Partido cita a Consejo extraordinario, marcado por dardos cruzados a días de elecciones internas.
por Nicole Martinez/El Mostrador.
Son tres las listas que este domingo 23 de enero competirán para conducir a la Democracia Cristiana (DC), en un periodo que será complejo pero clave para clarificar el rumbo que tomará el partido, con la instalación del Gobierno del Presidente electo Gabriel Boric, los intentos en el Parlamento de generar mayorías y, también, porque quien gane liderará el Congreso Ideológico donde la DC debe definir su rumbo y con quiénes va a entablar alianzas a futuro.
Por eso es que varios militantes democratacristianos manifestaron que estas elecciones son de las más relevantes de los últimos años, aunque también las más tensas, las más crispadas y «sucias». Y eso –dicen– queda en evidencia con el Consejo Nacional extraordinario que se llevará a cabo dos días después de las elecciones, el 25 de enero, vía telemática. Si bien es posresultados, la tensión se instaló antes respecto de los contenidos, pues la tabla incluye la polémica por la auditoría del Servel sobre gastos sin rendir y, asimismo, los despidos realizados a trabajadores sin indemnizarlos.
Según la tabla, el primer punto es una cuenta política, que dará el puntapié inicial a los dos temas de fondo. El punto 2 es la «situación de fondos pendientes de rendición entregados a los camaradas David Morales y Rogelio Zúñiga (35 millones de pesos)», secretario general de la falange y el exadministrador financiero, respectivamente. En lo concreto, se trata de dineros que no tienen respaldos, los que incluyen viáticos y otros gastos.
El tercer punto en la tabla es la situación de las desvinculaciones, referida al despido de trabajadores bajo el concepto de «caso fortuito o fuerza mayor», que no contempla el pago del mes de aviso ni indemnización. El 12 de enero, Ximena Gutiérrez, Ignacio Ortega, Rosario Hernández y Constanza Zegarra fueron notificados por el actual administrador, Guillermo Herrera, de su desvinculación bajo esta causal. En la citación se especifica que escucharán la opinión de expertos laborales, analizarán las «consecuencias éticas, políticas y de imagen pública de desvinculación ilegal de 4 funcionarios de la DC», al tiempo que esperan una discusión abierta y el pronunciamiento al respecto del Consejo Nacional.
El fuego cruzado y el trasfondo electoral
Las tres listas que compiten el domingo son la liderada por el expresidente de la Juventud Demócrata Cristiana (JDC), Diego Calderón; la encabezada por la diputada Joanna Pérez, actual tercera vicepresidenta de la DC; y la que lidera Felipe Delpin, alcalde de La Granja y segundo vicepresidente de la tienda. Estas dos últimas son las que han puesto condimento a este Consejo y se han lanzado con acusaciones cruzadas sobre los intereses detrás de los puntos de la tabla.
La mayoría coincide en que será un Consejo tenso. «Hay un ambiente como las pelotas, hace años que no se veía algo así», apuntó un dirigente de la colectividad, mientras que un parlamentario planteó que «aquí va a haber y ya hay guerra sucia, se sacan los trapitos al sol, se sacan los ojos. Es obvio que cada lado trata de sacar su tajada electoral, pero yo me pregunto cuánto ayuda esto a un partido ya quebrado».
Las acusaciones cruzadas se han instalado desde el día uno, y de cara a este Consejo extraordinario, e incluso desde fuera de esas listas, creen que los puntos son para hacer el empate: señalan que el sector de Delpin (donde también está Yasna Provoste) fue el que empujó la idea de instalar la revisión de los $35 millones no rendidos por el secretario general, David Morales, y el exadministrador Rogelio Zúñiga, que ya en julio comenzaba a ser cuestionado por «poca transparencia» y demora en la entrega de los balances financieros a Carmen Frei, que asumía la dirección del partido.
Morales se repostula al cargo de secretario general en la lista de Joanna Pérez, vicepresidenta y además tesorera del partido, y a ellos a quienes apuntan como parte de los mayores responsables respecto de las platas y rendiciones objetadas por el Servel. Desde dicha lista aseguran que el Servicio Electoral les hizo 38 observaciones, pero que el año pasado fueron 70 y lograron levantarlas y subsanarlas, y que dada la pandemia fue «más difícil» contar con toda la documentación, por lo que acusan derechamente una «operación electoral» de parte de sus contendores. De hecho, desde ahí un militante acusó que el actual administrador, Guillermo Herrera, «no hace la pega de buscar los antecedentes para levantar estas objeciones y se dedica más a hacer trabajo político y a demorar».
En todo caso, hay quienes en la DC, están evaluando acudir al Tribunal Supremo y a la justicia, de ser necesario, por las platas.
Por otro lado, quienes apoyan la lista de Delpin subrayaron que sus contendores fueron quienes «quisieron empatar» e instalaron el tema del despido de 4 funcionarios, sobre lo cual defienden que se hizo por razones financieras, «para tapar la embarrada que tienen con las platas». Sin embargo, en el entorno de la lista de Pérez acusaron que se trata de funcionaros que llegaron a la DC cuando arribó Fuad Chahin, por lo que era una forma de pasarle cuentas.
Algunos integrantes de la mesa acusaron que la presidenta de la colectividad, Carmen Frei, ordenó los despidos sin consultarlo con el resto de la directiva y que abría la puerta para llevar a la colectividad a «un pantano» de la Ley Laboral y su imagen frente a los trabajadores, por parte de la DC.
En una cosa sí coinciden todos los sectores: que las elecciones del domingo serán tensas, las más poco amistosas, y que podrían profundizar las heridas abiertas que aún tiene la Democracia Cristiana en su interna.
Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2022/01/20/el-aire-se-corta-con-cuchillo-en-la-dc-partido-cita-a-consejo-extraordinario-marcado-por-dardos-cruzados-a-dias-de-elecciones-internas/
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