Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
por CNDH México.
Triste para la memoria pacifista y la historia del mundo es el día 6 de agosto de 1945. A las 8:15 horas de ese día, un avión estadounidense lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica usada directamente sobre población civil. Un mes antes, el 16 de julio, había estallado la primera en la historia de la humanidad, como parte de las pruebas de preparación de este devastador implemento bélico que los Estados Unidos de América (EUA) llevaban a cabo a la sombra del proyecto Manhattan en el desierto de Arizona, Nuevo México.[1]
Del 17 de julio al 2 de agosto de 1945, tras la derrota nazi, cuando se reunieron en Postdam los representantes de los tres grandes países aliados vencedores, Harry S. Truman, presidente de EUA, ya sabía los efectos de su arma secreta y, pese a ello, insistió en condicionar a Japón para la rendición total;[2]también se sabía que esto no iba a suceder en un pueblo heredero de la tradición samurai. Se buscaba dar una inolvidable lección, por eso, el 9 de marzo de 1945 los estadounidenses habían destruido parte de Tokio con sus bombas de napalm M69, con un saldo de alrededor de 80 mil muertos y un número similar de heridos.[3] Después de Postdam todo se precipitó, sólo los Estados Unidos conocían, y no completamente, la capacidad destructiva de armas como las bombas de fusión y fisión radioactiva.
Aquel 6 de agosto de 1945 la población de Hiroshima despertó dispuesta a desempeñar sus actividades como en cualquier día de esos tiempos de guerra. Un avión estadounidense sobrevolaba la zona y, antes de ser detectado, lanzó a «Little Boy», el nombre clave de la bomba atómica.
Con 4.4 toneladas y 64 kilos de uranio, detonó con una potencia de aproximadamente 16 kilotones de Trinitrotolueno (TNT) y, con una intensidad mayor a mil relámpagos, en un instante acabó con la vida de 70 mil personas. Los efectos secundarios permanecieron por años y aún están presentes. El avión era un B-29, el Enola Gay, y lo piloteaba el coronel Paul Tibbets. En la nave iban también el coronel Thomas W. Ferebee, experto en bombardeos, el capitán Theodore J. van Kink, copiloto, y el capitán Robert Lewis, oficial de tripulación. [4]
En cuanto el hongo de la muerte se alzó hacia el cielo de Japón, los responsables del lanzamiento avisaron al presidente Truman, quien regresaba de Postdam a los EUA a bordo del Augusta. En sus Memorias, comenta: “Me sentí muy conmovido. Llamé por teléfono a Byrnes a bordo del barco, para comunicarle la noticia; después le dije al grupo de marineros que me rodeaba: Esto es lo más grande de la historia. Es tiempo de volver a casa.”[5]
El 8 de agosto de ese año, Stalin emprendió la invasión de Japón a través del territorio de Manchuria, conforme a los convenios de Postdam. Era una medida más de presión para obtener la rendición incondicional, y en esa estratagema se empleó un recurso que, ante los resultados del 6 de agosto, puede parecer incomprensible por atentar contra el derecho humano a la vida: el lanzamiento de la segunda bomba atómica el 9 de agosto de 1945 sobre la ciudad de Nagasaki.
El proyecto Manhattan estaba dirigido desde el 17 de septiembre de 1942 por el general Leslie Groves, quien el 4 de marzo de 1945 recibió el encargo del jefe de Estado Mayor estadounidense, James C. Marshall, de buscar posibles objetivos para usar la bomba. Se seleccionaron cuatro ciudades japonesas: Hiroshima, Kokura, Kyoto y Niiagata. Nagasaki no estaba en esa lista original, pero Henry L. Stimson, secretario de Guerra, protestó ante la presencia de Kyoto, el centro religioso y cultural más importante de Japón. Consiguió convencer a Marshall, y en su lugar se colocó a Nagasaki.
El lanzamiento sobre el segundo blanco estaba programado para el 11 de agosto, pero debido al mal tiempo se adelantó para el 9 de agosto. Charles W. Sweeny despegó de la isla de Tinian en otro B-29, el Bock’s Car, a las 2:56 horas rumbo a Kokura. En vuelo, el mecánico a bordo, John Kuharek, informó que no funcionaba una de las bombas de gasolina y no alcanzarían a llegar al blanco. Sweeney le avisó al jefe de la misión, Tibbets, quien dejó la decisión en manos del piloto. Entonces, «Fat Man» –nombre de la segunda bomba, de Plutonio– se activó en pleno vuelo. Nervioso, Sweeney decidió abortar la misión y avisó por radio: esto puso a los japoneses sobre aviso. Ante este nuevo tensor, a las 11:02 horas se encontraron sobre el tercer blanco de la lista (más cercano que el segundo) y lanzaron la bomba. [6]Está cayó sobre Nagasaki, explotando con una energía de aproximadamente 20 kilotones de TNT.
