Colombia: Movilización popular y coyuntura [entrevista + anexos]

El movimiento de este 21 de noviembre es por los niños y niñas asesinados. Entrevista a Fernanda Canencio Nates, Comunicadora Social del Cauca.

Por Nadia Poblete *.

Fernanda Canencio Nates es comunicadora social y docente. Vive en la capital del Cauca, territorio que permanente ha sufrido el atropello de las políticas capitalistas, sobreviviendo a éstas a través de una resistencia que se mantiene por décadas. En esta entrevista, Fernanda nos entrega antecedentes sobre el contexto que rodea al paro realizado este 21 de noviembre en Colombia. Bien sabemos, que la historia reciente de este país latinoamericano, está teñida por la guerra, por acuerdos de paz fracasados, y por un personaje que tras las cortinas maneja el país: Alvaro Uribe.

El primer aspecto que se aborda en esta entrevista, refiere a la deslegitimidad de la elección de Duque. Fernanda denuncia que su elección fue fraudulenta, y que lamentablemente no se pudo hacer nada al respecto, señala: «es un país que no elogió ese presidente». Asimismo, habla sobre «el paquetazo  colombiano», el que consiste entre otras medidas en: Eliminación del fondo estatal de pensiones; reducción de hasta un 75% del salario juvenil; aumento en la edad de jubilación entre otras:

Fernanda Canencio Nates
Fernanda Canencio Nates

 

Además, Fernanda plantea que existe un incumplimiento del último acuerdo de paz, recalcando que las 11 reformas rurales no se han concretado y que esto provoca nuevamente una invisibilización de los campesinos. Éstos no tienen reconocimiento constitucional, como si los tienen los territorios indígenas y afro, lo que implica una suerte de desprotección. La comunicadora social enfatiza: » los campesinos no son sujetos de derecho, sino sujetos de explotación» .  A lo anterior agrega que hay alrededor de 1500  líderes y liderezas sociales asesinados. Éstos asesinatos no se reconocen y en general, no son denunciados, porque quienes lo hacen también ponen en riesgo sus vidas.

 

Finalmente, Fernanda cuenta que el país ha vivido una guerra por 60 años, que durante 20 años quién maneja el país es Alvaro Uribe, es él quien pone presidentes y maneja los distintos poderes del gobierno colombiano.  No obstante, recalca que todo lo dicho no es lo que realmente levanta la movilización social, sino que lo principal ha sido el asesinato de niños y niñas. Una masacre que el gobierno hizo aparecer como un golpe exitoso contra la guerrilla**. Por otra parte, señala que se ha tratado al igual que en Chile, de criminalizar la protesta social, la legitima voz en las calles del pueblo Colombiano ante tanta experiencia dolorosa.

 * *http://cctt.cl/2019/11/08/colombia-ninos-como-falsos-positivos/

22 de noviembre, 2019.

Fuente: Entrevista enviada cctt.cl por Nadia Poblete militante feminista chilena. 


Anexos:

Militares y policías permanecen en las calles de Bogotá. Vuelve la calma a Colombia tras dos días de masivas protestas.

por Página 12.
Iván Duque teme un efecto contagio de las protestas que se replicaron en los últimos días en América Latina. Frente al conflicto, elige victimizarse agitando el fantasma de ciudadanos extranjeros que buscan «propiciar el caos» en el país.
Bogotá, epicentro de las protestas en Colombia, se recupera con relativa tranquilidad de su primer toque de queda en cuatro décadas. La medida había sido decretada a raíz de los disturbios provocados por el masivo paro con movilización del jueves contra el gobierno de Iván Duque. El presidente ordenó que militares y policías continúen patrullando las calles de la capital colombiana. Teme un efecto contagio de las protestas que se replicaron en los últimos días en América Latina, y agita el fantasma de ciudadanos extranjeros que buscan «propiciar el caos» en el país.

