Donald Trump: ¡los mercados colapsarán después de las elecciones!

por Wim Dierckxsens.

La cumbre del G20 que tuvo lugar en setiembre de 2016 en China dejó muy claro que el sistema monetario se moverá en una u otra dirección. Hay dos campos en disputa: Occidente y Oriente. China y Rusia tienen una agenda: caminar hacia un mundo multipolar. EE.UU., contando con Gran Bretaña, hará lo posible para mantener su hegemonía. Con ello EE.UU. podría aferrarse durante más tiempo de lo previsto al statu quo del dólar, mientras Gran Bretaña en cambio, después de BREXIT, está acercándose más a China. ¿Hasta dónde es posible mantenerse a este statu quo y qué posibilidades tiene la opción de los BRICS de crear un mundo multipolar?

En el G20 se tomó la decisión de aumentar la utilización de los Derechos Especiales de Giro (DEG) a nivel global en detrimento del dólar (y en beneficio del yuan) sobre inversiones en infraestructura, con fines de invertir el dinero o crédito del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) en la economía real. Para este proyecto se han apuntado un centenar de países incluyendo a los europeos y los ausentes más notorios son EEUU y Japón. El colosal proyecto económico chino de crear ‘Un cinturón, un camino’ también conocido como las ‘nuevas rutas de la seda’, se está viendo amenazado por el caos de Oriente Medio.

China nunca tuvo una fuerte presencia económica en Siria, ahora busca aumentarla para sus ambiciosas ‘nuevas rutas de seda´. El conflicto sirio constituye una seria amenaza para este proyecto de infraestructuras y comercial que busca unir China con Oriente Medio, Europa, África y Asia. China está consciente de esto y se está involucrando con Rusia en la lucha contra el terrorismo en Siria que, como ha quedado en evidencia con los ataques aéreos en el “alto al fuego” de fines de setiembre, fueron coordinados y apoyados por EE.UU. y sus aliados.

Pekín entiende además que después de haber acabado con la violencia interétnica en la región autónoma Uigur de Sinkiang en julio de 2009 se ha creado un corredor para los uigures que quieren abandonar la región. Huyen a Turquía, que históricamente simpatiza con ellos, a Siria y a Afganistán, donde están involucrados en las guerras locales y en cualquier momento podrán revolcarse de nuevo sobre el territorio chino. La estrategia antiterrorista china puede ser explicada con la creciente participación de los uigures de China en las actividades violentas en Siria o Afganistán además de otros países y la amenaza que suponen el día de mañana en China. Es por este motivo que China ha decidido implicarse en la lucha contra el terrorismo en Siria.

Pekín observa la guerra civil en Siria como el intento estadounidense de socavar la influencia de Irán en el Oriente Medio “bajo el pretexto de derrocar el régimen de Bashar Al Assad”. Rusia ha sido firme en su compromiso de eliminar la amenaza ‘terrorista’ apoyando al régimen en Damasco y Pekín ha quedado impresionado con la manera en que las decisivas acciones de Rusia han tenido un efecto que no se pudo alcanzar en los campos de batallas en años anteriores. Por ello, ahora Pekín está convencido de aliarse con Rusia y apoyar al Assad (Vea, Dos razones que explican por qué China decidió involucrarse en Siria, https://actualidad.rt.com, 21 de setiembre de 2016).

Con este proyecto de los DEG´s, avalado por Christine Lagarde directora gerente del Fondo Monetario Internacional, avanza la agenda de los BRICS hacia un mundo multipolar con una reagrupación de uniones monetarias en el mundo. Esta posible transformación de la gobernanza global permitiría a Europa en principio liberarse del yugo de EEUU y del dólar sin tener que enfrentarse directamente, o sea, sin provocar grandes olas a nivel global. Permitiría, al menos como posibilidad, gestionar una transformación pacífica hacia un mundo multipolar tal y como lo percibe promover -sobre todo- China. Lo anterior bajo el supuesto que las élites financieras de EEUU lo dejen pasar o busquen más bien la vía política y militar. Cuando vemos la agresividad creciente entre EEUU y Rusia no se vislumbra como una tarea fácil (Vea GEAB informe 107 septiembre de 2016).

