Italia toma medidas para dificultar la inmigración tras la muerte de 67 migrantes en sus costas. Entrevista con el filósofo italiano Antonino Infranca*.
por Mario Hernández /La Haine.
—Te quiero hacer escuchar un audio de un medio independiente neoyorkino, Democracy Now, un pequeño audio que habla de los 62 refugiados que murieron al hundirse su embarcación contra la costa italiana, al tiempo que Italia toma fuertes medidas contra las medidas de rescate. Luego, pasamos a la entrevista…
Unos 62 migrantes murieron durante el fin de semana luego de que la embarcación en la que viajaban se hundiera frente a la costa calabresa de Italia. Entre las víctimas fatales se encontraban al menos un bebé y otros 12 menores. Los trabajadores de salvamento lograron rescatar a unas 80 personas sobrevivientes tras encontrarlas en el agua aferradas a partes de la embarcación en la que viajaban, la cual había zarpado de la ciudad turca de Izmir unos días antes. Los migrantes provenían de Irán, Pakistán y Afganistán.
Esta tragedia migratoria, la más reciente que tiene como escenario el Mediterráneo, se produjo pocos días después de que el Gobierno italiano que encabeza la líder de extrema derecha Giorgia Meloni aprobara una nueva ley que dificulta que los barcos de rescate de ayuda humanitaria lleven a cabo sus misiones. La organización Médicos Sin Fronteras dijo que, tras la aprobación de la nueva ley, las autoridades italianas detuvieron su barco de rescate, por lo que no podrán salir al mar a salvar vidas durante al menos 20 días.
En la ciudad de Crotona, donde se encuentran los cadáveres de las víctimas, los miembros de la comunidad se reunieron para presentar sus respetos. Estas fueron las palabras expresadas por el obispo Francesco Savino: ‘’Esta es la hora del silencio, de la oración, del recogimiento, de la profunda meditación. Pero también es la hora en que debemos cuestionarnos con responsabilidad sobre esta nueva tragedia, de la cual todos corremos el riesgo de convertirnos en cómplices’’.
—Bien Toni, ¿escuchaste el audio?
—Sí, lo escuché. Pero primero la noticia es más trágica porque los muertos subieron a 66. El último fue encontrado ayer por la tarde. Un chico de 5 años.
—O sea que es más grave que la información que nos brindaba Democracy Now. Ahora, ¿qué significan estas medidas que toma el gobierno italiano respecto de las migraciones?
—Son medidas administrativas en el mejor estilo estalinista a pesar de que es un gobierno de derecha. No toma medidas fuertes, radicales. Son pequeñas medidas de nivel administrativo. Por ejemplo, en este caso los barcos que ayudan a los inmigrantes y los recuperan del agua internacional fuera del agua de Libia son restringidos a llevar a los salvados a los puertos italianos del norte. Significa que para llevar a los salvados tienen que viajar dos días. Dos días para volver a realizar una recuperación cuando podrían desembarcar en los puertos de Sicilia o de Calabria. El gobierno dice que no pueden cargar a la región de Sicilia o de Calabria con el impacto de los nuevos refugiados. Por esto tienen que llevarlos al norte.
—¿Cuál sería la verdadera razón de esa medida?
—Construir obstáculos. Poner en duda a los bancos de las ONG que van a salvar a los inmigrantes. Por esta razón es que te decía que son medidas administrativas. También porque serían contra el sentido de la ley del mar y contra la Constitución italiana. El gobierno dice que están respetando la ley, pero están poniendo dificultades que ponen en peligro de muerte a los inmigrantes.
El ministro del Interior declaró cuando le llegó la noticia del desastre de Crotona ‘bueno cualquier desesperación no puede justificar esas salidas para Italia’. No teniendo en cuenta la situación en la cual se encuentran los inmigrantes en sus países y tampoco de cómo son maltratados en Libia, por ejemplo, como también en Turquía en las manos de dos policías que son feroces, bárbaras.
