Chile sociolisto: Osvaldo Andrade y su asesoría al sindicato que apoya a Minera Dominga.

Sociolisto Osvaldo Andrade, militante del PS, ex Ministro del Trabajo, actual abogado del Sindicato de faeneros (Fadechi) controlado por la patronal dueña de Minera Dominga.

“Andes Iron y el sindicato tienen un acuerdo para la provisión de puestos de trabajo cuando el proyecto se pueda realizar”

por Gabriela Pizarro/The Clinic.

En conversación con The Clinic, Osvaldo Andrade profundiza sobre su rol como abogado en representación del Sindicato de Faeneros de Chile (Fadechi), una organización gremial que ha defendido abiertamente la aprobación del proyecto minero-portuario Dominga. El abogado y también dirigente político aclara que el sindicato tiene un acuerdo con Andes Iron, compañía dueña de Dominga, que les asegura puestos de trabajo si es que el proyecto se concreta. Niega haber recibido pagos por parte de la empresa y asegura que el sindicato no es financiado por Andes Iron, cosa que le han asegurado “una infinidad de veces”. También reconoce que trabajó junto a Pablo Zalaquett en la organización de reuniones reservadas entre empresarios y ministros del gobierno que no fueron anotadas en el registro de lobby.

Fue ministro del Trabajo y Previsión Social, diputado, presidente de la Cámara y presidente del Partido Socialista. Hoy, Osvaldo Andrade (71) ejerce como abogado privado y representa al Sindicato de Faeneros de Chile (Fadechi) que ha hecho noticia por su férreo apoyo a Minera Dominga, el polémico megaproyecto de la empresa Andes Iron.

El 9 de enero recién pasado, cuando la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara sesionó en Coquimbo para discutir el tema, un grupo ataviado con indumentaria y banderas de Fadechi se enfrentó a golpes con los encargados de seguridad y con los detractores del proyecto. La sesión finalizó abruptamente entre gritos de lado y lado, e incluso un diputado socialista acusó a los sindicalistas de ser pagados por la empresa, haciendo gestos con la mano. Solo 24 horas habían pasado tras el rechazo del Comité de Ministros al proyecto minero-portuario Dominga.

A la par, desde su posición como asesor del sindicato Fadechi, Osvaldo Andrade (PS) ha figurado en diversos medios de comunicación defendiendo la construcción de la mina, que acumula opositores en el mundo ecologista y en el gobierno.

Andrade niega haber recibido pagos por parte de la empresa y aclara que la defensa de los sindicalistas al proyecto se explica por un acuerdo pactado entre la empresa y esa entidad gremial: hay puestos de trabajo reservados para el sindicato si el proyecto se concreta.

Respecto al diálogo con Andes Iron, Andrade se limita a decir que ha realizado “todas las gestiones necesarias para defender los intereses de mi sindicato” y que no entregará más detalles debido a la confidencialidad que le corresponde como abogado de la organización gremial. Conocedores del mundo sindical minero ven con desconfianza el rol de Fadechi y su cercanía con la empresa Andes Iron, que hace 11 años intenta concretar el proyecto. En ese rubro, dicen, lo normal es que los sindicatos se formen en la clandestinidad, pues los dirigentes son perseguidos, despedidos e incluso pasan a formar parte de listas negras elaboradas por las empresas.

— Bueno, lo primero que quiero decirle es que yo soy un abogado que ejerce su profesión y en consecuencia tengo un deber de confidencialidad respecto a las personas que represento. Lo que le puedo decir al respecto es que en el Tribunal Ambiental, que es donde ejercí mi condición de abogado en el alegato, representé al Sindicato Nacional de Faeneros de Chile, que son mis clientes para estos efectos.

 — ¿Desde cuándo son sus clientes? 

— Desde hace harto tiempo, desde cuando empezó mi participación en este asunto.

— ¿Pero cuándo exactamente? Porque esto lleva harto tiempo. 

— No recuerdo la fecha, para ser sincero.

— ¿Pero el año pasado, o hace más? 

