Entrevista a Patricia Pellegrini.
Especial para Contrahegemoníaweb/ Ojoa al arte.
Contrahegemoníaweb: Podes contarnos de vos? ¿De tu trayectoria y del proyecto artístico que montaron alrededor de los 50 años de la masacre de Trelew?
Patricia Pellegrini: Yo soy artista plástica. Hace mucho que trabajo en el arte. Tuve galería de arte en la zona de Palermo con Ana Rosa Giovanetti. En este momento, la galería la cerramos, pero estamos trabajando virtualmente. Y ahí empezamos a montar exposiciones. Ambas fuimos a Trelew a llevar la muestra de Carmen y Daniel. Allí nos contaron que el 22 de agosto hacían un acto conmemorativo por los 50 años, para el cual nos pidieron la muestra de Carmen y Daniel; pero nosotras pensamos que era pertinente realizar otra muestra, donde participen diferentes artistas de todo el país y que las obras trabajen el tema de Trelew. La idea surgió de ambas.
CH: Trelew obviamente tiene una carga simbólica ¿Por qué comprometerte con los 50 años de la masacre de Trelew? Dado que la memoria implica una interpelación al pasado desde el presente entonces en esa relación ¿Qué elementos, que preguntas, que aspectos las interpelaron?
Nosotras hace mucho tiempo que estamos trabajando con el tema de la memoria. Fundamentalmente con los desaparecidos. Yo tenía 15 años cuando paso lo de Trelew, recuerdo mucho, fue un momento muy convulsionado, pero cuando llegamos allí nos enteramos de muchas cosas que no sabíamos. Hoy hay una muestra exhibida en este momento con todas las imágenes fotográficas que habían quedado en el diario de Trelew, y que fueron encontradas ahora.
Son unas imágenes muy importantes. Nos cuentan toda la historia profundamente. Hay mucha gente que está muy empapada en el tema. Nosotras organizamos la muestra con artistas de diferentes lugares del país, porque de los 19 fusilados, muchos no eran de Trelew.
También respetamos a los artistas que viven en Trelew, que hace mucho tiempo que están trabajando. Entonces 5 de los artistas que conforman la muestra son de Trelew, y después hay algunos de Bs. As. de La Rioja, Salta, y Rosario. En el caso de Ana Rosa, ella tiene unos años más que yo, y para ella era muy importante trabajar sobre Trelew.
CH: ¿Ambas o alguna tuvieron alguna militancia previa? Teniendo en cuenta el eje de las organizaciones armadas y que muchos consideran a la masacre el preanuncio del terrorismo de estado, de la Triple A, de la dictadura y del proyecto de exterminio.
Yo nunca milité. Ana, sí. Ana y su marido eran militantes. Él termino siendo el secretario general del sindicato del tabaco. Yo nunca milité, pero siempre tuve ideas más progres., El papá de mi hijo es un exiliado político, así que yo comulgaba con todo ese ideario.
CH: ¿Por qué razón es exiliado político el papá de tu hijo?
El militaba en el ERP. Héctor era gráfico, el hacía grabados, así que él era el encargado de una imprenta clandestina. En un momento le allanan la casa, por lo cual se tiene que ir. En ese momento tenía a su mujer y a una nena de 4 años.
CH: por lo que vimos, además del trabajo de artistas plásticos, que vos estas describiendo, hay 19 poemas, de 19 poetas, que también son de distintos lugares del país; y les alumnes del Lola Mora hicieron una obra en la cual los retratos de los 19 fusilados conforman “50 años”. ¿Contanos como fue el armado de eso? ¿Cómo surgió y quienes lo impulsaron?
Eso es muy impactante. Lo de los poemas es un proyecto que salió de Trelew, porque los que dirigen el espacio memoria de Trelew son poetas, entonces ellos querían sumarse. Digamos que los poemas fueron armados en Trelew, yo acople 6 poetas, uno de Francia, de Madariaga, de Bs. As., y de otros lugares. Con respecto al trabajo de los alumnos del Lola Mora, yo hace muchos años que vengo trabajando con chicos, porque me dediqué a la docencia como profe de bellas artes; pero siempre trabajé en el nivel primaria, di clases en secundarios y terciarios, pero más que nada me dediqué al nivel primario. Y vengo trabajando hace mucho tiempo con una escuela del barrio de Lugano, que tienen una fuerte impronta sobre los derechos humanos. Hay una escuela especialmente, que lleva el nombre de Luis Vicente, docente desaparecido. Allí he trabajado siempre el tema de la memoria, los desaparecidos. Y cuando surgió el proyecto de Trelew, se lo comentó a la directora, y ella me dio el Ok, sin embargo, no pudimos llevarlo a cabo, dado la situación política en la Ciudad de Buenos Aires y la presión sobre las autoridades. Sin embargo, dos de las profes de la escuela trabajan en el Lola Mora, y ellas me dicen: el Lola quiere participar. Allí fue toda una revolución.
