Francia rebelde: El poder de la lucha callejera.

Foto: Movilización en Paris este 28 de noviembre.

El pueblo francés enseña los dientes ¡La lucha está en la calle, y no en el parlamento!.

Por Movimiento Antirrepresivo De Madrid.

Mientras tanto, en las antípodas de la defensa de los derechos y las libertades se encuentra el Estado español que, cinco años después de la aprobación de la Ley Mordaza.

El pueblo francés lleva años demostrando una determinación insólita a la hora de defender sus derechos y libertades democráticas. Han bastado tan solo unos días para echar abajo el proyecto de ley de Seguridad Global que el gobierno pretendía aprobar, una ley muy similar a la Ley de Seguridad Ciudadana o Ley Mordaza que rige en España.

Desde un principio, este ciclo de protestas iba dirigido contra la bestial represión policial que viene sufriendo el pueblo francés desde hace varios años y, sobre todo, contra uno de los apartados más polémicos de la citada ley, el que prohibía precisamente la difusión de imágenes de las actuaciones policiales. La gota que ha colmado el vaso ha sido la divulgación de un vídeo donde aparecen varios policías agrediendo brutalmente a un productor musical por no llevar mascarilla. Esta ha sido la chispa que ha terminado por incendiar y transformar unas protestas, ya de por sí masivas y radicalizadas. La rabia acumulada alcanzó su máximo el pasado sábado 28 de noviembre, cuando numerosas tiendas de lujo y varias sucursales bancarias, entre ellas la del Banco Central de Francia en París, fueron pasto de las llamas y decenas de miles de personas se enfrentaron, incluso cuerpo a cuerpo, con la policía en distintas ciudades del país. Al día siguiente, el gobierno de Macron daba marcha atrás, una vez más, a su plan de eliminación progresiva de los derechos y las libertades de los franceses y la Asamblea Nacional decidió por mayoría «una nueva redacción al completo de dicha ley». Sin embargo, lejos de sofocar las revueltas, el pueblo francés ya no se conforma con la retirada de un apartado u otro de la ley, lucha decidido por su derogación total, por lo que la lucha continúa.

Además, el alto grado de maduración política de la sociedad francesa se puede apreciar por el gran número de represaliados, de heridos, de mutilados y de encarcelados que ha acumulado en los últimos años. Una represión que no solo no ha conseguido frenar sus ansias de libertad y de justicia, sino que ha servido de acicate para su continuación e incluso con mayor radicalidad y firmeza.

Mientras tanto, en las antípodas de la defensa de los derechos y las libertades se encuentra el Estado español que, cinco años después de la aprobación de la Ley Mordaza, y de ser recientemente validada en su práctica totalidad por el Tribunal Constitucional, aún seguimos esperando las promesas electorales de la canalla Coalición «progresista». Primero nos prometieron su derogación, después solo «sus aspectos más lesivos», y finalmente hemos comprobado que ni eso. Han pasado a aplicarla de forma generalizada a toda la población durante los meses de confinamiento.

En definitiva, mientras la lucha del pueblo francés ha conseguido en pocos días hacer retroceder a su gobierno en este sentido, en el Estado español la represión se va generalizando y agudizando cada día más. La lucha organizada y resuelta que viene desarrollándose en Francia, y que también hemos visto en Ecuador, en Perú o en Chile, viene a demostrar que es la única forma de hacer frente a los planes antiobreros y antipopulares que los diferentes gobiernos tratan de imponer. La única manera en la que podemos reconquistar los derechos y libertades que nos han sido arrebatados es mediante la lucha de resistencia organizada, utilizando para ello todos los medios que tengamos a nuestra disposición.

Porque los derechos hay defenderlos con uñas y dientes.
¡Luchemos por nuestros derechos y libertades!

8 de diciembre, 2020

Fuente: https://madrid.lahaine.org/el-pueblo-frances-ensena-los


Francia se movilizó en contra de la ‘ley de seguridad global’ y la violencia policial.

Por Natalia Plazas/France24.
 
Múltiples ciudades francesas albergaron protestas en contra de la nueva ‘ley de seguridad global’, que limita la grabación y difusión de imágenes de las fuerzas policiales. Según el Ministerio del Interior, se movilizaron 133.000 personas en todo el país, pero los organizadores estimaron que en realidad fueron 500.000. La jornada terminó con incidentes en París y otras ciudades.

«Estoy en la calle por mi libertad», gritaron cientos de personas que este sábado 28 de noviembre se manifestaron en múltiples ciudades francesas en contra la ‘ley de seguridad global’ y, concretamente, contra su emblemático artículo 24, que restringe la filmación de las fuerzas policiales, una normativa percibida por muchos como una vulneración a la democracia.

«¿Quién nos protegerá de la ferocidad del orden?», «Bajen las armas, bajemos las cámaras» fueron algunas de las consignas de los manifestantes. El descontento, creciente desde la aprobación de la normativa en la Asamblea Nacional la semana pasada, se ha visto enardecida tras una serie de casos de violencia policial con tintes racistas ocurridos esta misma semana.

Según la estimación del Ministerio del Interior francés efectuada a las 18 (hora local), unas 133.000 personas se movilizaron en más de 70 ciudades del país. Cifra que rebaten los organizadores, quienes calcularon una asistencia de 500.000 personas en todo el territorio.

