El terror nuclear: a 77 años de Hiroshima y Nagasaki. Fotografías del horror.

Nubes de hongo producto de las bombas atómicas sobre Hiroshima (izquierda, 6 de agosto de 1945) y Nagasaki (derecha, 9 de agosto de 1945).
“Tan pronto supieron que la bomba nuclear funcionaba, se asumió que la usarían. De hecho, esa no era la discusión entre los militares, la pregunta era cómo la usarían. Y la forma más previsible sería una que llevara a la rendición de Japón» (Michael Gordin, historiador especializado en Ciencias Físicas en la Universidad de Princeton).
 

Triste para la memoria pacifista y la historia del mundo es el día 6 de agosto de 1945. A las 8:15 horas de ese día, un avión estadounidense lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica usada directamente sobre población civil. Un mes antes, el 16 de julio, había estallado la primera en la historia de la humanidad, como parte de las pruebas de preparación de este devastador implemento bélico que los Estados Unidos de América (EUA) llevaban a cabo a la sombra del proyecto Manhattan en el desierto de Arizona, Nuevo México.[1]

Del 17 de julio al 2 de agosto de 1945, tras la derrota nazi, cuando se reunieron en Postdam los representantes de los tres grandes países aliados vencedores, Harry S. Truman, presidente de EUA, ya sabía los efectos de su arma secreta y, pese a ello, insistió en condicionar a Japón para la rendición total;[2]también se sabía que esto no iba a suceder en un pueblo heredero de la tradición samurai. Se buscaba dar una inolvidable lección, por eso, el 9 de marzo de 1945 los estadounidenses habían destruido parte de Tokio con sus bombas de napalm M69, con un saldo de alrededor de 80 mil muertos y un número similar de heridos.[3] Después de Postdam todo se precipitó, sólo los Estados Unidos conocían, y no completamente, la capacidad destructiva de armas como las bombas de fusión y fisión radioactiva.

Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki

Aquel 6 de agosto de 1945 la población de Hiroshima despertó dispuesta a desempeñar sus actividades como en cualquier día de esos tiempos de guerra. Un avión estadounidense sobrevolaba la zona y, antes de ser detectado, lanzó a «Little Boy», el nombre clave de la bomba atómica.

Con 4.4 toneladas y 64 kilos de uranio, detonó con una potencia de aproximadamente 16 kilotones de Trinitrotolueno (TNT) y, con una intensidad mayor a mil relámpagos, en un instante acabó con la vida de 70 mil personas. Los efectos secundarios permanecieron por años y aún están presentes. El avión era un B-29, el Enola Gay, y lo piloteaba el coronel Paul Tibbets. En la nave iban también el coronel Thomas W. Ferebee, experto en bombardeos, el capitán Theodore J. van Kink, copiloto, y el capitán Robert Lewis, oficial de tripulación. [4]

En cuanto el hongo de la muerte se alzó hacia el cielo de Japón, los responsables del lanzamiento avisaron al presidente Truman, quien regresaba de Postdam a los EUA a bordo del Augusta. En sus Memorias, comenta: “Me sentí muy conmovido. Llamé por teléfono a Byrnes a bordo del barco, para comunicarle la noticia; después le dije al grupo de marineros que me rodeaba: Esto es lo más grande de la historia. Es tiempo de volver a casa.”[5]

El 8 de agosto de ese año, Stalin emprendió la invasión de Japón a través del territorio de Manchuria, conforme a los convenios de Postdam. Era una medida más de presión para obtener la rendición incondicional, y en esa estratagema se empleó un recurso que, ante los resultados del 6 de agosto, puede parecer incomprensible por atentar contra el derecho humano a la vida: el lanzamiento de la segunda bomba atómica el 9 de agosto de 1945 sobre la ciudad de Nagasaki.

El proyecto Manhattan estaba dirigido desde el 17 de septiembre de 1942 por el general Leslie Groves, quien el 4 de marzo de 1945 recibió el encargo del jefe de Estado Mayor estadounidense, James C. Marshall, de buscar posibles objetivos para usar la bomba. Se seleccionaron cuatro ciudades japonesas: Hiroshima, Kokura, Kyoto y Niiagata. Nagasaki no estaba en esa lista original, pero Henry L. Stimson, secretario de Guerra, protestó ante la presencia de Kyoto, el centro religioso y cultural más importante de Japón. Consiguió convencer a Marshall, y en su lugar se colocó a Nagasaki.

