Acuerdos rotos y un Frente Amplio dividido: lo que dejó el desplome de normas transitorias.
Los «acuerdos de palabra» entre los colectivos se rompieron y normas claves terminaron rechazándose. Por su parte, en el Frente Amplio viven su propia teleserie interna y apuntan a Fernando Atria, quien -consideran- ha estado algo «errático» en sus decisiones en el último tiempo. Pero el académico pone sus fichas en la discusión en la Comisión de Armonización.
De pronto, el silencio se apoderó del ex Congreso Nacional. Los constituyentes estaban ansiosos por comenzar la votación del primer informe de Normas Transitorias, en lo que fue otra tensa jornada en el pleno de la Convención Constitucional, donde en definitiva los acuerdos se hicieron trizas y bloques como el Frente Amplio se mostraron divididos.
Las votaciones partieron exactamente a las 16:12 horas del jueves 2 de junio, con la aprobación en general del documento. Y, a renglón seguido, se dio luz verde al primer artículo del informe, el que establece que «la nueva Constitución entrará en vigencia desde la fecha de su publicación en el Diario Oficial dentro de los diez días siguientes a su promulgación y a partir de esta fecha quedará derogada la Constitución de 1980».
Sin embargo, el panorama pronto cambió. Si bien previamente los convencionales de Chile Vamos se habían negado a votar, lo que anticipaba una jornada compleja, el verdadero eclipse comenzó a partir de la votación del segundo artículo. De ahí en adelante, el informe de Normas Transitorias sufrió un descalabro que terminó con gran parte de la propuesta rechazada por el pleno.
Para los colectivos, el objetivo principal de la jornada era zanjar los períodos de transición para la entrada en vigencia de los nuevos organismos que formarán parte del Estado, como la Cámara de las Regiones, la Corte Constitucional, los calendarios electores y quórums para reformas. Sin embargo, el consenso sólo llegó para aquellas propuestas referentes a los plazos para los proyectos de ley que crean los sistemas nacionales de salud, educación y vivienda.
Pese al resultado, la situación deja mucho margen de negociación, ya que la comisión de Normas Transitorias deberá presentar un segundo informe en la segunda semana del mes de junio. Será su última oportunidad.
El artículo detonante
El artículo dos del informe proponía que los órganos del Estado «deberán adecuar su normativa conforme a lo establecido en la nueva Constitución, dentro de un plazo no superior a cinco años desde su entrada en vigencia».
El rechazo a este artículo dejó al desnudo las diferencias y reparos que tienen algunos colectivos respecto a normas que permiten la transición hacia el modelo propuesto en el borrador de la Nueva Constitución. Por ello, decidieron rechazar gran parte del informe, para tener más tiempo para negociar algunos puntos claves que deberá resolver la Comisión de Normas Transitorias.
Al respecto, el convencional del Colectivo Socialista (CS) Pedro Muñoz explica su voto a El Desconcierto: «Hay que hacer una transición adecuada entre la vieja y nueva institucionalidad, no solo para los órganos del Legislativo. Esta situación no se garantizaba en el segundo artículo propuesto y por eso determinamos que era mejor rechazar gran parte de las normas que iban en esa misma dirección».
A partir de ese momento, la votación tomó un rumbo impredecible, debido a que los colectivos de izquierda y centro izquierda habían estado en conversaciones durante la última semana del mes de mayo para llegar tantear la cantidad de votos con los que contaban las iniciativas del informe. Sin embargo, el rechazo del artículo desconfiguró el plan.
El desplome de los «acuerdos de palabra»
En rigor, se habían logrado acuerdos de palabra para aprobar normas específicas. Una de estas, era la que que acortaba el mandato de los senadores en 2026 para dar paso a la Cámara de las Regiones, la que fue rechazada por miembros de los escaños reservados, Pueblo Constituyente (PUCO), Coordinadora Plurinacional (CP) y el Colectivo del Apruebo (CDA).
Los motivos son diversos. Por un lado, la constituyente Tania Madriaga (CP) considera que los períodos establecidos en el informe eran muy amplios, ya que la Coordinadora Plurinacional considera «que hay urgencias sociales que deben tener prioridad y ser garantizadas. Por eso votamos en contra de estos artículos». Además, comenta a este medio, «queremos volver a negociar con un foco en los derechos sociales».
Por otro lado, Fuad Chain (CDA) expresó a El Desconcierto que el rechazo a esta norma interfiere con el mandato popular, «porque no veo ninguna razón para que el mandato de los senadores sea acortado». «Ellos fueron elegidos por una votación. Esta es una oportunidad para respetar la democracia y un mensaje para aquellos que quiere resetear todo: esa no es la manera en que se construye una nueva institucionalidad», indicó.
Para Camila Zárate (PUCO), una de las convencionales que rechazó la regla del fin del Senado, «estas normas guardan relación con el artículo 2 que hemos criticado abiertamente, que desde el primer momento dijimos que no íbamos a apoyar porque entendemos que no puede ser esa la regla general, que todo tenga que estar congelado durante 5 años».
En tanto, quienes sí dieron su voto a favor fueron el Colectivo Socialista, el Frente Amplio, Chile Digno e Independientes No Neutrales. Desde sus filas desdramatizaron el amplio rechazo del informe, porque consideran que se genera un espacio de negociación entre colectivos y esperan que la próxima vez sí se respeten los acuerdos.
La confusión en la interna del Frente Amplio
Una de las normas que más revuelo había causado en la previa de la votación era la que establecía en 2/3 el quórum para reformar la nueva Constitución por parte del actual Congreso. Finalmente, la propuesta fue rechazada con 71 votos a favor, 44 en contra y 12 abstenciones.
Esta votación en particular dejó al desnudo las diferencias al interior del Frente Amplio, bloque que no tuvo un consenso en esta materia. En el FA hubo votos a favor, en contra e incluso abstenciones. Por ejemplo, Damaris Abarca lo apoyó, Giovanna Roa e Ignacio Achurra se abstuvieron y Fernando Atria -el principal impulsor de esta medida- lo rechazó.
La postura de Atria llamó bastante la atención, porque durante las dos semanas previas a la votación había declarado en diversas ocasiones que este era el mejor método «para proteger las decisiones constitucionales». Fuentes al interior del FA critican la posición del académico y consideran que ha estado algo «errático» en sus decisiones en el último tiempo, según dijeron a El Desconcierto. Esto arrastró al resto del colectivo a no tomar una postura conjunta, situación que se reflejó en cómo se repartieron los votos en el artículo.
Sin embargo, la estrategia del abogado es otra. Atria explicó su voto señalando que “el problema fundamental está en las normas permanentes de reforma constitucional” y esto podría quedar resuelto en la Comisión de Armonización, apostando así todas sus fichas a dicha instancia de la discusión.
De hecho, el artículo regresará a la comisión para tramitarse por segunda vez. Y la discusión final se dará en en la Comisión de Armonización, donde los constituyentes están trabajando en reponer la norma permanente que establece que la regla para las modificaciones sea de 4/7. De materializarse esta idea, los integrantes del FA ven con buenos ojos sumarse a la iniciativa y dejar de lado la disputa por las reformas de 2/3.
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