Chile beato: El estilo de Carmen Frei al rescate de la DC.

22 de Julio de 2019/SANTIAGO En el marco de su 62 aniversario y para iniciar la semana de celebraci—n, el Partido Dem—crata Cristiano deposita una ofrenda floral en el monumento del asesinado Presidente de la Repœblica y fundador del Partido, Eduardo Frei Montalva. (En la imagen Carmen Frei) FOTO:CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO

Amable en la forma, firme en el fondo.

“No voy a ser yo quien ponga la lápida a la DC”, ha sostenido en privado la presidenta de la Falange, quien asumió la presidencia del partido en medio de una trágica Junta Nacional que llevó a Fuad Chahín a renunciar a la conducción del partido. De trato amable, pero directa a la hora de decirse las verdades, la hija más política del fundador de la colectividad y ex Presidente, Eduardo Frei Montalva, tiene como objetivo recomponer los lazos con el resto de Unidad Constituyente, afianzar un equipo interno de confianza y resistir la presión del PS para una pronta definición presidencial por parte de la presidenta del Senado, la DC Yasna Provoste.

Noche del 19 de mayo del 2021. La Junta Nacional de la Democracia Cristiana, máxima instancia de resolución partidaria, había suspendido su sesión luego que el presidente del PS, Álvaro Elizalde, llamara a su par de la DC, Carmen Frei, para plantearle la posibilidad de inscribir sus respectivas candidaturas presidenciales en el Servicio Electoral de caras a una primaria legal: esa día terminaba el plazo legal para realizar el trámite. Una jugada de última hora y que tenía cierto dejo de arrepentimiento, ya que en las horas previas, el PS había intentado llegar a un acuerdo con el FA y el PC para realizar una primaria presidencial conjunta entre Paula Narváez, Daniel Jadue y Gabriel Boric, posibilidad abortada por el veto de ese bloque hacia el socialismo, luego que el PS intentara sumar en el acuerdo al PPD.

Eran las primeras horas de conducción partidaria de Carmen Frei, puesto que la DC también vivía su propio vía crucis. El día anterior, Fuad Chahín había renunciado al partido luego de los devastadores resultados electorales en la Convención Constitucional, donde eligieron apenas a un militante de su partido: el mismo Fuad Chahín. En paralelo, además, se instaló una abierta presión para que la senadora Ximena Rincón, depusiera su candidatura presidencial, a objeto que le despejara el camino a la presidenta de la Cámara Alta, Yasna Provoste, quien ya se encontraba acumulando popularidad en las encuestas de la plaza. De hecho, esa misma tarde del 19 de mayo, Rincón denunció en una carta pública que su bajada de la escena presidencial se debía a presiones ejercidas por los timoneles del PS y el PPD, viejos aliados históricos: Álvaro Elizalde y Heraldo Muñoz.

Así las cosas, esa Junta Nacional de la DC, más bien, tenía como telón de fondo afinar la brújula ante tanta jugada rocambolesca, que tuvo como último episodio el sorpresivo llamado de Elizalde. Y una vez terminado ese diálogo, que a última hora intentaba recomponer el llamado “eje histórico” entre el PS y la DC, se retomó el encuentro partidario. El encargado de abrir los fuegos fue el secretario nacional del partido, David Morales, quien le informó a los miembros de la instancia que se retomaría la sesión, donde la “presidenta subrogante” informaría de las novedades del compungido mundo socialista.

El rótulo con que Morales se refirió a Frei, sin embargo, no pasó desapercibido. De hecho, la nueva autoridad partidaria se lo hizo saber, según cuentan en la DC: la ex senadora e hija del fundador y mayor referente de la colectividad, el ex Presidente Eduardo Frei Montalva, no era una “presidenta subrogante” pues su antecesor, Fuad Chahín, había renunciado a su cargo. Es decir, lo suyo no era un reemplazo circunstancial.

Hecho el punto, la Junta Nacional prosiguió sin un panorama ni candidatura presidencial definida. No hubo grandes definiciones, excepto la voluntad de enfocarse en la segunda vuelta de gobernadores y fijar el 25 de julio como fecha de elecciones internas, hito que la semana pasada fuera aplazado para enero del 2022.

De paso, ese cónclave fue la oportunidad donde Carmen Frei reforzó su autoridad interna: ordenó un partido sin un horizonte para llegar a La Moneda, desmoralizado por los resultados en la Convención Constitucional, fortaleciendo de paso la subjetividad de las huestes falangistas al evitar subirse al plan de emergencia de un PS que, horas antes, desconoció treinta años de camino conjunto.

La hija más política

Carmen Victoria Frei Ruiz-Tagle​, 83 años y educadora de párvulos de profesión, es la hija más política del matrimonio de Eduardo Frei Montalva y María Ruiz Tagle, según coinciden fuentes de la DC. Si bien su hermano, Eduardo Frei Ruiz-Tagle también tuvo participación política hasta llegar a la Presidencia de la República (1994-2000), es Carmen quien tuvo una participación política intensa desde su primera adolescencia, en el partido que su padre y otros próceres -Rafael Agustín Gumucio, Renán Fuentealba, Bernardo Leighton, Patricio Aylwin, entre otros- fundaron a fines de los 50 y que tuvo como matriz el Partido Conservador y la llamada “Doctrina Social de la Iglesia”.