— Le vuelvo a decir, no recuerdo la fecha. Por supuesto que el año pasado, si estamos iniciando el 2025.

— Fue dentro del año pasado entonces. 

— De todas maneras, el año pasado, le vuelvo a decir, porque estamos en el 2025. La fecha exacta no la recuerdo, para serle sincero.

— Se lo pregunto porque la federación existe como tal desde 2018.

— No es federación, es un sindicato. Y existe hace bastante tiempo.

— ¿Y cómo llegó ahí? ¿Ellos lo buscaron? 

— Usted comprenderá que para el mundo del sindicalismo no soy un desconocido. Así que así empezó esta relación.

— ¿Ellos lo buscaron a usted? 

— Establecimos un vínculo así, sí, yo conozco a sus dirigentes.

— ¿A Robinson? (Robinson Romero, presidente de Fadechi desde 2022)

— Le vuelvo a decir, conozco a sus dirigentes. Es que discúlpeme, le vuelvo a decir, yo soy abogado. Yo me dedico al ejercicio de la profesión y tengo un deber con mis clientes. Yo no tengo facultades ni condiciones para entregar mayor información que no sea esa, salvo que la entreguen ellos. Pero yo no tengo esa pertinencia ni me corresponde, faltaría a un deber. Lo que voy a reiterar es que en este asunto represento al sindicato y así lo he hecho en el tribunal y en el Estado. Y lo sigo haciendo, porque estamos haciendo presentaciones permanentemente.

— ¿Este vínculo tiene relación con el negocio de charlas que tenía Pablo Zalaquett?

— No, para nada. Zalaquett no tiene nada que ver con todo esto.

La pregunta hace referencia a lo publicado por Ciper a inicios de 2024, en un reportaje que mostró cómo el exalcalde de Santiago, Pablo Zalaquett (UDI), organizaba comidas en su domicilio con empresarios y dirigentes políticos para luego conseguir contratos por asesorías a los directivos de empresas que asistían. Allí Andrade tuvo un rol en la organización de esos encuentros. Trabajó en eso junto a Zalaquett y la expresidenta del PPD, Natalia Piergentili.

Minera Dominga

— ¿Y esas asesorías que usted hacía con Zalaquett en qué consistían entonces? 

— Básicamente yo colaboraba en hacer charlas que se organizaban para el mundo gremial en que ellos pedían que hubieran dos visiones. Las visiones de alguien de la izquierda y alguien de la derecha. En ese sentido yo participaba en esas charlas.

— Claro, ahí también estaba Natalia Piergentili, ¿no? 

— Entiendo que sí, pero yo no estuve con Natalia en alguna ocasión.

— ¿No asesoró usted con ella a Rosario Navarro de la Sofofa? 

— No, no, no. Jamás. No he tenido jamás una asesoría a la Sofofa ni a ningún gremio de esa naturaleza.

— Y en esas charlas que realizaban…

— Pero le vuelvo a decir, usted me quería hablar de Fadechi y ahora me salió con otro tema. Yo quiero responderle de buena manera, pero le ruego que no abuse tampoco. Le vuelvo a decir que usted me invitó a una entrevista o a una conversación respecto al tema Dominga y el sindicato Fadechi.

— Justamente para allá iba, porque en esas charlas… 

— Pero le vuelvo a decir que con respecto a las personas que usted me menciona, no tengo ningún tipo de relación profesional.

— Perfecto. La pregunta de las asesorías es porque a esas charlas iban personas importantes de la industria, que lideraban ciertos rubros. La minería por supuesto que es un rubro importante. 

— No, no estuve nunca en una charla con gente de la minería. Nunca.

— ¿Andes Iron (propietaria del proyecto Dominga) tiene algún rol en la representación que usted hace del sindicato? 

