Puño en alto ‘ Créeme.
Escrito en ¡26!, julio del 2020, en homenaje al entrañable trovador lo dije entonces y también hoy lo que inteligentemente resumió en voz de otro destacado trovador, Xavier Pintanel: »Cuando junto con Hannes Salo contemplamos la posibilidad de compilar el cancionero y la discografía de Noel Nicola, lo hicimos con la justa y necesaria intención de honrar la memoria de alguien que ya no estaba físicamente con nosotros. Sucede que a veces tan nobles propósitos nos ocultan la necesidad del no menos justo y necesario -y seguramente más oportuno- homenaje a los vivos».
Puño en alto compañeros, puño en alto que ya llego pues para ello nunca necesité pedir permiso ni perdón: ‘Créeme, cuando me vaya y te nombre en la tarde viajando en una nube de tus horas, cuando te incluya entre mis monumentos’ aferrado a tu cañón de futuro como un cóndor altivo sobre la cima en tarima de un emblemático escenario.
Así se despidió en vida trabajando como siempre hizo como no podía ser de otro modo en Vicente Feliú. Cual la generación de las hojas así la de los hombres (y mujeres) »Esparce el viento las hojas por el suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una generación humana nace y otra perece». Una de las frases de escuela científica en Homero junto a un principio inalienable que define por igual, al autor que hoy vivenciamos entre líneas, a través de su Créeme como un manifiesto implacable »Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra».
Me despido ya de Homero a través de esta brillante frase, aferrada al inconfundible perfil y pensamiento del que naciera en La Habana, defendiera como el que más su isla, inseparable a la revolución que le brindó la oportunidad de ser lo que otros niegan, y así poder encontrarse, en el lugar adecuado del corazón del mundo donde habitó su entrega en combate batiendo alas hasta el momento justo de dejarnos; donde habitará su obra mientras el sentimiento de revolución prevalezca, entre los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova Cubana.
Así fue desarrollando su personalidad, su arte propio y oficio, en derroche de creatividad sobre el gran eslabón cediendo el testigo más ejemplar –a su hija Aurora de los Andes– que pariera una revolución de artistas como Alicia Alonso, rodando por el mundo reconocida como hito de historia en danza; docentes y científicos, sin parangón en investigación continua con una sanidad digna de reconocimiento preventiva de una sensibilidad humana de las más respetables, gran desarrollo en aventura teniendo en cuenta el bloqueo desde todos los puntos cardinales que históricamente el capitalismo ha sometido a la isla; una sanidad gratuita como su enseñanza, que cubre a toda la población hasta el poblado más remoto rural. Esa fue siempre y no otra la intención que la revolución cubana alumbró frente a la deshumanización en garras del imperialismo.
¿Quién es Vicente Feliú? (Este fue su testigo y legado inmortal más representativo):
Créeme, cuando te diga que el amor me espanta Que me derrumbo ante un te quiero dulce Que soy feliz abriendo una trinchera. Créeme, cuando te diga que me voy al viento Dé una razón que no permite espera
Cuando te diga no soy primavera
Sino una tabla sobre un mar violento.
¿Cuál es su historia, cómo irrumpió entre nosotros su ‘Créeme’? Espero no equivocarme al afirmar que en los primeros meses de 1975, desde la Televisión Universitaria uno de sus directores amigo común, le pide a Silvio una canción por el aniversario 40 de la caída en combate de Antonio Guiteras y el venezolano Carlos Aponte, al que Silvio respondió que con mucho gusto, pero que mejor, la hiciera Vicente Feliú dado los vínculos casi familiares con ellos <<Mi familia paterna era de Matanzas y Carlos Alfaras, esposo de una hermana de mi padre y miembro de la Joven Cuba, organización creada por Guiteras, estuvo entre los combatientes de El Morrillo. Aponte y Paulino Pérez Blanco se escondieron en la casa de mi familia el 7 de mayo de 1935, y esa noche mi abuela paterna Ignacia López Pineda, junto a Mario Argenter, eminente músico matancero y amigo de la familia, tocaron para Aponte, a petición suya, La Polonesa de Chopin, brindaron, y mi abuelo, el juez Santiago Feliú Silvestre, le regaló su revólver a Aponte, con el que caería combatiendo al día siguiente>>:
Créeme, si no me ves y no te digo nada
Si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme, que quiero ser machete en plena zafra
Bala feroz al centro del combate.
¿Cómo se reafirma, y consolida, dentro de la nueva sociedad? Militando como ser nuevo, combatiendo capitalismo e imperialismo como los que le precedieron desarrollando el internacionalismo y la amistad entre los pueblos. Compuso música para obras de teatro, televisión y espectáculos, ha colaborado en programas culturales como asistente de dirección y director musical, fue asesor de música de radio y televisión cubana, guionista, locutor y director de radio. Dirigió el Centro Cultural ‘Canto de Todos’ promoviendo encuentros e intercambios desde la canción, en todos los países de latinoamérica, premios y reconocimientos. Llevó su isla y revolución a más de 20 países de América, Europa y África, compartió escenarios con Isabel Parra e Inti Illimani, Daniel Viglietti y Alfredo Zitarrosa, León Gieco y Mercedes Sosa, Luis Enrique y Carlos Mejía Godoy, Silvio Rodríguez y L. Eduardo Aute, Caco Senante y Pete Seeger… Nuestro personaje se sumó a la gran cadena de ese eslabón ejemplar de cubanía que fue entroncándose cediéndose unos a otros por el mundo el testigo.