En Trelew hay dos artistas que hacen instalaciones, y una de las instalaciones, la de Pablo Paniagua, lleva 19 avioncitos de papel con los fusilados; y a mí me pareció muy lúdico, pero a las profes les pareció mejor trabajar con los retratos para conformar “50 años”, algo que ya había trabajado con mis chicos en relación a la muestra de Carmen y Daniel. Pero a los dos días de haber ido a la escuela, me llama la directora y me dice “vos no sabes lo que es la escuela, el Lola, todas las profesoras, todos los alumnos, de todos los años, están todos avocados al proyecto de Trelew” Así que se hizo tan grande, que el 15 vamos a hacer una inauguración de la muestra, porque hicieron tantos pero tantos trabajos, además a los chicos se les ocurrió hacer trabajos sobre papeles de libros viejos, como para representar la cantidad de años, trabajaron diferentes técnicas -grabados, tinta, lápiz-. Entonces en la primera semana de agosto, van a montar todo. Además, una de las profes, Mariana, vino a comentarme que ella está haciendo un retrato de Ana María Santucho, y lo quiere llevar, junto con otros retratos que están haciendo otras compañeras. Los cuáles serán incluidos en la muestra que hará el Lola Mora en Trelew.
Pero hay algo más, la Lola Mora está en contacto con otra escuela secundaria de Lugano y otra de Trelew, por lo cual, luego del 22 harán reuniones para compartir la situación no solo de los desaparecidos de Lugano, sino también de los nietos recuperados, porque en ese mismo barrio vivía Victoria Montenegro y Horacio Pietragalla, quienes iban mucho al Lola, a la escuela Número 2, y demás.
Realmente es una experiencia linda trabajar la cuestión de la memoria. Sobre todo, acá en Buenos Aires, porque lo de Trelew no es algo muy conocido, o muy presente, a diferencia de lo que sucede en Chubut y sobre todo en la propia ciudad de Trelew.
CH: ¿Cómo fue el tema de la recepción de las obras en Trelew?
La propuesta hacia los artistas fue muy buena. Si bien, yo conozco muchos artistas que podrían interesarse en la propuesta, no conocía gente de Trelew, así que los compañeros de allí me recomendaron a otros artistas para ofrecerles ser parte de la muestra. Realmente fue muy buena. Uno solo no quiso ser parte, pero no por cuestiones políticas, sino por el formato que necesitamos. Y esto se debe a que la muestra será itinerante. Los participantes del Espacio de la Memoria de Trelew quieren exponer en todos los espacios de memoria de la Argentina. De hecho, luego de Trelew se expondrá en la Legislatura porteña, por medio de Victoria Montenegro, pero todavía no tenemos fecha.
CH: ¿Cuáles fueron las emociones, alegrías y sinsabores que tuvieron a lo largo de este trayecto del proyecto?
Nosotras arrancamos en marzo. Si tengo que pensar en las trabas, una de ellas fue la recepción de los trabajos, me refiero a la logística. Por ejemplo, el trabajo de Córdoba lo tuve que ir a buscar yo; o el autor de Salta, vino hasta acá.
Realmente nos pasaron cosas movilizantes, por ejemplo, cuando hablamos con Julio Lavallén, él se quedó helado, nos contó que él tuvo como profesora de química a la hermana de Alfredo Kohan, e iba a estudiar a la casa de ella; y recuerda perfectamente que cuando iba allá todos lo veían mal porque iba a la casa de un guerrillero. Fíjate que hasta me dijo que comenzó a recordar tanto, que no solo recordaba la casa, sino también hasta los olores. Quedó realmente muy movilizado. Luego, hablando con los organizadores, ellos me cuentan que esta profe va a estar en la muestra.
Otro artista, me llama y me dice que está en Buenos Aires, que vaya a buscar al otro día el retrato, porque luego va a ser operado de un tumor en la cabeza. Entonces, uno ve esto y ve lo movilizante, lo importante de esto. Tranquilamente me podría haber dicho que no lo va a hacer, que está mal, pero él lo quiere hacer, aun teniendo una operación inmediata agendada. Esto da cuenta de lo importante, de lo que genero el proyecto. Entre paréntesis, cuento, que él está perfecto.
CH: ¿Nos decías que todo esto lo tuvieron que costear ustedes?