El lanzamiento sobre el segundo blanco estaba programado para el 11 de agosto, pero debido al mal tiempo se adelantó para el 9 de agosto. Charles W. Sweeny despegó de la isla de Tinian en otro B-29, el Bock’s Car, a las 2:56 horas rumbo a Kokura. En vuelo, el mecánico a bordo, John Kuharek, informó que no funcionaba una de las bombas de gasolina y no alcanzarían a llegar al blanco. Sweeney le avisó al jefe de la misión, Tibbets, quien dejó la decisión en manos del piloto. Entonces, «Fat Man» –nombre de la segunda bomba, de Plutonio– se activó en pleno vuelo. Nervioso, Sweeney decidió abortar la misión y avisó por radio: esto puso a los japoneses sobre aviso. Ante este nuevo tensor, a las 11:02 horas se encontraron sobre el tercer blanco de la lista (más cercano que el segundo) y lanzaron la bomba. [6]Está cayó sobre Nagasaki, explotando con una energía de aproximadamente 20 kilotones de TNT.

Desde esa misma madrugada, los militares japoneses habían estado discutiendo la rendición. El nuevo desastre unificó la decisión y Japón entró en negociaciones para entregarse. El 15 de agosto de 1845, el emperador Hiroito II leyó por radio el Rescrito Imperial sobre la terminación de la Guerra. El 1 de septiembre, Harry S. Truman anunció al mundo la rendición nipona y el fin de la guerra. Finalmente, el 2 de septiembre, Mamoru Shigemitsu firmó el acta de rendición en su calidad de ministro de Relaciones Exteriores. Con la firma de los representantes de las potencias aliadas presentes –EUA, Unión Soviética, Reino Unido, Francia, Países Bajos, China, Australia, Nueva Zelanda y Canadá– el histórico documento puso punto final a la Segunda Guerra Mundial. [7]

Nadie conocía entonces los verdaderos efectos de las bombas atómicas, el envenenamiento por radiación. La destrucción de gran parte de Hiroshima y Nagasaki fue la evidencia inmediata, así como la muerte de alrededor de 200 mil personas por los efectos agudos de las explosiones,[8]muchas incineradas en un segundo. Hubo supervivientes, hay historias verdaderamente sorprendentes pero, además de graves quemaduras, quienes estuvieron cerca en ese momento desarrollaron cáncer. De acuerdo con la Fundación para la Investigación de Efectos de la Radiación, con sede en Hiroshima, es probable que esas personas con cáncer hayan sufrido una «redistribución cromosomática» –RET/PTC (Reordenación de Transformación/ Carcinomas de Tiroides Papilar–, siendo portadores de un gen propenso al cáncer, lo cual ha afectado a sus descendientes. Además, agua, aire y tierra se contaminaron con las secuelas radioactivas, enfermando por décadas a quienes bebían o se alimentaban con productos de la zona, un efecto similar al causado por la explosión del reactor nuclear soviético de Chernobyl[9].

La gran cantidad de derechos humanos vulnerados durante los años de la Segunda Guerra Mundial llevó a la creación de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Fue proclamada durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, [10]también, en nombre de la memoria histórica y la paz como herramientas para la vida, cada 6 o 9 de agosto se realizan actos de concientización en todo el mundo, especialmente en Hiroshima, en el parque de la Paz, y en Nagasaki. Este 2021 el aniversario corresponde a los 76 años, y las actividades se integran a nivel mundial a favor del desarme nuclear y la paz.


[1] García Fernández, Horacio. La bomba y sus hombres. Quinta Reimpresión, 2003: ADN Editores, México. Col. “Viaje al centro de la ciencia”.
[2] https://www.ecured.cu/Conferencia_de_Potsdam
[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-51802174
[4] https://historia.nationalgeographic.com.es/a/bombardeos-hiroshima-y-nagasaki_10590/6#slide-5
[5] https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20200806/bomba-atomica-hiroshima-truman-japon-fin-segunda-guerra-mundial.html
[6] García Fernández, Horacio. La bomba y sus hombres. Quinta Reimpresión, 2003: ADN Editores, México. Col. “Viaje al centro de la ciencia”.
[7] https://hipertextual.com/2015/09/rendicion-de-japon-ii-guerra-mundial
[8] http://www.munenp.unam.mx/munenp_2011/docs/OMS.pdf
[9]http://www.munenp.unam.mx/munenp_2011/docs/OMS.pdf
[10]https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

Fuente: https://www.cndh.org.mx/noticia/los-bombardeos-de-hiroshima-y-nagasaki-0


por Sarah Durwin/El Debate.

