Castro Soteldo, Jaua y la política reformista.
¿Se trata de una discusión entre fracciones del gobierno o estamos ante la definición del rumbo de vuelta al capitalismo?
Actualmente se desarrolla una crucial e interesante controversia en el seno de la revolución. Se originó en un twitter del exministro Elías Jaua donde denuncia la privatización de la empresa estatal Arroz del Alba y el encarcelamiento de los comuneros que se opusieron a la privatización.
Hay indicios de la necesidad de discutir a fondo los grandes temas de la revolución, existen compañeros en todo el país intentando incidir en la definición de rumbos. No se trata de discusiones personales, o de fracciones, se trata de retomar el rumbo trazado por el Comandante Chávez, el rumbo al socialismo. La denuncia planteada por Jaua lo que demuestra es que en el seno de la revolución existe una feroz lucha ideológica que muchos perciben y otros tratan de ocultar. En días recientes, las etiquetas #PrivatizarEsTraicionar y #LibertadParaLosComuneros estuvieron en los primeros lugares de las tendencias en twitter, por encima de etiquetas como la del cumpleaños de Diosdado Cabello, clara señal de la necesidad de discutir que el gobierno insiste en ignorar.
Al momento de escribir estas líneas ya el gobierno nacional había realizado una alocución con pases a distintos estados del país, mostrando su esquema de alianzas con los privados, es la respuesta al movimiento campesino, el Presidente junto a Castro Soteldo envían un mensaje claro, no van a rectificar. Así como no hubo explicación para desaparecer Pdval y la entrega a particulares de sus locales que ahora son negocios privados llamados tiendas CLAP, así como tampoco hubo explicación respecto a Mercal, Abastos Bicentenario, de la misma forma, de manera arrogante, la dirigencia continúa con su política privatizadora.
Uno de los máximos exponentes de esta política es Castro Soteldo, a quien hay que agradecer la claridad con la que expone las políticas del gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Recordemos las palabras de este singular escudero del reformismo, primero cuando clamaba por una burguesía revolucionaria y, luego, cuando fue bien sentado en su silla al preguntarle a un “experto chino” cómo controlan en China al capitalismo, citamos textualmente:
“Esa burguesía nacional está llamada a asumir el papel histórico, no de gananciero con estrechez de visión (…) sino como un elemento de la sociedad transformador, productivo, aglutinador, que eleve los estadios de vida de nuestra sociedad a otros niveles, junto al gobierno, junto al pueblo. Allí puede estar la fórmula mágica.”
“De nuestro lado, del lado del Estado, de lado del gobierno se han hecho todos los esfuerzos, de diálogo en primer lugar, de relacionamiento directo, de facilitación de procesos, de carteras de créditos dirigidas, de búsqueda de alianzas internacionales en los grandes mercados, prácticamente la apertura de todas las trancas que había para el avance. La inversión incluso, este es un ejemplo, una gran inversión que hizo el Estado se ralentizó, y luego vino la inversión privada y la rescató y está trabajando de manera mixta, ese es un esquema que puede funcionar (…) Es decir, debemos ir a la construcción de esa nueva burguesía, una burguesía revolucionaria, transformadora, que alcance los estadios de liberación económica de nuestro país.” (1)
Ese es el papel del reformismo, evitar la confrontación directa del pueblo con la burguesía, desviar las metas del socialismo en aras de una supuesta convivencia que en realidad es el fortalecimiento de las relaciones capitalistas, y además, cubrir toda su acción con eufemismos y fraseología huera.
Veamos ahora cómo el escudero reformista busca asidero para sus alianzas con el capitalismo, le pregunta a los chinos cómo se controla al capitalismo, que por supuesto Castro Soteldo llama “sectores productivos”:
“Mi respeto y mi saludo a la delegación de expertos compañeros de la República Popular China que vienen a brindarnos su apoyo en este programa de recuperación. Orgullosos y honrados de estar acá compartiendo con ustedes. Tenía dos reflexiones que podrían ser preguntas para compartir con los expertos. La primera tiene que ver con los mecanismos de control que el gobierno chino implementó al sector productivo para garantizar la eficiencia y la productividad de los distintos sectores productivos que focalizaron para el desarrollo…” (2)
Lo que busca Castro Soteldo es lo que angustia históricamente al reformismo ¿cómo conseguir un capitalismo bien comportado? ¿cómo evitar sus excesos, cómo controlarlo?
