Lula, el genocidio de Israel y el racismo de los medios brasileños.
Gabriel Rocha Gaspar (Globetrotter)/ CTXT.es
“La tradición diplomática brasileña se basa en la resolución de problemas. El ‘incidente’ con Israel va en la dirección opuesta y afecta no sólo a la imagen de nuestro país, sino también al curso de los temas que realmente importan a la población en un año electoral”. Con estas palabras, el presentador del talk show más conocido de Brasil, Roda Viva, cerró la edición del 19 de febrero, que tuvo como invitado al ministro de Relaciones Institucionales Alexandre Padilha. Fue un cierre excepcionalmente “editorializado”. Normalmente los presentadores de Roda Viva se limitan a decir “adiós” cuando se acaba el tiempo del programa.
El “incidente” al que se refiere el periodista es el discurso de Luiz Inácio Lula da Silva durante la Cumbre de la Unión Africana en la capital etíope Addis Abeba, donde el presidente brasileño comparó el actual genocidio en Gaza con el exterminio masivo de judíos por Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Y, por supuesto, incluye el posterior intento de Israel de humillar a la diplomacia brasileña declarando a Lula persona non grata e invitando al embajador Frederico Meyer al Memorial oficial del Holocausto para reprenderlo públicamente.
Detrás de la reacción hegemónica, hay una confianza fetichista en una normalidad imaginaria que debe alcanzarse y mantenerse utilizando una única herramienta: la moderación. Es lo que Tariq Ali llamaría el extremo centro, una postura política pseudo-responsable basada en la idea thatcheriana de que no hay alternativa al neoliberalismo, el curso “natural” de la “evolución humana”. Es una inversión brutal del consejo de Lenin, de que debemos ser flexibles en cuanto a la táctica e inflexibles en cuanto a los principios.
La declaración de Lula se basaba en principios: antirracista, anticolonialista, humanista. Lo que Israel está haciendo a Gaza es sin duda comparable a los niveles más bajos que ha alcanzado la humanidad, incluido el Holocausto. Es el exterminio masivo de toda una población cuya abrumadora mayoría está compuesta por mujeres y niños, específicamente porque ha sido sometida a asesinatos sistemáticos durante setenta años. El genocidio debe detenerse ahora, y el primer ministro de Israel no lo hará, no sólo porque siempre ha estado ideológicamente comprometido con él, sino también porque su supervivencia depende de la aniquilación del pueblo palestino. Está demasiado comprometido judicial, económica y políticamente como para cambiar de rumbo de repente.
Si el Gobierno israelí se sale con la suya y consigue llevar a cabo la Solución Final sionista, triunfará efectivamente donde Hitler fracasó. Lebensraum, espacio vital para el desarrollo de la “raza aria”, era lo que Hitler buscaba con la desaparición total de lo que él llamaba judeo-bolchevismo del este de Europa. Lebensraum es lo que el Estado de Israel intenta establecer con la limpieza étnica de la Franja de Gaza. La comparación de Lula es conceptualmente exacta.
Como diría el fallecido teórico de la Negritud, “valdría la pena estudiar clínicamente, en detalle, los pasos dados por Hitler y el hitlerismo y revelar al muy distinguido, muy humanista, muy cristiano burgués del siglo XX que, sin ser consciente de ello, tiene un Hitler dentro de él, que Hitler le habita, que Hitler es su demonio, que si despotrica contra él, está siendo incoherente y que, en el fondo, lo que no puede perdonar a Hitler no es el crimen en sí, el crimen contra el hombre, no es la humillación del hombre como tal, es el crimen contra el hombre blanco, la humillación del hombre blanco, y el hecho de que aplicara a Europa procedimientos colonialistas que hasta entonces habían estado reservados exclusivamente a los árabes de Argelia, a los coolies de la India y a los negros de África”.
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Este artículo fue producido para Globetrotter. Gabriel Rocha Gaspar es un activista y periodista marxista brasileño, con un máster en Literatura por la Universidad Sorbonne Nouvelle – Paris 3. Durante cinco años fue reportero en la radio pública francesa RFI, al tiempo que trabajaba como corresponsal de asuntos exteriores para varios medios de comunicación brasileños. Actualmente es periodista independiente.
Fuente: https://ctxt.es/es/20240301/Firmas/45839/brasil-lula-da-silva-medios-gaza-israel-addis-abeba.htm
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