Conforme el año 2016 avanza, el mundo parece estar cada vez más fuera de control. Hay una creciente inseguridad y descontento en el mundo con los actuales gobiernos y no solo en Occidente. Las próximas elecciones en los EEUU pueden desembocar en una completa rebeldía o hasta puede haber una insurrección. No digamos tampoco que las elecciones en Europa prometen ser tranquilas. Podríamos estar en una fase prerrevolucionaria y sin embargo a la vez nos sentimos ante la amenaza de una nueva guerra mundial. Estamos viviendo tiempos como durante la Primera Guerra Mundial y el surgimiento del comunismo, pero a la vez los tiempos parecidos a la Gran Depresión de los años treinta con el ascenso del fascismo. Se siente que algo muy fuerte podrá suceder pero no está claro para la ciudadanía lo que va ser.

Lo que sucede es que los mercados globales están cada vez más fuera de control. ¿Por qué la Reserva Federal consideró públicamente subir la tasa de interés hacia fines de setiembre de 2016? ¿Será que la Reserva Federal ha encontrado en el ascenso de Trump que muestran los sondeos para la elección presidencial en EEUU el motivo para el colapso en la bolsa de valores? Bloomberg ha afirmado que la eventual pérdida de Hillary Clinton en las elecciones debido a su enfermedad es como una mina terrestre para los mercados de por sí ya frágiles. ¿Es que lo anterior lo están montando los medios controlados por la élite financiera globalista? El colapso económico que se nos avecina se podría atribuir entonces al triunfo de movimientos conservadores y debido a la enfermedad de la Clinton (Brandon Smith, The Unthinkable: “Postponed Election Would Trigger Massive Chaos”, www.silverdoctors.com, 20 de setiembre de 2016).

Otro escenario podría ser que las elecciones se pospongan debido a la enfermedad de Clinton. Aunque esta alternativa no sirve en la misma medida a los intereses de la élite financiera. Si Obama suspende las elecciones, el caos público sería probablemente enorme. Un estado policiaco ya está listo para mantener el orden, aplicando la ley marcial con puño de hierro. Caos y represión se repetirán y la inestabilidad política aumentaría sin cesar creando momentos prerrevolucionarios. (Vea, Mac Slavo, Chaos Has Never Been Closer: “Obama May Suspend Election” If She Is Too Sick, www.silverdoctors.com, 16 de setiembre de 2016).

Otro factor a tomar en cuenta es el hecho que el Congreso en EEUU ha aprobado una ley que establece que las familias de las víctimas del 11 de setiembre de 2001 podrán reclamar indemnizaciones al gobierno de Arabia Saudita, debido a ser considerado co-responsable en el ataque a las Torres Gemelas. Aun cuando el presidente Obama vetara esta ley, la votación casi segura de más de dos tercios en el Senado anularía tal veto. Sería la receta (escusa) perfecta para que Arabia Saudita dejara de comercializar el petróleo en dólares y con ello se sellaría el fin del petrodólar. En realidad sería la última gota gruesa para sellar el fin del dólar como moneda internacional de reserva ya que el petróleo se comercializa cada vez menos en dólares. Sin embargo, así como la Reserva Federal está en condiciones de aumentar la tasa de interés cuando la élite financiera considere que sea el momento más conveniente a sus intereses, así también podrá el Senado de EEUU calcular el momento de decidir con su voto sobre la suerte del petrodólar.

Es un hecho que los gobiernos se están preparando para catástrofes como éstas. Lo anterior no solo ha quedado claro en EEUU sino tal vez aún más de manifiesto todavía en la Unión Europea. El gobierno alemán alertó al público de un suceso no bien definido de gran impacto, al recomendarle tener reservas de comida y agua para al menos unos diez días. Alemania también se está preparando con la idea de tener tropas en las calles para proteger a la población contra ISIS. La realidad es que estas medidas suelen ser anunciadas para protegerse contra un segmento específico de la población, para luego aplicarlo para contra otro grupo radical por cualquier motivo. El término de ´radicales´ es sumamente elástico y puede ser utilizado con gran arbitrariedad. De este modo se desemboca antes de darse cuenta en un Estado Totalitario. Aquí las advertencias poéticas de Bertholt Brecht son más claras que cualquier análisis político. ¿Por qué tanta preocupación en Europa y por qué en Alemania?