— Que yo sepa, Andes Iron y el sindicato tienen un acuerdo de hace muchos años, de antes que yo llegara. Tienen un acuerdo para la provisión de puestos de trabajo cuando el proyecto Dominga se pueda realizar. Por esa razón es que los trabajadores tienen una razonable expectativa de que una vez que el proyecto se apruebe ellos puedan acceder a los puestos de trabajo que el proyecto contemple. Ese acuerdo de entendimiento es un acuerdo que tienen firmado hace varios años atrás, como dos o tres. Tampoco le puedo indicar la fecha, pero es anterior a que yo llegase a asesorar al sindicato.

— ¿No alcanzó a participar usted de esa negociación? 

— No, para nada.

— ¿Y Andes Iron se ha comunicado con usted? ¿Tiene algún rol en esa representación que usted hace? 

— Yo represento a los trabajadores, le vuelvo a decir. Yo represento a los trabajadores y en el ámbito de la representación de los trabajadores hago todo lo que me parezca adecuado para una mejor representación de estos intereses. Ahora, con quién converse o no converse es un tema que es parte de mi ejercicio privado.

— Se lo pregunto porque este sindicato ha entregado material con el logo de la empresa y tiene una actividad bastante abierta en pro de la compañía. Entonces, por eso quería saber cuál había sido su rol en eso.

— Yo no he visto papeles con el logo de la empresa del sindicato. Lo que he visto siempre son papeles con el logo del sindicato. Ahora, que exista un común interés del sindicato con la compañía para el proyecto, a mí no me cabe ninguna duda, si ya le vuelvo a decir, ellos tienen un acuerdo de entendimiento que es anterior a mi participación en esto.

— ¿Y usted sabe de cuándo data eso?

— Ya le digo que es anterior a mi participación en esto, así que malamente podría darle fecha. Realmente no lo sé. Pero entiendo que es parte de los antecedentes que están acompañados en el juicio ante el Tribunal Ambiental, así que ahí está ese documento.

Durante la sesión de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara en Coquimbo, que fue finalizada abruptamente por los incidentes con Fadechi, la organización sindical representada por Andrade entregó una carpeta con sus posturas. The Clinic conversó con fuentes que tuvieron este documento a la vista, quienes aseguraron que en la carpeta se incluían fotos con el lema “Sí a Dominga”, además del logo de la minera y de otras grandes compañías del rubro, como Collahuasi, Minera Los Pelambres y Minera Escondida. “Ese no es el mundo sindical de verdad. Armaron un escándalo en la comisión y eso impidió que el resto de la comunidad, que estaba en contra del proyecto, pudiera exponer su punto de vista”, afirmó uno de los testigos a este medio.

Carpeta entregada por Fadechi a la comisión.

— ¿Entonces usted no descarta tener conversaciones con la empresa, con Andes Iron, en este rol? 

— No, no, a ver, no ponga en mi boca lo que usted quiere poner en su crónica. Le vuelvo a decir, yo represento a un Sindicato Nacional de Trabajadores Faeneros que son 38.000 socios. En esa tarea realizo todas las gestiones que haya que hacer para defender los intereses de mi sindicato. En consecuencia, no voy a explicitar con quién hablo, con quién no hablo, porque es de absoluta impertinencia que yo detalle aquello.

— Se lo estoy preguntando directamente y usted no lo niega. 

— Yo se lo estoy contestando, ni lo afirmo ni lo niego, porque no corresponde que lo afirme ni lo niegue, porque de esa manera estaría faltando a un deber respecto a mis clientes que son los socios del sindicato. Y no voy a incumplir ese deber. Yo tengo normas como abogado y las cumplo. Mi deber es defender sus intereses. Las gestiones que haga en defensa de los intereses del sindicato están en el ámbito del deber de confidencialidad que tengo con el sindicato. No hago nada indebido ni que esté fuera de la ley. Esa certeza mi sindicato la tiene y por eso tengo un vínculo de confianza con ellos. Ese vínculo de confianza con ellos, y le reitero y le ruego que sea explícita en eso, me obliga a tener confidencialidad respecto de los temas que hago y converso con mi sindicato.

— ¿Ellos no lo buscaron porque usted es un dirigente político?

