BALANCE PUBLICO del REFERENTE POLÍTICO SOCIAL. 19 MESES EN LA LUCHA POPULAR (feb. 2021 – sept. 2022).
A los Pueblos en lucha y resistencia
A los sectores populares y organizaciones
A las y los compañerxs de ruta por la emancipación popular.
El Referente Político Social, RPS, fue fundado en febrero de 2021, en Concepción, por un conjunto de organizaciones populares y asambleas autoconvocadas con el decidido propósito de oponer una táctica popular autónoma al intento de salida por arriba a la crisis política precipitada en octubre de 2019. Esta táctica se planteó resistir activamente el desarme ideológico, la cooptación y la domesticación de las rebeldías desplegadas en la revuelta de octubre, al someterse al Acuerdo por la paz y su itinerario constitucional maquinado por elite y sus representaciones políticas. En una carrera contra el tiempo, el RPS enfrentó el período, cuyo momento cúlmine sería el plebiscito de salida de septiembre de 2022, desplegando a lo largo del país múltiples actividades de AGP, movilizaciones callejeras nacionales y barriales, debates populares, actividades formativas y de autogestión, participando de iniciativas de organizaciones y articulaciones afines, respondiendo así tanto a las exigencias políticas del periodo y de las diversas coyunturas como a las exigencias más estratégicas, que en nuestro caso, se orientaron hacia la constitución política del pueblo – los pueblos- como sujeto político.
De febrero de 2021 a septiembre de 2022, la acción política del RPS se organizó a través de campañas de intervención. Una de ellas, impulsada bajo la consigna “Por una nueva primavera de los pueblos en lucha” (agosto-octubre de 2021) posicionó públicamente al RPS y su táctica, culminando con el lanzamiento de la “Propuesta de Plataforma de Lucha para el debate popular”, documento borrador que no hizo más que ordenar y sintetizar las demandas que el mismo pueblo había levantado durante la revuelta. Otra campaña, fue la recientemente implementada: “Porque no les creemos, no participamos de su farsa. Abstención activa o voto nulo” (julio a septiembre de 2022). Ésta ofreció un camino de resistencia política a la trampa del “apruebo y el rechazo” puesta por la elite, logrando establecer alianzas coyunturales y esbozos de coincidencias tácticas con varias organizaciones de la franja más rupturista del pueblo. No obstante, estas acciones y logros no fueron suficientes para concretar la realización de un “Congreso por la unidad política y social de los Pueblos”, objetivo táctico que enarbolamos -a pesar de su dificultad- como necesario para oponer un resultado en proporción al cierre institucional puesto por los de arriba.
Después de intensos 19 meses, este 1 y 2 de octubre de 2022 se realizó el Tercer Encuentro del RPS destinado a analizar y evaluar la táctica implementada, y tal como se había establecido desde un inicio, definir el devenir futuro de esta articulación político-social. Asumimos esta evaluación como un momento político de suma relevancia, porque la auto-reflexión sobre el quehacer es condición para el avance y el desarrollo, y lo hacemos públicamente, porque entendemos que nuestra experiencia es patrimonio de las luchas populares por la emancipación y a ellas debe servir. A este último respecto destacamos que:
- La lectura política realizada por el RPS y la táctica emanada de ella fue acertada. En efecto, una táctica fundada en la autonomía e independencia políticas, son claves para avanzar en la construcción de una alternativa real y favorable a la emancipación de los pueblos, pues, en las condiciones actuales mantener “una pata en la institucionalidad y otra en la calle”, así como abstraerse de las dinámicas políticas nacionales bajo el argumento de que se trataría de coyunturas puestas por la elite, no hacen más que ceder la iniciativa, el protagonismo y dar ventaja ideológica al capital y a sus representantes. Y así lo verificamos. El peso de la atmósfera política que convocó a gran parte del país capturó a los sectores vacilantes y sus dirigencias, o en el mejor de los casos, dejó a muchas organizaciones populares rupturistas en la vereda, obligadas a intervenir muy tardíamente y a medias ante una dinámica política, ideológica y comunicacional arrolladora, que no podía ignorarse y a la cual no había más que combatir con todo.
- La subestimación de la acción política nacional, sobre todo en un periodo de crisis como el abierto en octubre de 2019 y cuyo campo supera con creces la micropolítica local o sectorial, fue uno de los factores que reforzó el acorralamiento social e ideológico desplegado por la elite sobre las fuerzas populares. Dicha subestimación y el efecto de una táctica de represión y aislamiento, facilitaron un repliegue acelerado de las fuerzas populares a los ámbitos sociales inmediatos y puramente reivindicativos, circunstancia que a la larga contribuyó a disipar la voluntad por una política nacional independiente, a disminuir su capacidad de desarrollo orgánico autónomo y a hacerlas más vulnerables a la influencia del progresismo y la izquierda institucionales. Esta presión combinada permeó también a las fuerzas populares más rupturistas, incluida la militancia político-social del RPS. Éstas, frecuentemente tensionadas por diferencias ideológicas respecto del rol y el carácter de la dirección/orientación política, no lograron ofrecer una respuesta masiva, articulada y contundente frente a las dudas y demandas de orientación que se dejaban sentir en anchos sectores populares políticamente más avanzados y activos.
