Chile jóvenes: El perverso efecto del transformismo de Boric, Vallejo, Cariola et al.

Radiografía política de los jóvenes entre 18 y 25 años: un 58% se declara de centro o apolíticos y reconocen falta de “una nueva bandera de lucha”

por José López/The Clinic.

Su más frecuente actividad de manifestación política es «dar like a funas relacionadas con temas sociales o políticos», superando el «manifestarse en la calle o pertenecer a organizaciones», según una encuesta UDP. Son una generación de pensamiento liberal, individualista, y con poca participación en partidos (a pesar de que el Partido Social Cristiano toma terreno entre ellos). «Falta una capacidad de poder aunar todas las consignas en un horizonte común», reflexiona Catalina Lufin, expresidenta de la Fech. Cadem adelanta una nueva encuesta a The Clinic, que arroja que un 68% de los jóvenes afirma que “el dinero hace la felicidad”.

La convocatoria de la última “Asamblea pluriestamental” de la Universidad de Chile fue excepcionalmente alta. O eso es lo que afirman sus dirigentes. Cerca de 500 personas llegaron al auditorio del campus Juan Gómez Millas, más otras 100 personas se hicieron presentes conectadas por Zoom.

El entusiasmo era palpable. Los garabatos ocasionales y el lenguaje inclusivo se empleaban sin tapujos por los representantes de las distintas carreras. El público ovacionaba cuando los expositores celebraban la convocatoria, y pifiaban cuando surgía el nombre de algún decano hostil a las manifestaciones.

–¡Que bonito ver que ha vuelto la política universitaria! –comentaba uno de los representantes de Pedagogía–.

El problema es que no se ha creado comunidad, ¡hay que seguir apañando! Sin embargo, el optimismo de los dirigentes contrasta con la ya conocida crisis de participación en la Fech. En su última elección realizada el 22 de mayo, solo participaron 3.321 estudiantes de la Universidad de Chile. Es decir, apenas un 9% del quórum (la participación mínima es del 30%). Por lo que el Tricel debió declarar inválida la votación y, en su lugar, el Consejo de Representantes de Centros de Estudiantes (CRECE) asumió como mesa interina, sucediendo el rol de Catalina Lufin, representante de la Juventudes Comunistas (JJ.CC).

La caída del Partido Comunista en la casa de Bello parece solo ser un síntoma de los problemas que ha tenido la política partidista en los espacios de participación juvenil. En específico, los jóvenes entre 18 a 25 años, que actualmente ocupan las aulas universitarias, manifiestan una alta desconfianza en los partidos políticos (79%), según el sondeo Involucramiento Social y Participación Juvenil Comunitaria (2023).

“Es todo un tema lo de la participación juvenil. A mí me preocupa ver que hay poca iniciativa. Poca fuerza juvenil, que en otros tiempos no pasaba tanto. Existe cierta comodidad. No lo digo como algo malo, sino más bien como un síntoma de los tiempos”, comenta Catalina Luffin (23), la última presidenta de esta federación.

Según las últimas encuestas, esta generación se caracterizaría por ser más individualista. Y a pesar de que muestran alto interés en problemáticas sociales, no se refleja en su participación dentro de ONGs o militancia activa. Un ejemplo de esto es que, según la “Encuesta sobre participación, jóvenes y consumo de medios de la UDP 2023, el mayor acto político al que recurren es el de darle likes a funas relacionadas con temas sociales (25%). Mientras que manifestarse en la vía pública queda en cuarto lugar, con un 13%.

Solo 37 de 65 federaciones en el país tienen mesas conformadas

Catalina Lufin (23) aprovecha de dirigirse a la sede de la Fech, ubicada en el callejón Periodista José Carrasco Tapia, para retirar las últimas cosas que dejó en su oficina mientras ejercía como presidenta de esta federación, hasta hace un par de semanas atrás. Originalmente, la entrevista iba a ser en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, pero el recinto amaneció tomado de forma sorpresiva. Toma que duró menos de seis horas, pues los estudiantes decidieron bajarla en la misma tarde de ese miércoles 12 de junio.

Sede de la Fech. Foto: The Clinic.

 

Los pasillos, decorados con varios murales de Allende y el Che Guevara, están en completo silencio. Ella está sentada frente a una pizarra en donde aún se alcanza a ver parte del cronograma de esta federación que ya lleva varios años en crisis.

