Encontrarse en el Común zapatista.
por desinformemonos.org.
La primera parte de los festejos por el 31 aniversario del inicio del levantamiento zapatista se cerró en el Cideci-Unitierra de San Cristóbal de Las Casas, alrededor de las 14 horas de este 30 de diciembre. Durante tres días, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) demostró, una vez más, su fuerza organizativa, no sólo al recibir a casi mil personas de México y del mundo y a igual número de bases de apoyo en el Encuentro Internacional de Resistencia y Rebeldía, sino también al permitir que quienes no pudieron llegar hasta aquí escucharan las distintas mesas de discusión vía streaming en vivo.
Para tener una idea real de lo que se dijo, es ciertamente más interesante ir a Enlace Zapatista y ver y escuchar los videos de los Tercios Compas que leer mis líneas. Sin embargo, si el torbellino del tiempo no te da la oportunidad de hacerlo ahora, tal vez lo que voy a escribir te ayude a hacer el esfuerzo de escuchar directamente.
Digámoslo así: hasta aquí, para quienes conocen, siguen y miran lo que ha movido al EZLN desde el 1 de enero de 1994, nada nuevo. La organización es la fuerza de una historia que durante 31 años ha resistido contra todo y contra todos, es la marcha extra que ha permitido que en la desesperación de la pobreza y el abandono se decidan a tomar las armas para reclamar el derecho a vivir, es lo que ha convertido a lo que se vio como una locura, que es una guerrilla indígena revolucionaria, en un cambio en la historia de México y del mundo.
No hay persona que no pueda admitir que el 1 de enero de 1994 fue un golpe de locura mágica y que desde ese día la palabra indígena ha cambiado de color en todo el mundo. Han pasado muchas cosas en 31 años, pero incluso aquí no hay detractor que no pueda decir que el EZLN se ha quedado estancado, inmóvil, fosilizado en sus posiciones, la imperfección se ha elevado a valor, el error a práctica, la corrección a método. El miedo a equivocarse se transformó en la oportunidad de entender lo que estaba mal, tomarse el tiempo de analizarlo y volver a empezar con una nueva propuesta. Y así llegamos al hoy, buscando qué hacer al día siguiente, con el análisis político mezclándose con la práctica, la práctica tratando de convertirse en concepto, pero no universal y universalista sino local y particular.
Las zapatistas y los zapatistas no quieren enseñar sino contar, no quieren mostrar un camino sino compartir cómo se preparan para el «día después». Y para ello han estudiado y viajado. Tal vez, hoy, con un poco más de certeza, podamos decir que la «gira europea» de 2021 fue un momento de estudio y observación del mundo, un espacio y un momento para ver cómo en una parte del mundo que se ha solidarizado con las mujeres y los hombres del maíz, el capitalismo subsume vidas, hegemoniza sistemas sociales, etcétera. El Común es una propuesta de paz, una propuesta colaborativa, una idea que no sólo cuestiona una de las bases del capitalismo, la propiedad privada, sino que también propone a las poblaciones indígenas y campesinas agredidas por la lógica fraccionalista, controladora y especulativa de los distintos gobiernos, incluido y especialmente el actual, retroceder el reloj de la historia a los tiempos en que los campos y espacios de las comunidades eran espacios y campos colectivos, donde la colaboración se anteponía al interés propio y al privilegio.
Programas como Sembrando Vida, que para el EZLN es mejor llamarlo Sembrando Muerte, alimentan la división y el enfrentamiento dentro de las comunidades, corrompen la historia campesina y utilizan conceptos urbanos, como el de dotación de economías, para alterar las relaciones socioeconómicas del territorio. El Común y la reorganización de la autonomía zapatista se insertan, al parecer, porque al hablar de zapatismo siempre debe prevalecer la duda, sobre todo si quien intenta entender es hombre, blanco, italiano, en una reflexión más amplia que pasa también por las relaciones con realidades no zapatistas, con compañeros y compañeras de camino, de sufrimiento, de violencia, pero también y sobre todo compañeros y compañeras de lucha.
El Capitán Marcos al final de su discurso que cerró el tercer día de reuniones dijo: «El año que entra, en junio, es el 20 aniversario de la sexta declaración, que sale de eso, sale de que cada quien diga su historia, esto soy, esto quiero, esto no quiero. Ahora queremos, podemos contar con millones de gente en todo el mundo que digan ‘no queremos este mundo’. Y entonces es donde cada quien propone. El básico, el común que hemos encontrado nosotros en eso que proponen es que no sea lo mismo. Que no sea lo mismo porque esto nos llevó y esto lo mismo tiene una base material que es la propiedad privada. Bueno, no voy a abundar en los horrores del sistema porque ya nos deprimieron bastante los componentes que invitamos otra vez, aunque no saben hablar castilla. La desesperación previa al 94 fue la encrucijada entre muerte y muerte, es decir, elegir la forma de morir. La declaración por la vida es frente a la encrucijada de la historia, repetirlo ya hecho o arriesgar otra cosa. Es eso, nos vamos a arriesgar o no a hacer otra cosa».
La historia y el presente del zapatismo, de la cosmogonía indígena, vuelven a tocarse, y así de manera pública y abierta los compañeros de la organización llamada EZLN han entrado en una nueva etapa en la historia de esta revolución, una etapa hecha de nuevas colaboraciones, apertura, diálogo, y que rompe lógicas, que hoy se dirían colonialistas, y así dice el Capitán: «somos muy diferentes, podemos aspirar a hegemonizar y a reclutarnos entre nosotros, es inútil, no vale la pena y no queremos ese mundo, no queremos un mundo homogéneo». Una fase que ha pasado por los duros cuestionamientos de los últimos años de la vida política y social, de enfrentar los errores y observar y escuchar a las comunidades en resistencia, y con ellas también las transformaciones del capitalismo y del país y cómo la 4T es en realidad, como se ha contado con lujo de detalles, una reorganización capitalista del país.
Al cuestionarse como «centro» de una organización mundial los zapatistas y zapatistas se proponen, una vez más, como puente, para que las diferencias y divisiones del pasado, en Chiapas, en México, en el mundo, se disuelvan en una suerte de recomposición alejada de las lógicas hegemónicas que demasiadas veces han infestado los movimientos, que parta desde abajo, desde el sufrimiento y las necesidades, que encuadre al enemigo, el capitalismo, y agite las inteligencias de quienes, no sólo soñando, trabajan para construir el mundo que queremos.
Cierro de nuevo con las palabras del Capitán, las palabras que me hicieron entender lo que entendí y escribí: «Y yo sé que lo que están haciendo vale oro, pero falta que lo vean otros, que lo escuchen otros de ustedes y les pregunten a ustedes a las dudas que tengan. Así como se llevaron un año en tratar de entender qué es el común y hasta que vinieron los compas a explicarles esto es lo que pensamos que es el común. Cuando los compas hablan del común no dicen hay que hacer esto, ellos están diciendo nosotros estamos haciendo esto, ¿tú qué? A lo justo se les va a ocurrir otra cosa, son ciudadanos, son del charco o de Sudamérica o de África, donde sea cada quien y sabe y conoce su territorio y lo reconoce como un espacio de lucha porque si no no estuvieran aquí, si reconocieran su espacio como un espacio de dolor, muerte, destrucción solamente no estarían aquí ni estarían viendo la transmisión, estarían en el Tren Maya o en Cancún, o no sé dónde pues, pero que no haga frío, ¿verdad? Entonces si están aquí es porque su espacio no es sólo de dolor sino también es de rabia digna, o sea de rebeldía y de resistencia, o sea que les va a tocar. Yo les aviso para que se preparen y les pido que preparemos eso, preparemos el otro lado en las exposiciones de hoy. Sí está toda esta mierda pero está esta otra cosa y yo estoy seguro que la gente de fuera, o sea que no está incluida en este nosotros que decimos que los incluye a ustedes, a lo mejor no va a seguir ninguna de sus propuestas, pero a lo mejor se le va a ocurrir otra que no está contemplada en todas nuestras luchas porque la nuestra es fundamentalmente de pueblos originarios y tenemos cierta autoridad moral para invitarlos para que nos escuchen pero no los estamos reclutando Dios nos libre, por eso están detrás de eso. No, les estamos reconociendo un lugar, lo que yo les invito es que reconozcan ustedes mismos su lugar, lo tienen, les ha acostado, cualquiera que sea, si es en el arte, si es en la organización de género, si es en el trabajo productivo, colectivo, todo eso».
31 de diciembre, 2024.
Fuente: https://desinformemonos.org/encontrarse-en-el-comun-zapatista/
Registro Audiovisual: Mesas de los Encuentros de Resistencia y Rebeldía.
por pozol.espora.org.
Fuente: https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2024/12/27/transmision-en-vivo-de-las-mesas-de-la-primera-sesion-de-los-encuentros-de-resistencia-y-rebeldia/
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