— Eso tendría que preguntárselo a ellos. Yo no estoy en condiciones de ponerme en la cabeza de ellos para decir por qué me ubicaron. Probablemente me ubicaron por mi condición de abogado, porque siempre me he dedicado a los temas laborales. Y claro, en esa función he desarrollado algunos cargos públicos, evidentemente, es de  su conocimiento. Si eso para ellos es importante, es algo que tendrían que decirle ellos.

— Usted ha sido ministro, ha sido presidente del Partido Socialista, entonces su rol como dirigente político existe, no es parte del pasado.

— No, no, no, para nada. Pero usted me hace una pregunta que tiene que ver con lo que pensaron otros. Pero, por favor, seamos precisos en eso. Está hablando con una persona con alguna experiencia. Usted me pregunta si ellos tuvieron eso en consideración. Yo no le puedo decir aquello, porque es algo que le tendrían que responder ellos. Ahora, yo no tengo ninguna duda que probablemente en ellos estuvo presente esta trayectoria, pero si fue efectivo para la decisión que ellos tomaron, no lo sé. Cuando yo estuve con ellos en el congreso que realizaron en la octava región y hablamos de este tema y me presentaron como su abogado, nada de esto se dijo. Pero era obvio que todo el mundo me ubicaba.

— ¿Cuándo fue eso? 

— El año pasado. Mire, no quiero eludir, ni quiero que me malinterprete, pero soy remalo para las fechas.

— Se lo pregunto ahora a usted directamente como dirigente político. ¿No cree que debería haber una cuota de transparencia en este rol que usted está teniendo? 

— ¿Por qué? Si yo estoy operando como abogado.

— Pero usted no es un simple abogado. 

— Bueno, pero yo no me puedo deshacer de mi historia. O sea, yo no le podría decir a usted que desde hoy día dejo de ser esto para ser esto otro.

— Pero en la práctica es un doble rol. Cuando los diarios publican su defensa al proyecto, titulan con el expresidente del Partido Socialista. 

— Ese doble rol me lo está asignando usted. Yo lo que le puedo decir al respecto es que yo represento a un sindicato en mi condición de abogado, y estoy contratado por el sindicato como abogado. En ninguna parte ahí dice ‘como expresidente de esto’ o ‘expresidente de la Cámara de Diputados’. Efectivamente en mi vida he desarrollado importantes roles, de los que me enorgullezco, pero hoy día soy un privado. Hace rato que estoy en el ámbito privado, hace rato que no soy dirigente del Partido Socialista, no pertenezco a ninguna dirección del Partido Socialista, no cumplo ningún rol directivo en el Partido Socialista. No he dejado de ser socialista y nunca voy a dejar de serlo, pero eso no me va a inhibir a que pueda desarrollar mi profesión.

— Es algo bastante explícito cuando usted está en la prensa hablando de este proyecto, de lo que le interesa al sindicato, también habla de política y se le presenta como un dirigente.

— Pero, por supuesto, si los temas de esta naturaleza, en que hay conflicto de intereses entre el mundo social, la industria minera y la industria de las ONG, evidentemente que hay temas políticos entremedio. ¿O usted cree que esta crítica que se le hace al Comité de Ministros es por su rol técnico? Es evidente que hay un tema político entremedio. Entonces, ¿dónde está la falta de transparencia? Si yo no oculto mi historia, yo a nadie le digo que no soy el que fui. Yo ahí sí entiendo que estaría intentando engañar a la gente. Al contrario, yo opino desde mi trayectoria y desde mi conocimiento técnico. Y algún conocimiento técnico tengo.

— A lo que me refiero es poder transparentar cuál es el rol de la empresa ahí, porque ahí sí hay un interés económico de poder concretar el proyecto. 

— Bueno, y también está el interés de las ONG que también tienen un financiamiento de los proyectos. Si aquí no hay buenos y malos, aquí hay dos industrias. Hay una industria del medio ambiente que es una industria que tiene recursos, que tiene respaldo, etc. Y hay una industria de la minería que también tiene, y tienen legítimos intereses los dos.