También la policía griega es muy agresiva, tanto que ese barco que salió de la ciudad de Esmirna evitó totalmente Grecia y llegó a Italia con una clara política fascista de poner dificultades pequeñas, medidas de estúpida astucia.
—Sí, es un barco, un velero en realidad que recorrió 1.000 km en el mar con más de 200 personas a bordo.
—Sí, venían abajo del barco. No podían subir al aire para que no los pudieran ver desde lo alto los aviones que era un barco de inmigrantes. Viajaron 4 días.
Los dos mayores aliados del gobierno de Meloni son opositores de la ayuda de Italia a Ucrania
—Una serie de noticia sobre la guerra de Ucrania, entre Ucrania y Rusia que involucra a Italia. En primer lugar, la Premier italiana viajó a Kiev a respaldar a Zelenski al producirse el primer año de la guerra. Esto generó una serie de declaraciones de parte de Silvio Berlusconi señalando ‘yo no hablaría con Zelenski, si hubiera sido Primer Ministro nunca hubiera ido porque estamos siendo testigos de la inútil devastación de su país, de la matanza de sus soldados y civiles. A Zelenski le bastaba con dejar de atacar a las dos repúblicas autónomas del Donbás y esto no habría ocurrido. Así que juzgo muy negativamente el comportamiento de este señor’, señaló el líder de Forza Italia. ¿Qué nos podés comentar respecto de esta situación al interior del gobierno de derecha?
—Berlusconi puso en gran dificultad a Meloni. Es como vos decís, tuvo que garantizar frente a la OTAN, a los EEUU y a la Unión Europea la fidelidad de Italia en la ayuda a Ucrania. Pero se puede ver el presente de Berlusconi en este gobierno, como si fuera un peligro continuo de la coalición de gobierno.
Berlusconi es amigo del presidente Putin desde hace décadas y el partido Liga Norte fue condenado por la justicia italiana porque fue financiado por Rusia.
Así que los dos mayores aliados del gobierno de Meloni son opositores de la ayuda de Italia a Ucrania.
Además, con las elecciones regionales de hace una semana en Lombardía y Lazio, las dos regiones más pobladas de Italia, se dio un tránsito de votos desde Forza Italia y Liga Norte hacia el partido de la Meloni. Así que la fuerza interna, el equilibrio interno del gobierno está mutando hacia la Meloni. Eso complica mucho más la situación del gobierno.
—A mí lo que me sorprendió de las elecciones regionales fue el alto nivel de abstención. Por ejemplo, en Roma votó un 33% contra un 63% en el 2018.
—Exactamente, llegó al nivel más bajo de la historia de la democracia italiana. La gente no se reconoce más en las fuerzas políticas institucionales. Un poquito mejor fue la elección primaria del secretario del Partido Democrático [ex PC], se esperaba una participación de 1 millón de ciudadanos y participaron 1.300.000. Así que esta nueva secretaria, una joven culta, bien preparada, abre expectativas positivas.
—Yo creí que iba a ganar el otro candidato apoyado por el oficialismo.
—Eso demuestra que los aparatos sobre los partidos no son más la representación de la sociedad civil. La sociedad civil tiene otra perspectiva. La elección de Elly Schlein lo demostró abiertamente. Eso vale para todos los partidos, yo espero que personajes políticos como Schlein puedan subir desde la sociedad civil para renovar totalmente la política italiana.
—Volviendo a la guerra de Ucrania, leí que hubo manifestaciones en Roma, Florencia, en Génova, en varias ciudades. Te quería preguntar por el alcance porque yo tengo un dato que quiero que me confirmes, o no, de que hay un 60% de italianos que están contra del envío de armas.
—Sí.
—¿Cómo es eso?
