A 5 años de la revuelta: seguir construyendo organización popular.

Manifiesto de la Asamblea Territorial Juan Antonio Ríos

A 5 años de la Revuelta, queremos relevar el espíritu de octubre, esa atmosfera que respirábamos en las calles, rescatar ese sentimiento de pueblo que resurgío para el 18 de octubre, esa afectividad popular que nos hacía reconocernos en la calle, dialogar, cuidarnos, luchar y apañarnos. Desde una conciencia de que viviamos la misma explotacion, habitabamos la rabia hacia este sistema, estallando en un descontento hacia la clase política, las precariedades de la vida, la justicia para ricos y la falta de los cambios necesarios.

Reconociéndonos como pobladores. En un momento de politización social fuerte, en donde la discusión y el aprendizaje cotidiano, nos hacía visibilizar las problemáticas de las pensiones, la educación, la salud, el medio ambiente y la desidia de la clase empresarial. Encontrándonos en una identidad común y evidenciándose la necesidad de organizarnos, de tomarnos las calles y de buscar un mejor vivir, surgiendo miles de asambleas territoriales y cabildos que buscaban gestar un camino propio para el pueblo, una apertura política alejada de la institucionalidad y de la democracia representativa burguesa.

QUERIAMOS UN CAMBIO Y DE FORMA URGENTE.

Ese es el espíritu y ejercicio politico que debemos rescatar y mantener en la memoria.

Lamentablemente la clase dominante fue muy hábil y como pueblo no supimos reaccionar del todo, montaron una estrategia que les resulto muy bien, partiendo por el nefasto acuerdo por la paz encabezado por Boric, la UDI, RN y la concertación. Salvando a Piñera y a ellos mismos como clase política, para al mismo tiempo encausar el descontento popular hacia la institucionalidad. Montando la convención constitucional, llevando la problemática social a sus reglas del juego, desarticulando y cooptando al movimiento social, ganando opinión favorable muy rápidamente a través de su poder en los medios de comunicación y las noticias falsas, entre otras cosas. Lo cual terminó en un fracaso profundo para quienes se fueron por ese camino, llenándose de desesperanza, guardándose en sus casas, y volviendo a sus normalidades.

Vino la pandemia, aumento la inseguridad y los discursos populistas que apuntaban a la seguridad para aprobar leyes represivas y criminalizar la lucha social, reforzar a la misma policía que nos gaseaba y disparaba a los ojos por exigir lo justo. Generando miedo y fracturando aquello que se había generado con la revuelta, separándonos entre nosotres y profundizando las violencias en las poblaciones y apuntalando hacia un Estado policíaco como forma de conjurar la protesta social.

Junto con esto, vemos como se ha fortalecido el narcotráfico, para esto se necesitan de policías, fiscales, jueces, políticos y empresarios. Así se sostienen y crecen, sino es imposible, necesitan de lazos y redes de corrupción dentro del poder. Y eso no esta ocurriendo solo en Chile, sino en Argentina, Perú, Paraguay, Medio Oriente, África, etc, y tiene relación con una estrategia de Estados Unidos ya implementada en Colombia con éxito.

Todo aquello genera control de la población. Genera miedo, fragmentación, y nos lleva a utilizar menos los espacios público, aumenta la violencia entre pares y nos hacen creer que necesitamos de más policías. Los medios de comunicación inundan de noticias con robos y violencia, en proporciones mayores a lo que realmente sucede, volviéndose la única demanda y problema social que tenemos, desapareciendo las otras demandas, como las: pensiones, la educación, la salud, la corrupción, los salarios miserables, el medio ambiente, la juventud y la infancia abandonada y todo se centra en eso.

Fortaleciendo los discursos políticos fascistas, las posiciones de derecha, que si no tuvieran inseguridad no tendrían demandas con las que atraer votantes, por lo que la necesitan. Al mismo tiempo que con eso refuerzan a las policías y la represión de la protesta y de organizaciones o movimientos sociales que quieran mantener ese espíritu y dar vuelta la cosa. Y cómo eso da voto, y también son parte de esa misma clase dominante, los sectores progresistas también se vuelcan a esos discursos, siguen esa línea y además los pintan de rosa, manteniendo calma a la gente con la promesa de que en algún momento los ayudaran con sus otros problemas. Y volvimos a antes, nos hacen salir cada algunos año a votar, ahora de forma obligatoria, porque así es su democracia burguesa.

Y Cómo guinda de la torta, instalan a un gobierno progresista, joven, que se muestra innovador y con discursos bonitos, pero que en realidad administra poder y no pretende cambiarlo. No es casualidad que sea el gobierno que más leyes represivas ha dictado, con muertes y desalojos, que pego el salvataje de las isapres, firmo el tpp-11, tiene a ENEL con alza de precios y ganando millones con cortes de luz, que tiene en el segundo piso de la moneda a Crispi, quien también se asesora con Hermosilla, que “dijo que piñera era un democrata y le rindió honores”, que mantuvo a Yañez pocesado por violaciones a los DDHH y fortaleció a esa organización criminal corrupta, que no hizo nada por presxs y mutilados, y en política internacional ha sido servil a Estados Unidos. Mantieniendo así a la clase político-empresarial tranquila y contenta.

Sin embargo, si bien hubo una ganancia desde los sectores dominantes, no es lo único, porque hubieron experiencias que resistieron, gente que siguió enlazada y trabajando desde ese espíritu de octubre, con memoria, y sin dejarse engatusar por la coaptación de los partidos del orden y toda su maquinaría.

Territorios como este, ¿podríamos decir que estamos igual que hace 5 años?, no lo creemos, porque aquí mucho si ha cambiado, y es importante rescatar eso, relevarlo y entender el porque.

Aquí, nos mantuvimos en la construcción política y la organización territorial, primero se resistió a los embates de la coaptación institucional y el control de la pandemia y luego a la normalidad aplastante que se ha impuesto desde un gobierno progresista que iba a «salvarnos del fascismo» y que ha sido profundamente represivo y fascista.

Hemos estado pujando por el cambio social y cultural desde lo comunitario, buscando apoyarnos e intentando solucionar nuestras necesidades inmediatas, desde el juntarnos y mantenernos firmes en nuestras convicciones y necesidades de cambiar esta realidad y mejorar nuestro vivir.

Manteniéndonos en reflexión y acción constante, pensando la realidad, entendiendo la nuestra, y buscando líneas de acción para ir creciendo desde un cambio profundo, que no se hace de un día a otro a través de un proceso institucional en sus reglas del juego, sino desde una construcción popular desde abajo, levantando una alternativa como clase, y abordando las problemáticas que internamente nos aflijen y atraviesan como la explotación laboral, el genero, el adultocentrismo y la nacionalidad, entre otros. Aprendiendo en el camino.

Así fue como desde un envión popular desde la revuelta, que nos hemos mantenido como territorio en el abastecimiento y la economía reproductiva, el deporte y la recreación, manteniendo la memoria viva, abordando las problemáticas de salud, haciendo educación, entregando alimentación y apoyando a la juventud abandonada, buscando dar solución al trabajo e incentivando la colaboración entre colegas y la sindicalización. Y vinculándonos y apoyándonos con diversos territorios y organizaciones populares. Hacemos una invitación a generar organización, a movilizarse, sea sumándose al trabajo ya hecho, utilizando el espacio ganado que esta disponible para quien lo desee usar, o creando las propias. Al mismo tiempo que hacemos un llamado a la necesidad de construir en unidad y desde la diferencia, enlazándonos en lo que nos pueda juntar. Y también preguntándonos y reflexionando en torno a las problemáticas, necesidades y carencias presentes en estos procesos, para poder ir dando otros pasos y creciendo, en pos de mejorar nuestras condiciones de vida y coadyuvar en la emancipacion de nuestro pueblo.

Ese es el espíritu de octubre, la subversión y la valentía de enfrentar decididamente al poder y querer dar vuelta la tortilla, siendo importante recuperar y mantener viva la memoria de esa atmosfera de construcción, lucha y politización que vivimos cotidianamente en esos meses. De reconocernos como pueblo, con todas las violencias y diferencias que nos cruzan, y de luchar contra la opresión que vivimos, desde el amor, la solidaridad, la combatividad y el apoyo mutuo, buscando construir alternativas que nos permitan vivir en un mundo más digno y justo.

Asamblea Territorial Juan Antonio Ríos

Santiago Norte, 10 de octubre de 2024

Fuente: Recibdio por CT 15-10-2024.


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