Decenas de miles de personas reinician un nuevo momento del movimiento popular 18 de octubre.
por Andrés Figueroa Cornejo.
La exigencia de la destitución del violador serial de DDHH y recientemente involucrado en los Papeles de Pandora, el presidente Sebastián Piñera, y la libertad de las y los prisioneros políticos del primer periodo de la Revuelta, fueron el centro de las consignas, canciones, bailes y lucha callejera contra las fuerzas especiales de carabineros, la policía militar chilena.
Desde tempranas horas de la madrugada de este 18 de octubre de 2021, reinició en la Región Metropolitana y en otras localidades del país el Estallido o Revuelta Social que cumplió dos años precisos desde el 2019.
La movilización popular que hizo temblar los cimientos del pinochetismo, aún insuperado desde su imposición a sangre y fuego el 11 de septiembre de 1973 pese al retorno de las administraciones civiles a comienzo de los 1990, se hizo sentir hasta altas horas de la noche en la capital del país andino.
El Estallido Social que arrancó el 18 de octubre de 2019 con los estudiantes secundarios protestando por un alza en el boleto del Metro, se transformó al poco andar en un auténtico catalizador de las demandas sociales, económicas, políticas, culturales y humanas que se mantenían en estado de latencia hasta ese momento en la sociedad chilena, ejemplo planetario del liberalismo ortodoxo.
A modo de tendencia abierta y explícita, la lucha de clases ha sido protagonista y reveladora de una crisis multidimensional que tuvo un nuevo momento este 18 de octubre. Las decenas de miles de personas que llenaron las dimensiones de la Alameda, la arteria principal de Chile, fueron testimonio vivo de que, aunque el sistema de partidos políticos dominante sacó de la manga una convención constitucional para intentar quebrar los procesos de lucha expuestos, pasado lo peor de la pandemia, el movimiento de protestas persiste porque, sencillamente, persisten las causas orgánicas que lo causaron.
Ni la convención constitucional, ni una sombría campaña electoral para las próximas presidenciales, detuvieron la manifestación alegre, sensible, combativa, fraterna, festiva y llena de ardiente memoria por las y los caídos tanto de Chile como del Wallmapu. La exigencia de la destitución del violador serial de DDHH y recientemente involucrado en los Papeles de Pandora, el presidente Sebastián Piñera, y la libertad de las y los prisioneros políticos del primer periodo de la Revuelta, fueron el centro de las consignas, canciones, bailes y lucha callejera contra las fuerzas especiales de carabineros, la policía militar chilena.
Lo cierto es que no se trató de una conmemoración, como ciertos sectores que limitan la lucha de clases a la institucionalidad de las elecciones y las leyes del poder, sino que la apertura de un nuevo momento del resurgimiento del movimiento popular.
El 18 de octubre ya tiene una historia, una tradición, aprendizajes. Y no sólo se expresó en la Alameda de Santiago. Continuó durante la noche en los territorios comunales más empobrecidos, y en localidades de todo el país y del territorio ancestral mapuche.
Al cierre de esta nota, se desconocía el número de detenidos y heridos por la represión policial.
Vale sí, denunciar que en la Panamericana Sur, a metros de la Alameda, más de 20 carabineros en motos y coches institucionales, detuvieron a un joven solo de poco más de 20 años, a eso de las 20.30 horas. La placa del radio patrulla es Z-5755, de la 30º comisaría.
Dejamos algunas imágenes de las protestas en el centro de Santiago.
Fuente: https://kaosenlared.net/chile-decenas-de-miles-de-personas-reinician-un-nuevo-momento-del-movimiento-popular-18-de-octubre/
VALPARAíSO: 18 OCTUBRE 2021:LA REBELIÓN SIGUE VIVA.
por Guillermo Correa Camiroaga/Valparaíso.
Con un muy buen manejo comunicacional del lenguaje los medios de comunicación tradicionales fueron instalando como idea fuerza el concepto de que este 18 de octubre era una fecha de “conmemoración”, de recuerdo, concepto que incluso fue replicado por medios de comunicación alternativos e independientes. Con el término “conmemoración” se busca dar a entender que la rebeldía que estalló con la fuerza de un volcán el 18 de octubre del 2019 pasó a formar parte de la historia oficial como un fenómeno inanimado. En esta misma línea se han creado “museos o muestras del estallido” que de una u otra forma reafirman y refuerzan esta idea fuerza instalada, dando por terminado estos fenómenos dinámicos, vivos y cambiantes como son los procesos sociales n donde el pueblo es protagonista.
En Valparaíso este 18 de octubre no fue una “conmemoración”, sino un ¡TÉNGASE PRESENTE! por parte de los sectores populares para expresar que la rebeldía sigue viva y que el proceso de rebelión popular es de largo aliento, un proceso estratégico, con momentos eruptivos y momentos pasivos que se alternan según los contextos políticos y las coyunturas políticas de cada período. El Acuerdo por la Paz dividió al movimiento popular y la pandemia detuvo la violencia política popular en ascenso, dando paso a reacomodos políticos en donde una parte del pueblo rebelde claudicó ante el caramelo institucional de la Convención Constitucional y las múltiples elecciones incluyendo la presidencial. Dichos sectores acogieron los cantos de sirenas amplificados desde el poder institucional, uniéndose a los partidos políticos tradicionales que tanto cuestionaban, criticaban y rechazaban. De esta manera la institucionalidad burguesa que tambaleó peligrosamente con el multifacético y enérgico accionar de las bases populares, se fue nuevamente estabilizando y poco a poco fortaleciéndose, al mismo tiempo que fue imponiendo sus reglas institucionales a todos los sectores que decidieron participar del camino trazado en el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución.
Pero hoy lunes 18 de octubre del 2021 miles de porteñas y porteños rebeldes marcharon y protestaron con energía, ocupando las calles de Valparaíso sin miedo, enfrentándose resueltamente a las fuerzas represivas y soportando la pestilencia de los gases tóxicos que una vez más inundaron el plan de la ciudad puerto.
Lo que sucedió en Valparaíso se replicó a lo largo y ancho del territorio nacional, mostrando que hoy no fue una jornada de “conmemoración”, sino un recordatorio a la clase política tradicional, a los sectores populares que se unieron a ella, a las élites y al gobierno que las chilenas y chilenos despertaron definitivamente y, más allá de los vaivenes propias de los procesos de rebelión popular, siguen atentos y dispuestos a organizarse y luchar, mostrando el poder que pueden ejercer en el camino para avanzar para conquistar los derechos del pueblo, aquellos que la institucionalidad burguesa, con vieja o nueva Constitución, jamás podrá satisfacer.
El largo camino de liberación nacional se construye paciente y decididamente en los espacios extraparlamentarios y extra institucionales, construyendo organización popular en los territorios, localidades y sectores, implementando el poder popular y creando los instrumentos necesarios para llevar adelante el programa político que el propio pueblo elabore en este proceso orientado a la construcción de una sociedad de nuevo tipo.
Miles y miles de chilenos y chilenas hoy no conmemoraron, se rebelaron, ocuparon las calles y protestaron para mostrar su potencialidad y capacidad de lucha más allá de los estrechos marcos institucionales del modelo capitalista que en su expresión neoliberal fue instalado durante la dictadura cívico militar y sigue vigente en nuestro país.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 18 0ctubre 2021
Recibido por CT: 19-10-2021.
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