Ante el alza de precios y la precarización de la vida, el pueblo lucha y se organiza.

En menos de un mes las esperanzas o mas bien la última oportunidad que parte del pueblo le dio a la casta dirigente, ahora más joven, se viene desmoronando. Es que los problemas por los que salimos en masa en octubre del 2019 no se pueden solucionar solamente con símbolos y promesas de cambios que han resultado peor que la letra chica de Piñera.

 

Ya van 32 años sin que los problemas de fondo, que salimos a enfrentar en masa a la calle, hayan cambiado. Las expectativas de transformación prometidas están por los suelos: No habrá refundación de Carabineros, la plana mayor de pacos y militares corruptos, represores y asesinos del pueblo siguen sin castigo y en sus puestos de mando; día tras día se hace más grave el abandono y la violencia contra niños, niñas y jóvenes; la promesa de un gobierno feminista se desvanece en los hechos cuando secundarias y universitarias vuelven a sus clases presenciales y los acosadores y abusadores siguen ahí impunes.

 

Asimismo, aún no hay reacción del gobierno para terminar con las penurias de un pueblo que resiste el alza del costo de la vida con sueldos congelados. Mientras, el saqueo del agua y el deterioro de grandes extensiones de territorios carcomidos por la política extractivista sigue su curso neoliberal. Se sigue criminalizando la movilización popular como lo hicieron los gobiernos anteriores, manteniendo encarceladxs a luchadorxs populares y reprimiendo con más recursos al pueblo mapuche que recupera y ocupa sus territorios.

 

¿Qué más se podría esperar del gobierno compuesto por aquellxs que fueron parte o avalan el acuerdo espurio de noviembre del 2019? Desde esa fecha nos quedó claro que Boric y sus partidos solo querían salvar a la misma clase política y empresarial que nos gobernó por más de 30 años. Es un gobierno que nace de un pacto de salvataje a todo el sistema político en concomitancia con un Congreso corrupto y lleno de privilegios que una y otra vez opera a espalda de un pueblo que necesita sacar sus pocos pesos que les queda en las afp’s para paliar, en parte, su difícil situación de vida.

 

Contradiciendo sus propios argumentos vociferados en campaña, la promesa de poner fin a las afp´s se hizo humo. Por el contrario, junto a su neoliberal ministro de hacienda protegen a los bancos y a las afp’s porque no quiere tocar el pulmón del neoliberalismo. Así, no les interesa si se profundiza o no la miseria de un pueblo que ha tenido que soportar una pandemia y sus secuelas, al nefasto y criminal gobierno de Piñera y ahora una crisis económica que la provocaron los poderosos que siguen enriqueciéndose con el alza y especulación de los precios.

 

Ante un gobierno con ropajes jóvenes pero perteneciente a la vieja política no nos queda otra que seguir y potenciar la organización y la lucha frontal contra este sistema.

 

Como pueblo no viviremos solo de esperanzas y promesas. El tiempo se agota. Habrá que organizar la ayuda entre pueblos, pero también la movilización popular.

 

Creemos como Referente Político Social – RPS que como pueblo tenemos que unirnos, articularnos y movilizarnos para avanzar en las siguientes medidas urgentes:

A retomar las movilizaciones en la calle para solucionar nuestros problemas, además de fortalecer las redes del autoabastecimiento, autogestion y economía solidaria.

 

 

 

 

20 de abril de 2022.