Desde temprano, soldados recorrieron a pie, en tanques blindados y en motos algunos puntos del centro y del sur de la ciudad, donde el viernes se produjeron incidentes que dejaron casi trescientos detenidos. Por los mismos sectores circularon policías y brigadas antidisturbios. «Ese patrullaje es necesario pero además se hace para darles a los ciudadanos tranquilidad y presencia», dijo Duque, luego de dos días de movilizaciones de cientos de miles de colombianos en rechazo a sus políticas económicas, sociales y de seguridad.

Cerca de trece mil uniformados custodiaron la ciudad mientras rigió la prohibición de circulación, desde el viernes a las 21 hasta el sábado a las 6, la primera desde 1977 cuando se convocó a otro gran paro nacional. El presidente de derecha, que enfrenta un pronunciado crecimiento de malestar social tras quince meses en el poder, no precisó hasta cuándo la fuerza pública recorrerá las calles de la gran ciudad.

Antes de las protestas, Duque había advertido que Colombia podía verse sacudida por estallidos sociales similares a los de Ecuador, Chile o Bolivia. Entendiendo que el malestar provenía de una suerte de efecto contagio más que de malas decisiones de gobierno, el presidente culminó su interpretación de los hechos expulsando a 24 venezolanos señalados de querer promoverlas. Duque dice ser víctima de quienes «buscan propiciar el caos» en el país.

Distinta es la mirada que comparten los principales sindicatos del país. «El paquetazo de Duque contiene las reformas laboral, pensional y tributaria, la privatización del aparato productivo del estado y del sector financiero estatal», indicó a través de un comunicado unitario el Comité Nacional de Paro, con la firma de las principales centrales obreras que convocaron a la huelga el jueves.

Los sindicatos y movimientos sociales reclaman «un proceso de diálogo amplio que permita avanzar en las transformaciones que demanda el país» y se suman al rechazo a los asesinatos de líderes sociales y lo que consideran violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno de Duque.

La capital vió una masiva presencia militar hasta la madrugada.
La capital vió una masiva presencia militar hasta la madrugada.

Bogotá retomó sus actividades el sábado, luego de dos días agitados. Los comercios reabrieron y se fue recuperando gradualmente el servicio de transporte. Sin embargo, se produjeron algunos incidentes en distintas movilizaciones que fueron reprimidas con gases lacrimógenos. En la céntrica Plaza Bolívar, una manifestación pacífica culminó con decenas de detenidos.

El conflicto podría volver a agudizarse si el gobierno de Duque no propone medidas concretas ni convoca a un verdadero diálogo con los distintos sectores que comparten el malestar frente a sus políticas de ajuste.

 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/232660-vuelve-la-calma-a-colombia-tras-dos-dias-de-masivas-protesta?cx_testId=3&cx_testVariant=cx_1&cx_artPos=0#cxrecs_s


Actualizado. Segundo día de paro en Colombia: Aumentan las protestas, sacan el Ejército a las calles.

por Agencias / La Haine.
La Alcaldía de Bogotá decretó toque de queda : Desde de las 4 de la mañana del viernes se presentaron los primeros bloqueos en todo el país

Tras anunciada la medida,el alcalde Enrique Peñalosa anunció que «tenemos casi 4.000 soldados en diferentes puntos, policía de distintas fuerzas». Según el régimen hay 230 detenidos, aunque diversas fuentes hablan de muchos más.

Desde de las 4 de la mañana se presentaron los primeros bloqueos, que escalaron hasta los enfrentamientos por la represión policial y terminaron generando violencia en diferentes puntos de la ciudad.

Desde muy temprano, este viernes 22 de noviembre se hubo represión y enfrentamientos entre las fuerzas represivas y manifestantes en Bogotá, como secuela del paro nacional que comenzó el jueves en todo el país, y que terminó siendo una jornada histórica en Bogotá, tanto por el sonoro cacerolazo en toda la ciudad como por las corridas y brutal represión que se ejerció en el centro. La gente se concentró en varios puntos, como a la altura de la Autopista Sur, dejando como resultado cierres en la troncal de Transmilenio (TM) de Las Américas, Sur, Usme y Tunal.

Un grupo de manifestantes bloqueó el acceso al Portal de Las Américas (Avenidad Ciudad de Cali con Av. Villavicencio) por lo cual los buses fueron detenidos y no se permitió el ingreso ni salida de los articulados. Al lugar llegó el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) e intentó dispersar a los protestantes utilizando bastonazos y gases lacrimógenos.

Hubo momentos de mucha tensión, como el copamiento de un bus del SITP por un nutrido grupo de manifestantess en el sector de Meissen, en Ciudad Bolívar, que posteriormente usaron para tumbar el portón de un supermercado.

Debido al levantamiento popular masivo del jueves y el viernes por el paro nacional, el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa decretó toque de queda a partir de las 9 de la noche y hasta las 6 de la mañana.

Casi todo el día permanecieron cerrados los portales de Transmilenio de Norte, Las Américas y Usme, así como las estaciones de San Mateo, Tintal, Escuela Militar, Molinos, Terreros, León XIII, La Despensa y Patio Bonito, entre otras. La Autopista Sur también estuvo bloqueada.

En total, 76 estaciones del Transmilenio fueron atacadas y parcialmente destruidas, así como 79 autobuses del Sistema Integrado de Transporte (SITP).

La Policía Nacional estuvo atacando a los manifestantes en las calles de varias ciudades y las personas que estaban en la calle eran detenidas. De igual forma, la Policía Militar actuó en muchas zonas haciendo patrullajes represivos.

Por la noche hubo enfrentamientos entre el Esmad que reprimía y manifestantes que resistían en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo el panorama más critico se dio en la Plaza de Bolívar donde las autoridades atacaron a los manifestantes con gases lacrímogenos y cañones de agua. En Patio Bonito también hubo resistencia con quemas de neumáticos para evitar los avances de la represión.

Entre tanto, las cacerolas sonaron con fuerza en todo el país, tal y como ocurrió el jueves en la noche, protestando contra el narco-régimen del subpresidente. Cientos de personas se congregaron frente a una de sus residencias, la de la Calle 145, en la zona de los ricos de Bogotá, en un cacerolazo como forma de protesta por su régimen neoliberal. Esto, a pesar de que a las 9 de la noche empezó a regir el toque de queda en toda la ciudad.

En otros puntos de la ciudad también hubo manifestantes en las calle aunque regía el toque de queda, sin embargo, una vez se inició la restricción el cacerolazo aumentó en intensidad.

Barrios como Chapinero, Bosa Carbonel, Normandía, Ciudad Salitre, El Tintal, entre otros participaron de la acción de protesta. En algunas zonas del centro y el barrio Perdomo había personas marchando, así como en la Carrera Séptima. En el Parkway, cerca al barrio Teusaquillo, a las 8 de la noche se congregó un nutrido grupo de jóvenes, quienes con arengas y cantos participaron del cacerolazo que se extendió mucho más allá de la hora límite del toque de queda. Una imagen similar se vio en la Avenida Rojas con Calle 64.

El cacerolazo se extendió a otras ciudades del país como Medellín, Barranquilla, Manizales. Esta nueva jornada de cacerolazos se da después de una jornada con mucha violencia represiva en Bogotá, en la que la concentración que se convocó en la Plaza de Bolívar a las 4:00 de la tarde para una protesta multitudinaria, terminó con represión del Esmad, que usó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la gente.

También se reportó la explosión de un camión bomba en Santander de Quilichao. El hecho ocurrió frente a la comisaría de este municipio del norte del Cauca.

Luego de la explosión, el municipio se quedó sin luz. Fuentes de la Fiscalía confirmaron que son tres policías los muertos y al menos 10 los heridos por el hecho, que se presentó frente a la estación de Policía.

Según reportes, el ataque habría sido producido por cilindros bomba, que fueron lanzados desde un planchón. «Fueron dos explosiones que se sintieron en toda la ciudad, inmediatamente se fue la energía eléctrica y quedó todo a oscuras… solo se sentían las ambulancia hacia el hospital«, aseguró Alfonso José Luna, del diario Proclama del Cauca.

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Protesta y represión en Colombia: al menos tres muertos y cientos de heridos

La represión del narco-régimen de Iván Duque, que ordenó el cierre total de las fronteras y desplegó un desproporcionado operativo represivo en las calles durante el paro nacional , dejó un saldo de al menos tres personas muertas [cuatro según otras versiones]. Los fallecimientos ocurrieron durante las protestas en Buenaventura y en Candelaria, ambos municipios del departamento Valle de Cauca, en el oeste del país. Hubo más de 300 heridos en todo el país.

El diario local Semana advirtió ayer que al menos 20 estudiantes fueron detenidos por la Policía cuando intentaban llegar al aeropuerto internacional de Bogotá. Las fuerzas represivas lanzaron bombas de gas y de estruendo para impedir su paso, a pesar de que los jóvenes reclamaban pacíficamente su paso arrodillados con las manos en alto. También se reportaron decenas de detenciones en otras ciudades.

Duque da la espalda a los reclamos

Los manifestantes esperaban que Duque escuchara sus reclamos, pero sintieron que fueron ignorados por el subpresidente.

Se equivocó el régimen diciendo que no había razones, se equivocó el régimen diciendo que esto era una marcha de violentos y anarquistas, tal como también lo expresó el partido de gobierno y su jefe Álvaro Uribe Vélez, opinaron desde el Comité Nacional de Paro, en un comunicado en el que calificaron a la huelga general de «histórica» por ser una «expresión de inconformidad y rebeldía» que el Gobierno deberá asimilar.

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Marchas multitudinarias y fuerte represión en jornada de paro nacional en Colombia

Este 21 de noviembre Colombia vivió una jornada de paro nacional con seguimiento masivo, acompañada de multitudinarias marchas en varias ciudades, en contra del llamado «paquetazo» del narco-presidente Iván Duque. Según varias fuentes, el paro tuvo un seguimiento del 90% en el sector público y de más del 80% en el sector privado.

En Medellín, capital del departamento de Antioquia, el gran plantón fue convocado para la 13:00. Los primeros en salir a las calles fueron los estudiantes de la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional, quienes realizaron una concentración.

A los estudiantes se sumaron representantes de la sociedad, entre ellos, gremios de maestros, trabajadores, jubilados, artistas, que colmaron las calles de la ciudad.

En otros departamentos de Colombia se sumaron los indígenas, campesinos, obreros y otros sectores populares a la jornada de paro nacional.

Represión desde temprano

Los colombianos, que movilizades rechazan las políticas del presidente Iván Duque, fueron reprimides con gases lacrimógenos en la plaza Bolívar, centro de Bogotá, y en otras ciudades.

En Bogotá las movilizaciones populares comenzaron con algunos bloqueos de vías y la represión violenta del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), a la que los manifestantes respondieron armando barricadas y arrojando piedras y palos.

En la Avenida Quinta de Cali, en la zona Suba de Bogotá y algunos puntos de la capital hubo represión y posteriores  disturbios hasta horas de la noche. ‘El Tiempo’ que transmitió en vivo la represión, registró impresionantes fotos del momento en que un Policía golpeó en el rostro una joven estudiante mientras se movía en bicicleta indefensa. En Suba, ciudad dormitorio de Bogotá, la jornada terminó en llamas tras horas de ataques policiales a los manifestantes y enfrentamientos.

Manifestantes intentan llegar a la Alcaldía de Bogotá.

