Mantengan sus ojos en Palestina, tomen medidas, sean solidarios.

¡Protesta frente a las embajadas de Israel y defiende nuestra resistencia y autodeterminación!

DESDE PALESTINA

por Raya Ziada/Resumen Latinoamericano.

Queridas camaradas, queridos amigos,

Muchos de ustedes han estado enviando mensajes para chequear sobre la situación en Palestina. Lo que ha ocurrido es un acontecimiento histórico, uno de los acontecimientos militares más importantes desde la guerra de 1973. Para los palestinos, especialmente en Gaza, tiene un gran significado simbólico, ya que marca un gran avance tras 16 años de ataques continuos, experimentación con armas prohibidas internacionalmente, limitaciones de alimentos y medicinas, incluido el tratamiento de enfermedades crónicas como el cáncer, y falta de agua potable y, condiciones similares a las de un campo de concentración.

Este momento simboliza el regreso a las tierras robadas que alguna vez fueron parte de Gaza, con el recordatorio de que el 80% de los habitantes de Gaza son refugiados. Los palestinos han derribado una de las vallas y corren hacia la libertad.

En un movimiento histórico, los combatientes palestinos llegaron a las tierras [que fueron ocupadas] en 1948 y todavía participan en tiroteos con soldados sionistas. Las bajas en el lado israelí ascienden a 350 muertos, 1.500 heridos y alrededor de 100 prisioneros. La resistencia ha anunciado su disposición a negociar un intercambio para liberar a miles de prisioneros palestinos en cárceles israelíes. Desde 1967, más de un millón de palestinos han sido arrestados y muchos de ellos han pasado largos años en prisión.

Lo que los medios occidentales no cubren son los actuales ataques contra Gaza, incluido el asesinato de niños, mujeres, ancianos y combatientes de la resistencia. El número de muertos en Gaza ha llegado a 750 y más de tres mil heridos. Los tanques israelíes están estacionados en las fronteras y el ejército israelí ha declarado una escalada de los ataques contra Gaza desde tierra, mar y cielo.

En Cisjordania hay un bloqueo total y no se permite ningún movimiento desde ninguna ciudad, aldea o campo de refugiados. Los enfrentamientos están estallando por todas partes y ayer fueron asesinadas 10 personas, entre ellas 5 niños. Se están realizando detenciones masivas y se espera que lleguen a miles de palestinos en Cisjordania. Los ataques de los colonos se han intensificado durante el año pasado, incluyendo disparos, quema de casas, árboles e incluso personas. Ayer, los colonos sionistas declararon ataques organizados contra cualquier palestino que encontraran, incluidos llamados al secuestro, la tortura y el asesinato de niños, mujeres y ancianos.

Todos aguardamos las próximas horas con una sensación de aprensión, esperando una escalada dramática en todos los frentes por parte de las fuerzas de ocupación israelíes en los próximos días. La gente se está preparando para una posible invasión de tierras y destrucción de infraestructura, abasteciéndose de alimentos enlatados y artículos de supervivencia necesarios. La vida se ha paralizado con una huelga general en vigor y es extremadamente peligroso desplazarse a cualquier lugar.

Los lugares más afectados por las masacres son Gaza y el norte de Cisjordania.

A pesar de las dificultades, mantenemos la esperanza, nuestro ánimo está alto y nuestra fe es inquebrantable. Seguimos arraigados en esta tierra, incluso después de 75 años de colonización europea en Palestina. Nuestro pueblo vencerá, tal como lo ha hecho en el pasado. Mantengan sus ojos en Palestina, tomen medidas y sean solidarios. Protesta frente a las embajadas de Israel y defiende que nuestra resistencia y autodeterminación son derechos legítimos en la búsqueda de la existencia, la liberación y la libertad. La causa palestina es una causa de justicia en todo el mundo.

¡Venceremos !

Imagen: Ibraheem Abu Mustafa

Fuente original:  Encuentro de Comunicación Libre

Fuente: https://web.facebook.com/resumenlatinoamericanocontrainformacion?mibextid=ZbWKwL&_rdc=1&_rdr

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Palestina. El pueblo se levanta y sorprende al ocupante.

por Geraldina Colotti/Resumen Latinoamericano.

