María Ester Feres: la directora del Trabajo del PS despedida por Lagos y que criticó a la Concertación por agudizar el modelo neoliberal.
La abogada que dedicó su vida al estudio de materias laborales y a asesorar y defender al mundo sindical, criticó ácidamente a la Concertación, denunciando sus políticas laborales afines al modelo neoliberal. En 2004, su defensa a los trabajadores movilizados en el propio servicio que dirigía, le costó la salida de su cargo en pleno gobierno de Ricardo Lagos, cuando Ricardo Solari era ministro del Trabajo.
Cuando el 27 de septiembre de 2004 los funcionarios de la Dirección del Trabajo iniciaron un paro para mejorar una serie de condiciones laborales que se extendió por semanas, la abogada del Partido Socialista (PS), María Ester Feres, era la jefa del servicio.
“Como tal nunca hizo lo típico que siempre hacen estas autoridades ante movilizaciones como estas: nunca llamó a Fuerzas Especiales, nunca despidió, nunca amenazó, y por el contrario, defendió ante sus superiores el derecho a huelga de los trabajadores. Buscó negociar el fin de la movilización, pero siempre de parte de los trabajadores”, menciona una dirigente gremial que conoció esas negociaciones.
María Ester Feres, abogada serenense de la Universidad de Chile y militante del PS, falleció la noche del miércoles pasado luego de una larga vida dedicada al mundo laboral y sindical.
La pelea que dio al mando de la Dirección del Trabajo para conseguir una buena salida para los trabajadores en el conflicto que significó el paro de 2004 le significó perder la jefatura del servicio, en el cual se había desempeñado desde 1994. El ministro del Trabajo de la época, su correligionario PS, Ricardo Solari, le pidió la renuncia, aunque se sabe que la orden vino desde más arriba.
Irónicamente, el primer gobierno de un socialista después de Salvador Allende, el de Ricardo Lagos Escobar, fue el que tachó con una equis el nombre de María Ester Feres para este cargo, y cualquier otro en el sector público: nunca más volvió a ocupar un cargo de esa envergadura en gobiernos concertacionistas.
Irónicamente, el primer gobierno de un socialista después de Salvador Allende, el de Ricardo Lagos Escobar, fue el que tachó con una equis el nombre de María Ester Feres para este cargo, y cualquier otro en el sector público: nunca más volvió a ocupar un cargo de esa envergadura en gobiernos concertacionistas.
Más bien todo lo contrario, asistió a numerosas sesiones en el Congreso Nacional previo a la aprobación de la reforma laboral de Michelle Bachelet en 2016, pero no precisamente para exaltar dicho proyecto, sino que más bien para exponer las críticas que ya durante varios años había desarrollado a las políticas laborales impuestas por la Concertación en la interminable transición a la democracia. Ella estimaba que las reformas no desmontaban la lógica neoliberal de “mercado laboral” que se le dio al trabajo desde la dictadura y que la Concertación no supo o no quiso modificar.
Algunas de estas críticas se pueden observar en diversos textos académicos que la abogada escribió en vida, mostrando el desapego frente a las políticas concertacionistas en materia laboral, pese a lo cual nunca dejó de militar en el PS.
Feres contra la Concertación en sus palabras
Uno de estos textos es Progresismo y movimiento sindical en Chile, artículo publicado en el libro Chile en la Concertación (2009-2010). Una mirada crítica, balance y perspectivas, publicado en 2009 por la fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung. En este texto, Feres examina de cerca la forma en que los gobiernos de la Concertación desarrollaron sus políticas laborales.
A propósito de la progresiva disminución de la preocupación inicial de la Concertación sobre el tema laboral, Feres señala que “las formulaciones programáticas en lo laboral experimentaron evidentes modificaciones en los diversos programas de gobierno, debido no tanto a una concreción práctica (…) como a una creciente aceptación por las élites gobernantes de importantes dimensiones del modelo económico neoliberal heredado; especialmente, de los pilares del modelo de acumulación que se instaló bajo la dictadura”.
«Las formulaciones programáticas en lo laboral experimentaron evidentes modificaciones en los diversos programas de gobierno, debido no tanto a una concreción práctica (…) como a una creciente aceptación por las élites gobernantes de importantes dimensiones del modelo económico neoliberal heredado; especialmente, de los pilares del modelo de acumulación que se instaló bajo la dictadura».
Sobre esto señala que el primer programa de gobierno de la Concertación -el correspondiente al gobierno de Patricio Aylwin- le asignó gran importancia al sistema de relaciones laborales: “Desde un primer programa que le asigna gran importancia, definiéndolo como componente esencial de la democracia, con un claro compromiso de transformación de las bases estructurales del Plan Laboral de la dictadura, en los siguientes [programas de gobiernos concertacionistas posteriores] se obvian propuestas en tal sentido, llegándose en el actual [primer gobierno de Bachelet, a la época] a casi el desaparecimiento de su mención como tal”.