Con esos antecedentes es que Carmen Frei se fue formando políticamente, con una privilegiada herencia al tener dentro de su hogar la formación de uno de los partidos claves del Siglo XX: el partido de la Patria Joven, la Reforma Agraria y, ya más cerca, la colectividad que lideró la transición a la democracia. Por lo mismo, en sus años universitarios, Carmen Frei fue dirigenta de la Fech, participó en la comisión que elaboró la Ley de Jardines Infantiles y Guarderías Infantiles (1966) y ya en la Unidad Popular, fue electa regidora -símil de concejal- en la comuna de Santiago en 1971.

“Carmen ha sido muy política toda su vida. Si alguien esperaba que ella volviera a la primera línea para ser una adulta mayor que va estar mirando en un rincón, se equivocan, no la conocen”, advierte una fuente DC. Por lo mismo, dirigentes falangistas que hablaron con este medio para retratar a Carmen Frei, coinciden en que ella experimenta el quehacer político con un trato amable, pero con convicciones firmes que la llevan a tener un estilo frontal.

“Te puede estar diciendo una barbaridad, pero con una suavidad donde no pocos se confunden”, agregan en el partido, donde también destacan -incluso fuentes de los otros partidos de Unidad Constituyente-, su sello directo para las conversaciones políticas: “No anda con agenda oculta”, coinciden las fuentes opositoras.

En este sentido, la escena con el secretario nacional de la DC, donde le hizo el punto sobre el perfil de su recién asumida conducción partidaria, es un claro ejemplo de su personalidad. De hecho, las fuentes agregan otro dato: la mañana siguiente a esa Junta Nacional DC del 19 de mayo, concedió una entrevista al noticiero matinal de radio Cooperativa. Allí nuevamente la presentaron como “presidenta interina”. Y otra vez Carmen Frei, con su voz serena y pausada, hizo el alcance ante los periodistas y auditores.

Hay otros hechos biográficos, algunos derechamente trágicos, que fueron acerando su vocación política.

La dictadura y el reencuentro de la oposición

El Golpe de Estado de 1973 partió en dos a la Democracia Cristiana. Luego de una férrea oposición al gobierno de Salvador Allende, sectores importantes de la colectividad apoyaron la intervención militar en esa aciaga jornada. También dividió a sus figuras más destacadas. Frei Montalva participó del Te Deum convocado por la Junta Militar el 18 de septiembre de ese año en el Templo de la Gratitud Nacional, mientras que un grupo de 13 militantes DC -Bernardo Leighton, Claudio Huepe, Andrés Aylwin, entre otros- difundieron una carta condenando “categóricamente” el derrocamiento del mandatario socialista.

En ese contexto, en 1976 Carmen Frei se radicó en New York para trabajar en el Programa Federal de Asistencia a Niños Extranjeros de Origen Latino. Mientras, la dictadura se entronizaba y comenzaba a recibir la condena internacional por la violación sistemática de los DD.HH. a opositores al régimen, la DC prontamente se declaró opositor al gobierno de Augusto Pinochet, liderando esta postura el propio Frei Montalva.

Por lo mismo, Carmen Frei retornó a Chile para participar de la lucha contra la dictadura. El tema la tocaba de cerca: su padre asumió públicamente su rol de opositor a los militares. Un hito: el único acto público contrario al gobierno hasta la fecha, fue una emblemática concentración en el Teatro Caupolicán en 1980, en los días previos al Plebiscito que consagró la actual Constitución. Fue el llamado “caupolicanazo”, donde el ex Presidente llamó a un pronto retorno a la democracia y a que se realizara una Asamblea Constituyente para elaborar una Carta Fundamental sin los vicios del gobierno de la época.

1982 sería un año crucial. Carmen Frei pasaba a la escena pública como miembro de la “directiva de consenso” que presidió el extinto Gabriel Valdés. Ese mismo año, además, Eduardo Frei Montalva fallecía en extrañas circunstancias, luego de someterse a una cirugía que extirparía una hernia de hiato. Días después, el ex dirigente sindical de la ANEF, Tucapel Jiménez, fue asesinado por efectivos de los órganos de represión de la dictadura.

Desde entonces, Carmen Frei ha sostenido una hidalga lucha en la búsqueda de verdad y justicia en la muerte de su padre.

Con ese hecho trágico a cuestas, Carmen Frei fue una activa opositora a la dictadura. Participó de “Mujeres por la Vida”, colectivo surgido a raíz de la emblemática muerte de Sebastián Acevedo, un padre que se inmoló en Concepción en 1983 por la detención de sus hijos. Años duros que, sin embargo, facilitó el reencuentro entre el PS y la DC, partidos peleados a muerte en las postrimerías de la Unidad Popular. Fue en ese contexto, por ejemplo, que se reforzó una estrecha relación entre la presidenta DC y la senadora PS Isabel Allende, también hija de otro ex Presidente, Salvador Allende: ambas familias fueron cercanas debido a la amistad entre el líder falangista y su par socialista, vínculo maltrecho por la polarización política de los agitados mil días de socialismo con empanadas y vino tinto.

