Wallmapu: Comunidad Autónoma de Temucuicui alerta sobre posible ocupación militar.

Comunicado publico:  Wiechan Trawün en TERRITORIO DE TEMUCUICUI.

La comunidad mapuche autónoma del territorio de TEMUCUICUI, mediante la presente comunicamos lo siguiente;

  1.  Realizamos un amplio llamado a todas las comunidades y organizaciones mapuche de todos los Lelfun o territorio que se encuentran en procesos de defensa y lucha por nuestros derechos a la tierra y territorio y a las organizaciones sociales y amigo de la causa mapuche, para reunirnos de forma urgente en el LOF de Temucuicui el día de mañana martes 26 de octubre a partir de las 05 AM.  Puliwen antü mew txawuaiñ;
  2. De la misma forma hacemos un amplio llamado a todos los pu weichafe del Wallmapu acompañar a sus comunidades con el propósito de realizar un Wiechan Trawün para analizar la eminente entrada al lof de una fuerza bélica considerable compuesta por Carabineros, la PDI y la Brigada de Operaciones Especiales del Ejercito de Chile, con el objetivo de amedrentar, sembrar terror y mostrar su fuerza al resto del movimiento mapuche en resistencia.
  3. Estamos consciente de que la decisión de resistencia es una obligación con nuestro pasado, presente y futuro, debemos recordar las palabras del último ñizol lonko Mañilwenu que luchó contra el ejército de ocupación y que antes de morir en 1860, llamo a sus hijos y los obligo a que no se “rendieran a los chilenos, porque les robarían sus terrenos y esclavizarían a sus hijos”. Con ese llamado continúo luchando y finalmente muriendo en la clandestinidad, así también su hijo el toki Kilapam. Su newen sigue enraizado en la memoria y nos obligan a continuar resistiendo porque las palabras de Mañilwenu, se convirtieron en realidad, y si ahora nos rendimos terminaremos confinados a un museo y a lindas declaraciones constitucionales sin ningún efecto real y útil para el pueblo mapuche.
  4. Nos encontramos de cara a una eminente arremetida del Estado, por ello hacemos este llamado a todos los pu weichafe del Wallmapu, para concurrir al territorio de Temucuicui, así como también a aquellos que no puedan asistir a expresarse de cualquier forma ante el atropello de esta nueva invasión militar. Esta nueva acción del terrorismo de Estado pretende darles tranquilidad a las empresas forestales, latifundistas usurpadores.
  5. Debemos continuar la ocupación del territorio que nos fue usurpado, debemos continuar la lucha de resistencia contra un Estado colonial y capitalista que pretende volver a reducirnos y esclavizarnos, debemos continuar el camino de Mañilwenu y Kilapam, que hicieron temblar al ejército de ocupación chileno y que gracias a su lucha y sacrificio logramos sobrevivir como pueblo.

Finalmente entendemos que se vienen momentos duros, pero para los mapuches y nuestro lof nunca ha sido diferente, la guerra por la liberación no ha terminado, toma fuerza cada día más, por ello les hacemos presente a las fuerzas de ocupación y al Estado colonial que ni las balas y ni las cárceles donde se encuentran una gran cantidad de hermanos, detendrán el weichan hasta lograr la completa libertad y soberanía mapuche.

Marrichiweu

Comunidad Autónoma del Territorio de Temucuicui

Temucuicui, lunes 25 de oct. de 21

Fuente: https://comunidadtemucuicui.blogspot.com/2021/10/urgente-comunicado-publico-ante-wiechan.html?m=1


Nota de un medio del establishment colonialista:

Violencia en La Araucanía: Lo que hay detrás de la convocatoria de grupos radicales a Temucuicui ante “la inminente entrada del Ejército”.

por Jorge Poblete/Ex Ante.