Si, porque, al principio la idea era llevar la muestra de Carmen y Daniel, pero si bien es una muestra sobre un matrimonio desaparecido y tiene nombres de artistas plásticos reconocidos; pero creo que lo importante era hacer una muestra para reconocer a los/as compañeros/as fusilados. Así que nosotras nos sacaremos el pasaje, y estamos viendo si nos cubren el hospedaje. El envío de las obras también lo costeamos nosotras. De todos modos lo importante para nosotras era el compromiso con la jornada y con la lucha por la memoria.
Enlace para acceder a fotos de los trabajos
https://drive.google.com/drive/folders/1ecmC_GCz4eAB1HDUX0hp3ttZ2vkUh7w7?usp=sharing
Foto 4: Carmen y Daniel
Mi amiga dice que Carmen (Percivati Franco) y Daniel (Aldo Manzotti) fue la génesis. Carmen es mi prima hermana, una de los 4 que tengo. Mi mama y mi tía estaban embarazadas casi siempre en fechas similares, así que nacimos con pocos meses de diferencia. Nos criamos juntas, crecimos juntas y nos casamos ambas con dos íntimos amigos cuando teníamos 18 años. Nos fuimos a vivir los 4 juntos a la casa de mis abuelos en Haedo. Ambas estábamos embarazadas. Al poquito tiempo de mudarnos allanan la casa. Carmen y su compañero, Daniel, militaban en la juventud peronista. Ella estudiaba psicología y él estudiaba Agronomía.
Recuerdo que la como la casa era muy grande Carmen decía “en esta pieza no pueden entrar porque tenemos los volantes y otras cosas”. Entonces yo decía “En esta pieza no pueden entrar porque tengo mis cuadros” (risas)
Cuando allanan la casa ellos no estaban. Alguien les avisa y no vuelven pero al poco tiempo se los llevan de la casa de mis tíos. Tenían una nena de un año y medio y un nene de 9 días. Desde allí no se supo nada más.
Cuando se cumplieron los 30 años de la desaparición arme una muestra. Al cumplirse los 40 años de la desaparición en el 2017 a mí se me ocurrió convocar a 40 artistas distintos. La idea era que la historia se conociera. Además como en ese momento era supervisora en educación y trabajaba con más de 60 escuelas de la zona de Soldati, Lugano, el Bajo Flores impulse diversas actividades. La muestra se expuso en ese momento en el Centro Cultural de la Cooperación. El curador de la muestra fue el que me dijo “Patricia no devuelva los trabajos, hágala itinerante”.
Ahí empecé a llevar la muestra por todo el país. Si bien hubo muchos museos que me dijeron que sí y la recibieron encantados otros me dijeron directamente que no. En uno me dijeron que si también hacía una muestra con “los desaparecidos del otro lado” si se podía hacer. Yo les dije “Mira, desaparecidos “del otro lado” no hubo, puede haber muertos que es algo muy distinto”. No se hizo obviamente.
A raíz de ese recorrido surgió el libro Carmen y Daniel. Una directora de una escuela en Alberti me comento que los chicos querían saber más sobre su historia. Me dijo “Tenes que escribirla”. Así que me puse a armar eso. Pronto advertí que yo sola no podía escribir esa historia. Primero les dije a las dos hermanas de Carmen. Pronto la hija de Carmen me dice “A mí me gustaría escribir sobre mi mama”. Así se fueron sumando mujeres de la familia. El libro está conformado por 21 relatos de 21 mujeres de la familia. No se cuenta la vida de ellos sino que cada una cuenta que les paso a partir de la desaparición de una hermana, de una tía, de una madre. No es algo individual sino algo colectivo. Algunas escribieron sus relatos y con otras se hicieron entrevistas. Anita, la hija de Carmen y Daniel, tuvo que hacer la entrevista tres veces. Claramente fue muy movilizante para todas. Entre todo lo que aparece están las notas de un cuaderno Gloria donde una de las hermanas de Carmen, Eugenia, escribía y le contaba como crecían sus hijos, que les pasaba “Anita llora porque te extraña”, “Hoy el nene empezó a gatear”. Siempre pensando que la hermana iba a volver y los iba a leer. Ninguna de nosotras sabía de esto. Cuando Anita queda embarazada de su primer hijo ella dice “Yo tengo unos cuadernos que le escribí a tu mama”. Cuando se arma el libro yo le pedí uno de los cuadernos para transcribirlo. Todo el mundo que lo lee dice que esta es la parte más fuerte y dolorosa del libro.
Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2022/08/20/a-50-anos-de-la-masacre-de-trelew-la-imagen-como-lugar-de-la-memoria-entrevista-a-patricia-pellegrini/
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