Expertos analizan el impacto de las elecciones al movimiento del 18-O.
¿Cómo se puede leer el presente del «octubrismo» a raíz de los resultados en las elecciones? Para distintos analistas, el nuevo auge de la derecha en los comicios puede ser explicado, en parte, por las consecuencias de las manifestaciones en los últimos meses. “Volvió a ganar terreno la mirada contrahegemónica sobre el estallido social y la razón de ser de la Convención”, dice Stéphanie Alenda.
“Murió el octubrismo”, tuiteó el domingo 21 de noviembre el escritor Rafael Gumucio, cuando comenzaron a conocerse los resultados de las elecciones generales.
Se puede estar o no de acuerdo con la afirmación, pero con la victoria en primera vuelta de José Antonio Kast, sumada al avance de la derecha en el Congreso, quedó en entredicho el arrastre que mantiene en la esfera pública el movimiento social que se gestó el 18-O, de la mano del estallido.
Ese “octubrismo”, comprendido a menudo como una energía antisistema contraria a la mirada tradicional (y neoliberal) del Estado, la política y las instituciones, fue un factor clave para impulsar el Acuerdo de Paz del 15-N y el proceso que lleva adelante la Convención Constituyente.
Anteriormente en las urnas, el “octubrismo” se expresó de manera clara en el plebiscito por la nueva Carta Magna, donde el Apruebo bordeó el 80% de los votos, así como la elección de los miembros de la Constituyente, donde primaron los candidatos que postulaban cambios profundos y refundacionales al modelo chileno.
Sin embargo, en los comicios generales de este fin de semana, la tendencia se quebró. La señal más clara fue el ascenso de Kast, un reconocido crítico de la Convención -abogó fuertemente por el “Rechazo”- y de la movilización callejera surgida en 2019.
¿Cómo se puede leer el presente del “octubrismo” a raíz de los resultados en las elecciones? ¿Ha perdido fuerza esta corriente? ¿Y qué cambió? The Clinic le planteó estas interrogantes a una serie de analistas, quienes entregaron su visión acerca del tema.
La captura del movimiento social
Para Ernesto Águila, analista político y académico de la Universidad de Chile, “desde el 18-O siempre ha estado en tensión una lectura (del movimiento) de izquierda y progresista, por un lado, pero también una lectura populista de derecha”. El experto reconoce que el impulso octubrista “hizo un aporte decisivo al dar paso al proceso constituyente”, abriendo un “cauce institucional para una solución de la crisis”, y que, en la elección de constituyentes, “se hizo hegemónica una visión antineoliberal”.
¿Cómo se puede leer el presente del octubrismo a raíz de los resultados en las elecciones? ¿ha perdido fuerza esta corriente? ¿Y qué cambió?
No obstante, apunta que “en las recientes elecciones, el movimiento social comienza a ser capturado por una visión más autoritaria conservadora”. Relacionado a esto, Águila considera que “no ayuda la persistencia de la movilización marginal y no asociada a objetivos políticos (…). La revuelta de octubre también fue por demandas sociales insatisfechas, y ésas no han logrado resolverse y por el contrario se profundizaron con la pandemia”.
Aquí es cuando el académico hace la relación con el auge del abanderado del Frente Social Cristiano: “Kast ha sido efectivo en reducir la protesta social a un problema de orden público. Lo que está en disputa es un sentido común sobre si se requieren cambios para construir esa paz deseada, o esta última será fruto de soluciones autoritarias y conservadoras. Ese debate será intenso en la segunda vuelta”.
Asimismo, Águila opina que “lo ocurrido con la Lista del Pueblo”, sumado al “affaire de Rodrigo Rojas Vade contribuyeron a este debilitamiento de la hegemonía de izquierda. Una pérdida de confianza. Un egreso del escepticismo. Sobre los miedos y el escepticismo se ha producido el crecimiento de Kast”.
Cambios de percepción
Stéphanie Alenda, socióloga e investigadora de la Universidad Andrés Bello, coincide con Águila respecto al fin de la dominación de un discurso en el debate público. Alenda comienza asegurando que le parece “obvio que esta elección no resuelve la conflictividad social. Lo que sí podemos decir es que volvió a ganar terreno la mirada contrahegemónica sobre el estallido social y la razón de ser de la Convención, y que esa tendencia ya estaba visible en las encuestas que mostraban la esperanza moderada de los chilenos en que la nueva Constitución pueda mejorar la situación del país (49% de respuestas favorables según la CEP)”.
