Segunda Guerra: Las actas «secretas» del acuerdo de Postdam.

Los tres grandes: Soviet leader Joseph Stalin, British Prime Minister Winston Churchill, and U.S. President Harry Truman, en la Conferencia de Potsdam (1945-07-17/1945-08-02).

CUANDO CHURCHILL DECIDIÓ LA CONTINUIDAD DE LA DICTADURA FRANQUISTA.

por Máximo Relti/Canarias Semanal.

Las Actas «secretas» del tenso debate entre Churchil y Stalin en relación con la suerte que deberia correr la dictadura de Franco

En el mes de agosto del año 1945, o sea, cuatro meses después de que fuera tomado Berlín por el Ejército Rojo, los vencedores de la guerra se reunieron en Postdam. Allí, entre las tres potencias vencedoras de la guerra, determinaron cuáles iban a ser fronteras europeas, cómo se juzgaría a los criminales de guerra nazis y en qué consistiria la división de Alemania. Pero se decidieron también más cosas En ellas, acordó igualmente cuál sería la posición de los Aliados frente a la dictadura del general Franco. En el curso de la dura confrontación dialéctica entre Stalin y Churchill, Estas Actas que reproducimos traducida al castellano, constituyen un documento de inestimable valor histórico para lograr entender la Historia contemporánea de España.

El llamado «Acuerdo de Potsdam» fue un pacto  suscrito  el 3 de agosto de 1945, después de  concluida  la Segunda Guerra Mundial,  entre  los tres aliados vencedores de la misma: los Estados Unidos, la Unión Soviética  y Reino Unido.

En este pacto entre los vencedores se trataron temas tales como la ocupación militar y la reconstrucción de la Alemania derrotada,  así cómo quedarían configuradas las nuevas fronteras en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

Igualmente, en ese Acuerdo se concertó la desmilitarización de Alemania, las reparaciones de guerra alemanas, así como  el procesamiento de los criminales de guerra que habían contribuido a desencadenar el mayor conflicto bélico de la Historia.

Cuando Winston Churchill se preparó para librar la Tercera Guerra Mundial  contra «el gran oso ruso»

Pero en el orden del dia de aquellas reuniones hubo más temas.  José Stalin, primer ministro de la Unión Sovietica, solicitó que se tratara asimismo la complicidad y colaboración del Régimen de Franco con las potencias del Eje, Alemania e Italia, y cuál debia de ser la actitud y posición de los Aliados frente a esa dictadura totalitaria.

Las conversaciones que tuvieron lugar en el marco de las  reuniones celebradas al efecto entre Truman, Stalin y Churchill fueron desclasificadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos desde hace ya algún tiempo. Sin embargo, pese a la importancia que las decisiones allí tomadas tedrian para la historia contemporánea de España, el tratamiento de su contenido ha sido  eludido por los medios de comunicación  españoles, o insuficientemente tratado por no pocos historiadores. Cuáles han sido los motivos por los que se ha rodeado  a este tema de una suerte de «semiclandestinidad», es algo que el lector podrá deducir con facilidad después de proceder a la lectura de las Actas de aquella histórica y trascendental reunión.

Canarias Semanal  reproduce, pues, las Actas que hacen referencia a la tensa conversación que tuvo lugar entre los tres dirigentes de las potencias ganadoras cuando se trató el tema del futuro del Régimen de Franco, particularmente en el frontal diálogo «a cara de perro» que tuvo lugar entre Winston Churchill y José  Stalin

En las referidas Actas quedan expresamente  transparentes cuáles fueron  las posiciones mantenidas  por cada una de las potencias allí representadas  – EEUU, Reino Unido y la Unión Soviética – frente una dictadura que impuesta a los españoles a través de los apoyos de la Alemania nazi  y la Italia fascista,   cuyas consecuencias se  perdurarían  más de tres  decenios sobre la sociedad española.

CUANDO LAS ACTAS HABLAN POR SÍ SOLAS

Stalin: Es necesario examinar la cuestión del régimen de España. Nosotros los soviéticos consideramos que el actual régimen de Franco fue impuesto por Alemania e Italia y que entraña un grave peligro para las naciones unidas amantes de la libertad. Opinamos que será bueno crear las condiciones necesarias para que el pueblo español pueda establecer el régimen que elija.

Churchill: Estamos debatiendo todavía las cuestiones que vamos a incluir en la agenda. Convengo que la cuestión de España debería ser incluida en ella.

Truman: ¿Quiere el  Mr. Stalin hablar sobre la cuestión?