Los 10 días de control de los ingresos y salidas de Temucuicui, más los sobrevuelos de un helicóptero Cougar por el área, mantienen en alerta a los líderes de la comunidad. Invitaron a los weichafe o combatientes de toda la macrozona sur a un encuentro programado para las 5am de este martes, en sus terrenos. Fuentes ligadas a los operativos mixtos entre el Ejército y las policías plantean que es una respuesta esperable frente a la estrategia de desgaste desplegada en esta “zona roja”.

En qué fijarse: Este lunes, la comunidad Autónoma de Temucuicui de la comuna de Ercilla en La Araucanía llamó públicamente y de forma urgente a los weichafe o combatientes de otras comunidades a un trawún o encuentro programado para las 5am de este martes 26 en sus terrenos.

  • El motivo, dijeron en su blog, es la “inminente entrada al lof (clan) de una fuerza bélica considerable compuesta por Carabineros, la PDI (Policía de Investigaciones) y la Brigada de Operaciones Especiales del Ejército”.
  • “Nos encontramos de cara a una inminente arremetida del Estado, por ello hacemos este llamado a todos los pu weichafe del Wallmapu (macrozona sur), para concurrir al territorio de Temucuicui”, dijeron. “La guerra por la liberación no ha terminado”.
  • En la declaración reiteraron sus críticas a la participación del pueblo mapuche en el proceso constituyente, donde tienen 7 escaños reservados, entre los 155 integrantes que deberán redactar una Constitución para reemplazar la de 1980. “Si ahora nos rendimos, terminaremos confinados a un museo y a lindas declaraciones constitucionales sin ningún efecto real y útil para el pueblo mapuche”, dijeron.
  • La comunidad Autónoma de Temucuicui es el grupo al que pertenece Jorge Huenchullán, quien es werkén o vocero del grupo. En agosto se declaró en “clandestinidad política”, luego de que el tribunal de Collipulli le ordenara presentarte en la cárcel tras su formalización de cargos por tráfico de marihuana y porte ilegal de armas de fuego y municiones.
  • La inaccesibilidad de Temucuicui para las policías —en enero y agosto se realizaron fallidos operativos en la comunidad, en el primero murió baleado un inspector de la PDI— ha favorecido, plantean las policías y el gobierno, la proliferación de robos de vehículos y madera, además de tráfico de marihuana y porte ilegal de armas y municiones. También facilitaría que allí permanezcan ocultos comuneros y otras personas buscadas por distintos delitos.
  • La presencia militar en la zona obedece al estado de excepción constitucional de emergencia declarado por el Presidente Sebastián Piñera en 2 provincias de La Araucanía e igual número del Biobío. El decreto fue publicado el miércoles 13 en el Diario Oficial y contempla una duración de 15 días, prorrogables por igual período sin consultar al Congreso. Fuentes ligadas al proceso afirman que La Moneda ya habría decidido renovarlo y que en el gobierno esperan obtener resultados positivos tras los 30 días de operativos, para proponer su prolongación a los parlamentarios.

Lo que hay detrás: La declaración de la Comunidad Autónoma ocurre tras 10 días de control a varias rutas de ingreso y salida a Temucuicui, operativos mixtos entre el Ejército y Carabineros que buscarían desgastar a los líderes y miembros de la comunidad involucrados en la comisión de delitos.

  • La comunidad tiene al menos 8 caminos por donde las policías y el gobierno plantean se produce el tráfico de marihuana cultivada en los predios, el transporte de autos y camionetas robados, así como la circulación de madera sustraída en la región. Este flujo es el que se habría interrumpido o ralentizado en estos 10 días, explican fuentes conocedoras del proceso, producto de los controles diurnos y nocturnos.
  • Estos controles también habrían dificultado la circulación fuera de la comunidad tanto de Jorge Huenchullán como de otras personas buscadas por diversos delitos con domicilio en Temucuicui.
  • El eventual mayor ingreso de personas a Temucuicui producto del encuentro convocado para este martes, podría buscar dificultar un control efectivo de estas rutas, explican.

Los mensajes: La estrategia implementada por el Ejército, que actúa coordinadamente con la Armada, que está a cargo del Biobío, buscaría también desmoralizar a los miembros de Temucuicui vinculados a la comisión de delitos.