El 6 de agosto de 1945 una bomba atómica destruía la ciudad japonesa de Hiroshima llevándose por delante miles de vidas. Tres días más tarde, otra bomba asolaba Japón. Esta vez en Nagasaki. Ambos ataques fueron los primeros en el que se lanzaron armas nucleares contra civiles: dejaron más de 200.000 muertos debido a la radiación y, en décadas posteriores, sumaron 400.000 decesos más por problemas de salud relacionados con las bombas, según los datos de la ONU

 
El patrón de la ropa usada por un sobreviviente se quemó en su piel en áreas ajustadas
4 de 20: Imagen de una de una de las supervivientes. ​En la fotografía fue tomada en el departamento de Ujina, en el primer hospital provisional del ejército japonés en Hiroshima. Los rayos emitidos por la explosión quemaron el patrón del kimono de esta mujer los cuales quedaron grabados sobre su cuerpo. El médico Marcel Junod tras ver la situación en la que se encontraba la ciudad, organizó una misión de asistencia convirtiéndose en el primer médico extranjero en llegar al lugar. En su informe El desastre de Hiroshima recoge uno de los telegramas que recibió el Gobierno japonés informando de la situación: «inspeccioné dos hospitales provisionales, condiciones indescriptibles. Carecen totalmente de material, apósitos, medicamentos. Ruego inste alto mando aliado a enviar inmediatamente por paracaídas socorros centro ciudad».

 