— Pero sabemos cómo funciona el rubro de la minería, los sindicatos son perseguidos, hay listas negras y acá hay un sindicato que aparece con el logo de la minera…

— ¿Sabe por qué? ¿Cuál es la diferencia? Que para su información este es un sindicato interempresa. Entonces este es un sindicato que tiene obras para distintas empresas. Trabaja en empresas que están asociadas con Codelco, con Collahuasi, con BHP, etc. Porque los trabajadores faeneros, para su información, van y son contratados en distintas obras. Por eso son faeneros.

— ¿Usted sabe si Andes Iron ha financiado al sindicato?

— Tengo la información específica de parte de todo el sindicato que de ningún modo.

— ¿Y cómo se financian ellos? Porque hacen regalos a los integrantes, tienen presencia en todos lados, tienen un montón de merchandising, están entregando informes con…

— Usted está cometiendo una cierta impertinencia, porque este es un ámbito del mundo privado, pero yo le puedo sí señalar que los sindicatos se financian con los aportes que hacen sus socios. Y este sindicato tiene 38 mil socios.

— De ahí vendrían los recursos entonces.

— Es la información que yo tengo y me consta porque me han reiterado esto una infinidad de veces. Es parte de su autonomía sindical, cuestión que yo celebro y respaldo.

— ¿Fue también una inquietud que usted les planteó entonces?

— No, no, no. Ellos me lo plantearon sin que yo se los preguntara. Yo en eso soy muy respetuoso de la autonomía. ¿Le puedo hacer una consulta?

— Dígame.

— ¿Cuál es el núcleo del problema? ¿Dónde está la inquietud? ¿Que habría un financiamiento de la empresa al sindicato?

— Estamos tratando de entender el rol de este sindicato y la defensa férrea que han hecho a favor del proyecto y por supuesto que la figura de usted nos llamaba la atención por el rol que ha tenido como dirigente político. 

— A propósito de la pregunta que yo le he hecho, permítame decirle algo. Aquí, la legitimación de la tarea del sindicato tiene que ver con un instrumento formal que ellos tienen de condiciones laborales para cuando este proyecto se desarrolle. Esto se llama un acuerdo de entendimiento. Entonces están fijadas las condiciones laborales de las futuras licitaciones que ellos hagan. Cuestión que es repoco usual, pero que en la minería existe. Y en segundo lugar le quiero decir también que estoy muy orgulloso de la representación que tengo. Porque siento que el mundo faenero es un mundo que a veces se olvida en estos conflictos del medio ambiente y con las empresas. Pareciera ser que los trabajadores no es una consideración que exista. Y si he sido tan enfático en mis intervenciones públicas, usted lo podrá ver en cada una de las intervenciones que he tenido, sin perjuicio que también me preguntan de pensiones, también me preguntan de Manuel Monsalve y me preguntan un montón de otras cosas. He sido insistente en decir que aquí debieran ponerse de acuerdo la autoridad medioambiental y el gobierno con la compañía para fijar aquellas cosas que se entienda que podrían estar pendientes. Pero que eso no justifica que los trabajadores tengan que seguir esperando por 12.000 empleos. Y créame que a mí me parece que eso es reimportante. Siempre en esto hay una búsqueda de por dónde está la trampa. En esto no hay trampa.

— Independiente de su relación con el sindicato, Osvaldo, ¿A usted lo ha financiado directamente Andes Iron por la defensa del proyecto?

— No. Pero además le quiero decir lo siguiente. Yo soy abogado de forma privada y tengo obligación de ser, de un deber de confidencialidad respecto a mis clientes. En consecuencia, la pregunta suya es súper impertinente.

Fuente: https://www.theclinic.cl/2025/01/17/osvaldo-andrade-y-su-asesoria-al-sindicato-que-apoya-a-dominga-andes-iron-y-el-sindicato-tienen-un-acuerdo-para-la-provision-de-puestos-de-trabajo-cuando-el-proyecto-se-pueda-realizar/

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