Por Redacción CT
El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, señaló que los resultados de los comicios legislativos y de las primarias de los bloques políticos institucionales del reciente 13 de marzo, así como las masivas protestas del 2021, corresponden a expresiones del amplio rechazo social que existe en contra del régimen Duque/Uribe y a las expectativas de un cambio en clave progresista de los rumbos de Colombia.
La Dirección del ELN enfatizó que las movilizaciones populares desarrolladas el año pasado fueron las más numerosas y extendidas de los últimos 70 años, lo cual es un indicador cierto de la maduración de diversos procesos sociales y la intensificación de la lucha de clases.
De acuerdo al ELN, el fraude de las clases dominantes y sus representaciones político-institucionales fue descubierto públicamente y el Pacto Histórico se volvió la opción política más relevante del país, aunque los partidos del establecimiento continúan siendo mayoría en las cámaras legislativas.
«De manera individual, el Pacto Histórico obtuvo la mayor votación lograda por la centro izquierda en toda la historia del país, consiguió el mayor número de votos tanto en las Consultas presidenciales como en las votaciones de Senado y Cámara, quedando por encima del Partido de Uribe, que fue la agrupación más votada hace 4 años, también de la de los Partidos Liberal y Conservador y del resto de las coaliciones y fuerzas de la derecha», evaluó la insurgencia revolucionaria.
Hacia el término de mayo se efectuarán las elecciones presidenciales. Un eventual balotage se hará en junio. El ELN dijo al respecto que los comicios se dirimirán entre la candidatura de centro izquierda liderada por Gustavo Petro del Pacto Histórico, ante una mayoría de candidatos representantes de los intereses de la oligarquía y el Pentágono.
Ante la composición general de la disputa electoral, el Comando Central de la guerrilla rojinegra indicó que la pugna en ningún caso se situará entre el capitalismo y proyectos políticos embarcados en la construcción del socialismo revolucionario. En la misma línea, la insurgencia puntualizó que las próximas elecciones están enmarcadas en los últimos comicios del continente que, luego de grandes movilizaciones de masas, comportaron el arribo de administraciones progresistas, sobre todo, en Chile, Bolivia y Perú, Argentina, Honduras, México, y probablemente en Brasil con Lula en octubre de 2022. Los resultados anteriores no estarían desvinculados a un debilitamiento de Estados Unidos como epicentro imperialista mundial y regional.
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