Fijándose en los sondeos, la analista dice que “se produjo un realineamiento de los marcos interpretativos de la realidad. En particular, la CEP mostraba en agosto que el apoyo a las protestas de octubre de 2019 (entonces de 55%) bajó 16 puntos, mientras el rechazo que provocaban hace dos años (11%) subió a 26%”.
Alenda comienza asegurando que le parece “obvio que esta elección no resuelve la conflictividad social. Lo que sí podemos decir es que volvió a ganar terreno la mirada contrahegemónica sobre el estallido social y la razón de ser de la Convención
La conclusión de Alenda es que se pasó “de un discurso, en el que era de buen tono ser tolerante e incluso justificar la violencia, al discurso actual, en el que gran parte del debate electoral, oposición incluida, giró en torno a su condena, lo que ha sido el eje central del discurso de José Antonio Kast. El problema es que la oposición no instaló y por consiguiente no pudo capitalizar ese discurso”.
En la búsqueda de explicaciones, la socióloga señala que “ese cambio de percepción ha sido probablemente influenciado por otros factores, como la inestabilidad de la economía, que afecta en lo cotidiano el bolsillo de la gente y toda la incertidumbre sobre el devenir del modelo chileno”.
Y agrega: “Lo que podríamos interpretar como una involución en muy poco tiempo es en realidad común en la historia, donde han sido comunes los fenómenos de restauración del orden luego de movimientos sociales de izquierda de carácter refundacional”.
Las distintas caras del “octubrismo”
Javier Couso, académico del Departamento de Derecho Público de la Universidad Diego Portales (Chile) y catedrático en Tendencias Globales del Constitucionalismo de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), sostiene que el llamado “octubrismo” tiene grupos distintos, y que éstos deben analizarse de forma separada.
Por una parte, dice, los resultados de las elecciones de ayer son “un llamado de atención muy severo a quienes minimizaron el rol absolutamente descorazonador que tuvo para capas medias en Chile y capas conservadoras, el vandalismo, el saqueo, el incendio del metro, etc. Creo que la tolerancia a la violencia, el recordatorio permanente que ha significado que cada viernes entre 16:00 y 20:00 la Plaza Dignidad sea escenario de violencia, de incendio, etc., fue poco calibrado por una cierta versión del octubrismo”.
En tanto, Couso comenta que “hay otra versión del octubrismo que entiende que Chile necesita cambios sociales y mayor igualdad”, y que esto sigue vigente.
El llamado “octubrismo” tiene grupos distintos, y que estos deben analizarse de forma separada.
“Hay dos maneras de entender el octubre del 2019: una es creer que Chile se había izquierdizado a tal punto que era irrelevante el cómo se hacían las cosas. Yo diría que esta versión “octubrista” más radicalizada al interior de la Convención, en estos apoyos a indultos o amnistías a cualquier tipo de violencia, sin diferenciar, ésa es claramente la mirada que tiene que revisarse”, indica al hablar sobre la Convención Constituyente.
Fuente: https://www.theclinic.cl/2021/11/22/un-golpe-al-octubrismo-expertos-analizan-el-impacto-de-las-elecciones-al-movimiento-del-18-o/
De archivo:
Octubristas v/s noviembristas: las dos miradas que se enfrentan dentro y fuera de la Convención.
Según el sociólogo José Joaquín Brunner existe una división política muy marcada frente a lo que ocurrió el 18-O y el 15 de noviembre, día del Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, lo que acuñó hace unos días de octubristas versus noviembristas.
Para el exministro concertacionista esta discusión no sólo cruza por estos días la Convención Constituyente – que mañana celebrará la fecha con una exposición-, sino que también delimita dos formas de ver y analizar lo sucedido en nuestro país en los últimos dos años.
Brunner cuenta que “desde la instalación de la Convención venía hablando y escribiendo de la existencia en su interior de dos bloques, uno intelectual y emocionalmente más próximo al 18-O, y otro más cercano al 15-N. Para mí, ambas fechas son importantes, pero metafóricamente hablando, son nuestra encrucijada como país. En términos de la tradición de las agrupaciones revolucionarias, es un choque entre bolcheviques (octubristas) y mencheviques (noviembristas)”.