—Sí, pero te digo, no hay manifestaciones de masas. Cuando se va a pedir la opinión, claro que a los italianos la guerra de Ucrania les parece lejana. Además, el gobierno de Zelenski es un gobierno de derecha así que hay poco interés en la guerra. Además, que el precio del gas está bajando, también el precio del petróleo. No tienen más una fuerte emergencia por la guerra.
Los italianos de los últimos años en la participación de la política son cada vez más pasivos. No les interesa lo que está ocurriendo en el mundo externo, además en un mundo que ellos consideran lejano como Rusia o como Ucrania. Claro que cuando se habla de guerra cualquier persona está en contra. Ayudar a Ucrania significa ayudar con armas y que la guerra se prolongue. Los italianos no son favorables a Putin y menos a Zelenski.
—Y otro tema sobre el que te quería preguntar es sobre los alcances de la huelga del transporte el pasado 17 de febrero.
—Esto fue masivo. Yo vivo cerca de Roma y en Roma fue masivo. Eso sí que golpeó a la sociedad civil. Se juntó en el norte, en Milán, la protesta de los trabajadores de los transportes que son siempre objetivo de agresiones, en particular a la noche, por algunos pasajeros violentos que, como repito, agreden a los trabajadores. Entonces se juntaron las dos cosas.
El precio de los viajes también está subiendo, cuando en otros países de Europa como Alemania están bajando para dar una ayuda a la situación económica difícil de los trabajadores.
—Yo estaba viendo que ahí se combina un doble reclamo. La seguridad, por un lado, y la mejora salarial por otro.
—Exactamente.
—Una pregunta que te quiero hacer para ir cerrando la situación del preso político anarquista Cospito, que lleva más de 100 días de huelga de hambre. ¿Qué nos podés comentar? Desde un punto de vista didáctico también, porque acá se conoce bastante poco, pero ha llegado alguna información y voy a aprovechar la comunicación contigo para consultarte sobre este caso.
—Primero, Cospito volvió a la cárcel, dejó el hospital porque había mejorado su situación esperando la sentencia de la Corte de Casación que fue negativa para él. Él ya está en perspectiva de dejarse morir por protestar. Además, la cosa se complica porque se descubrió por interceptaciones hechas en la cárcel que él está siendo involuntariamente aprovechado por miembros de la Ndrangheta que lo pusieron adelante para su propia protesta.
La verdad, siento que es el único caso de una encarcelación fuerte como la que está sufriendo, por el artículo 41 bis del Código italiano, que no le permite la comunicación con nadie. No puede recibir a nadie, solo a un pariente cercano una vez al mes. Entonces está totalmente aislado…
—Está en peores condiciones que Gramsci.
—Sí, peor que Gramsci, totalmente. Se le da este tipo de encarcelación a los miembros de la mafia, Cosa Nostra, Ndrangheta, Camorra, en particular a asesinos o a jefes reconocidos. Una estupidez total condenar a Cospito así porque él no mató a nadie, intentó matar, pero no lo consiguió. No es claramente un jefe de la anarquía, porque hablar de jefe en la anarquía es una contradicción.
Él aprovechó esto para protestar y la Ndrangheta lo está sosteniendo porque quieren retirar ese artículo 41 bis de excarcelación. Entonces nos encontramos en una situación sin salida, el gobierno no quiere sacar a Cospito -el ministro de Justicia lo puede hacer- y, además, la Ndrangheta o la mafia tiene que ser golpeada con este tipo de encarcelación fuerte que la aísla totalmente de la sociedad civil.
Cuando me vuelvas a llamar vamos a hablar de la mafia siciliana, la Cosa Nostra, con la encarcelación de Mateo Messina Denaro.
3 de abril, 2023.
Fuente: www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/italia-toma-medidas-para-dificultar
*Antonino Infranca es un Filósofo italiano. Se doctoró en filosofía en la Academia Húngara de Ciencias con una tesis sobre el concepto de trabajo en Lukács. Entre sus libros se destacan Trabajo, individuo, historia.
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