Nada como la luz define las sombras, porque delante de la sombra, está la luz; sin duda alguna Vicente Feliu, es –fue– además de comprometido con su pueblo y su revolución, uno de los grandes trovadores en remolino de versos en combate de una razón que no permite espera (De gran labor artística, escuela y cantera de continuidad en que se desenvolvió en otro tiempo Carlos Puebla). Ese es –fue– al que pretendo seguir disfrutando como estrella roja que se acerca entre líneas a mi nota escrita como un mensaje extremo, al borde de la noche en la que reina el cielo hasta llegar el día, y se multiplican las batallas espaciadas sobre el curso de los ríos ramificados en tierra bajo cielo raso, y el arado espera pues como el ocaso elijo la luz de algunas de sus canciones maestras, y uniéndome a los vientos portadores de semillas de libertad me lanzo a la odisea, y para seguir sembrando curto primaveras arando con bueyes la tierra de versos, y ese es desde mi espera el canto de todos con todo, con él, Feliú, hablando metafóricamente de su esencia incondicional en cultura propia, y como ser de otro mundo posible camino con el guerrillero aireando junto a él la vida enfrentada a la rapiña imperial (que en ausencia de tu materia) atraparte espera.
Las generaciones nos vamos curtiendo unos a otras como hombres, mujeres, y de la esencia de ambos, nutriendo y desarrollando partiendo de la savia más antigua de nuestros próceres hasta nuestros días. Escribo esta nota con la música de fondo que editó en homenaje a Che de título ‘Guevarianas’ –me inspiró en el homenaje hecho en ¡26! del año pasado y en este que pretende su memoria inmortal– Creo es uno de los discos más completos de la música cubana, cada canción es un pedazo de historia, y su vida, vida de Guevara el guerrillero que está entre nosotros para anunciarnos un nuevo día de lucha que Feliu sintetiza de esta manera
<<Los héroes nos reclaman su sangre. Al pasado hubo que hundirlo a balazos. El cansancio hay que romperlo a martillazos. Este país, que decidió vivir así requiere hombres y mujeres que se midan diariamente bajo este sol que nos calienta los principios>>.
El concierto ofrecido en el Centro Hispanoamericano de la Cultura de La Habana, interpretó a grandes poetas y cantautores; impresiona por su sensibilidad y calidez de voz, de la que brota Celaya, Miguel Hernández… incluye una de las mejores versiones que se haya cantado en vivo de Aute ‘Al alba’, por su percepción, acción e identidad al igual que la versión de Comandante Carlos Fonseca (Concierto premiado con el especial Cubadisco 2017).
¿Es pues Vicente Feliú lo que es –fue– siente y padece? Hagamos que el propio trovador, nos responda de singular manera en lección de trinchera y elección firme de principios, sirva pues, su despedida como ejemplo de su obra en formato de vida: »Hoy ¿por qué cantamos? por lo mismo que la vida. Hoy la despedida aglutina a los marranos. Me he despedido de un amor, me he despedido de mi tierra, me he despedido en son de guerra, en son de padre, en son de flor. Me he despedido del candor, me he despedido de la piedra, me he despedido de la hiedra, de la mierda y del favor. Hoy encuentro el verso y Benedetti me sonríe. Hoy mi viejo ríe y desde lejos lanza un beso. Hoy yo sé que canta con el corazón del alma. Benedetti, en calma, sabe que la muerte es falsa».
¿Qué recuerdos de infancia y juventud, en el seno de qué familia, y entorno, se desarrolla? <<Yo nací el 11 de noviembre de 1947 en La Habana -en Centro Habana- de familia de clase media profesional, destacada en la lucha revolucionaria, desde los años 30 (Joven Cuba, A la Izquierda Estudiantil, los insurreccionalistas Auténticos de Carlos Prío Socarrás, 26 de Julio, y más atrás, hacia finales del siglo XIX en Matanzas apoyando a los mambises, y luego integrada de lleno al proceso revolucionario de 1959). Fui el primer hijo, de una familia descendiente de catalans, galegos y canarios>> —Aunque el más joven, Santi siempre fue el mayor de los hermanos. Rony y yo solo somos los más viejos. Fíjate quién era Santi que a los siete años compuso una canción para los niños vietnamitas. Le dijo a papá que se la acompañara, mientras él la cantaba y en un momento, Santi lo para y le dice:
«Papito, ese acorde no es». Contrario a lo que muchos piensan, Santi nunca fue zurdo, por lo que suponemos que aprendió la guitarra de vista, como en un espejo. Me comentó alguna vez que la encordó para zurdos, pero como no tenía guitarra y todos sus amigos eran derechos, decidió aprender así. Lo increíble es lo bien y lo limpio que tocaba, teniendo todo al revés. Brillante y lúcido, su poética (poesía y ética), difícil por demás, llegó a muchísima gente en todas partes y ha dejado huellas que se verán en la medida en que el tiempo pase.
<<Aún me cuesta hablar de él. Se nos quedaron demasiadas cosas pendientes que ya no podrán ser, como grabar las canciones de papá, de las cuales más de la mitad solo él se las sabía>>.
Aunque soy de las que defienden los homenajes a los seres más queridos en vida, un impulso me arrolla a lanzarme al viento sobre un corazón que no permite espera, al conocer la noticia, pues me obliga a recordarte y nunca olvidar aquél 2014 en que murió Santi, tu hermano “pequeño”, el entrañable cantautor Santiago Feliu, de un infarto a los 51 años y, hoy tu: 17/12/2021 a los 74 años. Créeme, y aunque tu no te hayas dado apenitas cuenta, un infarto más se ha vuelto a imponer en vuestras vidas arrolladoras, un infarto clavado como de la rosa la espina que tiene de arco iris, lo que tus manos de canciones finas, que Aurora de los Andes testimonia de esta bravura manera ta sencilla y profunda como desgarradora <<Estaba en un escenario. Empezaba a cantar La Bayamesa. Se fue en toda su estatura y con el corazón más grande que el pecho. Te amo, papá. Te amo!!!>>.
El mejor lugar para yacer un creador, un músico, además de cantautor. Feliu en esencia era música y puro amor, un trabajador ingeniero del verso y obrero infatigable al pie de su cañón de futuro, dejando su semilla en el Museo de la Música inseparable a su inmortal ‘Créeme’, por donde brotan Guevarianas al paso, Auroras, lealtad sobre escena y revolución en su voz y profunda mirada, en carga de empatía optimista y desafío. Contigo como militante trovador revolucionado aleteo alas al viento de los inmortales, en recuerdo de todos, que como vos habéis empujado décadas de historia escrita, en tu memoria de corazón gigante, y en el de todos los que nos habéis dejado ese legado brillante en obras de gran entrega, como tu hermano Santi, Carlos Puebla, Violeta y Nicanor Parra que entre hermanos e hijos media la gran escuela chilena que Víctor Jara resaltó (antes de ser asesinado como legado de estela intachable), Viglietti, Leonar Cohen, Labordeta, Mikel Laboa, Luis Eduardo Aute, Carlos Cano, Ferlosio, Adalberto Álvarez, Alí Primera… y ahora tu. Flor de flor en remolino de viento a favor sirva el recuerdo sobre escenario de tus setenta que entrañable resumió ‘La Jiribilla’ <<Celebrar los 70 años de vida de un trovador constituye un elemental acto de cortesía por parte de sus seguidores, pero a la vez, este se puede convertir en un acontecimiento al desbordar el universo de todo un historial de entrega al prójimo desde la sensible matriz de sus canciones… >>.
Vicente Feliú abogó por la satisfacción de hacernos compartir el estamento ético de un juglar de sentir profundo marcado por la convicción y la voluntad de cantar necesarias verdades <<Si un día muero irremediablemente, sin terminarlo todo, o al menos lo que me corresponde, quisiera que lo poco que tenga se utilizara al máximo. A quien no entendió mi forma de estar recomiendo mirar hacia el fondo de sí. Mire bien, pues quizás hubo alguna que otra presencia que no se advirtió por temor. Que nadie se calle todo lo que fui, lo hermoso y lo triste… >>.
A menos de cuatro meses después del 1º de enero de 1959, un 28 de abril, se crea la Casa de las Américas en medio de campañas mediáticas difamatorias, amenazas del presidente Eisenhower, secuestros de aviones y atentados terroristas. La Revolución se defendía y daba los primeros pasos en su proyecto emancipador. Convertía en ciudad escolar la fortaleza de Columbia, entregaba la propiedad de sus tierras a más de trescientos campesinos, fundaba el ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico) y la Imprenta Nacional. Pronto EEUU usaría su poder para aislar a Cuba “su mal ejemplo” de soberanía y justicia social. Lograron excluirla de ciertos foros y romper vínculos diplomáticos, acuerdos, pero no les fue posible quebrar otros lazos asociados al instinto y a las raíces de los pueblos más allá de su poder imperial basado en el despotismo feudomilitar.
No me queda otra personalmente hablando que el orgullo de haber trabajado en ella aportando a su memoria y a sus sueños lo que en el fondo más profundo siento y el arado espera. Casa de las Américas se fundó guiada por una personalidad tan luminosa como Haydee Santamaría, junto a un equipo comprometido y leal, contribuyó de manera decisiva a que Cuba no fuera desgarrada, desentroncada del conjunto de Latinoamérica. Indudablemente Feliu forma parte de los cantores de esa casta, de los trovadores de la revolución que nacieron del movimiento 26 de julio, porque la lucha, también es cultura:
Créeme que mis palomas tienen de arcoiris
Lo que mis manos de canciones finas.
Créeme. Créeme
Porque así soy
Y así no soy de nadie.
Aurora de los Andes (hija) y Vicente Feliú (‘Créeme’)
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/puno-en-alto-creeme
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