Efectivamente, en vísperas de un nuevo aniversario del 18-O, no hay un consenso en la manera de recordar esta fecha. Para algunos sectores más identificados con el centro y la derecha, ese día rememora el inicio de una violencia descontrolada que no debe ser conmemorado. Pero para otros dirigentes, es un hito que quedará marcado en nuestra historia reciente como el día en que se abrió la puerta a un cambio social y político que derivó en el actual proceso constituyente.
El sociólogo Alberto Mayol (FA) destaca y comparte la definición de su par, J.J. Brunner y explica por qué la discusión incomoda a Boric: “El desafío de un eventual gobierno de Gabriel Boric, quien es más noviembrista, es imponer su ley, controlando la variable octubrista para dar gobernabilidad al país. Eso pasa por tener una buena relación con el Partido Comunista, lo que hasta ahora no ha conseguido con una parte de ellos, y algunos de sus referentes como Daniel Jadue”.
“Me declaro octubrista”
Los octubristas, define Brunner, se identifican con la revuelta antisistema del 18-O y el significado político-cultural que tiene un levantamiento violento contra el Estado, las instituciones y lo establecido. “Creen en la horizontalidad de las asambleas, los gobiernos plebiscitarios, el autoritarismo carismático y la presencia de las masas en las calles como un entorno para desestabilizar y anular las normas del orden político y la convivencia social”.
¿Cómo se definen los dirigentes?
“La raíz es, sin duda, el 18 de octubre y, por tanto, me declaro octubrista”, afirma el presidente del PC, Guillermo Teillier, cuyo partido no se sumó al acuerdo que definió el plebiscito para aprobar o rechazar una nueva Constitución. “Para mí, el proceso de cambios comienza con el estallido social, continúa el 25 de octubre con la manifestación popular que remeció la institucionalidad gobernante y obligó al acuerdo del 15 de noviembre. Evidentemente, el plebiscito y la elección de la Convención son fechas muy importantes. Y esto sigue…”, dice Teillier.
En la misma vereda se para el constituyente Marcos Barraza, quien lidera la bancada comunista en la Convención: “No estaríamos discutiendo la superación de la Constitución de la dictadura cívico-militar si no hubiese existido el levantamiento social del 18-O y la crisis sistémica que se gatilla a partir de ese día. Lo que vino después son esfuerzos por contener esa deliberación popular”.
“No soy una octubre lover”, afirma la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, precisando, eso si, que el estallido se veía venir. “Cómo pasaron las cosas esa tarde y noche, con estaciones de Metro quemadas, con mucha violencia, no es algo que me pueda alegrar, pero al igual que un terremoto, la fuerza se venía acumulando y nadie quiso verlo”, agrega.
“Soy no-viem-bris-ta”
Para los noviembristas, según Brunner, el momento clave de este proceso fue lo ocurrido la madrugada del 15 de noviembre de 2019 en los calurosos pasillos del ex Congreso, cuando los partidos -desde la UDI a parte del Frente Amplio- sellaron un pacto para encauzar la crisis, en medio del fuerte ruido de las cacerolas.
Para el presidente de RN, Francisco Chahuán, esa es la fecha que quedará impresa en los libros de historia de Chile y la Convención tiene la responsabilidad de actuar en esa misma dirección.
“El 15 de Noviembre se resolvió, a través de la institucionalidad, una crisis política de envergadura. Esperamos que la oportunidad para recomponer el pacto social no termine en un fracaso de las expectativas”, agrega el senador.
“Soy no-viem-bris-ta”, afirma la senadora Jacqueline van Rysselberghe, quien en 2019 puso su firma en el acuerdo como presidenta de la UDI. “La política pudo demostrar ese 15-N que es posible zanjar las diferencias a través del diálogo”, dice.
Su sucesor, Javier Macaya, en cambio, se declara un “noviembrista defraudado”.
“Confiamos en que el acuerdo que firmamos hace dos años permitiría un proceso esperanzador que buscaba un mejor futuro y traer paz a nuestro país. Y hoy vemos con algo de decepción un proceso constituyente no respetando la reglas del acuerdo, peleando por asignaciones, con censuras, falta de diálogo y usando las peores prácticas de la vieja política”.
