Francisco Mondaca, de placillano modelo a acusado de ser uno de los autores del incendio que mató a 137 personas en Valparaíso
por Camila Ossandón/The Clinic
Francisco Mondaca pasó de poner la música en la semana placillana, actuar como payaso fuera de un supermercado y desempeñarse como bombero a ser uno de los dos hombres más odiados de Placilla de Peñuelas. Aquí, vecinos reconstruyen su historia y las horas previas a su detención. «Recuerdo que me dijo que encontraba terrible todo lo que estaba pasando, que era fome, que estaba cansado de trabajar”, comenta una vecina.
Francisco Mondaca nació el 3 de agosto del 2001, en cuna de oro, según cuenta una vecina del sector de Placilla donde vivió toda la vida, hasta el 24 de mayo. Ese viernes lo detuvieron en su casa, que donde también es su propio negocio de abarrotes, frutas y verduras llamado La Vega del Francy. “No tenía una cara alegre como todas las mañanas”, recuerda la vecina sobre ese día.
“Fui al negocio a comprar pan y él me atendió. Preocupado, miraba mucho hacia afuera, hacia la entrada. Un rato después se entró y salió otra niña a atender. Después llegó la policía y se lo llevaron”, agrega.
Horas más tarde de la detención, la madre de Francisco, Alejandra Paola Mella, conocida como Paola entre los vecinos, escribió una escueta defensa a su hijo en el grupo de Whatsapp de apoderados del liceo José Miguel Carrera, donde Mondaca estudió en la básica: “No saben a quien echarle la culpa”, redactó a las 8:46 P.M. antes de abandonar el grupo. Horas después, su hijo confesó ser uno de los causantes de iniciar el fuego que se inició el 2 de febrero y que mató a 137 personas, en el segundo incendio más letal del mundo durante el siglo XXI.
Ese día 2 de febrero un vecino de Placilla, quien pidió reserva de su identidad, cuenta haber visto salir a Mondaca de la calle Arturo Prat en un Suzuki Spresso blanco que solía manejar.
El auto perteneció a un “tío fallecido”, según confesó Mondaca en la audiencia realizada en el Juzgado de Garantía de Valparaíso. Efectivamente, Carlos Rocco Silva, dueño del auto, murió en junio del 2023 en el Hospital Gustavo Fricke.
“Desde entonces, el cabro usaba ese auto para hacer Uber”, cuenta el vecino. En la mañana del 2 de febrero, cuenta que “la jefa de la Corporación Informativa de Emergencias 24/7 —Paula Molina—, lo llamó para que los llevaran a un incendio. Él le dijo que no, porque lo necesitaban para ayudar en la 13va Compañía de Bomberos. Fue justo en ese momento, en el que andaba tirando los fuegos”, dice.
Melosilla, ubicado a pocos kilómetros de Placilla de Peñuelas, se incendiaba a eso de las siete de la mañana. El humo partió dentro el Fundo Las Tablas, al lado del Lago Peñuelas. Ahí, Francisco Mondaca habría lanzado un par de cigarros con fósforos atados, los mismos que la PDI encontró en el allanamiento a su pieza. Otro vecino de Mondaca cuenta haber estado manejando de vuelta de Casa Blanca esa tarde, por la ruta 718.
“Vi a los de Conaf acostados bajo los árboles mientras el incendio recién había partido. Estaban esperando que se agrandara. Yo lo vi, yo pasé con mis hijos por ahí. Lo vi todo. Ahí estaban sentados y miraban como el fuego iba avanzando”, cuenta.
Mondaca, según su testimonio, habría planeado todo con Franco Pinto, exbrigadista y chofer para Conaf. A él lo conoció cuando postuló para trabajar en la Charlie Torre, una torre de 18 metros de altura que funciona como lugar de observación y control de Conaf, ubicada en el límite de los fundos Las Cenizas con La Hacienda.
“Quería trabajar en esa torre. No lo quisieron contratar, aunque dijo que necesitaba la pega y todo. Ahí conoció a Franco. Desde esa torre, podían ver bien toda la zona de lo que podían hacer y lo que no podían hacer”, comenta el mismo vecino que lo vio salir en el auto blanco.
La vida bomberil del provocador del fuego
La gente de la Población Cardenal Samoré de Placilla salía corriendo con palas y herramientas a hacer los cortafuegos para proteger sus viviendas. Eran las nueve de la noche y Jorge López, vecino de Placilla y candidato a concejal por Valparaíso, vio a Mondaca apoyado contra la pared del Almacén Lauquen, pero no con una manguera en la mano. “Solo estaba parado, gordito como es él. Después lo vi caminar junto a dos otros bomberos que eran muy conocidos en la zona”.
La 13va Compañía de Bomberos de Placilla lo había recibido hace un año y medio en el cuartel. “Él siempre salía a pasear a los cerros. Conocía todo. Siempre exploraba, por eso le llamó la atención eso de los bomberos, le llamaba la atención todas estas cosas participativas. Estaba en todo, sabía todo de todos también”, cuenta la vecina de la calle Arturo Prat. Francisco Mondaca solía participar en la Semana Placillana instalando parlantes y poniendo música. Sabía hacerlo, porque estudió Electricidad en la Escuela Industrial de Valparaíso.
Antes de eso, no le faltó trabajo. Su papá, Jorge Mondaca, es dueño de Vulcanización Casa Blanca, que primero estuvo ubicada en la pasarela donde antiguamente estaba la ruta 68. Después, se cambiaron al sector La Pólvora. Ahí, desde joven, ayudaba a su papá y a su hermano con el negocio. Francisco Mondaca era el menor. Lo antecedía Claudio, de 32 años, que en 2010 perdió una oreja, según vecinos, por un impacto de bala.
En esa época, Francisco actuaba en el número de los payasos en un circo que se instalaba frente al Unimarc de Placilla. “Lo vestían de guagua, con chupete, pañales y todo. Tenía 14 años y andaba siempre metido en todo, ¡hasta en el circo!”, recuerda la vecina de calle Prat. Lo recuerdan como un niño que creció siendo “carismático, ayudador, tranquilo, sano. Sabía meterse en todo, entraba rápido a los grupos”, continúa.
Cuando cumplió 20 años Francisco Mondaca inauguró su propio negocio. “La Vega del Francy” de la calle Arturo Prat, el que fue inscrito a su nombre. Desde 2021 vendía frutas, verduras y montones de dulces a granel. Cada mañana se le veía caminar a atender su negocio, incluso, abrió dos días después de que iniciara el incendio. “Recuerdo que me dijo que encontraba terrible todo lo que estaba pasando, que era fome, que estaba cansado de trabajar”, recuerda la vecina.
El almacén cerró después del 24 de mayo. Jorge Mondaca y Paola Mella comenzaron a rematar todos los productos del mercado y también de la vulcanización.
El motivo del cierre de los negocios se debió a que empezaron a amenazar de muerte en Facebook. Hoy, mientras la prensa se amontona afuera de la casa, la tía de Mondaca volvió a abrir por unas horas para deshacerse de la comida que queda. “Me da pena, porque quizás él fue la cola de esto. La cosa se está agrandando mucho”, dice el vecino que lo vio salir en el Suzuki blanco.
El robo a la Conaf de Rodelillo, que ocurrió el fin de semana después de que Mondaca y Franco Pinto fueran detenidos, marcó un antes y un después para los vecinos de la calle Arturo Prat. “La gente cree que el pez grande está en la Conaf”, dice uno de ellos. En el robo desaparecieron dispositivos que, según aseguran desde la declaración oficial, no contenían información relevante para la investigación.
Descubre más desde Correo de los Trabajadores
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment