Guerra mediática: la falsa masacre de bebés y otras mentiras para justificar los crímenes propios.
Se pidió a las Fuerzas de Defensa de Israel que comentaran sobre el tema. El ejército israelí respondió oficialmente que no había ninguna información sobre bebés decapitados.
La fuente de la dudosa afirmación de «bebés decapitados» es el líder de los colonos israelíes que incitó disturbios para «acabar» con una aldea palestina.
Fuente: https://geoestrategia.es/noticia/41602/ultimas-noticias/guerra-mediatica:-la-falsa-masacre-de-bebes-israelies-en-kfar-aza-y-otras-mentiras-para-justificar-los-crimenes-propios.html
Los 40 bebés decapitados, una fake news que no soporta el análisis
Sobre los 40 bebés decapitados, una noticia sin el mínimo sentido crítico ni periodístico, con la que prácticamente la totalidad de medios de mayor impacto han demostrado que carecen de profesionales en sus filas. La agenda mediática es la de mentir sistemáticamente para perversos fines, como la de los 40 bebés decapitados por Hamás.
El territorio palestino, hoy ocupado por Israel (así lo define la misma ONU), es actualmente el escenario de la intensificación de un conflicto que ya ha cobrado miles de víctimas sólo en los últimos días. Si ya de por sí para el lector es difícil digerir los relatos de la cruenta realidad, en nada abona la desinformación y las fake news que son propagadas por los medios masivos.
Ciertamente, sería ingenuo pensar que las guerras no se libran también en el territorio de la propaganda, pero la parcialidad de las líneas editoriales es tal, que denigran el oficio periodístico y ponen en entredicho cualquier atisbo de decencia humana en sus plumas.
Porque las miles de víctimas, los civiles, merecen que sus verdugos sean plenamente identificados, pues hay dos bandos de terroristas: por un lado, los integrados por el grupo yihadista de Hamás -que no los palestinos-, y por el otro, los sionistas del estado de Israel, que no los judíos.
Los 40 bebés decapitados.
Desde que los palestinos comenzaron a contar sus víctimas, aquellas que pudieron sacar de los escombros sin luz, sin agua y sin gasolina, llamó la atención que una tercera parte de las mismas fueran mujeres y niños, pues fueron bombardeadas zonas habitacionales y no objetivos militares.
Hasta aquí los sionistas que lideran el ejército israelí no se comportaron distinto que los yihadistas de Hamás, pues asesinaron civiles indiscriminadamente. Pero ante la contundencia del material audiovisual, los invasores, aquellos que cuentan con ejército propio que encima está respaldado por el más poderoso del mundo, iban perdiendo terreno en la opinión pública.
Es así que un medio identificado como i24 a través de su reportera Nicole Zedeck, compartieron una noticia desgarradora que resultó ser una fake news, pero que los medios corporativos dieron por cierta y compartieron de forma sincronizada: la decapitación de 40 bebés en el kibutz de Kfar Aza por parte de los yihadistas de Hamás.
No sólo la fuente no cumplía con el mínimo rigor periodístico, sino que tampoco pasaba la prueba del examen crítico más elemental:
-En la masacre -que la hubo- se informó que hubo alrededor de 100 civiles asesinados, por lo que “los 40 bebés” serían parte de esta horrenda cifra.
Pero es allí donde surgía la primera pregunta de sentido común.
La población total de la zona, según el censo de 2021, era de 750 habitantes y los habitantes por cada vivienda, según la información estadística publicada, son un promedio de 3.6, por lo que podemos inferir que se trataba de un kibutz de 200 viviendas.
La masacre comenzó cuando las víctimas dormían en sus casas, habiendo sido asesinados la totalidad de sus integrantes en al menos 25 viviendas en las que pudieron entrar (no ejecutaron a algunos y a otros los dejaron ir, allí donde ingresaron, los terroristas cometieron el infame acto de masacrar a todos).
