Chile. Lección de este 1º de Mayo: A organizar la autodefensa.

Frente a los baleos en Santiago.

por Gustavo Burgos/El Porteño.

La jornada del este 1º de Mayo es una pequeña representación de la situación general que vive el movimiento obrero en nuestro país. El mismo se encuentra marcado por la división, la escasa convocatoria y el surgimiento de graves actos de represión y de tinte fascista. En efecto, la marcha oficialista convocada por la CUT en Santiago transcurrió plácida marcada por un discurso condescendiente con el Gobierno, amparada por un cerco policial como viene haciéndose hace años esta convocatoria no tuvo ningún impacto y más bien pareció algo diseñado desde el llamado segundo piso de La Moneda. Con la presencia de la presidenta de la Convención Constitucional el acto tuvo más de espacio institucional que de auténtica manifestación obrera.

En el otro extremo político se dio cita la Central Clasista y Combativa que agrupa al activismo y sirvió además como un polo para una parte importante de las organizaciones de izquierda que comienzan a caminar en la perspectiva de conformar una oposición obrera, de clase, al Gobierno patronal de Boric. Consecuencialmente, el trato dispensado por las fuerzas policiales fue diametralmente opuesto. La represión se hizo sentir brutal como siempre y buscó interrumpir el normal desenvolvimiento de la actividad convocada en Brasil y Alameda. En el tránsito por Meiggs, calle Exposición, al claro amparo de las fuerzas policiales, pistoleros dispararon sobre lo manifestantes hiriendo al menos a cuatro compañeros, y alcanzando en la cabeza a la periodista Francisca Sandoval Ramírez de la Señal 3 de La Victoria. Los primeros están internados en la Posta Central y la última se encuentra bajo riesgo vital

La mecánica de este ataque fue muy sencilla y la pudimos comprobar quienes participamos de esta movilización. Los pistoleros disparaban junto a la presencia policial sin que ello mereciera la más mínima respuesta del contingente de Control de Orden Público. Fueron las acciones de autodefensa las que merecieron el accionar policial. Es algo objetivo, esto no es un problema de la delincuencia callejera como ha tratado ridículamente de plantear el Ministerio Público y el Gobierno, lo concreto es que estos pistoleros actuaron como provocadores y agentes represivos con una finalidad política muy concreta: impedir que la izquierda se comience a organizar fuera de los marcos de la podrida burocracia de la CUT.

La convocatoria de ambas marchas —la de la burocracia y la clasista— fue sensiblemente inferior a la de otros años, lo que revela el retroceso del movimiento. Este retroceso ha sido aprovechado por el Gobierno y las fuerzas policiales para desatar formas más agudas de represión. Hábilmente el foco de atención ha sido puesto sobre la identidad de los pistoleros —curiosamente serían dos extranjeros— pretendiendo soslayar que los mismos actuaron al amparo y en evidente complacencia con las fuerzas policiales.

No es primera vez que se balea en Estación Central a los manifestantes. Hace un par de semanas los secundarios fueron objeto de ataques de similares características. En este contexto carece de todo sentido pedirle a los represores —el Gobierno y su policía— que persiga a sus sirvientes, la tarea central es organizar la autodefensa de las movilizaciones. Esta tarea no puede quedar entregada a la espontaneidad que solo garantiza desorganización y mayores bajas de todo tipo. La próxima marcha debe organizarse considerando que la misma será objeto de estos ataques y debemos ganar la calle y sofocar todo tipo de ataque. La clase trabajadora no puede quedar sometida al accionar de la policía y sus matones.

Lo que planteamos, asegurar la autodefensa, es una cuestión central para ganar la autoridad necesaria frente al Gobierno y la patronal. En estos momentos la vida de la compañera Francisca Sandoval depende de acciones médicas. Este baleo es, por lo mismo, una clara advertencia al movimiento. Hoy es fundamental la unificación, la movilización y la independencia respecto de todo intento de someternos tanto desde el Gobierno como desde la Convención Constitucional. Solo contamos con nuestras fuerzas y este 1º de Mayo en que conmemoramos a los mártires de Chicago ha de ser de lucha de clases, de combate revolucionario y de afirmación de las banderas del Socialismo y el poder obrero. Adelante, es el momento de tomar la ofensiva.