Desde Valparaíso: «Nunca más el mal menor. No iremos a votar el 4 de septiembre».

Foto: https://www.anakarinadelgado.com/

Manifiesto por la libertad de conciencia, la soberanía, la dignidad y el poder constituyente originario.

Por Asamblea Constituyente en Acción- ACEA/ Valparaíso. 

El 18 de octubre de 2019 los pueblos de Chile estallamos hastiados por la galopante corrupción de las instituciones del estado, la desigualdad social, el sometimiento de la vida al sistema neoliberal que depreda sin parar. Nos rebelamos ante todos los poderes constituidos que controlan los partidos políticos con representación parlamentaria, aburridos del saqueo y del robo de los bienes naturales, que promueven y legitiman. Exigimos recuperar la gran minería para los pueblos, los bosques, los peces y el agua. Rechazamos que el capital se imponga por sobre nuestro trabajo para convertir nuestros derechos en su negocio. Gritamos basta de lucrar con nuestra salud, con los ahorros para nuestra vejez, nuestra educación, nuestras viviendas y nuestros caminos. Luchamos por la infancia abusada, por nuestras abuelas que no aguantan la miseria de sus pensiones. Rayamos por todos los muros de este largo y ancho territorio, no más AFP, no al TPP-11, fin al SENAME, término inmediato de las zonas de sacrificio y de la yuta (ACAB. 1312). Defendimos la vida a riesgo de las nuestras. Reivindicamos un estado descentralizado al servicio del buen vivir. Que garantice la satisfacción total de nuestros derechos humanos y sociales. Con gratuidad, calidad e igualdad. Un estado que no llene los bolsillos privados. Dijimos terminar los privilegios para unxs pocxs.

Durante la revuelta social nuestros lienzos, carteles y pancartas hablan de dignidad, igualdad, justicia, amor al prójimo, empatía, solidaridad, lucha, valentía, colaboración y soberanía. De norte a sur, de este a oeste, vamos por una Asamblea Constituyente. Auténtica. Nos reunimos en parques, escuelas, calles, sedes vecinales, universidades, sindicatos, campos, playas y plazas para deliberar en colectivo e iniciar la escritura de una nueva constitución, la nuestra, popular, libre y soberana. Lo hicimos por voluntad propia, en cabildos y trawunes. Así, porque quisimos y como quisimos. El 18 de octubre de 2019 pusimos en acción nuestro poder constituyente originario. Millones por las calles. Golpeando cacerolas. No le pedimos permiso a nadie. No obedecimos ninguna ley injusta. Decidimos cambiar las reglas del juego y diseñar otras. Buscamos instalar una nueva cancha, honesta y equitativa, para acabar de una vez por todas con el poder oligárquico que nos domina, que nos miente, esclaviza y divide. Salimos a las calles para poner fin al capitalismo, terminar con el patriarcado, reparar siglos de injusticia a nuestros pueblos ancestrales.

En Valparaiso continúan las movilizaciones por la libertad de los y las  presas políticas de la revuelta | Resumen.clEn esos días de profunda rebeldía popular, el estado nos reprimió, como siempre usó su violencia y nos asesinó, mutiló, violó, encegueció, torturó y encarceló. Arrancó nuestros ojos. No pudo detenernos ni con milicos a la calle, ni toque de queda. No hicimos caso. Protestamos con decisión. Instalamos barricadas. Nos defendimos con piedras, palos y fuego frente a perdigones, bombas y balas policiales. Era lo que teníamos frente a sus ejércitos, comandos y máquinas de matar y golpear. Nos organizamos en brigadas de autodefensa, de derechos humanos, de salud, de defensoría judicial. Creamos la primera línea. Pintamos murales. Cantamos. Trajimos la consecuencia irreductible de nuestra historia. Gabriela Mistral, Violeta Parra, Los Prisioneros de los 80. Salvador Allende. Miguel Enríquez. Lxs detenidxs desaparecidxs. El negro quiltro matapacos se hizo símbolo. Instalamos gestos subversivos al orden dominante. Colonial. Elevamos la bandera mapuche al mástil central de la plaza dignidad. El mestizaje de abajo en alza. Nos hicimos de poder. Tambaleamos el palacio. Derribamos estatuas de asesinos y asesinas de los pueblos. Cambiamos nombres de calles con lxs nuestrxs. Nos abrazamos, nos miramos a los ojos, lloramos y reímos juntxs. Por fín, nos dijimos, Chile cambió. Queremos un territorio inclusivo y bailamos. Desprejuiciadxs, libres, unidxs, recuperamos nuestra esencia colectiva. Medioambientalistas,  disidencias sexuales, religiosos, inmigrantes, trabajadoras, pobladores, feministas, animalistas, motoquerxs, ciclistas, indígenas, estudiantes, artistas, hermanas y hermanos diferentes, enfermas. Ya no nos soltamos más. Hasta que la dignidad se haga costumbre. Solo los pueblos defienden a los pueblos. Somos más. Democracia directa. Participación vinculante.