No obstante, la respuesta del director del Centro de Investigación de Desarrollo del Consejo de Estado Chino, Yu Bin, fue clara, explica al ministro buscador de la burguesía revolucionaria que el objetivo del capitalismo es “ganar más”, nada tienen que ver el pueblo o sus necesidades, mucho menos la destrucción de la naturaleza intervenida, se trata del proceso de acumulación. En China el capitalismo intenta ganarle la carrera a la baja tendencial de la tasa de ganancia, lo demás es retórica para crédulos, expertos en programación neurolingüística y autoayuda. Así respondió el visitante chino:
“Ahora yo voy a contestar su primera pregunta: 90 % de las empresas en China son empresas privadas, el gobierno no puede hacer buen control directo a ellos. El gobierno puede implementar un sistema de incentivo o acicate. Si las empresas privadas van a elevar la productividad y mejorar la eficiencia pueden ganar más.” (3)
Este es el proyecto que defiende Castro Soteldo, el que impulsa el gobierno nacional, comuneros y campesinos asesinados y perseguidos por terratenientes a pesar de poseer títulos de tierra otorgados por el propio Comandante Chávez, mientras el Estado Venezolano impulsa y financia alianzas con los sectores privados, estableciendo y creando las condiciones para que este esquema sea aplicado en cada sector y actividad de la nación, es el mismo esquema que adelantan en la industria petrolera.
La actual situación que vive nuestro país mucho tiene que ver con la posición ideológica de sus dirigentes, cada día más distantes de las necesidades del pueblo y el proyecto de Chávez, quien siempre lo advertía, por ejemplo en este Aló Presidente:
“Estamos aquí para hacer una revolución, no para hacernos ricos, o para crear una nueva clase social de nuevos ricos, una nueva elite política, que le de la espalda al pueblo campesino que aquí está, al pueblo pobre de esta sabana, al pueblo pobre de las ciudades, a los obreros, a las mujeres, a los niños, a los estudiantes… Con ellos se nos va la vida, por ellos se nos tiene que ir la vida, hago ese llamado una vez más…” (4)
Es necesario avanzar en la conformación de la Confederación Nacional del Poder Popular, instancia que permitirá superar la arrogancia reformista y enfrentar directamente a la burguesía local y transnacional, la Confederación es la posibilidad de construir el Socialismo que hoy desvirtúa el reformismo imperante.
¡No a la Privatización!
¡Todo el poder para el pueblo!
¡La continuidad de la revolución es la Confederación!
Roberto Carlos Palacios / Cátedra Che Guevara – Venezuela /Correo Electrónico: revolucionomuerte.info@gmail.com / Twitter: @catedrache
Notas:
(1) Tomado del segmento número 3 del Programa Cultivando Patria Número 99, transmitido por Venezolana de Televisión.
(2) Se puede observar la intervención de Castro Soteldo y la respuesta del representante de China en: https://www.youtube.com/watch?v=YJJwGHbL_K4
(3) Idem
(4) Aló Presidente Número 278 desde Hato Callejas, Estado Barinas. 25 de Marzo de 2007
Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/castro-soteldo-jaua-y-la-politica-reformista/
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Libertad para los comuneros.
En medio de la tremenda batalla que estamos librando por la Independencia y el derecho a vivir en paz que tenemos como pueblo, se desarrollan acciones incomprensibles por parte de algunos funcionarios del Estado en contra de los sujetos que están poniendo el pecho, resistiendo y luchando por la Patria, la Revolución y por el gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Es el caso de 10 comuneros, en el Estado Portuguesa, que están privados de libertad por ocupar de manera pacífica una empresa propiedad del Estado, Arroz del Alba, Planta ubicada en el Municipio Steller, cuya operación fue otorgada a una empresa privada.
¿Qué demanda la Comuna Agua de Dios, en ejercicio de sus competencias legales en el ámbito comunal?: Que se respete la propiedad social, que se expliquen las condiciones legales bajo las cuales se entregaron activos nacionales a un privado, que se garantice la estabilidad y condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, que se reciba la producción de arroz de la zona, que un porcentaje de la distribución sea vendido en la comunidad. Nada de lo cual cumple en este momento el operador capitalista.
Por el contrario, según denuncian trabajadores y comuneros, solo se está ensacando arroz importado por el Estado cuyo destino de venta se desconoce, se despiden trabajadores y se precarizan sus condiciones laborales, no se abastece a la comunidad y no se rinde cuenta de la condición legal en la que actúan.