- Asimismo, por tratarse de una articulación de asambleas y colectivos independientes, la implementación táctica y sus ajustes requirió resolver una serie de problemas relacionados con el tipo de estructura orgánica y con la concepción y prácticas de la militancia. A nivel orgánico, conciliar los aspectos locales y nacionales o definir colectiva y democráticamente la política, se resolvió por mecanismos consensuados cuyo funcionamiento se mostraron plausibles, aunque fuertemente dependiente tanto del tamaño y carácter de las organizaciones integrantes como de las prácticas militantes. El ejercicio de la democracia participativa tiene sus ritmos, un factor crucial para su funcionamiento es la disposición y fortaleza del segmento militante más activo de las instancias de base: éste cumple el doble rol de motorizar la organización local y a la vez la instancia político-social general, por tanto, su constitución es clave para cualquier iniciativa que se plantee levantar una referencia que conjugue lo político y lo social o más directamente dicho que busque politizar lo social. La experiencia del RPS, señala que el gran déficit actual fue y es la carencia de esa militancia provista de una ética y disposición colectivas del tipo indicado. Por ello, como es conocido en las organizaciones populares, el trabajo de construcción fue soportado por un puñado de compañeros y compañeras, que con voluntad a toda prueba honraron sus compromisos sacando adelante las tareas colectivas y públicas comprometidas por el RPS. Y lo hicieron bien, pero fue insuficiente para detener el desgajamiento de múltiples espacios populares y la acelerada fragmentación organizativa.
- Las diferencias respecto del sentido de la intervención política en el momento actual y la ostensible debilidad de esa franja de militancia político-social, dificultó amplificar el alcance de una táctica acertada y desplegarla con toda su potencialidad. Un discurso claro, directo, sostenido por una amplia unidad de voces populares desconfiadas de la institucionalidad, creemos, tenía – y tiene- todas las posibilidades para desterrar las falsedades y disipar el ilusionismo propagandeados por el progresismo y el reformismo. En efecto, el resultado del 4 de septiembre, con casi 3 millones de abstenciones, votos nulos y blancos, por una parte, y 7,8 millones de votos por el rechazo, por otra, mostró un malestar generalizado que no logró ser disipado por las promesas consignadas en el proyecto de nueva constitución.
Frente a este escenario, acentuado por una crisis social, cultural y económica en curso, sigue siendo urgente una referencia política que pueda asumir inteligente y generosamente un rol catalizador y canalizador político de los profundos y diversos malestares de los y las explotadxs, oprimidxs y discriminadxs generado por el modo de vida impuesto por el capital. Esta es una tarea que pone en la palestra exigencias materiales y humanas que el RPS no está en condiciones de afrontar. Su táctica, su militancia, su estructura orgánica y sus medios, útiles para afrontar el periodo anterior, resultan ahora insuficientes para el apuntalamiento de un devenir revolucionario como el que se viene por delante; se trata de desafíos que exigen a la franja organizada otro nivel de apuestas.
Por tanto, considerando estas apreciaciones críticas de nuestro accionar y que hacemos públicas, damos por cerrado este empeño en cuanto al instrumento político empleado. Volvemos a concentramos en los trabajos político-sociales de base, preparando las condiciones para superar los déficits mencionados y aportar al desafío de construir una militancia social y política de compromiso sólido capaz de responder a los requerimientos que señalamos. Muchos de nosotras y nosotros nos mantendremos articuladas/os en el empeño de configurar un nuevo espacio organizativo que pueda, en el corto plazo, construirse en función de lo anotado previamente y que sea un aporte real a la lucha de los pueblos por su emancipación.
La experiencia acumulada en este tiempo, los materiales audiovisuales, comunicados, boletines sonoros, propaganda y Plataforma de Lucha, siempre concebidos como productos para y de los pueblos que luchan, quedan a disposición como parte de un modesto acervo político al cual se podrá acceder libremente.
Saludamos y agradecemos a todos y todas aquellxs compañerxs y organizaciones que escucharon nuestras posturas, análisis y convocatorias, que solidariamente nos apoyaron en las distintas acciones del RPS o que levantamos actividades conjuntas, a los medios de comunicación populares que amplificaron nuestra voz. Sin duda, han sido fundamentales en la construcción de este esfuerzo organizativo.
Seguiremos en lucha porque las y los presos políticos de Chile y del Wallmapu necesitan que la organización popular se fortalezca y logre sacarlxs de las cárceles del capital. Porque lxs mutiladxs, torturadxs y asesinadxs no se olvidan y los criminales con y sin uniformes no pueden quedar impunes. Porque la crisis provocada por lxs poderosxs del mundo se profundiza y no tiene solución dentro de la institucionalidad burguesa y el capitalismo decadente.
Por una nueva primavera de los pueblos en lucha. A seguir luchando por la emancipación y el Poder Popular Comunitario.
REFERENTE POLÍTICO-SOCIAL, RPS.
Santiago, 5 de octubre de 2022.
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Link de materiales RPS:
Plataforma de Lucha: https://issuu.com/referente_rps/docs/plata
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«LO QUE EL PUEBLO PROCLAMA» – Serie de microvideos del RPS: https://cctt.cl/lo-que-el-pueblo-proclama-microvideos-del-rps-sept-2022/
Fuente: Recibido por CT el 6 de octubre de 2022.
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