En Cali el alcalde, Maurice Armitage, decretó toque de queda este jueves, en el marco de numerosas protestas llevadas a cabo en esta ciudad del Valle del Cauca.

En el noroeste de Bogotá la policía ha reprimido fuertemente a los manifestantes que bloqueaban la vía aledaña al Transmilenio, el sistema de transporte público de Bogotá. Los represores lanzaron gases lacrimógenos y pelotas de goma con balines para dispersar a ll gente. Tuvieron que ser cerradas más de 30 estaciones en distintos puntos de la ciudad.

En la avenida que conduce a la terminal 2 del aeropuerto de Bogotá se produjo otro de los momentos de mayor tensión de la jornada. Un grupo de estudiantes se desvió del recorrido de la manifestación que tenía por destino la plaza Bolivar y se dirigió hacia el aeropuerto. La policía antidisturbios impidió el paso de los manifestantes con bombas aturdidoras, gases lacrimógenos, pelotas de goma y un cañón de agua.

Participación

Plaza Bolivar en Bogotá.

El régimen ha informado que la marcha reunió a 207.000 personas en todo el territorio nacional, aunque el líder de uno de los sindicatos convocantes califica esas cifras como «absolutamente ridículas».

«Tenemos reporte de movilización en 1.100 municipios de Colombia. Solo en las principales ciudades se reunieron dos millones de personas. Ha sido espectacular», aseguró Diógenes Orjuela de la Central Unitaria de Trabajadores.

Según cifras proporcionadas por el Gobierno de Cali a medios locales, cerca de 20.000 personas se manifestaron en el centro de la ciudad, en el marco del paro nacional. otros medios hablaron de hasta 40.000 participantes.

En cuanto al número de detenidos, el régimen asegura que son 10 —dos de ellos menores— pero la campaña Defender la Libertad, una red con mucha credibilidad de organizaciones que denuncia la criminalización de la protesta social en Colombia, dice que al menos 34 personas han sido detenidas en todo el país.

Los motivos del paro

De acuerdo con las organizaciones sociales, convocaron al paro nacional en rechazo a la reforma laboral de Duque que plantea la reducción del salario para los jóvenes, así como la reforma de pensiones que pone en riesgo este derecho de los adultos mayores. Por su parte, el mandatario colombiano, mientras niega que existan estas reformas, por izquierda insiste en aplicarlas.

Asimismo, los marchistas cuestionan la corrupción en el país, las privatizaciones, así como la intención de rebajar impuestos a las grandes empresas y multinacionales y imponer tributos a la clase media y trabajadores.

Exigen un salario mínimo que permita vivir en condiciones dignas (actualmnente llega solo a 240 dólares mensuales, uno de los más bajos de América Latina) y el cumplimiento por parte del Gobierno de los acuerdos alcanzados con diferentes gremios.

El ambiente era de miedo previo a las protestas, tras los allanamientos policiales a colectivos de artistas y a medios de comunicación que no aceptan las directivas del régimen, además de la presencia de soldados, tanquetas y helicópteros en las calles de Bogotá y otras ciudades

La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó este jueves su preocupación por los decretos, circulares e instructivos que permiten a los alcaldes y gobernadores declarar toques de queda y solicitar apoyo militar en el marco de las protestas.

La wiphala, un símbolo también en Colombia

La wiphala de los pueblos indígenas fue uno de los símbolos más populares entre los manifestantes del paro nacional. “Marchamos por la defensa de la vida, por los hermanos Indígenas que han sido asesinados este año”, afirma un manifestante que sostiene una wiphala.

“(Esta bandera) no pertenece a ningún partido político, la llevamos porque es un símbolo y aquí están todos los pueblos indígenas”, afirma. Muchos carteles reivindican que haber visto cómo la quemaban los militares fascistas recientemente en Bolivia fue una ofensa para todos los pueblos del continente.

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/marchas-multitudinarias-y-fuerte-represion

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