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Un pueblo sometido a un genocidio diario planeado por el ocupante tiene derecho a defenderse. Este es el primer dato para leer los acontecimientos que, el 7 de octubre, tomaron por sorpresa al poderoso sistema bélico sionista, apoyado por el imperialismo norteamericano y sus aliados, en Europa y el mundo árabe.

Los combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (Hamas) lanzaron la operación Tormenta de Al Aqsa, que toma el nombre de la histórica mezquita de Jerusalén, uno de los tres lugares sagrados del Islam, contra el que el régimen israelí ha llevado a cabo una escalada de ataques y provocaciones. Según los primeros datos, una lluvia de cohetes lanzados desde la Franja de Gaza causó al menos 600 muertos, 2.000 heridos y 750 “desaparecidos” entre el enemigo. 

También fueron capturados 164 militares para ser intercambiados con prisioneros palestinos, cuya liberación es otro de los objetivos de la operación: “Nuestros militantes – afirmó el jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, – están liderando una heroica campaña encaminada a defender Al-Aqsa, mezquita de Jerusalén, los lugares santos y los prisioneros palestinos. La agresión sionista contra la bendita mezquita de Al-Aqsa ha alcanzado su punto máximo en los últimos días”.

Una operación que adquirió la forma de una auténtica insurrección popular, caracterizada por el asalto simultáneo a más de 50 bases militares del régimen sionista presentes en los territorios ocupados, y a varias colonias. Los enfrentamientos persisten en 25 zonas de la Franja, incluso después de la “respuesta” israelí que, con la Operación Espadas de Hierro, causó más de 313 víctimas y 1.990 heridos. 

Un número de víctimas destinado a aumentar porque, en el momento de redactar esto articulo, se están produciendo otros ataques aéreos y se está contabilizando el número de muertos tras los de los F-16 que afectaron a la Torre Palestina y otros edificios de más de 10 pisos en zonas densamente pobladas. Decenas de tanques israelíes marchan hacia la Franja, anunciando un probable ataque terrestre, mientras el Gabinete de Seguridad israelí ha decidido cortar el suministro de electricidad, combustible y bienes a la Franja de Gaza y se “ha votado el estado de guerra”.

Los palestinos saben a lo que se enfrentarán. La serie de masacres y violaciones llevadas a cabo por el ocupante desafiando el derecho internacional y las infinitas resoluciones condenatorias de la ONU, son prueba de ello. Los Acuerdos de Oslo (firmados el 13 de septiembre de 1993 y luego el 28 de septiembre de 1995), entre los representantes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y los del régimen sionista (con la oposición de varios componentes de la resistencia palestina) han “blanqueado” la ferocidad de la ocupación, permitiendole de imponer a los palestinos un régimen de apartheid y convertir Gaza es una prisión al aire libre.

Los asentamientos de colonos en Cisjordania han devorado casi todo el territorio asignado por la ONU a los palestinos para su futuro Estado, que se ha convertido en una quimera. Entonces había alrededor de 260.000 colonos, ahora son más de 800.000 y todavía se planean cientos de asentamientos, mediante expropiaciones forzosas de hogares y tierras palestinas. Sólo este año, ha habido más de 250 víctimas civiles, muchas de ellas niños, que sin embargo no encuentran espacio en los medios occidentales.

Pero el pueblo palestino sigue mostrando, incluso ahora, que está dispuesto a pagar un precio. La dignidad del pueblo palestino sigue desmentiendo la hipocresía de Occidente, que en estos años ha dado la espalda a sus derechos con el pretexto de que la lucha por la autodeterminación se había transformado en asunto religioso al servicio de Hamás, que ha sido incluida en la lista de organizaciones “terroristas”. 

Que las revueltas de los últimos años, en Palestina como en otros países del mundo árabe, se hayan organizado en torno a la religión y no en torno a los ideales socialistas del siglo pasado, es otra acusación de esta hipocresía, de esta “izquierda” que no ha logrado construir una alternativa en los países capitalistas, y de hecho ha funcionado para convencer incluso a los pueblos del Sur de que no existían alternativas al capitalismo. Ahora, los enfrentamientos se han extendido también al resto de territorios palestinos ocupados, a Jerusalén Este y Cisjordania, mientras los líderes de Hamás han llamado a todo el pueblo al combate. 