“Las condiciones del último tiempo han ido cambiando. Y por eso mismo es que también cambian los movimientos sociales”, explica la expresidenta de la Fech. Reconoce, además, que los dirigentes del pasado movimiento estudiantil venían de un contexto socioeconómico distinto. Por lo que el “ánimo de sobrepasar las barreras económicas”, a su parecer, sería un distintivo de la nueva generación de estudiantes.

Lufin añade que actualmente existen muchas causas más “gremiales o internas” que siguen convocando a los estudiantes. Tales como la salud mental, la alimentación y la educación no sexista. Destaca, además, la herencia que dejó el movimiento feminista de 2018. Aunque reconoce “falta una capacidad de poder aunar todas esas consignas en un horizonte común”.

Camelia Díaz, coordinadora interna del CRECE-Fech, estuvo presente en la última asamblea federativa. A pesar de los números felices que tuvo la instancia, Díaz reconoce que la Fech está atravesando “tanto una crisis de representatividad como de participación”. Entre las causas de este problema, destaca la desconfianza de los estudiantes hacia los partidos políticos que han ocupado de forma “incorrecta” la presidencia de la Fech.

“Esto no quiere decir que todos los partidos políticos actúen así, sino que se ve una historia en la que el propio partido busca un trampolín político y eso genera más desconfianza. Entonces tenemos el compromiso de, ojalá, quitar esa visión en el periodo que estemos como mesa interina”, explica Camelia Díaz.

Catalina Lufin, expresidenta Fech. Foto: AgenciaUno.

Esta crisis no es algo único de la Universidad de Chile. De hecho, actualmente solo 37 de las 65 federaciones, a lo largo del país, tienen mesas conformadas17 de sus presidentes son independientes (aunque dos de ellos con listas apoyadas por Convergencia Social, Juventudes Comunistas y Socialistas), y 18 de ellos pertenecen a partidos.

  • 6 presidentes de las Juventudes Comunistas (JJ.CC)
  • 5 presidentes de Juventud Socialista (JS)
  • 4 presidentes de Convergencia Social (CS)
  • 2 presidentes de Renovación Nacional (RN)
  • 1 presidente de la UDI

La gratuidad fue la principal bandera de lucha del movimiento estudiantil de 2011, que tuvo de protagonistas a las personas que actualmente encabezan el Gobierno, como la ministra Camila Vallejo y el presidente Gabriel Boric. Según datos de la Encuesta Nacional de Juventudes (2022)el 50% de los jóvenes entre 18 a 25 años estudia con este beneficio. 

El director del INJUV, Pablo Duhalde, señala que esta es la principal razón por la que esta generación “tiene la mayor cantidad de estudiantes universitarios“.

En tanto, el presidente de la Juventud Socialista, Allan Álvarez (30), comenta: “Yo me acuerdo que en los años 90 un gran paradigma era el no estoy ni ahí del Chino Ríos. Siempre se hablaba de que no había participación juvenil porque no se incluían en los registros electorales. Y esto se pronunció en 2006 con la revolución pingüina, se agudizó en el 2011 y finalmente hubo un punto en que parecía que eran los jóvenes quienes estaban conduciendo el país”.

Respecto a esto, el líder socialista identifica que existe un problema de “falta de bandera” en el nuevo movimiento estudiantil, una vez que ya se resolvió la demanda de la gratuidad. La carencia de una causa universal parece eclipsar a estas federaciones compuestas por jóvenes centennials, a diferencia de la anterior generación millennial, que pudo impulsar una política pública.

“Al estudiante que tiene problemas de educación, de infraestructura, de hacinamiento, creo que no le va a hacer tanto sentido que su federación esté preocupada, por ejemplo, de discutir la libertad del comandante Ramiro o de plegarse a convocatorias de la CUT. Esa situación intermedia que dice sufrir la federación, no la sufre el estudiante”, añade Álvarez. Al respecto, Camelia Díaz opina que un desafío principal para el CRECE es “reavivar el ámbito estudiantil sin caer en la romantización de lo que fue hace doce o trece años atrás. La solución es reencantar al estudiantado con la lucha de la educación pública digna”.

Liberales y entusiastas, pero poco participativos

“Más allá de los datos, todos nacemos en un contexto, que moldea de un modo u otro la forma en que percibimos el mundo”, de esta forma empieza la presentación de la reciente encuesta “Claves de los primeros Smartphone Sapiens” (2024) de Cadem, que fue adelantada a The Clinic por Andrés Costas, director del área cualitativa de la empresa.

Según el investigador, a esta generación le tocó nacer en un mundo que se volvió mucho más pequeño: “Pueden acceder a información más rápido, ver cosas que están pasando en todas partes del mundo de forma más fácil, y las fronteras empiezan a desdibujarse. Este estar en el mundo, parece para muchos de ellos, un estar sin grandes límites”.

Entre las características que definen a este rango etario, la encuesta apunta a que están marcados por un individualismo que nace de la predominante cultura de la “superación personal”.

  • 77% afirma que “mi felicidad no depende de los otros. Uno debe aprender a ser feliz consigo mismo”.
  • 68% afirma que “el dinero hace la felicidad”.
  • 69% afirma que “hay que estar abierto a todo tipo de experiencias, sin ponerse límites”.
    [Claves de los Primeros Smartphone Sapiens Cadem 2024]

La encuesta, además, señala que las principales preocupaciones de este rango etario tienen que ver más con su individualidad que con temas sociales. Lo que les genera más ansiedad es tener trabajo (32%). Mientras que la “injusticia y la desigualdad social” ocupa el cuarto lugar, con un 12%.

“Una característica de los jóvenes de hoy es el no querer encasillarse”, explica Andrés Costas. Esta constante no se escaparía este rango etario, según la última encuesta de la UDP:

Un 28% declara ser más cercano ideológicamente a la izquierda, un 19% más cercanos a la derecha, y el 58% restante son de centro o apolíticos. Además, un 40% no está nada interesado en política, mientras que sólo un 10% está bastante o muy interesado

Asimismo, la actual agenda país de los jóvenes está marcada en gran medida por la delincuencia. Ante el enunciado “El principal problema que afecta a los chilenos es…”, la mayoría de los encuestados entre 18 a 25 años respondió “Violencia” (40%), seguido con una amplia diferencia por “Economía en general” (7%).

Foto: AgenciaUno.

Lo anterior es dicotómico, piensa el director nacional del INJUV, Pablo Duhalde, quien afirma que si existe interés entre los jóvenes a debatir y dar su opinión sobre política: “6 de cada 10 jóvenes dicen conversar de temas políticos con otros. Y es el grupo entre 20 y 24 años quienes reportan que lo hacen con más frecuencia”.

Los estudios apuntan a que existe interés en participar dentro de distintas causas sociales. Especialmente en protección a los animales y de defensa a los trabajadores. Pero esto no se refleja demasiado en acciones prácticas. Según la encuesta que Cadem realizó este año, un 67% nunca ha participado de algún movimiento social, ONG o voluntariado.

“Las redes sociales están generando un espacio que las juventudes ocupan para hablar de temas políticos. Se generan interacciones importantes, pero a la vez se lucha contra la conocida desinformación”, añade el director del INJUV.

Todas las encuestas señalan que son una generación de ideas más liberales que conservadoras, especialmente entre mujeres. En concreto, la encuesta de la UDP (2023) señala que un 19% de los jóvenes se consideran más conservadores, contra un 53% que se consideran más liberales. Esto se refleja en sus opiniones respecto a los roles de género y políticas como el aborto o la eutanasia, donde existe una aceptación mayoritaria.

 
  • Que las parejas homosexuales tengan derecho a adoptar hijos/as”: 73% hombres a favor / 90% mujeres a favor.
  • “Que menores de edad, pero con autorización de sus padres puedan cambiar su identidad de género”: 44% hombres a favor / 66% mujeres a favor.
  • “Que una persona mayor de edad pueda cambiar su identidad de género por una sola vez”: 51% hombres a favor / 54% mujeres a favor.
  • “Legalización de la eutanasia”: 76% hombres a favor / 85% mujeres a favor.
    [Claves de los primeros smartphone sapiens CADEM 2024]

“Están tomando con mayor distancia ser parte de un partido tradicional. La politización está volcándose en agrupaciones, en activismo, en sociedad civil”, concluye el director del INJUV.

El desafío de los partidos políticos para atraer a los jóvenes

Allan Álvarez habla desde la oficina de las Juventudes, en la sede del Partido Socialista en París 837. A sus espaldas se despliega un mural en donde destaca el rostro en blanco y negro de Carlos Lorca. Figura de gran relevancia histórica, al ser el primer secretario federal de la JS y de la Fech en 1968, ejerciendo el rol de formar lazos entre el partido y los jóvenes estudiantes. Legado que se vuelve cada vez más complejo, con el creciente desprestigio de los partidos.

“Para nosotros el mundo universitario es extremadamente relevante, porque buena parte de nuestra militancia trabaja en estos espacios. Finalmente, les permite planificar el trabajo que van a realizar, sumar más personas a las filas de la JS y, también, disputar espacios de poder”, explica el presidente de la Juventud Socialista, Allan Álvarez.