Conferencia de Potsdam: lo que se jugaron Truman y Stalin

Stalin: Se han distribuido copias de la propuesta. No tengo nada más que añadir a lo que en ella se expresa.

Churchill: Señor presidente [se dirige al presidente de Estados Unidos, Harry Truman], el gobierno británico también es  muy contrario a Franco y su gobierno.  El hecho de que hayan sacado a los prisioneros que han estado en prisión durante años y les hayan disparado por hechos ocurridos mucho tiempo atrás,  indica que España no es una democracia de acuerdo con la idea  británicas sobre este tema. Cuando Franco me envió una carta proponiéndome hacer una alianza de Occidente contra Rusia, le envié una respuesta fría. Esto demuestra que los sentimientos británicos son adversos al Régimen de Franco.

Stalin: Yo no he recibido ninguna copia de la respuesta británica a Franco.

Churchill:  Veo alguna dificultad para aceptar el borrador propuesto por el generalísimo [Stalin] en el primer párrafo, el que trata de la ruptura de toda relación con el gobierno de Franco, que es el gobierno de España. Considerando que los españoles son orgullosos y susceptibles, semejante medida causaría el efecto de unir a los españoles entorno a Franco, incluso los que ahora reniegan de él, en lugar de alejarlos de él. El resultado sería un fortalecimiento de la posición de Franco. Y él tiene un Ejército, aunque este no sea muy bueno. Si con esta acción que se nos propone él consolidara su Regimen politico , sería necesario  intervenir por la fuerza. Y yo estoy en contra de usar la fuerza. En contra de interferir en los países que tienen diferentes regímenes que el nuestro, a menos que seamos molestados por ellos. Por lo que toca a los países que han sido liberados en el curso de la guerra, no podemos permitir que se establezca en ellos un régimen fascista, pero aquí tenemos un país, España, que no tomó parte en la guerra. Por eso es por lo que soy contrario a interferir en sus asuntos internos. El gobierno de Su Majestad necesitará debatir muy detenidamente esta cuestión antes de decidir romper relaciones con España. Estoy preparado para tomar cualquier medida que sea necesaria dentro de la diplomacia para acelerar la salida de Franco del poder.

Truman: No siento ninguna simpatía hacia el régimen de Franco, pero no deseo tomar parte en una guerra civil española. Ya ha sido más que suficiente con la guerra en Europa. Nos alegraríamos mucho de reconocer a otro gobierno de España en vez del gobierno de Franco, pero pienso que es una cuestión que ha de resolver la propia España.

Stalin: ¿Es decir, que no habrá cambios en España? El Régimen está ganando fuerza ya. Se está  nutriendo de regímenes semifascistas de otros países.  Esto no es un asunto interno. El régimen de Franco fue impuesto a los españoles por Hitler y Mussolini, cuyos regímenes a su vez estaban en proceso de destrucción. Me creo que no sintáis ningún tipo de afecto por Franco, pero esto tiene que ser demostrado con hechos. No estoy proponiendo ninguna intervención militar, ni que desencadenemos una guerra civil, que se podría perder. Solamente deseo que el pueblo español sepa que nosotros, los dirigentes de la Europa democrática, adoptamos una actitud negativa con respecto al Régimen de Franco. A menos que lo declaremos así, el pueblo español tendrá motivo para pensar que no somos contrarios a  ese régimen. Podrán decir que, dado que hemos dejado en paz al régimen de Franco, esto significa que lo apoyamos. La gente entenderá que lo hemos aprobado o que le hemos dado nuestra bendición tácita. Esto constituye un grave riesgo para nosotros. No me agrada estar entre los acusados.

Conferencia de Potsdam — Google Arts & Culture

Churchill: La URSS ya no tiene relaciones diplomáticas con el gobierno español, así que nadie podrá acusarle de lo que está diciendo ahora.

Stalin: Pero lo que sí tengo es el derecho y la posibilidad de plantear la cuestión y resolverla. ¿Por qué tendría que estar callado? Todo el mundo cree que las tres grandes potencias pueden resolver estas cuestiones. Y yo represento a una de ellas, como el señor Churchill. ¿Debemos mantenernos en silencio ante lo que está pasando en España con el régimen de Franco y abstenernos de llevar a cabo una acción contra España, si tenemos en cuenta que ha recibido el apoyo del fascismo? No deberíamos mirar al suelo ante el peligro que representa la España de Franco.

