Desaparición de los cineastas y la historia detrás de la conmemoración del Día del Cine Chileno
El día 29 de noviembre de 1974, durante la mañana, fueron detenidos por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) los cineastas Jorge Müller y Carmen Bueno, ambos militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Su historia marcó de tal modo al mundo del cine nacional (y a quienes quedaron de ese mundo en Chile, ya que muchos partieron al exilio), que diez años después, en 1984, la asociación de cineastas puso esa fecha como el día oficial del cine nacional.
Bueno, de 24 años, y Müller, de 27, eran pareja y vivían juntos, en la casa del cineasta Pablo Perelman y su esposa. A pesar de su juventud, ambos ya llevaban una prolífica carrera en el cine.
Müller entró a la Escuela de Cine de la Universidad de Chile en Viña del Mar en 1969. Ya al año siguiente comienzó a trabajar en producciones audiovisuales.
En 1970 trabajó en un documental sobre la vida de los mineros del carbón, titulado Reportaje A Lota. Luego trabajó con Miguel Littin en el film La Tierra Prometida, y colaboró para el director Raúl Ruiz en los filmes La Expropiación y Realismo Socialista, película que no pudo ser estrenada tras el golpe de Estado. Pero su trabajo más reconocido a nivel nacional y mundial es en el documental La Batalla de Chile, del director Patricio Guzmán, donde fue el camarógrafo. Aunque Müller nunca pudo ver la película terminada. Durante el gobierno de Salvador Allende, Müller fue parte del equipo de grabación del mandatario y de algunos ministros.
Quienes han estudiado su trabajo, destacan su talento para los planos secuencia (escenas sin cortes de edición) y en la dirección de fotografía, con el trabajo de luz y sombra de las escenas.
En tanto, Carmen Bueno estudió cine en la Pontificia Universidad Católica de Chile. También participó en La Tierra Prometida de Littin y en diferentes programas de televisión en la producción y el trabajo técnico de éstos.
Carmen Bueno y Jorge Müller se conocieron gracias a su pasión, el cine, y decidieron mantenerse en Chile después del golpe de Estado de 1973, a pesar de que las oportunidades de trabajar en cine eran cada vez menores. A los pocos meses de iniciada la dictadura, fueron invitados a unirse al equipo del film A la Sombra del Sol, de los directores Silvio Caiozzi y Pablo Perelman. En febrero de 1974 comenzaron las grabaciones de la película, filmada en el desierto de Atacama.
El día del estreno fue fijado para el 28 de noviembre de 1974, en el cine Las Condes. Allí, Bueno y Müller asistieron y, tras la proyección, compartieron con sus compañeros en el departamento de unos amigos. Decidieron quedarse allí debido al toque de queda.
La pareja fue trasladada al centro de detención de Villa Grimaldi, en donde fueron torturados. Durante la primera semana de diciembre, según testigos quienes estuvieron detenidos con Carmen Bueno y Jorge Müller, ambos fueron trasladados al recinto conocido como Cuatro Álamos.
Al día siguiente, ambos fueron detenidos por agentes de la DINA que se movilizaban en camioneta, vestidos de civil, cerca de la intersección de calle Bilbao con Los Leones, durante la mañana, cuando se dirigían juntos a los estudios de Chilefilms a trabajar. Según señala Perelman en una entrevista reciente a Radio Bío Bío, los agentes de la DINA eran acompañados por la ex militante del MIR y luego colaboradora de la DINA, Marcia Merino, conocida como “la Flaca Alejandra”, quien habría reconocido a Müller y Bueno para su detención.
La pareja fue trasladada al centro de detención de Villa Grimaldi, en donde fueron torturados. Durante la primera semana de diciembre, según testigos quienes estuvieron detenidos con Carmen Bueno y Jorge Müller, ambos fueron trasladados al recinto de Cuatro Álamos. Allí, mujeres afirman que Bueno se mantenía bien de ánimo, pero que se quejaba de fuertes dolores, debido a las torturas que incluyeron vejaciones sexuales. Ella misma escribió su nombre con una aguja en la celda donde se encontraba y marcó los días en que estuvo ahí.
En Cuatro Álamos, la pareja se comunicaba con señas cuando salían en fila al baño, hasta que fueron descubiertos por un agente. Al día siguiente, ambos fueron sacados del recinto, con destino desconocido, permaneciendo desaparecidos hasta el día de hoy.
Sus nombres fueron incluídos en la lista del montaje comunicacional conocido como Operación Colombo, que intentó instalar la idea de que habían sido víctimas de sus propios compañeros del MIR, durante riñas internas, lo que resultó falso.
El caso de Bueno y Mïller fue investigado por el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Hernán Crisosto a fines de los noventas. Por este caso, Crisosto condenó a César Manríquez Bravo, Pedro Espinoza Bravo, Raúl Iturriaga Neumann y Miguel Krassnoff Martchenko a 20 años de prisión, en calidad de autores de los delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos, además de otras decenas de ex agentes por su complicidad en los hechos.
En 2020 se confirmó la sentencia dictada por Crisosto.
Día del Cine Chileno
[El 29 de nov. pasado] Por séptimo año consecutivo, el Museo de la Memoria dedicó el martes a conmemorar el Día del Cine Chileno. Este año, tuvo un foco marcado en reconocer el trabajo de mujeres en el cine.
Durante el día también se exhibieron cortometrajes de estudiantes de cine de diversas escuelas del país, y producciones del cine chileno. Entre ellas se cuenta 29 de Noviembre, que recoge la historia de Bueno y Müller.
La instancia contó con la participación de destacados cineastas nacionales: Angelina Vázquez, Valeria Sarmiento, Carolina Adriazola, Nicolás Videla, Nicole Bonilla, Wayra Galland, Pepe de la Vega, Pablo Perelman, Rodrigo Allendes, y la actriz Aline Kuppenheim, quien protagoniza la ópera prima de Manuela Martelli.
Durante el día también se exhibieron cortometrajes de estudiantes de cine de diversas escuelas del país, y producciones del cine chileno. Entre ellas se cuenta 29 de Noviembre, que recoge la historia de Carmen Bueno y Jorge Müller; el documental Travesía Travesti, de Nicolás Videla, y materiales inéditos de los archivos de la Cineteca Nacional de Chile y Cineteca de la Universidad de Chile.
29/11/2022 – 06:00
Fuente: https://interferencia.cl/articulos/desaparicion-de-los-cineastas-jorge-muller-y-carmen-bueno-la-historia-detras-de-la
La vida y obra de Jorge Müller Silva, el recordado camarógrafo de «La Batalla de Chile».
La mañana del 29 de noviembre de 1974, los cineastas Jorge Müller y Carmen Bueno fueron detenidos por oficiales de la DINA. Su compromiso político, la represión y su obra en este perfil.
La familia de Jorge llegó a Chile cuando su padre, Rodolfo Müller, tenía 14 años. Huyendo del nazismo en Europa, cuando el antisemitismo ya se sentía con crudeza, en un acto visionario deciden escapar pocos años antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Al cabo de un tiempo, Rodolfo contrajo matrimonio con una mujer chilena, Irma Silva. Esta decisión, según cuenta Claudio Arriagada, sobrino del cineasta, no fue muy bien recibida por la familia, que era más bien de tendencia conservadora. De esta unión nacieron Jorge, el 10 de enero de 1947, y Sonia, tres años menor.
Basado en un diario de vida que Irma empezó a escribir desde 1949, Claudio nos relata cómo fueron los primeros años de vida del camarógrafo: «Jorge fue siempre súper desordenado, le gustaba mucho jugar en la calle, andar para todos lados corriendo. Era muy patiperro y porfiado. Por lo mismo, lo echaron de muchos colegios, es más, pasó por lo menos por cinco, cosa que para ese tiempo era bastante compleja, muy difícil de asimilar para la familia. Mi mamá fue siempre todo lo contrario, buena alumna, responsable. Siempre fueron muy distintos».
Su personalidad lo llevó incluso a dejar el colegio en el año 1965. «El flaco», como le decían algunos de sus amigos, era un rebelde. «Él fue siempre muy artista, era muy bueno para el dibujo. Mi mamá me cuenta que era bueno pa’ carretear, le gustaba fumar yerba, era muy vividor», relata Claudio. «Cuando Jorge cachó que quería estudiar cine, entro a un centro de la Universidad de Chile y niveló sus estudios. Al año siguiente, en 1969, postuló a cine y se fue a estudiar a la Escuela de Cine Sede Viña del Mar», agrega.
Si bien nunca finalizó su carrera universitaria, nada impidió que desarrollase todo su talento y su visión, siempre muy comprometida con el acontecer social del país. Era un alumno destacado tanto en lo académico como en lo creativo, siendo reconocido como un gran innovador para lo que se hacía en el cine de la época.
«Él fue siempre muy pololo, un picaflor. Le iba bien con las mujeres, le gustaba el bossa-nova y tenía grupos con los que tocó en Sábado Gigante, el Festival de Viña y en Portillo. Hizo vida muy bohemia , recorrió mucho», detalla Claudio.
Compromiso político
Jorge se empieza a vincular directamente con la política cuando ingresa a la universidad. Ahí conoce ciertos grupos cuyos pensamientos coinciden con el suyo, e ingresa a militar en las filas del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).
«Algunos amigos dicen que era bastante particular su forma de militancia, cuenta Claudio. En ese sentido, Carlos Flores dice que siempre, entre una marcha o ir a la playa, Jorge prefería la playa. «O le gustaba la ropa… como que era muy burgués para sus cosas pero no tenía ni un problema en reconocerlo, cuestión que a algunas personas del MIR les molestaba mucho».
