La maqueta de la cárcel flotante de la Marina será entregada proximamente a la comunidad de Valparaíso.
por Guillermo Correa Camiroaga/Valparaíso.
El “Proyecto Lebu” partió de una idea compartida al calor de un café a mediados del año pasado cuando se conversó sobre la posibilidad de realizar una maqueta de buque LEBU, embarcación convertida en “Cárcel Flotante” por la Marina en los primeros meses del golpe de Estado de 1973 en Valparaíso.
Como planteaba en una crónica anterior, para los porteños y las porteñas el barco “LEBU” simboliza – junto a otros recintos de la Armada de Chile, como por ejemplo el Cuartel Silva Palma, la Academia de Guerra y el Buque Escuela Esmeralda – el horror de la prisión política y tortura realizada en contra de los chilenos y chilenas acá en el Puerto.
Antonio Oyarzo, ex prisionero político, asumió la gestión de este Proyecto, convocando a un grupo de compañeras y compañeros que con su dedicación, esfuerzo y entusiasmo han permitido que después de un año de ardua labor, aún con todas las limitaciones y complicaciones asociadas a la emergencia sanitaria presente en nuestro país, el trabajo programado esté “llegando a buen puerto”.
Durante esta ardua travesía este Proyecto, centrado inicialmente en la confección de la maqueta, se fue enriqueciendo y ampliando con nuevas propuestas y aportes, lo que finalmente se ha materializado, además de la elaboración de la maqueta, en la edición de un libro, la creación de dos canciones, una arpillera y registros audiovisuales que recopilan diferentes testimonios de quienes estuvieron prisioneros(as) en este recinto de detención y tortura de la Armada de Chile, como también de sus familiares, compañeros, compañeras y amigos(as), transformándose de esta forma en un amplio y valioso rescate de la Memoria Histórica Popular.
Más allá de lo doloroso que ha significado revivir estas memorias para los sobrevivientes y las sobrevivientes de esta horrorosa experiencia, este trabajo se ha convertido en un hermoso proyecto colectivo que permitirá a las nuevas y futuras generaciones conocer la historia de las brutales violaciones a los Derechos Humanos cometidas en Valparaíso por agentes del Estado, y en este caso específico por integrantes de la Marina, constituyéndose de esta manera en un ejercicio pedagógico de Educación Popular y Memoria.
El Calendario de Actividades que dará el “zarpe” oficial a la entrega de este Proyecto a la comunidad se inicia el viernes 27 de agosto con el Primer Conversatorio Virtual, donde ex prisioneros y prisioneras políticas compartirán las experiencias vividas en el barco cárcel flotante LEBU, actividad que se trasmitirá por el Parque Cultural de Valparaíso a través de su plataforma de difusión virtual: www.youtube.com/user/cominicacionesPCdV, a las 19 horas. Posteriormente se realizará un Segundo Conversatorio el día 27 de septiembre.
La exposición oficial de la maqueta, junto con los materiales audiovisuales y la entrega del libro se llevará a efecto en el mes de noviembre o diciembre del presente año, con la idea que se haga de manera presencial, lo que dependerá de las condiciones sanitarias en que nos encontremos.
Este fin de semana concurrí al lugar en donde se está terminando la construcción de la Maqueta del LEBU para conversar con el “Equipo Motor” encargado de este Proyecto, quienes se encuentran dedicados a llevarlo adelante acá en la ciudad de Valparaíso.
En primer lugar conversé con el artista popular Mario “Puelche” Zamora:
¿Cuál es su impresión compañero ahora que estamos en la etapa final de la confección de la maqueta?
“Para mí es una satisfacción haber realizado junto con mis compañeros un aporte a la historia de Valparaíso y de la realidad que se vivió en aquellos años de dictadura. Como se dice, hemos traído al momento actual la realidad que se vivió en ese entonces.“
¿Considera, por lo tanto, que este trabajo es un aporte a la Memoria Histórica de Valparaíso?
“Por supuesto. Creo que es un aporte bastante grande a la historia reciente de Chile. Es el ejercicio de la Memoria Histórica, material y espiritual que tuvo Chile en ese momento, que fue un momento tan difícil y doloroso que tuvo Valparaíso. Mucha gente, cuando yo subo a los troles me dice “compañero lo felicito, está muy bien lo que está haciendo”, porque este trabajo que estamos haciendo se ha conocido en Valparaíso, en Chile e incluso a nivel mundial”.
Luego conversé con Antonio Oyarzo, gestor e impulsor de este importante trabajo de Memoria relacionado con las violaciones a los Derechos Humanos en la ciudad Puerto.
¿Compañero Antonio, me podría relatar en qué etapa se encuentra actualmente el Proyecto LEBU?
