Chile, el país de los arriba: Convención y nueva constitución. Opinión.

Pensando en la nueva Constitución.

por Hugo Marchant (*).

Y pensar que la derecha pinochetista y reaccionaria, solo tenían menos del tercio de la Convención Constitucional. Lo demás eran socialistas, frente amplio, partido comunista y los independientes que se agrupaban en un comienzo en la Lista del Pueblo.

La vieja casta política, como son la ex concertación y nueva mayoría, que gobernaron 24 años, siempre le echaron la culpa a la Constitución de Guzmán, Constitución de Pinochet, fue la razón para justificar todas las políticas que solo favorecieron a los grandes patrones, justificaron las políticas de DDHH, que no reconocieron la legitimidad de la lucha contra la Dictadura, justificaron con esa constitución la incapacidad de saber lo que sucedió con los detenidos desaparecidas. Y hay tantas barbaridades, que el Pueblo enrostro finalmente con el estallido social del 18 de octubre del 2019.

Y como nos pueden explicar, que se ratifico los dos tercios como quorum para realizar reformas o leyes que desfavorezcan a los grandes ricos, el secreto bancario continua como un derecho de los poderosos, las riquezas naturales, el agua, las AFP, la educación, la salud, continúan donde mismo.

¿Y qué paso con los derechos humanos? continua la criminalización de la lucha social, los presos políticos continuaran presos, los bosques y tierras que usurparon al Mapuche, siguen en manos de Lucksic y los grandes patrones y forestales finlandesas, suecas, noruega, canadienses.

Las grandes mayorías de gente modesta que piensa aprobar esta Constitución el 4 de Septiembre, como pueden explicar que teniendo la derecha menos de un tercio, lograron finalmente un borrador de Constitución que aplauden los poderosos internacionales y también nacionales.

Claro, muy claro, fue escrita en Democracia, donde los convencionales fueron elegidos democráticamente. Primera vez en la historia de Chile, ya que siempre antes, la Constitución fue impuesta por una fracción de las oligarquías en el poder.

Los que rechazan, obviamente quieren la Constitución de Pinochet, simplemente porque están en decadencia como políticos, están cruzados por una crisis política, que los tiene descompuesto y divididos y sin proyecto que ofrecer a los poderosos. Si tuvieran un mínimo de inteligencia política debieran aprobarla, si después de todo como minoría lograron casi completa la constitución de Pinochet.

Hay una izquierda, que no se atreven a opinar y tomar una posición política frente a este estado de cosas, otros como siempre han sido furgón de cola de los acontecimientos. Pero considero que los revolucionarios debemos tener una posición política, mas allá, que no tengamos un partido revolucionario, que no tengamos una táctica frente a esta coyuntura, no tengamos ni siquiera una discusión sobre la estrategia, y un proyecto político concreto que ofrecer a las masas populares. Por una cuestión Ética y moral revolucionaria, debemos tener una posición política frente la actual situación de la lucha de clases.

Hay muchos colectivos, y organizaciones “revolucionarias”, que solo tienen un par de consignas, y una decisión de no abandonar las calles, pero no crecen, su grito de lucha no logra encender el entusiasmo de las grandes mayorías populares, no logramos transformarnos en una fuerza política capaz de enrostrar al gobierno de turno, no somos capaces de generar hechos políticos que abran coyunturas políticas sobre las cual el bloque político en el poder tenga que preocuparse. La revuelta o el estallido social del 18 de octubre lo logro, pero la rebelión no pudo sostenerse en el tiempo por la ausencia de una conducción revolucionaria, nosotros no tuvimos esa capacidad, continuo cada colectivo en su misero metro cuadrado, y otros miedosos de tomar una postura política, prefirieron ocultarse en medio de la multitud.

Por algo debemos comenzar compañeras y compañeros revolucionarios, saquemos la voz ante nuestro Pueblo trabajador, con una posición política frente a esta realidad donde el oportunismo político de las pequeñas burguesías como son la nueva casta política hoy en el gobierno de Boris, intenta a través de sus performances, ocultar la profundidad de la crisis política que cruza al bloque político en el Poder. La revuelta del 18 de octubre sigue siendo una pesadilla en sus cabezas, y creen que con la aprobación de “la nueva constitución”, podrán enviar definitivamente a las masas populares a sus casas, pero no es así, no se puede dejar contento al rico y al pobre a la vez, menos en época de crisis económica y crisis política como es hoy en día, y si no, miremos hacia la guerra donde se enfrentan EEUU y Rusia en el territorio ucraniano.

Solo la clase trabajadora y el Pueblo pueden ofrecer una salida a la crisis, con el forjamiento del Poder Popular, pero para eso debemos trabajar, debemos hacer política de verdad.

Ni Apruebo, ni Rechazo, la opción es construir Poder Popular.

Luchar en las calles, pero con táctica, con una estrategia, con un proyecto revolucionario, solamente con el grito y la piedra no es suficiente. Debemos ser miles y teniendo claro en la necesidad de destruir el Estado Burgués, y reemplazarlo por el Poder Popular.

Hay demasiados temas que abordar, opinen, discutan compañeros/as.

La lucha Continua.

(*) Ex preso político, activista de «Solidaridad y Memoria» e integrante se «Niun adía más en la Cárcel».

Nota Editor: recibido por Editor CT 30-05-2022.