Desde esa misma madrugada, los militares japoneses habían estado discutiendo la rendición. El nuevo desastre unificó la decisión y Japón entró en negociaciones para entregarse. El 15 de agosto de 1845, el emperador Hiroito II leyó por radio el Rescrito Imperial sobre la terminación de la Guerra. El 1 de septiembre, Harry S. Truman anunció al mundo la rendición nipona y el fin de la guerra. Finalmente, el 2 de septiembre, Mamoru Shigemitsu firmó el acta de rendición en su calidad de ministro de Relaciones Exteriores. Con la firma de los representantes de las potencias aliadas presentes –EUA, Unión Soviética, Reino Unido, Francia, Países Bajos, China, Australia, Nueva Zelanda y Canadá– el histórico documento puso punto final a la Segunda Guerra Mundial. [7]
Nadie conocía entonces los verdaderos efectos de las bombas atómicas, el envenenamiento por radiación. La destrucción de gran parte de Hiroshima y Nagasaki fue la evidencia inmediata, así como la muerte de alrededor de 200 mil personas por los efectos agudos de las explosiones,[8]muchas incineradas en un segundo. Hubo supervivientes, hay historias verdaderamente sorprendentes pero, además de graves quemaduras, quienes estuvieron cerca en ese momento desarrollaron cáncer. De acuerdo con la Fundación para la Investigación de Efectos de la Radiación, con sede en Hiroshima, es probable que esas personas con cáncer hayan sufrido una «redistribución cromosomática» –RET/PTC (Reordenación de Transformación/ Carcinomas de Tiroides Papilar–, siendo portadores de un gen propenso al cáncer, lo cual ha afectado a sus descendientes. Además, agua, aire y tierra se contaminaron con las secuelas radioactivas, enfermando por décadas a quienes bebían o se alimentaban con productos de la zona, un efecto similar al causado por la explosión del reactor nuclear soviético de Chernobyl[9].
La gran cantidad de derechos humanos vulnerados durante los años de la Segunda Guerra Mundial llevó a la creación de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Fue proclamada durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, [10]también, en nombre de la memoria histórica y la paz como herramientas para la vida, cada 6 o 9 de agosto se realizan actos de concientización en todo el mundo, especialmente en Hiroshima, en el parque de la Paz, y en Nagasaki. Este 2021 el aniversario corresponde a los 76 años, y las actividades se integran a nivel mundial a favor del desarme nuclear y la paz.
[1] García Fernández, Horacio. La bomba y sus hombres. Quinta Reimpresión, 2003: ADN Editores, México. Col. “Viaje al centro de la ciencia”.
[2] https://www.ecured.cu/Conferencia_de_Potsdam
[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-51802174
[4] https://historia.nationalgeographic.com.es/a/bombardeos-hiroshima-y-nagasaki_10590/6#slide-5
[5] https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20200806/bomba-atomica-hiroshima-truman-japon-fin-segunda-guerra-mundial.html
[6] García Fernández, Horacio. La bomba y sus hombres. Quinta Reimpresión, 2003: ADN Editores, México. Col. “Viaje al centro de la ciencia”.
[7] https://hipertextual.com/2015/09/rendicion-de-japon-ii-guerra-mundial
[8] http://www.munenp.unam.mx/munenp_2011/docs/OMS.pdf
[9]http://www.munenp.unam.mx/munenp_2011/docs/OMS.pdf
[10]https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
Fuente: https://www.cndh.org.mx/noticia/los-bombardeos-de-hiroshima-y-nagasaki-0
77 años de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki: el comienzo de un arma mortal.
El 6 de agosto de 1945 una bomba atómica destruía la ciudad japonesa de Hiroshima llevándose por delante miles de vidas. Tres días más tarde, otra bomba asolaba Japón. Esta vez en Nagasaki. Ambos ataques fueron los primeros en el que se lanzaron armas nucleares contra civiles: dejaron más de 200.000 muertos debido a la radiación y, en décadas posteriores, sumaron 400.000 decesos más por problemas de salud relacionados con las bombas, según los datos de la ONU
Fuente: https://www.eldebate.com/historia/20220806/77-anos-bomba-atomica-sobre-hiroshima-nagasaki-comienzo-arma-mortal.html#image20
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