Los comuneros y comuneras han acudido a todas las instancias y la única respuesta del Estado ha sido el desalojo forzoso por parte de los organismos de seguridad y la privativa de libertad, por ya más de 60 días, a 10 de sus compañeros, acusados de montar un Estado paralelo. ¡Dios mío! Es que acaso los funcionarios del sistema de justicia desconocen la Ley del Plan de la Patria y las leyes del Poder Popular que emanan del artículo 184 de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Se me dirá que este no es el momento para ventilar públicamente este caso, pero es que lamentablemente no solo es este caso. En varios Estados del país, decenas de campesinos, campesinas, trabajadores, trabajadoras, comuneros y comuneras están judicializados por defender la propiedad social y ejercer el poder popular. Que a veces no lo hacen del mejor modo, puede ser cierto, pero en el fondo son conflictos políticos que tienen que ser resueltos con métodos políticos.
Yo sí creo que, hoy más que nunca, hay que denunciar la creciente criminalización del Poder Popular, primero porque para reclamar justicia siempre es el tiempo, segundo porque los sujetos sociales que están siendo encarcelados, perseguidos, atropellados son los que han dado, están dando la cara y son los que ponen y podrán el pecho para defender la Patria y a la Revolución Bolivariana. No fueron los terratenientes, ni los capitalistas los que salieron en Abril de 2002 a enfrentar al golpe fascista, no serán ellos los que salgan ahora.
Es bien conocido que el fascismo en Chile no comenzó a actuar a partir del 11 de septiembre de 1973, fecha del golpe contra el Compañero Presidente Allende, ya desde meses antes, a través de la justicia y de los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas, se encarcelaron estudiantes, obreros, campesinos, se produjeron desalojos de las fábricas y tierras recuperadas. Todo con el objetivo de debilitar la organización popular y desmoralizar al pueblo que defendía el proyecto de la Unidad Popular. Aprendamos lecciones de la historia.
Con este artículo no busco polemizar con nadie, nunca he hecho política desde la diatriba personal. Lo escribo desde la obligación moral que tengo con la memoria del Comandante Chávez, con los principios de nuestra Revolución Bolivariana y con el pueblo trabajador, campesino, comunero, humilde que ha sido el protagonista de la construcción de este proceso.
El pueblo que ha marchado, que ha votado, que resiste todas las penurias de la actualidad para que la Revolución tenga la Presidencia, la Asamblea Nacional Constituyente, la casi totalidad de gobernaciones, alcaldías, Consejos Legislativos y Concejos Municipales no merece que le demos la espalda frente al atropello de los poderes facticos que desde ya consuman la restauración de los viejos métodos de represión, coacción y control clientelar que habíamos erradicado.
El poder que nuestro pueblo ha acumulado no puede ser usado en su contra, para defender lo viejo. Ese poder es para la defensa de la Independencia, para la construcción de lo nuevo, para la profundización de la democracia participativa y protagónica, para la igualdad social, para la justicia, para la dignidad del pueblo.
Compatriotas, camaradas estamos obligados a ser consecuentes con los que nos dijo Chávez muchas veces: «No podemos darle la espalda al campesino, al obrero, al trabajador, al pueblo pobre del campo y de la ciudad, a los jóvenes, a las mujeres». Oigamos a Chávez en https://youtu.be/9yTpyfMoQHg
Plantear estos temas y tomar los correctivos, fortalece la unidad de la revolución. Porque un pueblo con participación, con poder real tiene más fuerza moral para enfrentar esta agresión imperial que amenaza la vida de la República.
La unidad revolucionaria no puede ser solo una consigna repetida mil veces, la unidad se garantiza desde abajo, desde lo concreto, desde el ejercicio de la participación y del poder real por parte del pueblo organizado.
Finalmente, solicitó ante los órganos competentes la libertad de los comuneros procesados y detenidos en la sede de la Policía Estadal de Portuguesa, en Acarigua y más allá, de todos los campesinos, campesinas, trabajadores, trabajadoras, comuneros, comuneras y cualquier activista del Poder Popular que este en las mismas condiciones.
El pueblo sabio y libre que protagonizó la rebelión del 13 de abril de 2002 y que hoy sigue en rebelión contra la agresión imperialista, no merece ser encarcelado. Merece que se le reconozca el ejercicio democrático y protagónico de su poder. Para eso los formó Chávez.
En estos días de la Semana Santa, ratificamos la opción de Cristo por los humildes, por los excluidos, por los atropellados de todas las horas. Que Dios nos acompañe.
(*) Dirigente del PSUV. Ocupó varios ministerios en el gobierno de Hugo Chávez y en el gobierno de Nicolás Maduro. Actualmente Ministro de Educación.
Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/a277890.html
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