Decir que en 25 viviendas, invadidas prácticamente de forma aleatoria por la dispersión de las mismas, había 40 infantes -no niños ni menores de edad, sino bebés-, supone una imposibilidad demográfica, pues todos debieron de nacer este 2023 para ser considerados bebés y supone una tasa de natalidad de 400 en lugar de 19.7 (cifra oficial), lo que es 20 veces más que la media israelí y casi nueve veces más que la más alta del mundo.
Por si fuera poco también hubo irregularidades en la parte oficial.
Las Fuerzas de Defensa Israelís (IDF) llevaban casi dos días de haber tomado el control de la zona e incluso habían contabilizado a las víctimas (de donde salen las 100 informadas en los medios). Pese al atroz hecho y nunca informaron sobre el asesinato de 40 bebés entre las víctimas.
No sólo el ejército ejecutó a los terroristas y recuperó la zona, además de contar las víctimas; incluso invitó a la prensa a hacer tomas de la masacre acontecida. Ningún otro de los reporteros allí presentes dio cuenta sobre la afirmación de los 40 bebés decapitados.
Precisar que por el tamaño de la masacre, seguro debió haber niños e incluso bebés asesinados, pero nunca nada cercano a la cifra informada, lo que es una fake news de las más perversas que se hayan dado en la historia reciente.
Los antecedentes de Nicole Zedeck
Aunque el medio fuera calificado de tener una línea editorial propagandista, la credibilidad de la reportera Nicole Zedeck pudo servir como referente para concederle el beneficio de la duda, pero tampoco es el caso.
De los siete medios donde colaboró, en cuatro de ellos lo hizo menos de un año, siendo practicante en tres de estos últimos. En la Universidad de Chapman fue donde más tiempo colaboró, sin hacer necesariamente periodismo y de allí pasó a WaayTv antes de llegar a i24, donde lleva nueve meses.
Pero más que la experiencia, son los actos los que hablan de su labor periodística. De entrada, dio como cierto “algo que le dijo un soldado” -supuestamente- y ella lo dio por cierto, sin ningún rigor periodístico.
Ante los cuestionamientos, el discurso también cambió: de 40 bebés decapitados pasó a 40 muertes de menores donde había bebés para finalmente decir que entre las víctimas había menores de edad y que se sabe que en al menos dos de los casos habrían sido degollados.
Sobra decir que horas antes de esta columna, pero tiempo después de que se compartiera un hilo al respecto en la red social antes conocida como Twitter, las autoridades israelís respondieron que no podían confirmar la información vertida y el propio Hamás lo desmintió, este último de los casos sólo es enunciativo, difícilmente aceptarían una barbarie así.
La gravedad, más de la de Nicole, que bien podría justificarse -si es el caso-, por el momento traumático que vivió en el territorio donde se dio la masacre, proviene de los medios que retransmitieron en sus plataformas el contenido sin el menor rigor para corroborarlo, haciéndolo además de forma sincronizada.
Otro caso donde destaca la falsedad
Otra información que llamó la atención por el poder mediático de un video fue el de la ciudadana alemana Shadi Louk. Los medios corporativos dijeron que fue desnudada -aunque en el mismo video se le veía apenas con prendas- y asesinada mientras asistía a un concierto por la paz entre Israel y Palestina.
Aquí decir que de la parte inferior sí le faltaba un short -por lo menos hasta donde los videos previos identificaban- pero el resto del atuendo sí lo llevaba.
Fue trasladada a un hospital y sigue con vida aunque desafortunadamente en estado crítico.
Allí, en ese festival que era uno electrónico, no “por la Paz”, hubo un fuego cruzado -los videos muestran al IDF- y seguro antes hubo un atentado contra los asistentes, que no es lo mismo que decir que los terroristas entraron disparando a todos de forma indiscriminada, hay más material en la red al respecto.
Ante la información sensacionalista, el lector debe tener primero estómago -es una guerra donde a los actores vale también justificar sus atrocidades- pero también criterio para poder discernir lo que es información y aquello que es propaganda.
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Fuente: https://www.losangelespress.org/con-voz-propia/los-40-bebes-decapitados-una-fake-news-que-no-soporta-el-analisis-20231011-6708.html
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