Según el sondeo Involucramiento Social y Participación Juvenil Comunitaria (2023), la desconfianza hacia los partidos políticos es latente entre jóvenes de 18 a 25 años, alcanzando un 79%. Por otra parte, solo un 4% de las personas en este rango participa en partidos políticos, la mayoría siendo de los segmentos económicos C3 y ABC1. 

Ante este problema de desprestigio, el investigador de Cadem, Andrés Costas, explica que los desafíos que tienen los partidos “no son muy distintos a los que tienen las empresas”. A su parecer, las colectividades deberían aprovechar la fuerza de “superación sin límites” que tiene esta nueva generación. Al mismo tiempo, brindándoles espacios de libertad y autonomía, sin encasillarlos, para hacer notar sus propias voces.

Catalina Lufin, militante de las Juventudes Comunistas, afirma que persiste el interés de militar entre los jóvenes. “Creo que es muy importante que no solamente los partidos escuchen a los jóvenes, sino que los reconozcan y hagan política con ellos como iguales”, añade la expresidenta de la Fech.

Por su parte, José Miguel Gallo, presidente de Estudiantes Liberales, reflexiona: “En general, creo que el mundo universitario está sobrerepresentado en la política de los partidos. Y parte de los desafíos que tenemos de parte de todas las juventudes de partidos políticos, es revertir esta situación”. 

Sin embargo, la representación juvenil de partidos de izquierda, de la cual ambos líderes forman parte, podría estar siendo amenazada por la derecha dura. De hecho, según datos del Servel, el partido que actualmente tiene mayor proporción de adherentes jóvenes, es el Partido Social Cristiano, perteneciente a la misma coalición del Partido Republicano, con un 59,2% (10.602 adherentes entre 18 a 25 años en total). Superando con creces al Partido Socialista (2,98%) y Comunista (1,42%). 

  1. Partido Social Cristiano: 10.602 de 17.908 (59,2 %) 
  2. Partido liberal: 2.095 de 9.867 (21,23%)
  3. Frente Regionalista Verde: 1.605 de 15.165 (10,58%)
  4. Convergencia Social: 2.642 de 36.781 (7,18%)
  5. Republicano: 1.275 de 22.225 (5,74%)
    [Servel

“Hemos acogido jóvenes que se sienten invisibilizados por pensar distinto. Y no por estar en contra del feminismo o de temas por el estilo. Sino por no pensar igual a estos grupos que vienen a imponer como una sola verdad”, explica Antaris Varela, la secretaria nacional del Partido Social Cristiano.

Cristóbal García, presidente de la Juventud Republicana, empezó a militar en el partido tomando en cuenta la “batalla cultural para recuperar espacios que hoy día la izquierda tiene muy tomados”. Entre esos espacios, menciona la política universitaria. Terreno que conoce bien, al ser vicepresidente del Movimiento Gremial en la Universidad Católica.

El dirigente asegura que la izquierda ha capturado espacios de representación estudiantil, excluyendo a las personas que “no piensan de la misma forma”. “Y esa generación víctima de discursos es una generación que se siente muy representada por el Partido Republicano”, comenta.

“Son alumnos que, por ejemplo, vienen de barrios absolutamente destruidos durante la violencia del 2019. Alumnos que se les impidió realizar la PSU hace un par de años atrás. Que pierden clases constantemente por las tomas y los paros. Y que no pueden opinar libremente en su espacio estudiantil, porque si lo hacen son cancelados”, añade.

El candidato republicano, José Antonio Kast, tampoco se ha quedado atrás al acaparar la atención de esta nueva generación de votantes. Según la última encuesta CEP, un 39% de este rango etario lo evalúa de forma positiva, mientras que un 20% lo evalúa de forma negativa.

Respecto a este aumento de la influencia de la extrema derecha, Allan Álvarez opina que se debe a “un vaciamiento en el mundo de la derecha tradicional de jóvenes que creen en la política. Así como también le sucedió al mundo de los partidos de la izquierda tradicional. Creo que efectivamente para el mundo joven de derecha hay una conducta más identitaria que les puede ser más atractiva a través de estos partidos”.

Fuente: https://www.theclinic.cl/2024/08/06/radiografia-politica-de-los-jovenes-entre-18-y-25-anos-un-58-se-declara-de-centro-o-apoliticos-y-reconocen-falta-de-una-nueva-bandera-de-lucha/


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