Sergio Trabucco, cineasta y compañero de Jorge en Chile Films, recuerda su entrega con cariño: «Un hombre muy bello por dentro y por fuera, que finalmente encontró en Carmen Bueno, otra persona hermosa, con quién compartir sueños y esperanzas. Su actitud frente a las tareas que el tiempo imponía era de una disciplina a toda prueba y había tiempo también para sus amigos y el placer«.
«Admiraba a otro joven un poco mayor, Bautista Von Shouwen, un muy inteligente dirigente del MIR que tenían un aspecto y gustos parecidos. Carmen asumió muy pronto responsabilidades políticas muy relevantes y se transformó en su enlace, lamentablemente desapareció en diciembre del 73, lo que los golpeó mucho«, agrega.
En el gobierno de la Unidad Popular, se involucró fuertemente en el equipo de filmación de Allende. De hecho viajó con él a Rusia y lo acompañó a muchas otras partes.
«Se preocupó de generar documentales y distintas actividades ligadas al cine, algunas no terminaron, como x ejemplo cuando desapareció estaba participando de la Celebración del Año Santo chileno, y también empezó a grabar en lo que terminó siendo La Batalla de Chile, sin saber lo que estaban filmando – explica su sobrino- El día del golpe filmó la imagen desde la tele para graficar cómo los chilenos veíamos la llegada del dictador al poder».
Represión
La noche del 28 de noviembre de 1974, Jorge y Carmen, junto a la familia del primero, fueron al estreno en el cine Las Condes de «A la sombra del sol», de Silvio Caiozzi, producción en la que ambos habían participado. Posterior a esto, se dirigieron a la casa de Frida Sharim para celebrar, y debido a toque de queda, tuvieron que pasar la noche ahí.
A la mañana siguiente, cuando se dirigían a la casa de Jorge, que quedaba en Alejandro Valdés Riesco con Luis Thayer Ojeda, se bajaron de la micro en calle Bilbao con Los Leones. En dicha intersección, los esperaba una camioneta blanca en donde se encontraban agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
«Por las pocas cosas que supimos después gracias a gente que estuvo detenida con ellos, se presume que uno de esos hombres era el «Guatón» Romo: Osvaldo Romo Mena, y la mujer era la Flaca Alejandra: Alejandra Merino Vargas», explica Carlos Arriagada.
Una vez detenidos fueron llevados al recinto clandestino Villa Grimaldi, ubicado en Peñalolén. En este lugar, donde fueron separados, se les sometió a torturas y golpes. Luego fueron trasladados al Campamento de Incomunicados Cuatro Álamos, donde se les pierde el rastro el 18 de diciembre de 1974, al ser sacados juntos del sitio. Hasta ese momento, las autoridades negaban por completo la detención. Ambos siguen desaparecidos hasta hoy.
Obra y legado cinematográfico
Su primer trabajo cinematográfico fue en 1970, con la co-realizaciónde un documental sobre la lucha y la vida de los trabajadores del carbón, «Reportaje a Lota». Luego, poniendo en práctica sus conocimientos en la dirección de fotografía, trabaja con Miguel Littin en «La Tierra Prometida».
También jugó un rol importante en el trabajo de Raúl Ruiz «La Expropiación» y «Realismo Socialista», ambas aclamadas internacionalmente.
Su trabajado más emblemático fue La Batalla de Chile, bajo la dirección de Patricio Guzmán. Müller fue el único miembro del equipo que se quedó en Chile, por lo que nunca pudo ver la obra completada, que tuvo que ser sacada del país a través de la embajada de Suecia.
Jorge fue uno de los mejores camarógrafos que ha tenido el país. Su sensibilidad y profunda capacidad de observación significaron la toma de secuencias maravillosas, como la recordada escena del aquel hombre empujando un gran carretón en La Batalla de Chile.
«La escena del hombre del carretón elevados del suelo como si volara, es uno de los cientos de planos bellos que Jorge nos dejó, y eso era posible no sólo por sus habilidades como camarógrafo, más bien son frutos de su profunda humanidad y mirada con amor a sus semejantes y por sobre todo a los más pobres«, comentó Trabucco.
«Jorge entendió muy pronto que el cine tenía una importancia política importante para impulsar las ideas de justicia que lo animaban, si bien era disciplinado no asumía con tranquilidad todos aquellos signos estalinistas, propios de la época, como los aspectos militares. Él tenía un sueño superior, siempre vinculado a la belleza, a los trabajadores y a la justicia», agrega
Fuente: https://www.eldesconcierto.cl/nacional/2016/11/29/la-vida-y-obra-de-jorge-muller-silva-el-recordado-camarografo-de-la-batalla-de-chile.html
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Felicitaciones por la remembranza de Carmen y Jorge. Su detención absolutamente injustificada, agregado a la tortura y su desaparición, es una brutalidad sin sentido. Además del Día del Cine, en homenaje a ellos, debería declararse el Día de la Inocencia.