El 15 de noviembre de 2019, lxs corruptxs, esxs que controlan todo el Estado, defienden los intereses y privilegios de lxs dueños del capital, de grandes empresarixs y corredorxs de bolsa, acordaron en el congreso el llamado Acuerdo por la paz social y nueva constitución. Deciden poner fin al movimiento popular, a la revuelta, al estallido, para defender la institucionalidad que queremos destruir. Resuelven que se escribiría una nueva constitución bajo sus reglas, sin soberanía, sin tocar los Tratados de Libre Comercio, TLC. Con la aprobación de cada artículo por un quórum de 2/3, en un periodo máximo de un año y bajo la tutela de la corte suprema en caso de que estos se desobedecieran. Crean la ley 21.200 e inventan la Convención Constitucional. La CC. Así parte, otra vez, su máquina electoral mentirosa, seguida de un fuerte despliegue comunicacional. TV, radios y prensa de propiedad de la élite entonan sus cantos de sirena. Deciden defender el sistema neoliberal con sus privilegios.

Este 4 de julio de 2022, la CC entrega su propuesta de constitución al poder constituido, la entrega con letra chica, bien chica, como los pagarés de los bancos y los contratos de las casas comerciales. Para que no se note alardea con bombos y platillos bautizando su acto de republicano. En esta propuesta de nueva constitución se otorga toda la potestad al actual parlamento para que haga y deshaga todo lo que quiera con el texto que plebiscitarán. Eso dicen las disposiciones transitorias séptima y segunda, pero no lo dicen. El nuevo texto no asegura nada de lo que queremos y por lo que luchamos. Nos proponen aprobar más de lo mismo. Pero, ni apruebo ni rechazo cambiarán nada. Nada. No habrá constitución del 80, ni tampoco la de la CC. Será otra. Una reescritura distinta, pero igual. La decisión la vuelven a tener los partidos en el poder. Gatopardismo duro.

Revuelta Social | Red de Bibliotecas Populares del Gran Valparaíso¡Basta ya! No entramos en su juego. Repudiamos a la élite, a la oligarquía y a los partidos políticos corruptos. Nos negamos a entrar en su jaula, a entregar el poder a lxs actuales diputadxs y senadorxs para que hagan lo que quieran con nuestros derechos, nuestros sueños y nuestras esperanzas. No les creemos nada a quienes nos han esquilmado durante 50 años sin contemplación ninguna. Somos dignxs y rebeldes. No legitimaremos la usurpación de nuestro poder constituyente originario. Ignoraremos a lxs politicxs y a los medios de comunicación. La propaganda estudiada. La franja poética. Los folletos de colores. Las palabras al viento. Actuaremos conforme a nuestra conciencia. Nunca más el mal. El mal que ni menor, ni mayor. Mal, siempre al fin y al cabo, el furibundo mal para los pueblos. No perdemos nada. Está escrito en los artículos transitorios. Hay que leerlo y revisar los escaños parlamentarios. Solo sumar para saber. El suicidio de la CC, dijo alguien. Oleado y sacramentado. Por eso no iremos a votar el 4 de septiembre.


Desobediencia civil.
Dignidad ante todo.
Soberanía. Con nuestra sangre a borbotones.
No nos vencerán.

¡LIBERTAD INMEDIATA A LXS PRESXS POLITICXS DE LA REVUELTA!

¡MARICHIWEU!

 

4 de julio del 2022

 

Fuente: enviado a ctt.cl por colaboradora 06-07-2022


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2 Comments

  1. Queridos amigos, no comparto el anàlisis. Sobre todo en la parte que dice «no votaremos por el mal menor nunca más». Podemos entender esto despuès de votar 30 y tantos años de esa forma. Porque justo ahora? Me huele hasta de mala intenciòn. Obvio que el acuerdo del 15 noviembre fue para prolongar el modelo neoliberal por varios años mas; Obvio que la Nueva Constituciòn no tiene todo lo que queremos, pero dejaremos entonces la del dictador? La Nueva Constitución es un avance, no en la medida que quisiéramos, pero es un avance. YO VOTO APRUEBO…!!!!

    • En mi opinion lo mal intencionado es oponer como una opcion la continuidad de la constitucion pino-laguista, la propuesta que se hace es no aprobar la trampa neoliberal y continuar la lucha en las calles liderada por un pueblos soberano. La constitucion actual ya esta caduca y no pueden usarla para mantener el modelo de acumulacion, por ende requieren de una constitucion que sin cambiar las estructuras neoliberales legitime el modelo, entoces no podemos aprobar una propuesta que despues de haber pisoteado nuestra soberania nos engane con algunas palabras bonitas para seguir llevandose nuestras riquezas.

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