“El Proyecto LEBU está próximo a terminarse y comienza su etapa de difusión pública el viernes 27 de agosto, vía telemática, a las siete de la tarde, por el canal Youtube del Parque Cultural, con el Primer Coversatorio, donde participarán ex presos políticos y familiares de ellos. Esa es la primera etapa. La segunda actividad, que también ya está programada, es el Segundo Conversatorio, donde también participaran ex presos políticos y familiares, con hijos de personas que estuvieron detenidos en el barco LEBU, será a fines de septiembre.”
¿También será una actividad virtual en esta segunda ocasión?
“Estamos estudiando el asunto y tenemos que discutirlo para tomar alguna decisión al respecto. Todo depende de cómo se va presentando la situación de la pandemia.”
¿Qué sientes en estos momentos en que se llega a las etapas finales de este Proyecto?
“Me siento profundamente satisfecho, orgulloso y emocionado, porque seguimos aportando en este relato de Memoria Histórica y aún cuando falta mucho por rescatar todavía, este es un aporte que nos llena el espíritu y nos da energía para continuar nuestra lucha contra el olvido, por la justicia y contra la impunidad. Es muy necesario seguir realizando proyectos como este, que sirva para que los jóvenes y muchachas puedan educarse en esta materia de los Derechos Humanos. Estas son herramientas para ellos. El libro que vamos a entregar en noviembre es la primera publicación que se hace específicamente sobre esta “Cárcel Flotante”, después de 48 años de que ocurrieron estos repudiables hechos.”
¿Me podría hablar del contenido del libro sobre el LEBU?
“Este libro tiene testimonios y documentación de las personas que estuvieron detenidas allí, que fueron torturadas ahí, también hay documentación de los flageladores que participaron aplicando estas torturas; hay relatos de menores de edad; hay testimonios de compañeras que pasaron por este barco estando embarazadas; incluso hay una historia relacionada con el Capitán del barco antes de que este fuera utilizado como recinto de prisión y tortura; es un libro bastante completo y por eso pensamos que será una herramienta muy importante para las nuevas generaciones.”
¿Qué me podría contar al Equipo de Trabajo que ha desarrollado este Proyecto?
“Somos ocho voluntades, aquí está el equipo que puedes ver en Chile, la compañera Verónica Garrido, su compañero Ricardo Aravena, que es un ex preso del barco LEBU; también está la compañera Elizabeth González, que fue quien hizo la Arpillera. En el extranjero tenemos el aporte maravilloso de compañeros como: Gilberto Hernández, desde Inglaterra que es el diseñador del Libro, que ha hecho un trabajo extraordinario; Alvaro Vidal, desde Alemania, quien creó una hermosa y potente canción; el Lucho Madariaga en Dinamarca que se ha preocupado de todo lo que es diseño de afiches, de diseñar y crear una página web en Youtube; desde Estados Unidos tenemos al Pato Carrasco, que en forma silenciosa nos ha apoyado mucho. Es un equipo que me hace sentir muy pleno, muy agradecido.”
¿Cómo ha sido la recepción y solidaridad con este Proyecto?
“Estoy absolutamente superado, gratamente sorprendido, porque hemos recibido el aporte de una enorme cantidad de personas que en forma desinteresada y anónima nos han cooperado económicamente para llevar a buen puerto este trabajo. Diría que más de un noventa por ciento son personas ajenas a la prisión en el LEBU; del mundo de los ex presos políticos que estuvo en este barco el aporte para este Proyecto fue bastante mínimo. El aporte económico recibido desinteresadamente, como te decía, de muchísimas personas anónimas, nos ha permito solventar los gastos y sacar adelante este valioso Proyecto.”
Una familia que en esos momentos visitaba el lugar, al ver la maqueta del buque, preguntaron de qué se trataba este asunto y Ricardo Aravena, ex prisionero político que estuvo detenido en esta “Cárcel Flotante” de la Marina, les relató a grandes rasgos el Proyecto en cuestión. Pude observar el entusiasmo y atención con la que esta familia escuchaba el testimonio, interactuando activamente y realizando una serie de preguntas que llevaron a explicar mucho más en profundidad lo que sucedió arriba del barco, transformándose dicho momento en un interesante ejercicio de Educación Popular.
Posteriormente conversé con Ricardo Aravena, quien también ha cooperado en la confección directa de la maqueta, aportando, además, una serie de detalles que guardaba en su memoria que han permitido elaborar una réplica del LEBU mucho más fiel y, aunque parezca paradojal, darle más vida a esta maqueta. Se hicieron numerosas figuras que representan tanto a los prisioneros y prisioneras políticas que estuvieron detenidas allí, como a los marinos que las custodiaban.