Una maqueta de posguerra de la carcasa de la bomba Little Boy lanzada en Hiroshima
5 de 20: Una maqueta de posguerra de la carcasa de la bomba Little Boy lanzada en Hiroshima. ​Al lanzar la bomba atómica la temperatura se elevó a más de un millón de grados centígrados, lo que incendió el aire creando una bola de fuego que se expandió por toda la ciudad. Bob Caron, artillero de cola del Enola Gay describió la escena como «Una columna de humo asciende rápidamente. Su centro muestra un terrible color rojo. Es una masa burbujeante gris violácea, con un núcleo rojo. Todo es pura turbulencia. Los incendios se extienden por todas partes como llamas que surgiesen de un enorme lecho de brasas. Comienzo a contar los incendios. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… catorce, quince… es imposible. Son demasiados para poder contarlos. Aquí llega la forma de hongo de la que nos habló el capitán Parsons. Viene hacia aquí. Es como una masa de melaza burbujeante. El hongo se extiende. Puede que tenga mil quinientos o quizá tres mil metros de anchura y unos ochocientos de altura. Crece más y más. Está casi a nuestro nivel y sigue ascendiendo. Es muy negro, pero muestra cierto tinte violáceo muy extraño. La base del hongo se parece a una densa niebla atravesada con un lanzallamas. La ciudad debe estar abajo de todo eso. Las llamas y el humo se están hinchando y se arremolinan alrededor de las estribaciones. Las colinas están desapareciendo bajo el humo. Todo cuanto veo ahora de la ciudad es el muelle principal y lo que parece ser un campo de aviación.»
Póster de propaganda del ejército de EE. UU. que muestra al Tío Sam preparando al público para la invasión de Japón después de poner fin a la guerra contra Alemania e Italia
6 de 20: Póster de propaganda del ejército de EE. UU. que muestra al Tío Sam preparando al público para la invasión de Japón después de poner fin a la guerra contra Alemania e Italia. ​Dieciséis horas después del ataque, el presidente Truman anunció públicamente desde Washington D. C. el uso de una bomba atómica: «Los japoneses comenzaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor. Ahora les hemos devuelto el golpe multiplicado. Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciendo. Incluso están en desarrollo otras más potentes. […] Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completamente toda la fuerza productiva japonesa que se encuentre en cualquier ciudad. Vamos a destruir sus muelles, sus fábricas y sus comunicaciones. No nos engañemos, vamos a destruir completamente el poder de Japón para hacer la guerra. […] El 26 de julio publicamos en Potsdam un ultimátum para evitar la destrucción total del pueblo japonés. Sus dirigentes rechazaron el ultimátum inmediatamente. Si no aceptan nuestras condiciones, pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire como la que nunca se ha visto en esta tierra».
Nube de hongos sobre Nagasaki, Japón, tras el lanzamiento de la segunda bomba, 9 de agosto de 1945
7 de 20: La nube de humo sobre Nagasaki, Japón, tras el lanzamiento de la segunda bomba, 9 de agosto de 1945. La bomba arrasó casi la mitad de la ciudad al caer a un lado del valle de Urakami. De los 240.000 habitantes murieron 35.000. Al ser un terreno montañoso, los efectos de las ondas expansivas de la explosión inicial fueron menores que en Hiroshima. Aun así la destrucción, el caos y el horror fueron similares.
Nagasaki antes y después del bombardeo, después de que los incendios se extinguieran
8 de 20: Nagasaki antes y después del bombardeo, después de que los incendios se extinguieran. ​La ciudad de Nagasaki había sido uno de los puertos más grandes de la zona sur de Japón. Desempeñó un papel importante durante la guerra al tener una gran actividad industrial con la producción de artillería, barcos, equipo militar, etc. El plan fue casi idéntico al de Hiroshima: dos B-29 volando una hora antes sobre el objetivo con la finalidad de hacer el reconocimiento de las condiciones climáticas y dos B-29 más acompañando el bombardero con instrumentación. Charles Sweeney, el piloto del bombardero, despegó con la bomba armada que se arrojaría hacia las 11:00h.
Bomba tipo Nagasaki: Este es el tipo de bomba atómica que explotó sobre Nagasaki, Japón, en la Segunda Guerra Mundial
9 de 20 Bomba tipo Nagasaki: Este es el tipo de bomba atómica que explotó sobre Nagasaki, Japón, en la Segunda Guerra Mundial. ​Fat man, fue el nombre que pusieron a la segunda bomba por su diseño ancho y redondo, fue lanzada desde un bombardero B-29 apodado «Bockscar» a una altitud de 550 metros sobre la ciudad. Charles Donald Albury copilotó el avión, fue testigo del despliegue de la primera bomba atómica sobre Hiroshima tres días antes en calidad de piloto de reserva. El objetivo inicial era la ciudad de Kokura, sin embargo, cuando el bombardero se fue acercando a la ciudad había una nube de humo debido al bombardeo del día anterior en la ciudad vecina de Yahata, por lo que tuvieron que modificar su ruta y pusieron rumbo a Nagasaki.
Personas heridas junto a cadáveres en espera interminable de socorro - Mañana 10 de agosto de 1945 - cerca de Iwakawa-machi, ciudad de Nagasaki
10 de 20: Personas heridas junto a cadáveres en espera interminable de socorro – Mañana 10 de agosto de 1945 – cerca de Iwakawa-machi, ciudad de Nagasaki
El metal retorcido y los escombros marcan lo que una vez fue Hiroshima, la ciudad más industrializada de Japón, vista algún tiempo después de que la bomba atómica fuera lanzada aquí
11 de 20: El metal retorcido y los escombros marcan lo que una vez fue Hiroshima, la ciudad más industrializada de Japón, vista algún tiempo después de que la bomba atómica fuera lanzada aquí
Víctimas japonesas esperan para recibir los primeros auxilios en la parte sur de Hiroshima, Japón, unas horas después de que la bomba atómica estadounidense explotara en el corazón de la ciudad el 6 de agosto de 1945
12 de 20: Víctimas japonesas esperan para recibir los primeros auxilios en la parte sur de Hiroshima, Japón, unas horas después de que la bomba atómica estadounidense explotara en el corazón de la ciudad el 6 de agosto de 1945.
Carta de Handy al general Carl Spaatz autorizando el lanzamiento de la primera bomba atómica, 25 de julio de 1945
13 de 20: Carta de Handy al general Carl Spaatz autorizando el lanzamiento de la primera bomba atómica, 25 de julio de 1945.
Antes del mediodía del 10 de agosto de 1945, una madre y su hijo recibieron una bola de arroz hervido de una fiesta de socorro de emergencia
14 de 20: Antes del mediodía del 10 de agosto de 1945, una madre y su hijo recibieron una bola de arroz hervido de una fiesta de socorro de emergencia.
Urakami Tenshudo (Iglesia católica en Nagasaki) destruida por la bomba
15 de 20: Urakami Tenshudo (catedral Urakami) destruida por la bomba. ​La bomba explotó a 500 metros de la catedral destruyéndola. Aquellos días se estaba celebrando la novena de la Solemnidad de la Asunción de María por lo que se celebró una misa que congregó a muchos fieles en la iglesia. Debido a la cercanía de la explosión, fallecieron todos los asistentes. Años más tarde en 1959 se reconstruyó la catedral en el mismo lugar y con el diseño originario a pesar de varios debates con el gobierno de la ciudad de Nagasaki ya que este propuso preservar la catedral destruida como patrimonio histórico, pero los fieles se opusieron y decidieron volver a construirla.
Foto del fotógrafo japonés Yōsuke Yamahata , un día después de que la explosión y los incendios del edificio se calmaran. Una vez que las fuerzas estadounidenses tuvieron a Japón bajo su control militar, impusieron la censura a todas esas imágenes, incluidas las del bombardeo convencional de Tokio; esto impidió la distribución de las fotografías de Yamahata. Estas restricciones se levantaron en 1952