El constituyente de Evópoli Hernán Larraín asegura que el noviembrismo prevalecerá en la historia por sobre el octubrismo y que con ese objetivo está en la convención. “El 18-O representa la emergencia de una violencia anárquica, distinta de las masivas demandas por transformaciones (25-O), que amenazó con romper el orden institucional. El 15-N es su contracara, pues representa una respuesta democrática”.
Para el gobernador de la RM, Claudio Orrego (DC), el acuerdo de noviembre también es el punto de inflexión en la crisis: “Reunió a un grupo muy mayoritario de fuerzas políticas que fueron capaces de dejar a un lado posiciones que fueron intransables en otro momento”.
Octubrista y noviembrista
Hay otro grupo transversal de dirigentes políticos que no comparten esta división, argumentando que ambas fechas están ligadas entre sí.
La presidenta de la DC, Carmen Frei, es una de ellas: “A su pregunta, declaro que soy octubrista y noviembrista, porque unos no existen sin los otros, por más que puedan presentarse como posturas divorciadas… Es la vieja enseñanza que dice que la política, ante todo, es una construcción y cooperación en comunidad”.
Su antecesor, Fuad Chahin, también opina que ambas fechas están entrelazadas. “Sin las movilizaciones que partieron en octubre, la derecha jamás hubiese cedido a un proceso que pusiera fin a la Constitución de Pinochet, eso hay que decirlo”, señala el solitario constituyente que tiene la DC. “Pero, por otro lado, el proceso constituyente en que estamos es gracias al acuerdo del 15-N”.
El diputado Giorgio Jackson -coordinador político de la campaña de Boric- dice ser octubrista y noviembrista, señalando que ninguna de las posturas “reniega” lo ocurrido en octubre de 2019.
Y su compañero de la bancada de RD Miguel Crispi califica de “simplista” la tesis de Brunner: “Me extraña de un sociólogo que debiera entender que estos son procesos más complejos que elegir una fecha u otra. No hay 15 de noviembre sin 18 de octubre, que es el hito más importante, a mi juicio, que deviene de las injusticias que se han perpetuado en Chile por décadas”.
Lo mismo opina el presidente del PS, Álvaro Elizalde: “La supuesta dicotomía entre el 18 de octubre y el 15 de noviembre me parece un tanto artificial (…). Sin estallido los sectores conservadores nunca habrían estado dispuestos a suscribir dicho acuerdo. Por otro lado, sin acuerdo no habría habido camino institucional y democrático para canalizar la crisis. Lo primero no lo entiende Brunner, lo segundo, no lo reconocen aquellos que votaron contra la reforma constitucional que permitió el plebiscito para iniciar el proceso constituyente”.
Las otras fechas de Atria y Kast
Finalmente, hay algunos destacados protagonistas de este proceso que identifican otras fechas como los hitos de lo acontecido durante estos dos años.
A juicio del constituyente frenteamplista Fernando Atria, los hitos de este proceso no incluyen el 15 de noviembre: “Son el 18 de octubre, el 25 de octubre (plebiscito) y el 16 de mayo (elección de los 155 constituyentes) . “Lo que la encauzó (el proceso) no fue el acuerdo del 15-N, porque en varias dimensiones lo acordado entonces fue modificado posteriormente, por presión ciudadana. Me refiero a la paridad, escaños reservados y reglas sobre independientes”.
El candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, quien apoyo el rechazo a una nueva Constitución, agrega otro momento: el 19 de octubre. “Para mí, ese día la izquierda se sometió al chantaje de la violencia y terminó de destruir la institucionalidad de nuestro país, cuando Boric y Beatriz Sánchez encabezaron una protesta del Frente Amplio en el Paseo Ahumada donde aplaudieron el estallido de la violencia e increparon a los militares”.
17 oct 2021.
Fuente: https://www.latercera.com/la-tercera-domingo/noticia/octubristas-vs-noviembristas-las-dos-miradas-que-se-enfrentan-dentro-y-fuera-de-la-convencion/TEY5ZYY7SVENRLVC6MWB655SW4/
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¿Y no van delimitarse de este Goicovic que conjunta «reformistas» y «revolucionarios», considerando reformistas a Provoste, Boric y Jadue?:
https://www.elclarin.cl/2021/11/22/las-elecciones-y-la-salida-conservadora-a-la-crisis/