 2021, arrojó preocupantes cifras sobre la situación actual de los campamentos en nuestro país, dejando en evidencia la profunda crisis habitacional ya instalada en Chile.
Concretamente, el estudio dio cuenta que, desde 2019, el número de familias viviendo en campamentos aumentó 74%, y de 20% en el número de asentamientos a lo largo del país.
«A la fecha de levantamiento de los datos, nuestros registros consideran la existencia de 81.643 familias que habitan 969 campamentos a lo largo de Chile. Si consideramos que el Catastro MINVU 2019 reportaba 47.050 familias en 802 campamentos, encontramos un aumento de un 73,52% en la cantidad de familias, y de un 20,32% en el número de asentamientos», dice el informe de Techo Chile y FV.
Este fenómeno no se ha evidenciado en todas las regiones de igual manera, sino que son las regiones de La Araucanía, Arica y Parinacota, Valparaíso y Metropolitana, las que han tenido un mayor aumento, añade el reporte.
En el documento señalan que, si bien la proliferación de campamentos es un fenómeno que se observa desde el año 2011, se evidenció un importante incremento a partir de 2019, lo que podría atribuirse al estallido social y a la pandemia de COVID-19.
«Esto puede atribuirse a los eventos que ocurrieron entre ambas mediciones y que tuvieron un impacto significativo sobre los ingresos de las familias: el estallido social de octubre del año 2019 y la pandemia COVID-19. Si bien el estrés financiero que supone acceder a una vivienda en Chile, tanto en propiedad como en la modalidad de arriendo, es algo que viene observándose hace un buen tiempo como consecuencia de un aumento sostenido en el nivel de precios, es plausible que el súbito impacto que tuvieron tanto la pandemia como el estallido social sobre los ingresos de las familias explique gran parte del aumento en la cantidad de familias que llegaron a vivir a campamentos», señala el estudio.
Para argumentar lo anterior, el informe consigna que se puede «observar con relativa claridad los peaks históricos en los que hacen nuevos campamentos. A nivel trimestral, resulta sorprendente chequear que estos se dan justo de manera posterior al estallido social y anterior a la pandemia COVID-19″. En ese periodo se formaron 77 nuevos campamentos.
Lo anterior «lleva a suponer que, al menos en lo que se refiere a nuevos campamentos conformados, el estallido social tuvo un impacto sobre la campamentación que no es atribuible a la pandemia».
«Los campamentos formados posterior al Estallido Social y la pandemia son más grandes en términos de familias que aquellos cuya fecha de formación es previa. Mientras los campamentos Pre-Estallido tienen, en promedio, 77 familias, los Post-Estallido tienen 139», precisa el informe.
Para Sebastián Bowen, director ejecutivo de TECHO-Chile y FV, la “población de campamentos son un síntoma de un problema más extendido en nuestras ciudades: la falta de acceso a una vivienda adecuada para la población más vulnerable. Como si de un iceberg se tratase, las familias que representan las cifras de este catastro son la expresión visible de la exclusión habitacional, pero ‘bajo el agua’ existe un problema invisibilizado, una suerte de campamento oculto que es mayor y que refiere a la exclusión habitacional escondida tras el hacinamiento, el allegamiento, el arriendo abusivo o la precariedad habitacional y que el déficit habitacional refleja con claridad en más de 500 mil familias”.
A su juicio, “focalizar, por tanto, el problema únicamente en los campamentos nos puede conducir a premisas erradas a la hora de buscar estrategias de respuesta, ya que la solución no pasa únicamente por terminar con los actuales campamentos, sino evitar que surjan otros, y aquello inevitablemente implica trabajar por el acceso universal a una vivienda digna en Chile”.
Revise el Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021 acá:
Vea los testimonios de habitantes de campamentos acá:
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