Se anuncia desde Wall Street que la próxima crisis financiera podría estallar primero en Europa y más probablemente en Alemania con el colapso del Deutsche Bank. Si bien la crisis financiera podría estallar esta vez primero en Europa para luego, con el efecto dominó del mercado de los derivados (´securities´), sacudir a los megabancos en EEUU para así por ende crear otra crisis financiera a nivel mundial sin precedentes. La élite financiera de Wall Street busca poder responsabilizar a otros ´actores´ por este colapso financiero tanto dentro como fuera de EEUU.

La pregunta sin embargo es si las élites están suficientemente preparadas para impedir dejar pasar el colapso total antes de las elecciones. El hecho más probable es que procurarán de posponerlo hasta después de las elecciones. El mismo Donald Trump ya afirmó (un día antes que la Reserva Federal lo anunciara) que la razón por la cual las tasas de interés no aumentarán sino hasta después de las elecciones es porque la Reserva Federal no quiere interferir en el legado de Obama. Jeff Berwick estima que Trump con esta afirmación, más bien podría estar dejando una señal de que él mismo puede ir adelante con la idea de un gobierno global. Este hecho cambiaría un tanto el panorama de la campaña (Vea, Jeff Berwick, Donald Trump Warns Markets Will Collapse January 1st!, www.silverdoctors.com, September 20, 2016).

Toda burbuja de crédito es dinámica ya que suelen crecer para explotar en algún momento y no es posible tener un control perfecto sobre ese suceso. Las burbujas crecen mientras el crédito se expande. Pasado cierto punto estos créditos son más difíciles de conseguir y la burbuja inevitablemente suele explotar. Obtener créditos se torna cada vez más difícil al tornarse negativas las tasas de interés. Al recibir intereses negativos en la banca se ponen penalidades al ahorro en dinero y con ello disminuye el ahorro y se prefiere tener el dinero en efectivo.

¿Qué fondos de pensiones podrán operar poniendo su dinero en la banca con tasas de interés negativas? Las tasas negativas a su vez alientan a los banqueros a tomar riesgos aún más grandes. Los que invierten el dinero prestado a costo cero quieren premios mayores al trabajar con más riesgos. Esos premios en ascenso aumentan a su vez el peligro de la incapacidad de pago. Las bancarrotas suelen estar en el aire. Lo anterior genera desconfianza en el sistema. La desconfianza pone límites a seguir alimentando la burbuja de crédito. Cuando la confianza se erosiona y se acaba la liquidez es inevitable que se anuncie el colapso. Los riesgos aumentan con cada ciclo. Hoy en día nos encontramos en este punto (Nicole Foss, Negative Interest Rates and the War on Cash, www.theautomaticearth.com, 4 de setiembre de 2016)

No necesariamente se percibe el peligro ya que aquellos estados que se encuentran ante el pico de la burbuja pueden mostrar a primera vista un riesgo bajo, comparando con estados que luchan más abiertamente contra la bancarrota. Sin embargo lo contrario podría ser el caso. La mera percepción de un riesgo bajo es suficiente para que sigan bajando las tasas de interés hacia zonas negativas. Las tasas de interés negativas son percibidas como medio para sostener el crédito y obtener ventajas en la exportación. La carrera por la baja de dichas tasas se conoce como una guerra monetaria. La política de los bancos centrales sin embargo es sostener el crédito a bajo costo hasta donde sea posible. Un incremento en la tasa de interés tendría resultados desastrosos al fomentar una incapacidad de pago generalizado, conllevando al colapso.

Pero qué pasa con la baja de la tasa de interés en zonas negativas. Una política de tasas de interés negativas fomenta el retiro de dinero en efectivo de la banca acompañado de un sentimiento de desconfianza en la banca. Esta percepción negativa a su vez tiende a bajar la demanda global de productos y servicios y con el sub-consumo aumenta la espiral deflacionaria. El consecuente pesimismo sobre una economía en contracción hace aumentar la demanda de dinero en efectivo llevándonos a un círculo vicioso. Lo anterior está sucediendo en una amplia escala de países.

La respuesta de los políticos es comenzar una ´guerra contra el dinero en efectivo´. Se levantan trabas para retirar montos dinero en efectivo -incluso cuando sean nada extravagantes- con el pretexto de una lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Así tratan de montar, en otras palabras, un ´corralito a escala mundial´. Sin embargo mientras unas monedas son más accesibles que otras para obtener dinero en efectivo y mientras existan formas de guardar dinero bajo la forma de otros valores (oro, plata, tierra, etc.) esta guerra no es fácil de ganar. La política hacia el uso exclusivo de moneda electrónica está en plena marcha y sobre todo en los países centrales. La confianza en los gobiernos actuales y en las élites en el poder se deteriora con ello aún más todavía. En el momento del colapso financiero que se nos avecina habrá rebeliones no vistas antes en mucho tiempo (Ibid).

