Las fuerzas represivas utilizaron las porras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, y practicaron la detención de al menos diez manifestantes
Ayer [sábado 11 de febrero, Editor CT] se llevó a cabo la cuarta jornada de lucha contra la reforma de las pensiones que el gobierno de Emmanuel Macron quiere imponer. Como se sabe, entre otros aspectos negativos para la clase trabajadora, pretenden elevar la edad de la jubilación de los 62 a los 64 años.
La respuesta a la convocatoria de los sindicatos fue masiva en todo el país. El Ministerio de Interior, siempre barriendo para casa, dijo que fueron unas 960.000 personas las movilizadas. En cambio, el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT) afirmó que las personas que salieron a las calles fueron más de 2,5 millones.
En algunas ciudades, tales como París, Rennes y Nantes se produjeron enfrentamientos con la Policía. Como viene siendo habitual, las autoridades atribuyeron la responsabilidad a algunos manifestantes. Dijeron que se comportaron de forma agresiva, arrojando diversos objetos a los agentes, tirando petardos y bombas incendiarias y rompiendo escaparates. Lo que no explicaron quiénes fueron en realidad los que comenzaron las prácticas violentas. ¡Como si la policía del capital (en este caso concreto francés) fuera tan “pacifista”).
Las fuerzas represivas utilizaron las porras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, y practicaron la detención de al menos diez manifestantes.
Aquí les dejamos algunos vídeos de incidentes en París.
En plena jornada de nuevas manifestaciones masivas, los sindicatos amenazaron el sábado con paralizar el país en marzo, si el presidente Emmanuel Macron no escucha el rechazo mayoritario de la población a su reforma de las pensiones, Todo apunta a un endurecimiento de la protesta a partir del 6 de marzo, cuando concluyan las vacaciones escolares de invierno
Reuniendo por la primera vez un sábado, entre 963.000 y 2,5 millones de manifestantes, según las fuentes, los sindicatos encabezados por el binomio sindical CGT-CFDT, demostraron al gobierno que siguen contando con el apoyo de la calle, en su rechazo al proyecto de retrasar la edad de la jubilación de 62 a 64 años
Si el gobierno y los legisladores siguen sin escuchar el rechazo popular, la intersindical llamará a paralizar todos los sectores en Francia el próximo 7 de marzo, dijo el líder de la central FO, Frédéric Souillot. La advertencia tuvo lugar en el marco de una cuarta jornada de protestas en Francia desde inicios de año.
El objetivo es que el gobierno retire su propuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como ahora) para poder cobrar una pensión completa.
Una mayoría de franceses –dos de cada tres, según los sondeos– se oponen a la reforma, con la que el gobierno busca acercar la edad de jubilación a la de sus vecinos en Europa y evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
Las manifestaciones del 31 de enero –entre 1,27 y 2,8 millones de personas– fueron las más concurridas contra una reforma social en Francia en tres décadas, pero el gobierno no dio marcha atrás.
Todo apunta ahora a un endurecimiento de la protesta a partir del 6 de marzo, cuando terminan las vacaciones escolares de invierno. Tras otra huelga el 16 de febrero, la primera gran acción de este cambio de ciclo se espera el 7 de marzo.
Los sindicatos del transporte público de París llamaron este sábado a un paro prorrogable en la RATP a partir de ese día para «bloquear la economía» y la central sindical CGT ya habló de una medida similar en el servicio de trenes.
La última vez que se logró paralizar una reforma de las pensiones en Francia fue en 1995, cuando el primer ministro de centroderecha Alain Juppé tuvo que dar marcha atrás tras una huelga general que paralizó durante tres semanas los transportes.
De forma inesperada, una huelga de controladores obligó a anular el sábado por la tarde la mitad de vuelos previstos en el aeropuerto de Orly.
La tensión es máxima en la Asamblea (cámara baja) entre la oposición de izquierda Nupes y la alianza de Macron, que carece de mayoría absoluta y espera el apoyo de la oposición de derecha Los Republicanos (LR) a su reforma en curso de examen.
Pero tiene un as en la manga. El método parlamentario elegido le permite aplicarla a partir de finales de marzo, si las dos cámaras del Parlamento (Asamblea y Senado) no llegan a votarla ante las miles de enmiendas presentadas.
Los sindicatos temen que la adopción de la medida genere una «desesperanza social» que beneficie en las urnas a la extrema derecha. La ultraderechista Marine Le Pen, opuesta a la reforma, ya disputó el balotaje a Macron en 2017 y 2022.
Con AFP
Fuente: https://www.rfi.fr/es/francia/20230212-francia-crecen-las-protestas-contra-la-reforma-de-las-pensiones
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