  • Este fin de semana, dicen estas fuentes, se realizó el sobrevuelo de un helicóptero Cougar por Temucuicui con efectivos armados, desvirtuando la idea de que se trata de una comunidad impenetrable. La respuesta de miembros de la comunidad habría sido salir con armas largas y apuntar al aire, pero no disparar.
  • A esto se suman las declaraciones del general Lionel Curti, Jefe de la Defensa en la región, sobre el uso de armamento. “Si nos atacan, mi gente está preparada”, dijo este domingo en el Diario Austral.

Ataque en Carahue: Por otra parte, a las 1:30 pm de este lunes se produjo un ataque en la forestal Casablanca de Carahue, al suroeste de Ercilla, en que resultaron quemados 5 camiones, 2 camionetas y 9 cabañas de trabajadores.

  • Los autores serían 30 encapuchados, quienes además robaron 2 vehículos, detalló la PDI.
  • “Fuera milicos, yanaconas y toda empresa capitalista”, se lee en un lienzo blanco con letras calipso publicado por la concejala DC Paola Retamal. El panfleto está firmado por el grupo radical Weichan Auka Mapu (WAM).
  • Atentados anteriores tras el anuncio de estado de excepción habían sido adjudicados por los grupos Resistencia Mapuche Malleco (RMM) y un Órgano de Resistencia Territorial (ORT) de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).

Fuente: https://www.ex-ante.cl/violencia-en-la-araucania-lo-que-hay-detras-de-la-convocatoria-de-grupos-radicales-a-temucuicui-ante-la-inminente-entrada-del-ejercito/


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1 Comment

  1. ¿Ser obrero es un insulto?
    RyR 24 oct

    Carta abierta a los compañeros integrantes de organizaciones mapuches:

    Compañeros, todos nosotros hemos estado en cortes, en marchas y en diversos actos de lucha contra el Estado. A veces, nos ha tocado compartir esas rutas o esas marchas y, otras, la solidaridad se manifestó a la distancia. Pero no es solo ese andar en común lo que nos hace compañeros, sino una situación común: el empobrecimiento constante de nuestras condiciones de vida, que se manifiesta en la falta de acceso a cosas tan elementales como una casa, un trabajo digno, un sueldo que alcance o una cobertura de salud, entre otras cosas. Es esa situación en común la que nos lleva a la calle, más allá de nuestras diferencias. Y aquí viene lo que queremos discutir honestamente: esa situación común obedece a una condición común. La condición obrera. Dicho de otra forma, sufrimos el ajuste y luchamos contra él porque somos lo mismo.

    En función que creemos que somos lo mismo (obreros) es que queremos discutir con ustedes el problema de la estrategia y de las alianzas necesarias. O sea, cuál es el mejor plan y quiénes son nuestros aliados. Queremos hacerlo sin demagogia ni concesiones, porque entre compañeros no vale andar con zalamerías. Vamos a ser duros, sí. Pero es una obligación, entre compañeros, advertir aquello que nos parece que es un callejón sin salida, un desperdicio de energía militante y hasta un camino que puede provocar una masacre innecesaria a compañeros de indudable valor.

    Pensamos estos problemas y nos interesa sostener estas discusiones mientras la izquierda (o los partidos que así se llaman a sí mismos) está pensando en la campaña electoral, en ganar votos para meter diputados, y elude cualquier debate, no sea que alguien se enoje… Mientras unos sonríen aquí y allá, repartiendo papelitos, hay gente que piensa en los problemas reales del país y en sus soluciones.
    No faltan algunos dirigentes que nos dicen que no podemos opinar, que nadie puede meterse en los asuntos “indígenas” más que ellos mismos. Son los mismos que le han “dado su voz”, así textualmente, a académicos formados en EE.UU. (en Austin, Texas, más precisamente) o a algún (más bien alguna) ministro del gobierno nacional. Si para algunas organizaciones estos representantes de la clase dominante tienen semejante privilegio, no vemos por qué una organización revolucionaria no tendría el módico derecho a ser escuchada.