Ahora bien este colapso es inminente con cualquier alza en las tasas de interés pero, cómo hemos tratado de mostrar, está igualmente cerca de nosotros cuando dichas tasas se mantienen y abren espacio para una tendencia a tasas más negativas aún en el mercado. El hecho es que la Reserva Federal está ante una situación de jaque mate. El 21 de setiembre de 2016, la Reserva Federal decidió que aún no era el momento de aumentar las tasas de interés y estimaba apropiado esperar hasta diciembre para tomar una decisión al respecto. La razón única es que quieren dejar pasar las elecciones y evitar que estalle la burbuja antes. La duda sin embargo es si es posible posponer el colapso financiero por otro tiempo más.

El 1 de octubre el yuan entrará (junto con el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina) a formar parte de la canasta de monedas que dan sostén a los Derechos Especiales de Giro (los DEG´s) lo que permitiría un nuevo balance en la geopolítica monetaria. ¿Es posible que la Unión Europea pueda apostar a un futuro Euroasiático o más bien al igual que América Latina estará condenada a formar parte subordinada de un Occidente bajo liderazgo de EEUU? Veamos para ello un momento cómo está la situación en Europa.

Al salir de la Unión Europea, el Reino Unido se ha liberado de su deber estructural para con EEUU y en contra de la Unión Europea. La Unión Europea murió el 23 de junio de 2016 pero no necesariamente así la construcción de Europa. No solo la Unión Europea se liberó de la tutela estadounidense al deshacerse de Reino Unido (RU), el mismo RU se liberó de la tutela de estadounidense al desprenderse de la Unión Europea. En estas condiciones Reino Unido podrá afirmar sus nuevas alianzas con China, lo que sería un golpe para la élite financiera globalista. Tras el BREXIT, es posible avanzar la vía China de consolidar y articular agrupaciones regionales y particularmente de uniones monetarias en el mundo a fin de construir un mundo multipolar.

Es un hecho que después de BREXIT, la Unión Europea murió y con ello es posible deslegitimar la Comisión Europea. La función de la Comisión podría reducirse eventualmente a implementar el BREXIT como único dominio de su competencia al servicio de los 28 estados miembros y poner la nueva UE de los 27 restantes más al servicio de Schengen y no más al servicio de EEUU. El debilitamiento de la Comisión (pro yanqui) y la reducción de sus funciones se hacen necesarias y más posibles conforme pase el tiempo ya que cada vez más países se inclinarán hacia el populismo anti EU, es decir, anti la centralización del poder a través de la Comisión.

Hay indicaciones de rupturas transatlánticas mediante una oposición cada vez más frontal y más amplia al TTIP. El mismo presidente Hollande y un ministro alemán ya lo han declarado un proyecto muerto. Al mismo tiempo y sobre todo después de la amenaza que Turquía podría ser echada de la OTAN (al acusar a EEUU de estar detrás del golpe de estado fallido), la misma organización se ve deteriorada y se observa la reactivación del proyecto de una Europa de la defensa. Ante la perspectiva electoral en EEUU con Trump o Clinton en la presidencia, Europa se pregunta si puede arriesgarse a permanecer ligada a la agenda de EEUU frente a Rusia que cada día se pone peor.

Una política de ruptura obviamente permitiría una mayor posibilidad de la integración de Eurasia. Esta perspectiva sin embargo supone eliminar dentro de la UE el poder de obstrucción de Polonia y de los países bálticos frente al levantamiento de las sanciones contra Rusia. Este poder podría eliminarse al subvertir la legitimidad actual de la Comisión Europea. Esta deslegitimación es posible al declarar muerta la Unión Europea con el BREXIT. Son Francia, Italia Alemania y Bélgica sobre todo los que desean que se levanten las sanciones contra Rusia y todavía antes de finalizar el año 2016. El levantamiento de las sanciones contra Rusia y el probable fracaso del nuevo gobierno brasileño podrán devolver nueva importancia a los BRICS y al proyecto Euroasiático y el camino hacia un mundo multipolar (Vea GEAB informe 107 septiembre de 2016).

Fuente: www.mariwim.info / 21 de septiembre de 2016.


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