Una insurgencia que se enmarca en el choque político entre las dos principales organizaciones palestinas, Hamás y Fatah. En 2006, Hamás ganó las elecciones para elegir el Consejo Legislativo Palestino (el Parlamento de Palestina), en oposición al partido Fatah, que quedó en segundo lugar, y que hasta entonces había propuesto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina.

Tras los enfrentamientos entre los dos componentes y la guerra civil en Gaza en 2007, Hamás gobierna en la Franja y Fatah en Cisjordania, donde el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, reunió al gobierno de urgencia para expresar sin embargo apoyo a la insurrección de Gaza: “El pueblo palestino – afirmó – tiene derecho a defenderse de los crímenes y violaciones israelíes cometidos en la mezquita de Al-Aqsa y en los territorios palestinos”.

La acción de Hamás se inscribe también en el cambio de rumbo a nivel internacional, iniciado por los “Acuerdos de Abraham”, deseados por Trump en septiembre de 2020 con el lanzamiento de una declaración conjunta entre “Israel”, los Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Un plan para “normalizar” las relaciones entre los países árabes y el régimen sionista, en vísperas de un “acuerdo histórico” entre Netanyahu y Arabia Saudita, en el que ha sido involucrada la Autoridad Nacional Palestina.

No es casualidad que Hamás haya elegido lanzar el ataque cincuenta años después de la “Guerra de Octubre”, el conflicto armado con el que una coalición árabe, compuesta principalmente por Egipto y Siria, tomó por sorpresa al ejército sionista, del 6 al 25 de octubre de 1973. Mohammed Deif, el comandante de Ezzedin Al Qassam, el ala militar de Hamas, se dirigió a los pueblos de Argelia, Marruecos, Jordania, Egipto y otros países árabes, para invitarlos a la acción. Y si desde el Líbano Hezbollah lanzó cohetes en dirección a Israel, si desde Irán a Mauritania hubo comunicaciones de apoyo, si muchos gobiernos antiimperialistas en América Latina expresaron su solidaridad con la resistencia palestina, el tono fue muy diferente en Europa y en EE.UU.

“Israel tiene derecho a defenderse”, comentó el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, que pidió la mediación de Egipto y no descartó enviar más ayuda militar a su principal policía en Oriente Medio. Una línea compartida por otras cancillerías occidentales: dispuestas a rearmar su economía con fines bélicos para enviar armas a Ucrania, pero igualmente dispuestas a pedir “moderación” a los palestinos cada vez que intentan levantar la cabeza, tras la violenta expulsión de sus territorios, en 1948. Siempre, obviamente en nombre de la “paz”: la del sepulcro por los palestinos, sobre cuya piel se estructuraron acuerdos internacionales injustos y, además, ignorados por el ocupante, que aprovechó para imponer la lógica de los hechos cumplidos. 

Declaraciones que indican el cortocircuito en el que está jodida Europa, donde tanto la derecha como la “izquierda” han acabado fundiéndose en un apoyo indiscutible al régimen sionista, llegando incluso a censurar las manifestaciones culturales del pueblo palestino. En la Italia gobernada por la extrema derecha, heredera de los fascistas que persiguieron a los judíos, después de la operación Tormenta de Al Aqsa, la bandera de Tel Aviv fue proyectada en la fachada del Palacio Chigi.

Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/10/08/palestina-el-pueblo-se-levanta-y-sorprende-al-ocupante/


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2 Comments

  1. Lamento que una vez más los palestinos tengan que defender sus derechos en el campo de batalla. La hipocresía cobarde del mundo occidental continuará oponiéndose al derecho de los palestinos. Ojalá emerja de los pueblos una solidaridad decidida y definitiva para resolver el litigio entre Israel y Palestina.

  2. El Estado terrorista de Israel, a pesar de las evidencias, para ciudadanos educados e informados del mundo, continúa haciéndose de víctima. Sus dirigentes sembraron vientos desde que existe como Estado, ahora cosecha tempestad. Lamentablemente, la ONU no consigue hacer valer sus multiplas Resoluciones para frenar los excesos sionistas e imponer el Estado Palestino y, como siempre, civiles inocentes pagan las cuentas, especialmente los niños y ancianos. Qué mundo de mierda nos toca vivir!

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