Entrevista al vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul.
por Berria.eus/Euskadi.
¿Cómo va a afectar en Wallmapu el cambio de gobierno en Chile?
No va a ocurrir absolutamente ningún cambio en lo fundamental. Como no lo hubo, para nosotros, cuando se fue Pinochet. Han pasado más de 30 años de pseudogobiernos democráticos y no ha habido devolución del territorio. Boric está haciendo toda una parafernalia, pero las políticas extractivistas no se han detenido ni siquiera han mermado. No tienen la fuerza ni la tendrán para hacer frente al sistema de dominación que existe en esta parte del Wallmapu. EL 90% de la economía la rige aquí la industria forestal, que tiene prácticamente todo el sistema de propiedad usurpado al pueblo Nación Mapuche. Este es un problema de estructura y eso lo podría transformar en parte, sólo un gobierno revolucionario, y este no lo es.
¿Ha tenido un ofrecimiento del gobierno para dialogar?
Cuando nos hagan oficialmente una solicitud para hablar de territorio y autonomía para la Nación Mapuche no tendré ningún problema en encontrarme con ellos. Pero como no quieren hacerlo, ¿de qué vamos a hablar? Prefiero seguir en el proceso de acumulación de fuerzas.
¿Qué significa seguir acumulando fuerzas?
Cuando empezamos, éramos poquitos, yo y un par de peñi (compañeros) más. Hoy día somos miles de weychafe (guerreros) armados. La CAM tiene weychafe, y los tienen otras expresiones de resistencia, liberación nacional mapuche. LNM, la WAM, la Resistencia Mapuche Lavkenche y la Malleko, además de los que son parte de la lof (comunidad) en resistencia… Es un tema estratégico, la lucha político-militar está en el horizonte de muchas expresiones de resistencia, y eso es bueno para todos los que estamos en el proceso de lucha revolucionaria mapuche.
¿Por qué cundió esa estrategia?
Porque nos ha permitido avances sustantivos que no ofrecían las expresiones políticas existentes. La fuerza político-militar del pueblo mapuche recupera territorio, autonomía y dignidad. Del total de tierras recuperadas un 10 o un 20% ha sido entregado por el estado a través de acuerdos de compra-venta, negociados con las técnicas del mercadeo que favorecen al gran capital, el resto, el 80-90%, lo hemos recuperado nosotros, con la organización y lucha. Si nos preguntan por los documentos de titularidad, ni sabemos dónde están ni nos importan. Porque nosotros tenemos nuestros propios códigos y normas acordes a nuestra historia y cultura.
¿Qué opinión tiene de la Convención constituyente?
No participamos ahí, ni estamos ni cerca. Estar de acuerdo con la convención implicaría reconocer al Estado, su constitución, sus leyes y cultura. Sea cual fuere la constitución saliente no podemos someternos a ella porque no será la nuestra, nunca lo será. Nosotros luchamos para poder volver a organizarnos de acuerdo a nuestra cultura ancestral.
¿Cómo vivió la victoria de electoral de Boric?
Me da lo mismo. Boric y Kast representaban las dos caras de una misma moneda, ya lo dijimos en un comunicado. Nada cambiará, Vamos a seguir teniendo un estado militarizado, criminalización y persecución… En materia de seguridad están poniendo en puestos clave a la misma gente que organizó la represión en tiempos de Bachelet. Son señales de cómo viene la mano.
¿No cree posible una distensión?
No.
¿Cómo piensa que van a reaccionar la oligarquía y las grandes forestales de esta zona?
La oligarquía histórica va a defender sus intereses a como de lugar.
Van a aparecer fuerzas paramilitares y guardias blancas ultraderechistas como el Comando Rolando Matus. Los latifundistas y grupos económicos forestales sienten que el Estado no los va a defender con la suficiente dureza, por eso van a crear sus propias guardias para actuar fuera de la ley.
¿Y cómo cree que responderá el gobierno?
Vamos a ver si Boric se muestra decidido a perseguirlos. Tengo mis dudas… Fíjese en que ni siquiera ha habido un cambio de discurso. Hablan de condenar la violencia ‘venga de donde venga’. ¿Cómo pueden comparar la violencia del Estado con la nuestra? ¿Cómo pueden decirnos eso, cuando nosotros estamos acostumbrados a sufrir su violencia históricamente? Es algo que todavía no entiendo, se supone que algunos de ellos tienen formación y cultura de izquierdas, y equiparen la violencia del opresor con la del oprimido. La violencia revolucionaria de los oprimidos, como los mapuche, es absolutamente legítima, es dignidad pura. Yo soy un vocero público, que doy la cara, hablo de frente. Porque no me avergüenzo, ni voy a retractarme, de decir que ejercemos la violencia política necesaria. Mientras sigan devastando y depredando nuestro territorio ancestral lo seguiremos haciendo. De los sabotajes nos hacemos cargo y los reivindicamos, pero no atacamos a agricultores y menos a pobres, ni a ancianos, ni niños, ni a familias, ni a gente que pueda sufrir efectos colaterales de nuestra lucha. Nunca… Llevamos un cuarto de siglo atacando al capital y en esa lucha frontal no hemos matado a nadie, aunque a nosotros nos han matado ya muchos hermanos. Los han ajusticiado cruelmente inclusive, como en el caso de nuestro weichafe Toño Marchant… por eso jamás transaremos con el enemigo.
¿Cuál será la estrategia del gobierno para con el movimiento mapuche?
Por una parte ofrecerá prebendas. El veneno de siempre, pero en frasco mapuche. Por otra parte tratará de crear una pequeña burguesía al interior del movimiento mapuche. Pero avizoramos un buen tiempo de lucha. Por ahora no vamos a caer a sus cantos de sirena porque estamos ideológicamente preparados. Están equivocados si creen que nos van a fascinar con sus propuestas de multiculturalismo.
La CAM lleva casi un cuarto de siglo de lucha, ¿qué valoración hace?
El balance es positivo porque se ha dado un despertar de nuestro pueblo. Antes, todos estábamos un poco con miedo, con inseguridad, con ignorancia… Pero nosotros, en el movimiento vamos generando acción y pensamiento, y eso se transforma en escuela. Hoy aprendemos y reaprendemos. Se socializa, se debate… cada vez más gente va entendiendo lo que es la realidad y cómo se puede cambiar. El pueblo mapuche ha dejado de ser un pueblo sometido, victimizado, que daba un poco de pena… Hoy en día es un pueblo guerrero, un pueblo digno. Y es hermoso ver un pueblo rebelde y en resistencia.
¿Cómo se siente tras tantos años de militancia?
Pienso que puedo pasar a la historia como un hombre que no transó, que no se quebró, y no se desvió de la línea. Yo sigo siendo de la línea dura, también en cuanto a las formas de vida que he escogido. Siempre he estado, y seguiré estando, dónde la organización lo requiera.
¿Su familia lo acompaña?
Mi familia está conmigo. Mis hijos son weichafe, y siento mucho orgullo por ellos.
¿Llegará algún momento en el que la CAM negocie?
Por ahora lo veo difícil, pero acumulamos fuerzas para ser un gran estamento de nuestro pueblo.
Cuando tengamos la fuerza suficiente para tratar con el Estado, puede ser. Pero será para hablar de devolución del territorio, o no será. Creemos que este es el tiempo para hacer debate y por eso vamos a publicar en breve un libro llamado Chem Ka Radikuam un texto que recoge nuestro pensamiento y acción.
“La liberación nacional significa una ruptura total con las estructuras del estado, sean estas capitalistas, socialdemócratas o socialistas”.
Fuente: https://www.berria.eus/mundua/
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