Las críticas de Feres a las políticas laborales concertacionistas se centran también en la desregulación del trabajo, de manera que “a partir de 1004, las sucesivas gestiones gubernamentales en materia laboral marcan una opción por las menores regulaciones posibles al mercado del trabajo, focalizadas en la consagración de derechos individuales”, denunciando la aplicación de lógicas de mercado al sistema laboral, propendiendo al “debilitamiento progresivo del actor sindical”.
Sobre esto señala: “desde los inicios de una transición interminable, la gobernabilidad ha sido entendida como una contención de las demandas sociales que pudieran implicar una paralización de la normalidad institucional post dictadura. Ello condujo a que en el discurso oficial se percibieran las movilizaciones como una amenaza a la estabilidad democrática, con la consiguiente deslegitimación de las organizaciones sociales, en particular del sindicalismo, que es el único movimiento social que tiene cierta densidad histórica para el procesamiento de sus demandas en el sistema político”
Al respecto denuncia “el predominio de concepciones económicas”, donde “lo laboral se tematiza como un problema de mercados laborales o de factores productivos, donde la categoría de recursos humanos sólo se considera como un componente más en la actividad productiva, llevando a perder el sentido social del trabajo, y a sus portadores –las y los trabajadores– su condición de sujetos de derechos, menoscabando en muchos casos su dignidad humana”.
“Desde los inicios de una transición interminable, la gobernabilidad ha sido entendida como una contención de las demandas sociales que pudieran implicar una paralización de la normalidad institucional post dictadura».
Feres también denunció que “el discurso antisindical ha sido recurrente durante los gobiernos de la Concertación» lo cual ha sido «el reflejo de las estructuras autoritarias en los centros de trabajo, o explícita o implícitamente en los medios comunicacionales y en las imágenes públicas que proyectan ciertas políticas gubernamentales”; de manera que “dado el modelo económico, la debilidad del sindicalismo, el poder desmesurado de los empresarios y la cautela de la Concertación, no se aprobaron reformas sustantivas».
En otro texto, denominado La eficacia de la legislación laboral: Un análisis multidimensional para el caso de Chile, editado po la OIT en 2010, menciona abiertamente que «la política de concertación entre los actores, que era un eje del proyecto de la Concertación de Partidos por la Democracia, en sus inicios, casi no ha logrado avances; peor aún, lo que se advierte es un retroceso, ya que en los años noventa había una mejor disposición a lograr acuerdos, al menos en algunos temas laborales, especialmente de parte del sindicalismo. Hoy, y desde hace tiempo, los actores se encuentran mucho más separados».
En línea con lo anterior, Feres también menciona que «las posteriores correcciones al modelo en materias de política social no han logrado, y quizás no han pretendido, modificarlo sustancialmente; tampoco han permitido recomponer el tejido social; promover el desarrollo de organizaciones y sujetos sociales, ni generar canales estructurados de participación social», en lo que puede considerarse una crítica abierta a la destrucción del tejido social iniciada por la dictadura, y mantenida por los gobiernos concertacionistas, lo que según muchos analistas y expertos podría ser parte del origen del estallido social de 2019.
https://interferencia.cl/articulos/muere-maria-ester-feres-la-directora-del-trabajo-del-ps-despedida-por-lagos-y-que-critico
El saber académico al servicio de trabajadores y trabajadoras: un recuerdo de Maria Ester Feres.
por N. Marchetti, P. Eguiguren y P. Tonelli/DiarioUchile.
Nos demoraremos un buen tiempo para poder comprender el vacío que la partida de María Ester Feres deja para todos y todas aquellas que desde su ámbito profesional o su papel de dirigentes sindicales intenta construir un mundo más justo. Porque su acción, sus estímulos, sus aportes y virtudes se desplegaron en una gran variedad de ámbitos, desde los estrictamente profesionales a los más personales.
Lo más visible fue sin duda su contribución a la disciplina del derecho laboral y su incansable batalla por liberarla de influencias empresariales y restituirla a su esencia de tutela de los/as trabajadoras en la asimetría estructural que caracteriza la relación laboral capitalista. Los principios internacionalmente reconocidos de la libertad sindical, de la autonomía colectiva, representaban para ella los bastiones de un discurso que chocaba sin compromisos con el modelo de relaciones laborales chileno diseñado por el Plan Laboral de José Piñera y que reducía la acción individual y colectiva de los trabajadores a sus mínimos términos.
María Ester, nutría esta posición mediante el constante énfasis y llamado a la interdisciplinariedad, para que el derecho laboral saliera de su estrecha cancha y se confrontara con otras disciplinas como la economía, ciencias sociales, salud pública y para que estas hicieran lo mismo con el fin de construir un saber más allá de lo tradicional, más rico y actualizado para abordar los desafíos de la realidad cambiante y hacer propuestas integrales. Desde el Centro de Relaciones Laborales del Universidad Central que ella dirigía, logró finalmente concretar esta aspiración con la creación de una “Maestría internacional en trabajo y relaciones laborales” que contaba con las colaboraciones de prestigiosas academias europeas como la Universitá degli Studi di Bologna y la Universidad de Castilla La Mancha.
