Colombia: ¿Desarme o tragedia?

por Andoni Baserrigorri /bandeiravermelha.

Dejando claro que no es nuestra intención decirle a nadie y mucho menos a las FARC que es lo que debe hacer o no, al hilo de los anunciados acuerdos de paz con el estado colombiano y su inminente firma pensamos que es necesario, desde la camaradería y el internacionalismo comentar algunas cosas que pensamos interesantes a tener en cuenta.

En una reciente carta que le ha sido dirigida a las FARC desde el ELN, este grupo guerrillero colombiano, les recuerda a los y las compañeras de las FARC que la naturaleza del estado colombiano es opresor y paramilitar. Que durante todos estos últimos años, en las diferentes conversaciones de paz que han existido entre este y los diferentes grupos insurgentes la única intención que ha tenido el estado ha sido desarmar a las guerrillas. Nunca democratizar Colombia ni permitir un margen de actuación política que permitiese la posibilidad real de poder realizar transformaciones en la realidad colombiana que permitiese al pueblo lograr una mejora en sus condiciones de vida ni una democratización de su vida diaria, utilizando las vías de la democracia burguesa que hoy día rige al país sudamericano.

Tiene razón el ELN. Aun se puede recordar como el narco estado colombiano tras lograr el desarme de la insurgencia del M-19, permitió que se trasformase en partido político para concurrir a las elecciones y posteriormente exterminarlos físicamente utilizando escuadrones de la muerte paramilitares fascistas.

La misma suerte sufrieron los y las militantes de la Unión Patriótica, apoyada esta por el PCC y que vio como el estado asesinó a cientos de militantes, concejales, alcaldes, sindicalistas…se puede afirmar sin temor a equivocarse que Colombia es un estado fascista, fiel aliado del imperialismo, enorme portaviones yanquee en la zona y que no va a dejar ningún margen de cambio real a la izquierda revolucionaria. Si tiene que volver a utilizar paramilitares, lo hará sin duda.

En este contexto, asumir el desarme de las fuerzas insurgentes en Colombia, pensamos que es una apuesta como menos, demasiado arriesgada. No pensamos que la mentalidad fascista y paramilitar haya cambiado en apenas tres años y que existe un alto riesgo de que el estado colombiano repita la jugada y proceda de nuevo a exterminar físicamente a los y las militantes revolucionarias colombianas.

Además pensar que por participar en unas elecciones burguesas, que no es sino el campo de juego preferido de las clases dominantes se va a poder realizar transformaciones revolucionarias en Colombia nos parece utópico. Dada la importancia geoestratégica de este país en Sudamérica y el talante de su oligarquía, ya señalado como fascista y criminal, entendemos que las posibilidades son casi nulas. Ni el estado colombiano, ni el imperialismo se quedarían de brazos cruzados ante una supuesta victoria electoral de la izquierda revolucionaria.

Y en este sentido el ejemplo de El Salvador es evidente. El estado tras lograr el desarme del FMLN y permitirle acudir a procesos electorales, hemos visto como después de 25 años y tras conseguir ganar unas elecciones el FMLN realiza una gestión política en nada diferente de cualquier otro partido del sistema capitalista. En todo caso una izquierda light que se limita a cambios más cosméticos que otra cosa.

Hay que desearle toda la suerte del mundo al pueblo trabajador y a las FARC. Los próximos meses van a ser determinantes y habrá que estar atentas y atentos a lo que allí ocurre. En principio tenemos todas las dudas del mundo en una decisión de las FARC, la de desarmarse, que esperemos no le traiga trágicas consecuencias.

Fuente: https://bandeiravermelha123.wordpress.com/2017/02/21/desarme-ou-tragedia/


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