La movilización principal se dio en París, donde marcharon unas 46.000 personas, según cifras del Ejecutivo, o 200.000 de acuerdo a los organizadores. Los manifestantes se reunieron inicialmente en la Plaza de la República para luego partir rumbo a la Plaza de la Bastilla.

Las personas se movilizaron con banderas sindicales rojas, insignias nacionales tricolores y carteles caseros para denunciar la violencia policial, exigir libertad de prensa o pedir la renuncia del ministro del Interior, Gérald Darmanin.

La multitud incluyó a periodistas, estudiantes de periodismo, activistas de izquierda, grupos de derechos de los migrantes y ciudadanos de diversas tendencias políticas que expresaron su enojo por lo que perciben como una táctica policial endurecida en los últimos años, especialmente desde las protestas de los ‘chalecos amarillos’ contra las dificultades económicas en 2018.

«Empezamos desmontando los derechos de los trabajadores y ahora atacamos las libertades fundamentales y los fundamentos de nuestra democracia, la libertad de expresión, de información», denunció durante la marcha en la capital del país, Sophie Misiraca, abogada en derecho social.

En el cierre de la jornada, tuvieron lugar altercados entre algunos presentes en la protesta y policías. Hubo destrozos de material urbano y las fuerzas policiales respondieron con gases lacrimógenos, mientras que los manifestantes les lanzaron fuegos artificiales, montaron barricadas y arrojaron piedras.

 

Los choques continuaron por la noche en los alrededores de la Plaza de la Bastilla. Los manifestantes provocaron diversos incendios, incluyendo la fachada del Banco Central de Francia. Las fuerzas de seguridad respondieron con cañones de agua y varias detenciones.

Otros encuentros se realizaron desde la mañana en ciudades como Burdeos, Estrasburgo, Lille, Lyon, Marsella, Montpellier, Nantes y Rennes, entre otras, convocatorias que reunieron varios miles de manifestantes.

«Hay una verdadera negación democrática y no vamos a seguir así. Hay una deriva autoritaria», aseguró Maud, de 45 años, residente de Rennes y presente en la protesta local.

 

Personas con pancartas y carteles asisten a una manifestación contra la 'ley de seguridad global' en París, el 28 de noviembre de 2020.
Personas con pancartas y carteles asisten a una manifestación contra la ‘ley de seguridad global’ en París, el 28 de noviembre de 2020. © Christian Hartmann / Reuters
 

Caída la noche, también se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la policía en ciudades como Burdeos, Marsella o Lyon.

«¿Qué pasaría si ya no se pudiera filmar a la policía?»

El sábado de la semana pasada una manifestación similar convocó a unas 22.000 personas en todo el país, según cifras oficiales. Desde entonces, la polémica en torno a esta normativa, fuertemente denunciada por periodistas y defensores de las libertades sociales, se ha intensificado aún más en la nación.

Esto se debe, en gran parte, a dos eventos que tuvieron lugar a lo largo de la semana. Uno fue la brutal evacuación de un campamento de migrantes en París el pasado lunes en horas de la noche. El segundo, la publicación el jueves de un video que mostraba cómo cuatro policías agredieron a un productor de música negro, lo que aumentó la indignación popular.

«¿Qué pasaría si ya no se pudiera filmar a la policía?», cuestionan los detractores de la ‘ley de seguridad global’, que señalan que esta normativa penalizaría a los ciudadanos que filmaron imágenes como las ocurridas contra el productor afro y las registradas durante el desalojo del campamento.

Mohamed Magassa, de 35 años, residente de Garges-les-Gonesses en Val-d’Oise, aseguró que el artículo 24 no solamente perjudica a los periodistas, y señaló la importancia de las imágenes que muestran el accionar de la policía en sectores marginales de la sociedad, donde, denuncia, se vive un racismo sistemático. «Estas imágenes son vitales para nosotros en los barrios, de lo contrario siempre somos los culpables», sostuvo..

El Gobierno da marcha atrás en medio de las protestas

Tras hacerse viral el video de la reciente agresión al productor Michel Zecler, el presidente Emmanuel Macron denunció que se trató de una «agresión inaceptable», dijo que son «imágenes que nos avergüenzan» y pidió al Gobierno que haga propuestas «para luchar de manera más efectiva contra todas las formas de discriminación».

En medio del descontento, el Elíseo intentó incluir garantías sobre el «derecho a informar», pero fue en vano. La polémica ha sido tal que el Ejecutivo tuvo que anunciar una nueva reescritura del texto por una «comisión» independiente, antes de dar marcha atrás ante el enfado de los parlamentarios, a quienes el primer ministro Jean Castex aseguró que tendrían la última palabra sobre el asunto.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, principal impulsor de la ley, ha sido blanco de numerosas críticas.

El llamado a la manifestación estuvo impulsado por asociaciones de prensa, sindicatos, organizaciones defensoras de derechos humanos, en un comunicado conjunto en el que aseguraban, que de seguir adelante con la normativa, Francia se sumará a la lista de los países que vulneran la libertad de prensa.

Para ser aprobado, el texto aún debería contar con la aprobación del Senado, que debería sesionar sobre el tema en enero.

28 de noviembre, 2020.

Fuente: https://www.france24.com/es/francia/20201128-francia-ley-seguridad-protestas-racismo

 

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