    Vamos al punto, entonces: ustedes reclaman ser “mapuches”, no “argentinos” y, menos aún, “obreros”. Y, de alguna forma, dicen, el Estado no los deja ser lo que son. Ahora bien, ¿en qué sentido ustedes son “mapuches”? ¿Qué es ser “mapuche”? Esa la pregunta, porque de acuerdo a lo que uno es (y a lo que le niegan), se construyen las reivindicaciones.

    Empecemos por desbrozar el camino de polémicas inexistentes. Aquí no hay una lucha por la libertad cultural. Sus reclamos no aluden al problema religioso, cultural o lingüístico. Nadie les prohíbe realizar sus ritos, ni hablar en su idioma o reivindicar su historia o su cultura. Nadie les prohíbe ni ustedes lo denuncian. Podemos no estar de acuerdo con la mirada histórica que tienen sobre la sociedad y la “identidad” mapuche” y sobre todo, de la religión (somos ateos), pero su derecho a sostener su cultura en su ámbito privado está fuera de toda discusión. Otra vez, ese no es el punto. El punto es que ustedes, o sus dirigentes, exigen formar una nación, y por ende, un estado aparte, para reproducir allí las relaciones que ustedes creen que predominaron antes del siglo XVI o antes de 1880, según el caso. Eso sí merece un debate.

    Sus dirigentes dicen que ustedes son una comunidad especial, diferente a la que conformamos el resto de los que habitamos la Argentina. Pertenecen, nos dicen, a aquella sociedad que tiene sus orígenes en el período anterior a la conquista española y que ha sobrevivido hasta hoy en día. Claro, aquella sociedad no era capitalista, así que no podía haber obreros (ni burgueses, obviamente). Eran puros “mapuches”, por así decirlo. Ergo, si ustedes son puros mapuches, no pueden ser obreros y no tiene sentido organizarse con otros obreros (ni “blancos”, ni “negros”) contra ningún patrón. Los enemigos son, entonces, el estado argentino y el chileno. Pero no porque se los quiera destruir, sino porque se los quiere emular (es decir, armar otro parecido). El enemigo, para ustedes, no es el capitalismo, sino los invasores winka en la tierra ancestral…

    Podemos discutir la adecuación histórica del término “mapuche” a sociedades muy variadas del siglo XIV al XIX, que nunca se consideraron bajo ese nombre. Podríamos remontarnos a la conquista y destrucción de las culturas como El Vergel en la zona de la cordillera de Nahuelbuta y la araucanización de La Pampa, donde los “mapuches” cumplen el papel de conquistadores. Podríamos, por último, decir que, sencillamente, la sociedad “mapuche” no tuvo una relación social característica (había grupos cazadores-recolectores, agricultores nómades, comerciantes, guerreros saqueadores después de la conquista…) y entonces no hay dónde volver. Pero no tiene sentido ahora. Lo cierto es que toda esta población organizada bajo la bandera mapuche (que no es ancestral, sino de 1992) vive bajo relaciones capitalistas. El 80% de los “indígenas” de Chubut reside en ciudades, como Esquel. En Río Negro, el “indigenismo” se forma con los pobladores de El Alto, un conurbano de Bariloche. La mayoría de los miembros de esas organizaciones son albañiles, como lo era Rafael Nahuel. Dicho de otra forma: viviendo de changas, desocupados, en empleos precarios o sobreviviendo como “cuentapropistas” son parte de la clase obrera. ¿Por qué? Porque, como todo obrero, no tienen medios de producción y de vida. Dicho de otra forma, son desposeídos.

    Son parte de una clase que fue abandonada a su suerte por los sindicatos y por el Estado en los ’90. En esos mismos años, la Iglesia y los gobernadores decidieron implementar paliativos sectoriales para evitar una rebelión generalizada. Los mismos planes del Banco Mundial recomendaban eso. Surge así la “política de la identidad”. Una curiosa forma de dividir y debilitar la fuerza de la clase obrera en un proceso de pauperización generalizada.