En el fondo, María Ester no paraba de desafiarnos con su profunda inquietud intelectual, y su constante invitación a poner en discusión supuestas certezas y atreverse a actualizar los tradicionales esquemas de análisis de la realidad. Para eso recordamos su ávida lectura y reflexión sobre las transformaciones del mundo del trabajo, el impacto de las nuevas tecnologías y sus desafíos, la importancia de la dimensión de género, el estado de las democracias latinoamericanas.
La subordinación de las mujeres y la precariedad de sus condiciones de empleo y trabajo fue sujeto particular de su análisis de la realidad nacional y parte de sus luchas, razón por la cual desde el movimiento feminista se reconoce su compromiso y sus valiosos aportes en el ámbito del trabajo.
Todo esto se traducía en un compromiso personal inagotable, una disponibilidad para escuchar, criticar, aportar conocimiento, ayudar a comprender mediante clases en pregrados y posgrados, capacitaciones, asesorías, reuniones, seminarios y viajes… María Ester compartía y discutía con todos: políticos, empresarios, trabajadores y dirigentes sindicales, y académicos sin nunca ceder en lo medular de su discurso, que lo importante era el poder y su inicua distribución social y que era necesario aportar profundas reformas que limitaran el despotismo propio de este país.
Y esto lo vivía con profunda coherencia hasta sus consecuencias más extremas, como el dolor por su partida de la Dirección del Trabajo o las divergencias con su Partido Socialista y el último gobierno Bachelet cuya reforma laboral, para usar sus palabras, “no cambiaba de una coma el modelo pinochetista”.
De esta manera, sin embargo, pudo recoger el cariño, respeto y admiración de sus colaboradores, de sus estudiantes, así como de muchísimos dirigentes sindicales y trabajadores atraídos y entusiasmados por su personalidad tan magnética. Porque, en última instancia, también queremos recordar algo más personal, ya que María Ester acompañaba su acción profesional con un carácter extrovertido y poco convencional, su gran carisma y su irresistible humor la hicieron una persona inconfundible, ejemplar e inolvidable.
(*) Los autores son parte de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.
Fuente: https://radio.uchile.cl/2021/08/09/el-saber-academico-al-servicio-de-trabajadores-y-trabajadoras-un-recuerdo-de-maria-ester-feres/
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Falleció a los 78 años María Ester Feres, histórica directora del Trabajo por una década.
por El Mostrador.
Este miércoles [4 de agosto de 2021] se informó el fallecimiento de María Ester Feres, experta laboral que fue directora del Trabajo por una década.
Feres nació el 14 de febrero de 1943 en La Serena, era abogada de la Universidad de Chile y mamá de dos hijos. Tras el golpe de 1973 se exilió en la República Federal Alemana donde fue funcionaria del Servicio de Compensación para Víctimas de la Guerra entre 1975 y 1986.
En 1986 volvió a Chile y se desempeñó como asesora en materias jurídicas y de relaciones laborales de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Comisión Nacional Campesina. Además fue directora del Trabajo desde 1994 hasta 2004, año en que renunció en medio de una huelga de los trabajadores del servicio.
Diversas voces del mundo político reaccionaron al fallecimiento de Feres. El Partido Socialista (PS) -del cual fue militante- lamentó «la partida de la destacada compañera María Ester Feres, abogada de dilatada trayectoria, ex directora del Trabajo durante largos años, comprometida con los derechos de los trabajadores/as. Enviamos nuestras sentidas condolencias a su familia y amigos/as. Honor y Gloria».
Por su parte, la precandidata presidencial de ese partido, Paula Narváez sostuvo que «la partida de Maria Esther Feres nos hace recordar su lección de vida: siempre es tiempo de estar del lado correcto de la historia, del lado de los trabajadores . Mis condolencias a su familia y amigos. Honor y gloria compañera».
El diputado Tomás Hirsch señaló que María Ester Feres fue una «gran mujer, siempre comprometida con los derechos de las y los trabajadores. Cada vez que le pedimos su consejo, nos aportó con generosidad su sabiduría y su experiencia. Desde @AHumanistaCL saludamos con afecto a su familia».
Asimismo, el senador Carlos Montes (PS) manifestó que «María Ester Feres se distinguió por su profundo compromiso con los trabajadores, su calidad intelectual, sus valores y su calidez. Mis respetos y homenaje por su vida».
La también senadora Carolina Goic (DC) lamentó la «noticia del fallecimiento de María Ester Feres (QEPD) ex directora del Trabajo durante más de una década, académica destacada y mujer comprometida con la mejor vertiente del sindicalismo y derechos de las y los trabajadores de Chile. Todo mi cariño a su familia».
Fuente: https://www.elmostrador.cl/dia/2021/08/05/fallecio-a-los-78-anos-maria-ester-feres-historica-directora-del-trabajo-por-una-decada/
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