Churchill: Nosotros tenemos antiguas relaciones comerciales con España. Si nuestra intervención no diera los frutos deseados, yo no querría que este comercio se detuviera. Por otra parte, comprendo totalmente la actitud adoptada por Stalin contra España. Franco envió su División Azul a Rusia , por lo que entiendo que esté molesto. Pero en lo que respecta a Gran Bretaña, España se abstuvo de realizar ninguna acción contra nosotros en una época en la que si lo hubiera hecho podría habernos provocado un desastre.   Nadie duda de que el Sr. Stalin no siente ningún afecto hacia Franco, y creo que la mayoría de los británicos comparten esa antipatía. Yo únicamente deseo subrayar que la URSS ha sido perjudicada por Franco como ningún otro país.

Stalin: No es una cuestión de perjuicios. Aun así, creo que Inglaterra también ha sido perjudicada por el régimen de Franco. Durante mucho tiempo, España puso su costa a disposición de Hitler para que la usasen sus submarinos. Puede usted decir, por tanto, que ha sufrido daños causados por Franco de una forma u otra. Pero no deseo que este asunto se valore desde ese punto de vista. Lo que importa no es la División Azul, sino el hecho de que el régimen de Franco es una amenaza grave para Europa. Esto debería tenerse en cuenta. Por eso creo que deberían tomarse algunas decisiones, incluso si eso significa romper las relaciones diplomáticas. Creo que debemos hacer algo contra ese régimen. Podemos encontrar otros medios. Solo tenemos que decir que no simpatizamos con el régimen de Franco y que consideramos justa la exigencia de democracia por parte del pueblo español. Solo tenemos que indicarlo y no quedará nada del régimen de Franco, se lo aseguro. Propongo que nuestros ministros de Asuntos Exteriores debatan si puede encontrarse otra forma más suave o flexible para hacer patente que las grandes potencias no apoyan a Franco y a su gobierno.

Truman: Me parece bien. Propongo pasar el asunto a los ministros.

Churchill: Debo oponerme a esto. Creo que este es un asunto que debe ser resuelto en esta reunión por los líderes de los gobiernos. Interferir en los asuntos internos de otros países es una cuestión peligrosa.

Stalin: No lo considero un asunto interno de España, puesto que su régimen se creó desde el exterior, y es un peligro para Europa.

Churchill: Todo el mundo puede decir esto del Régimen de cualquier otro país.

Stalin: No, no hay ningún régimen como el de España en ningún país. No queda ningún régimen como ese en país alguno de Europa.

Churchill: Portugal también podría ser condenado por tener un régimen dictatorial.

Stalin: No es la dictadura lo que importa. El régimen de Portugal es el resultado de un proceso interno, mientras que el régimen de Franco fue instaurado desde el exterior, por medio de la intervención de Hitler. Franco se comporta de manera provocadora y da asilo a nazis.

Las negociaciones en el palacio Cecilienhof duraron 17 días
Las negociaciones en el palacio Cecilienhof duraron 17 días.

Churchill: En la Guerra Civil española hubo una intervención por ambas partes. La URSS intervino en un bando y Hitler y Mussolini, en otro. Pero, además, eso fue hace ya mucho tiempo. Creo que las acciones que pudiéramos decidir en esta reunión con respecto a ese problema servirían más para consolidar a Franco en su cargo. Y el gobierno británico no va a apoyar en lo más mínimo a este régimen, más allá de las relaciones comerciales.

Truman: Propongo que sean los ministros de Asuntos Exteriores quienes debatan si se puede encontrar otra forma más suave de llegar a un acuerdo sobre este asunto.

Stalin: Creo que este tema debemos resolverlo aquí. Propongo hacer una evaluación del régimen de Franco, incluyendo las observaciones hechas por el señor Churchill sobre la posible evolución de los acontecimientos en España. La situación del régimen de Franco debería ser uno de los puntos en la declaración que hagamos sobre Europa. Debería ser una declaración breve en la que dejáramos claro que nuestras simpatías son con el pueblo español y no con su régimen. Y sugiero dejar la forma en que debemos realizar esta declaración a los ministros de Asuntos Exteriores.

Churchill: No estoy de acuerdo con esta declaración.  Hay muchas cosas que no nos gustan de otros países, como Yugoslavia o Rumanía. Yo no sé qué opinan realmente los españoles acerca de su régimen politico. Hay muchas sombras en la opinión de los españoles. Creo que a la mayoría de ellos les gustaría deshacerse de Franco sin la interferencia de extraños.

Truman: Sugiero que pasemos a otro tema y ya volveremos al punto de España más tarde.

Fuente: https://canarias-semanal.org/art/29177/las-actas-secretas-del-acuerdo-de-postdam-cuando-churchill-decidio-la-continuidad-de-la-dictadura-franquista


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