¿Ricardo, me podrías decir quien realizó estas figuras, que agregan un elemento muy interesante, que le proporciona “vida” a la maqueta?
“Claro, íbamos a utilizar una foto, una imagen de los prisioneros en el fondo de la bodega del barco, pero nació la idea de hacer estas figuras, entonces le pedí el favor a mi hermana, Leonor Aravena, para que ella me hiciera estas figuras, le expliqué de qué se trataba y como ella vivió todo lo que me pasó a mí con la tortura, al igual que mi familia, pudo hacerlas con más propiedad. Ella no estuvo detenida, pero a mi hermano mayor y a mí nos detuvieron, pero toda la familia sufrió lo que significó todo esto. A mi hermano lo detuvieron para que yo me entregara y estuvo detenido cuatro días en la Academia de Guerra.”
¿Tú hermana Leonor estudió algo relacionado con arte?
“No, esta habilidad es de familia, este talento viene por parte de mi madre, ella hacía cerámica en frío, pintura en género, repostería, y mi hermana aprendió eso. Entonces ella nos hizo las figuras en cerámica en frío.”
¿Cuántos días estuviste prisionero en el LEBU?
“Estuve detenido 18 a 20 días. Entré el primero de diciembre hasta el 19 de diciembre, y de ahí nos trasladaron al Campo de Prisioneros de Colliguay.”
¿Cuál es la sensación tuya ahora que se está concretando este Proyecto?
“Cuando me invitó Antonio a participar acá acepté con gusto y la sensación que tengo ahora es que me siento más liberado, porque he sacado muchas cosas de adentro que no las había contado. A pesar que ha sido difícil recordar todo esto, me hace liberar y estar mucho más sano mentalmente. He vuelto a tomar conciencia de todo lo que nos pasó, porque yo incluso podría haber sido asesinado o desaparecido y ser un sobreviviente es una experiencia fuerte, una experiencia grande.”
¿Te parece que todo este trabajo es un ejercicio de pedagogía popular?
“Esta es memoria pura, porque al LEBU casi no se le ha nombrado, la Armada siempre lo ha negado, se sabe de la Esmeralda principalmente por el caso del cura Woodward, pero el buque LEBU está invisibilizado. Con esto queremos que se conozca la realidad de lo que vivimos nosotros, con nuestros compañeros en este buque y que quede en la historia de Chile. Acá en Valparaíso todos tienen un familiar, algún conocido o un compañero de colegio que estuvo preso en el LEBU, pero está como guardado en la memoria y con esto queremos que salga a la luz para toda la comunidad.”
Por último, conversé con la compañera Verónica Garrido, otra integrante de este grupo motor que ha estado funcionando acá en Valparaíso desde hace un año para sacar adelante la tarea propuesta.
¿Compañera Verónica, cuál es su sensación en estos momentos?
“Siento una emoción y una alegría enorme. El año pasado cuando Antonio se acercó a conversar con Ricardo sobre el proyecto, jamás me imaginé que después de un año lo estaríamos terminando. Era muy niña cuando pasó todo esto y de a poco he conocido la historia. Fue muy fuerte para todas las personas que estuvieron ahí, por eso estoy feliz de haber podido ayudar aunque sea con un granito de arena.”
¿Sabías algo sobre el buque LEBU antes de comenzar este Proyecto?
“Nada. Ha sido un proceso difícil porque Ricardo me había comentado que había estado preso en distintos lugares, pero en relación con este barco, con todo lo que ha contado y con todo lo que he leído ha sido muy fuerte.
Yo creo que a medida que ha ido contando cosas, a Ricardo le ha servido para ir cerrando etapas que fueron muy fuertes para él y para su familia. Mi hijo, de 19 años, me pregunta y también a Ricardo, qué fue lo que realmente le pasó y Ricardo le ha contado. También otro joven más, compañero de mi hijo, se interesa, pregunta y está esperando que salga el Libro para comprarlo, por eso me siento feliz y orgullosa del Proyecto.”
¿Qué enseñanzas te deja la participación en este Proyecto?
“Me ha servido para conocer una historia que desconocía. La idea es que esta historia la conozcan las nuevas generaciones, nuestros hijos, nuestros nietos, que todo esto no se pierda. Para mí fue un proceso educativo.
Para el año 73 tenía ocho años y me recuerdo que vi camiones de militares subiendo a gente y llevándoselos, me acuerdo de las casas con esas “X” rojas que las marcaban; supe de gente que se la llevaron detenida y después de meses aparecieron y ahora que lo recuerdo igual es fuerte. Yo vivía en el cerro San Juan de Dios, en la población 18 de septiembre en ese tiempo”
Valparaíso, 16 de agosto 2021
Recibido por CT: 16-08-2021.
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