「反核・写真運動」監修『決定版 長崎原爆写真集』勉誠出版、2015年、ISBN 978-4-585-27024-9

キャプションは「炎天下に当てもなく救援を待つ負傷者。ある者は倒れ、ある者は放心の様子で座り込んでいた。爆心地から南1km=1945年8月10日午前、長崎市岩川町付近 (撮影:山端庸介)」

The file was scanned and uploaded on Wikimedia Commons by HinokisOfRoma.
16 de 20: Foto del fotógrafo japonés Yōsuke Yamahata , un día después de que la explosión y los incendios del edificio se calmaran. Una vez que las fuerzas estadounidenses tuvieron a Japón bajo su control militar, impusieron la censura a todas esas imágenes, incluidas las del bombardeo convencional de Tokio; esto impidió la distribución de las fotografías de Yamahata. Estas restricciones se levantaron en 1952.
La explosión de la bomba atómica de Hiroshima registrada a las 8:15 a.m. del 6 de agosto de 1945 en los restos de un reloj de pulsera encontrado en las ruinas en esta foto de las Naciones Unidas de 1945
17 de 20: La explosión de la bomba atómica de Hiroshima registrada a las 8:15 a.m. del 6 de agosto de 1945 paró el tiempo como muestra los restos de este reloj de pulsera encontrado en las ruinas.
El informe de la prefectura de Nagasaki sobre el bombardeo caracterizó a Nagasaki como "como un cementerio sin una lápida en pie"
18 de 20: El informe de la prefectura de Nagasaki sobre el bombardeo caracterizó a Nagasaki «como un cementerio sin una lápida en pie».
Víctimas del bombardeo atómico a Nagasaki
19 de 20: Víctimas del bombardeo atómico a Nagasaki. ​Las víctimas supervivientes de los bombardeos son denominados hibakusha que en su traducción al castellano significa literalmente «persona bombardeada» y ser calificado de tal era como una maldición que los estigmatizaba, según aseguran algunos supervivientes. Tuvieron que enfrentarse al rechazo del resto de la sociedad, vivían ocultando su condición y durante mucho tiempo vivieron ignorando que habían sido víctimas de la explosión de una bomba atómica. Desde su conocimiento crearon asociaciones para pedir ayuda al gobierno para los tratamientos ya que la gran mayoría padecía enfermedades asociadas a la radiación. Memoriales en Hiroshima y Nagasaki contienen listas de los hibakusha que se sabe han muerto desde los bombardeos. El año pasado falleció Sunao Tsuboi, superviviente de la bomba atómica de Hiroshima y uno de los activistas antinucleares más conocidos del país.
El Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu firma el Acta de Rendición en nombre del Gobierno de Japón, finalizando formalmente la Segunda Guerra Mundial
20 de 20: El Ministro de Relaciones Exteriores Mamoru Shigemitsu firma el Acta de Rendición en nombre del Gobierno de Japón, finalizando formalmente la Segunda Guerra Mundial. ​Con la firma del documento quedaba por finalizado el conflicto armado que supuso la muerte de entre 50 y 70 millones de personas en todo el mundo. Días después del lanzamiento de las dos bombas atómicas, el Emperado Hirohito retransmitía por radio la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial. En aquel discurso hizo mención del ataque con bombas atómicas: «el enemigo ha comenzado a emplear una bomba nueva y más cruel, cuyo poder para hacer daño es, de hecho, incalculable, y está cobrando la vida de muchas vidas inocentes. Si continuamos luchando, no solo resultaría en un colapso final y la destrucción de la nación japonesa, sino que también conduciría a la extinción total de la civilización humana. Siendo ese el caso, ¿Cómo podemos salvar a los millones de nuestros súbditos, o expiarnos ante los espíritus sagrados de nuestros antepasados imperiales? Esta es la razón por la que hemos ordenado la aceptación de las disposiciones de la Declaración Conjunta de los potencias.»

Fuente: https://www.eldebate.com/historia/20220806/77-anos-bomba-atomica-sobre-hiroshima-nagasaki-comienzo-arma-mortal.html#image20


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