    Por eso, porque son obreros, plantean soluciones parecidas a las del resto de la clase.
    Ustedes reciben planes y subsidios igual que millones de argentinos. Ustedes toman tierras en Villa Mascardi y otros lo hacen en Guernica o en la Villa 31. Pero mientras estos últimos lo hacen en nombre de todos los que no tienen vivienda, ustedes pretenden hacerlo sobre la base de un privilegio que el resto no tendría. ¿Por qué, entonces, millones de trabajadores desocupados y sin acceso a la vivienda deberían apoyarlos en su cruzada por conseguir una propiedad en nombre de un particularismo que niega la universalidad del problema? ¿Qué interés en común tendrían entre ambos?

    Si la mayoría de ustedes está desocupada, se requiere un subsidio general al desocupado y un plan de obras públicas con trabajo en blanco. Ahí tenemos un reclamo que va al corazón del problema, que unifica y que le da a la lucha un alcance nacional. Lo mismo para el caso de la vivienda: un acceso universal a la misma. La lucha se transforma en hito y testigo cuanto más general es el problema que denuncia y cuanto más influyente es su triunfo.

    Sus dirigentes dicen que son una “nación” y que merecen un estado aparte. Claramente, es un disparate cuyo único objetivo es la segregación y el privilegio para quienes sean designados “gobernantes”. [] Lo primero que uno se pregunta es, ¿cómo van a sostener una nación, es decir, una administración y un ejército? ¿Con la agricultura familiar con técnicas del siglo XV (o sea, sin el uso del hierro y, menos que menos, de la electricidad)? ¿Cómo un grupo tan reducido va a enfrentar a dos estados como el de Chile y Argentina?

    En términos económicos, ¿cómo van a obligar a todo el mundo a dejar sus empleos, sus estudios para ir a cultivar o a cazar animales? En cuanto a la cultura, ¿van a prohibir el castellano? ¿Qué van a hacer con el sistema educativo?

    Más aún, en la Patagonia, quienes se reconocen como “indígenas”, de cualquier grupo, son el 7% de la población de la región. ¿Qué van a hacer con el otro 93% de los obreros “blancos”? ¿Los van a expulsar? ¿Cuál es el criterio de “mapucheidad” para decidir quién es habitante y quién no? ¿Van a instalar mediciones antropométricas o expedir certificados de pureza de sangre? ¿Qué tipo de limpieza “étnica” estarán dispuestos a hacer? Como ven, la política del privilegio, no solo los segrega del resto de los compañeros de su clase, sino que los acerca a aquellas ideas racistas que sus dirigentes dicen combatir.

    Vamos a las alianzas. Salvo pocas, muy pocas, organizaciones, la mayoría de los dirigentes “mapuches” pueblan secretarías gubernamentales, provinciales y nacionales. Algunos, como en Neuquén, llegaron a avalar la represión a la movilización contra el pacto YPF-Chevrón. Solo por poner un ejemplo actual, el werken de la Coordinadora Mapuche-Tehuelche conformó una mesa de diálogo con Aníbal Fernández, llenándolo de elogios. ¿Esta es la clase de gente que va a lograr mejores condiciones de vida? ¿A esta gente se pretende llamar “compañeros”? Claramente, aquí sí nos vamos a encontrar en veredas distintas.

    Como ven, el programa mapuche los obliga a elegir entre una lucha aislada y desesperada, una integración a los peores negociados con el Estado o a un delirio místico cercano al fascismo.

    Hay otro camino: dejar de pensar que ser obrero es un insulto. Recuperar ese nombre y esa prosapia que escribió las páginas más dignas de la historia argentina (la Semana Roja, la Semana Trágica, el Cordobazo, el Argentinazo) y mundial. Abandonar las miradas al pasado, buscando lo distintivo y selecto, para abrazar una lucha común, un futuro para todos. Lo único que pretendemos, por ahora, es poder iniciar un debate.

    Nos vemos en la lucha.
    Fraternalmente,
    Razón y Revolución

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