¿Apruebo o Rechazo? Mejor una asamblea constituyente que responda a nuestras necesidades.
Comunicado de Primera Linea revolucionaria, PLR.
Como todos lo sabemos, la nueva Constitución del gobierno Boric no irá resolver ninguno de los problemas importantes que afligen al pueblo chileno.
Las AFPs (fondos de pensión), que direcciona enormes recursos de las pensiones a los grandes capitalistas y que fueron instituidos en la Dictadura de Pinochet, seguirá funcionando normalmente.
El derecho a la autodeterminación del pueblo Mapuche seguirá siendo pisoteado, con la Araucanía bajo estado de sitio y las forestales ganando ríos de dinero con la destrucción de los biomas.
Los Carabineros, que es una de las fuerzas policiales más represivas del Continente, seguirá funcionando normalmente. El gobierno Boric ha mantenido en su jefatura a Ricardo Yañez Reveco, responsable por la violenta represión de las manifestaciones del Estallido de octubre del 2019 y las posteriores.
La nueva Constitución de Boric mantiene las estructuras pinochetistas. Fue aprobada por medio de una Convención Constituyente, controlada por la derecha y fue el principal mecanismo para desarmar el estallido.
Todas las propuestas para la nueva Constitución precisaron de dos tercios de los votos de un Congreso dominado por la derecha.
El chantaje es que si no aprobamos esa “nueva” Constitución seguirá valiendo la Constitución de Pinochet de 1980. El objetivo es crear un clima de terror para institucionalizar cualquier protesta.
El Frente Amplio de Boric aliado al Partido Comunista son los principales responsables por esa situación, aliados al Partido Socialista, dentro del circo electoral que incluye a todos los partidos del sistema, para mantener todo igual y enterrar las reivindicaciones del Estallido.
En realidad, la Constitución de 1980 con sus modificaciones ya está muerta. No solo por las modificaciones realizadas en el gobierno de Ricardo Lagos, sino porque el estallido demostró el repudio popular. De mantenerse, se abre el espacio a un nuevo estallido o a un nuevo proceso constituyente.
El pueblo chileno debe exigir una nueva Constitución, pero a partir de una asamblea constituyente libre y soberana, a partir de las asambleas populares. Eso significa la disolución de las instituciones actuales del estado, que en lo esencial fueron fortalecidos en la Dictadura de Pinochet.
El poder debe pasar a una Asamblea Constituyente elegida desde las bases por los trabajadores y el pueblo chileno.
La burguesía chilena busca descargar sobre los trabajadores y el pueblo el peso de la creciente crisis. Busca callar por la vía institucional las fuertes tendencias a la rebelión popular que tiene en la base la agudización de la mayor crisis capitalista de la historia, de la misma manera que se observa en toda la región.
Fuente: https://plramericalatina.com/index.php/2022/08/09/chile-votar-nulo-y-por-una-asamblea-constituyente-soberanaa/
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