Chile entrelineas: Carta abierta Ricardo Palma Salamanca

por Ignacio Vidaurrázaga M./El Mostrador.

Lo primero es saludarte esperando que estés lo mejor posible en estas primeras semanas de tu tercera vida. Son pocas las personas que han tenido esa experiencia y muchas menos las que salen adelante. Mi deseo es que puedas vivir el tiempo futuro con la sencilla normalidad de Francia, ahora tu tierra de asilo.

En medio de este clima loco apareció la entrevista que diste a Patricio F. Hay muchas formas de escribir una entrevista y resguardos al darla, pero lo cierto es que ya publicada camina sola. Y como el clima, ese texto ha desconcertado y seguramente en una lectura inicial hasta dolido.

Creo sabrás que hay un pre diagnóstico de tu estado psicológico, eso sí de una respetable abogada de DD.HH, entonces no te vayas a fiar, cerciórate primero con quienes de verdad sepan del tema.

Quizás, sea por mi historia que imagino que estos primeros pasos de tu tercera vida son muy complicados e inciertos. Los udis te han hecho un monstruo. Nunca aceptaran la muerte de Jaime Guzmán, una de sus inteligencias más notables y maquiavélicas. ¿Era imaginable hacerle un juicio con todas las garantías al protagonismo y complicidad con la dictadura? ¿No es acaso Guzmán quien encarnaba en toda su plenitud lo civil de la dictadura militar? Pero, al transformarse en senador obtuvo el manto de la transición y fue eso lo que no pudo percibirse en la decisión de su muerte.

Creo, sabes los conversos están de moda. Serlo hasta llegar a ministro es una odisea premiada y también a momentos muy riesgosa. Pero no es tu caso y creo tú lo sabes.

En lo duro, trágico y dramático que fue enfrentar a la dictadura, hacerlo con las armas y en la clandestinidad seguramente fue lo más riesgoso. Y muy chiquillo ahí estuviste y eso no lo borra una pinche entrevista.

Aún, sigue pendiente ubicar los huesitos de muchos y creo que la memoria es una frontera que hay que cuidar y que no palidece ni con la caída del muro, ni con la vuelta de carnero de Ortega, ni la crisis de Maduro. Porque la Memoria es la Memoria.

Centenares salimos desde la prisión y la clandestinidad y pudimos vivir en Chile. Incluso nos dieron una miserable pensión, pero hay que reconocer que no esperábamos nada.

Entonces después del 90 en el balance de nuestra derrota el saldo fue: tantos muertos; tantos ex presos y presas; tantos ex clandestinos. A la vez que comenzaba el retorno de otros miles. Pero, tú y un puñado con penas de destierros y clandestinos se transformaron en fantasmas. Y comenzó esa vida de saltos que ya no tenía nada que ver con la clandestinidad originaria y legitimada de los diecisiete años en dictadura. ¡El absurdo y evidencia es enterarnos que fuiste incluso clandestino en Cuba!  Y todo se puso cuesta arriba porque ya no había banderas y la organización era un tibio recuerdo de muertes y traiciones.

Ser ex preso político en Chile no ha sido fácil. Tener papel de antecedentes y reconocer a hijas e hijos con los que no se ha vivido. Tampoco iniciar con desfase los estudios o trabajos. Pero, nada de lo anterior es comparable con tu noche de veintidós años. Me imagino vivir así: pendiente de noticias lejanas y de si los papeles pasan cada control policial. Y todo sin informe político, ni órdenes de un comandante.

Posiblemente nuestras generaciones almorzaron y cenaron lo que dicen que tú dices. Yo prefiero ir a los nombres más profundos que están paraditos y acentuados: justicia, igualdad, equidad, reparto, derechos etc. etc.

Pero tampoco has sido el único. Galvarino Apablaza en Argentina ha vivido amenazado. Jorge Palma y el “cabezón” Marchant y tantos otros queriendo pasar piola con o sin identidad. Distantes de Chile, mientras se enferman y mueren sus madres.

No tengo ninguna duda, que ustedes los fantasmas de la Resistencia a la dictadura chilena son los que lo han pasado peor.

Algunos, apurados se alinean para defender al partido que hacía pocas semanas te acogía como un héroe en su fiesta de los abrazos.

Porque la tercera vida que comienzas a rodar es parte del drama de Chile reflejado hace muy poco en ese millonario señor que salió a expulsar de su jardín a tres mujeres descansando en la orilla de un lago que él consideraba “su” lago. Ese es Chile.

Pero también hay otros Chile es un sinnúmero de nuevos temas y experiencias. Las demandas territoriales, por el agua, por los derechos de las mujeres o los deudores y la vejez digna. Y también de las Memorias. Desde ahí asumo que ninguna derrota tiene el tamaño de la desesperanza.

Hoy los sin partidos somos muchos y participamos en un espacio que se llama búsqueda por el norte. Por el sur perseverancia y por el oeste memoria. En tanto por el este, es la hibridez de viejos con nuevos temas. Por definirlo de alguna forma: no estamos conformes. Y por cierto compartimos que las ideas y la cultura, la educación y las artes son y serán esenciales.

Te escribo porque no tuve la posibilidad de viajar estimado Ricardo. Conocí a tu madre como profe de mis hijas pequeñas ayudándome a estar presente desde la prisión. También a tus hermanas a quienes aprecio sin considerarlas infalibles. Igual que tú y yo. Porque sobrevivir luego de resistir es difícil.

En la despedida. Creo que tu vida entera, la que se alcanza a reflejar en esa entrevista y todo lo demás que ya nunca podrás contar porque debes cuidar esta tercera oportunidad…podría transformarse en muy excelente literatura.

Un abrazo fraterno y espero puedas recibir sin novedad esta carta. Ahora ya tienes nombre y dirección y sólo te resta volver a vivir.

Pdta:  Ese vuelo en un canasto sostenido por un helicóptero era el sueño de todos y todas las encarceladas.

Fuente: https://m.elmostrador.cl/noticias/opinion/2019/02/14/carta-abierta-ricardo-palma-salamanca/


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