Valparaíso: Habla una indetectable, denuncia la hipocresía del gobierno ‘feminista’.

Foto: Sofía Devenir, una de las integrantes de la banda rock travesti Las Indetectables.

Desde Valparaíso escribe una de Las Indetectables, Sofía Devenir.

 

Quiero romper el silencio. Es sabido lo que ocurrió en el acto de cierre del Apruebo en Valparaíso y en coherencia por ser parte de las Indetectables, me manifiesto: «Contexto» se nos dice, pero ¿cuál es el contexto?, además se nos descontextualiza, se reduce todo nuestro show a mi poto, excluyendo nuestro discurso y canciones. La bandera y la niñez son sólo excusas para justificar su hipocresía, porque nunca es el momento, porque siempre quedamos renegadas en pos de un consenso social que sólo nos invisibiliza y nos culpa: nos culpan de provocar nosotras mismas que nos maten, enjuicien y marginen.

La ministra del interior Izkia Siches se refiere a Chile como una madre, al ministerio del Interior como una madre «buena onda», mientras siguen criminalizando el Wallmapu deteniendo a los líderes de la causa Mapuche como a Héctor y Ernesto Llaitul, calificando como terroristas a quienes criticamos a este gobierno «feminista, ciudadano y plurinacional», que es sólo una reescritura de historia antigua. Nosotras nunca estuvimos contra el apruebo, sólo planteábamos nuestra desconfianza a esta «cueca democrática» como lo decía nuestra Pedra Lemebel en su «Manifiesto hablo por mi diferencia».

«Yo no pongo la otra mejilla, pongo el culo, compañero. Y esa es mi venganza», decía la Pedra. Mi poto no me parece más pornográfico que una bandera manchada con sangre mapuche, de niñes del Sename abusados por un sistema obsceno. Mi poto, un acontecimiento «natural», no me parece más obsceno que la guerra, que las armas, que los militares y la Ley de Seguridad Interior del Estado. Cito a las Yeguas del apocalipsis (El dúo crítico de la Lemebel con la Pancha Casas) cuando declaran en una entrevista a la Revista Cauce el año 1989: «Una patria sin semáforos, una bandera, una ventana para el niño homo; la gente nos ve como viejos degenerados, se olvidan que fuimos niños».

La acción de «arte» y protesta que realizamos tenía como objetivo visibilizar esa contradicción y rendir un sentido homenaje a nuestra amiga y compañera Mitchelle Esperanza Clementi Berríos, travesti histórica de Valparaíso que con mucho pesar nos abandonó este año, seropositiva e incomprendida en un hospital público, nunca recibida por el alcalde Jorge Sharp, pero ahora que está muerta todes quieren colgarse de su memoria. Nuestros potos son realidades humanas innegables, son lo que nadie quiere ver, por eso dije en el escenario «mi hoyo no es más pornográfico que la cárcel», considerando que este espacio -al igual que los psiquiátricos y los hospitales- solo buscan esconder el dolor, el dolor del que no nos hacemos cargo como sociedad.

Sólo hace unos días recordábamos que a nuestras compañeras travestis antiguas las llevaba la policía bajo la acusación de «ofensa a la moral y las buenas costumbres», una acusación subjetiva e invalidante que solo justifica un orden conservador, donde se impone lo que es «una buena costumbre», donde se nos impone lo bueno y lo malo, mientras nos callan, acribillan y abusan.

Quiero mandar un saludo cómplice a quienes han apañado pese a las cancelaciones. A las lokas e históricas de siempre, a la fotógrafa Zaida González, a la Yegua Pancha Casas, a la activista la Che de los Gays, a la escritora y amiga Lilit Herrera, a la poeta Eli Neira, a la Lesbofeminista Victoria Aldunate, a nuestra querida abuela Pamela Jiles, también a la activista Lesbofeminista Toli Hernández, la banda Las Horregias, a Disidencias en lucha y tantas otras más… muchas gracias a todes quienes de distinto modo han manifestado su cariño y apoyo por nuestro crítico delirio travesti. Espero salir viva de esta, como de tantas otras situaciones en las que me ha colocado esta vida de abusos, vejaciones y discriminación.

Termino este texto citando mi poema que leí, el cual escribí en noviembre de 2018 (un año antes de la revuelta social de octubre), para que dejen de descontextualizar mi acción:

La pudrición

La pudrición siempre estuvo aquí sólo que ahora se hace presente porque hay quienes quieren clasificar y ordenar

la podredumbre

hay quienes quieren

que creamos que hay Iuz

mientras nos reprimen la oscuridad

La pudrición siempre estuvo aquí

quedar idiota de tanto aspirar no era sólo una fantasía

era una necesidad

La pudrición siempre estuvo aquí porque preferimos la domesticación la orden y no el caos

La pudrición siempre estuvo aquí

porque entendimos que el orden

el orden como idea fundacional es una ficción que sólo fortalece la pudrición de un orden desigual

y cuando ese orden se acompaña de patria sabemos que nos llegarán las balas

como himnos moralistas

La pudrición siempre estuvo aquí sólo que ahora se hace presente su hedor, sus cicatrices

a nuestros sentidos

porque hay quienes quieren clasificar y ordenar

la podredumbre

el control del mercado de las identidades

hay quienes quieren clasificar y ordenar la miseria

la marginación

iluminar todos los rincones oscuros

extirpar la prostitución

como si el problema de la venta de cuerpos

fuera culpa de las putas

hay quienes quieren

clasificar y ordenar higienizarnos

que nos reprimamos entre nosotras

que hay buenas y malas mujeres

la caza de brujas

La pudrición siempre estuvo aquí sólo que ahora se hace presente porque hay quienes quieren clasificar y ordenar

la podredumbre

hay quienes quieren

que creamos que hay Iuz

mientras nos reprimen la oscuridad

1 de septiembre, 2022.

Fuente: https://liberacion.cl/2022/09/01/chile-desde-valparaiso-escribe-una-de-las-indetectables-sofia-devenir/


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