Cumbre del G 20: por una nueva gobernanza mundial.
por Sergio Pintado/Sputnik.
Brasil ve la cumbre del G20 en Río de Janeiro como una oportunidad histórica para defender el ascenso del Sur Global y la necesidad de reformar a las Naciones Unidas y especialmente su Consejo de Seguridad. En diálogo con Sputnik, el analista Daniel Prieto destacó el potencial que Brasil y África tienen a partir de sus recursos energéticos.
La reunión de cancilleres del G20 en la ciudad de Rio de Janeiro es vista por Brasil como la oportunidad perfecta para poner énfasis en un concepto que desvela a su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva: la necesidad de fortalecer el Sur Global.
El tema es destacado en el sitio web oficial del evento, que inaugura la presidencia pro témpore de Brasil del bloque de potencias y es preparativo de la cumbre de presidentes fijada para noviembre. «En un escenario global moldeado por cambios geopolíticos, la presidencia brasileña en el G20 representa la ascensión de los países del Sur Global en el escenario mundial», consigna el documento.
El mandatario brasileño viene de abogar por el sur del planeta en su reciente participación en la Cumbre de la Unión Africana en Etiopía, donde llamó a mejorar las relaciones con el continente africano y aseveró: «Antes éramos conocidos en todo el mundo como países pobres, del tercer mundo, subdesarrollados, en vías de desarrollo. Ahora somos la economía del Sur Global. Queremos brindarnos la oportunidad de que el Sur Global, que posee parte de lo que el mundo necesita hoy, pueda ocupar su lugar en la economía, política y cultura mundiales».
En diálogo con Sputnik, el politólogo colombiano radicado en Brasil Daniel Prieto explicó que el concepto de Sur Global vino a reemplazar la antigua denominación de países de «tercer mundo», surgida durante el siglo XX. Y, si bien no se trata de un concepto nuevo, «ha ido evolucionando en términos geopolíticos y se ha instalado en el seno de las dinámicas de las relaciones internacionales».
«Lo que el concepto de Sur Global plantea en términos concretos es la reformulación de todas las instituciones de gobernanza global, comenzando con las Naciones Unidas y todos los mecanismos asociados a esa organización», señaló el analista.
En ese sentido, Prieto explicó que el formato de gobernanza global heredado de la Segunda Guerra Mundial, con las Naciones Unidas como institución principal pero también con plataformas como el mismo G20 o la propia Organización de Estados Americanos (OEA), se ha centrado casi exclusivamente en «relaciones bilaterales con el Norte Global», básicamente EEUU y lo que terminaría convirtiéndose en la Unión Europea.
El plan de Lula apunta, por el contrario, a «transitar hacia un sistema de relaciones internacionales multilateral y un sistema multipolar«, de forma de combatir las desigualdades entre ese norte y ese sur que, remarcó Prieto, han derivado históricamente en «injusticias ambientales, sociales, climáticas, sanitarias, etcétera» y han favorecido la pobreza y la desigualdad económica en los países del sur.
Para Prieto, uno de los avances clave que la cumbre del G20 en Rio puede aportar durante el año 2024 es la reestructuración del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. De hecho, el tema estuvo en centro de la intervención del canciller brasileño, Mauro Vieira, que abrió la reunión de ministros en Rio. «Las instituciones multilaterales no están debidamente equipadas para lidiar con los desafíos actuales, como demuestra la inaceptable parálisis del Consejo de Seguridad» en conflictos como Ucrania y Gaza.
En una rueda de prensa anterior a la cumbre, Vieira había enfatizado que Brasil «siempre ha estado muy abierto a la reforma» de Naciones Unidas, tanto de su Asamblea General como del Consejo de Seguridad. «La ONU tiene que ser más representativa y estar más al día con las necesidades contemporáneas», apuntó en una rueda de prensa recogida por la Agencia Brasil.
Prieto adelantó que «uno de los puntos más tensionantes» del debate sobre la reforma del Consejo de Seguridad tiene que ver con el derecho a veto que mantienen los miembros permanentes del Consejo y la posible reformulación a ese derecho que puede traer aparejada la ampliación en la cantidad de miembros. Para el analista, ese aspecto «es justamente lo que ha limitado la implementación de mecanismos para la construcción de la paz».
El otro gran aspecto de la cumbre del G20 en Brasil tiene que ver con la transición hacia energías renovables y el cuidado del medioambiente, dos puntos en los que los países del Sur Global mantienen un importante potencial, afirmó el experto. Según Prieto, la transición energética fue uno de los puntos clave de la reunión que el G20 celebró en 2023 en India, donde se definió la creación de una Alianza Global de Biocombustibles.
«Hay que resaltar el potencial de los recursos energéticos de los países que conforman el Sur Global y Lula ha defendido la necesidad de encontrar formas de aprovechar estos recursos energéticos que pueden emanar de biomas como la Amazonía o los grandes bosques del Congo», destacó.
En efecto, la importancia de África en este punto es una de las explicaciones de los guiños del presidente brasileño hacia la Unión Africana, una plataforma integrada por 55 países africanos que desde 2023 es miembro permanente del G20.
Prieto enfatizó que detrás de la necesidad de una nueva gobernanza global está la importancia de una «gobernanza ambiental» que proporcione un nuevo esquema «para hacer una gestión compartida de los recursos energéticos«.
Para el politólogo, si el G20 no logra dar el debate sobre la reformulación de la gobernanza, «va a tener un camino muy difícil para cumplir sus objetivos», tanto en el combate al hambre y la pobreza en el mundo como el desarrollo sostenible tanto de forma social, como económica y ambiental.
Fuente: https://sputniknews.lat/20240221/el-sur-global-la-bandera-de-lula-para-reformar-la-onu-y-toda-la-gobernanza-mundial-1148426470.html
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