Por lo mismo, dirigentes del PS como Camilo Escalona le tienen particular aprecio. De hecho, en el 2019, mientras lanzaba uno de sus tantos libros, el ex Senador confidenció una anécdota: a fines de los 80, Clodomiro Almeyda, histórico líder del socialismo, tenía la convicción de que Carmen Frei debió ser la primera presidenta tras el retorno a la democracia en 1990.

Demasiada historia, épica y dolorosa, vivida por Carmen Frei. Por lo mismo, fuentes de la DC subrayan una frase que explica su motivación para estar en la primera línea de su partido, particularmente en medio de una crisis política generalizada: “No voy a ser yo quien ponga la lápida de la DC”, ha repetido entre sus cercanos, ante un partido que vive una contradicción vital: escasa incidencia en la Convención Constitucional, una destacada presencia en el territorio con 46 alcaldes y cuatro gobernadores regionales, y un figura presidencial en ciernes: Yasna Provoste.

Una figura simbólica para un partido en crisis

Luego de una extensa carrera parlamentaria como senadora por Antofagasta (1990-2006), Carmen Frei salió de la primera línea política, dedicando sus energías al esclarecimiento de las circunstancias de muerte de su padre, pelea que ha dado con la ayuda de su extinto esposo, el ex diputado Eugenio Ortega, y su hijo homónimo, su primer colaborador político y también presidente DC en la RM. Una lucha que, en principio, no recibió todo el apoyo de su partido y que, actualmente, la tiene con un libro publicado en el 2017, “Magnicidio. La historia del crimen de mi padre” y con una sentencia de la Corte de Apelaciones que revocó un fallo de primera instancia, a cargo del juez Alejandro Madrid, el que determinó el deceso del ex Mandatario como “homicidio simple”. 

En paralelo, Carmen Frei retornó a las labores partidarias, también en un contexto de crisis para la Democracia Cristiana evidenciada en las elecciones presidenciales del 2017. 

En esa época, el partido adoptó lo que se llamó “el camino propio” para llevar su propia candidatura presidencial en los comicios del 2017, representada por la entonces presidenta de la colectividad, la senadora Carolina Goic, quien llegó directo a la papeleta de la primera vuelta en dichas elecciones. Resultado: 5,88% de los votos y un segundo mandato para Sebastián Piñera. Efecto: la renuncia de Goic a la presidencia del partido. 

Fue en ese crítico trance que Fuad Chahín, quien venía terminando dos periodos consecutivos como diputado por la Araucanía, se animó para postular a la presidencia del partido y sacar a la colectividad de su estado catatónico. Para ello, conformó una lista de candidatos a la conducción del partido que incluía a uno de los patrimonios de la Falange, Carmen Frei, a quien Chaín convenció personalmente para que se sumara a su elenco. Así, en junio del 2018 Chahín logró la testera del partido con la hija del ex Presidente como primera vicepresidenta. Junto a las razones políticas, también pesaron las razones afectivas, coinciden las fuentes: un sentido del deber ante un proyecto político asociado indistintamente a su biografía familiar. 

Julio del 2019. En el 62 aniversario de la Democracia Cristiana, Carmen Frei y Fuad Chahín dejan una ofrenda floral ante la estatua del ex Presidente Eduardo Frei Montalva en la Plaza de la Constitución. FOTO:CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO

Por lo mismo, de cierta forma había que reformular al partido, su imagen y su lineamiento político para ser oposición en el segundo gobierno de Sebastián Piñera. Fuentes partidarias coinciden en que, en principio, hubo un consenso en que la DC debía adoptar una postura opositora, pero no obstruccionista. Incluso, sondeos de opinión interno reforzaban esta línea, aseguran las fuentes.

Una tesis que mientras avanzaba el gobierno de Piñera, comenzó lentamente a desdibujarse, aseguran sus críticos. Los contactos de la DC con La Moneda comenzaron a intensificarse. Acuerdos legislativos se fueron haciendo frecuentes, como lo fueron en materias previsionales y tributaria. Entendimientos que tuvieron una particular cristalización en la Cámara de Diputados, dados los lazos que forjó Chahín en la bancada DC en sus ochos años de parlamentario, situación contraria a la experimentada entre los senadores falangistas, quienes nunca se convencieron ante tanta cercanía con el Ejecutivo. 

El resto de la oposición, particularmente sus diputados, miraban este camino con incomodidad y no menos malestar. Por cierto, las fuentes DC señalan que Carmen Frei fue tomando distancia de esta tesis, cuestionando en privado los acercamientos de su partido con La Moneda, versión que, sin embargo, es negada por el entorno de Fuad Chahín. Con todo, esta tesis quedó en entredicho en un momento cúlmine en la historia reciente: el Estallido Social del 18 de Octubre. 

Así, en el círculo de Carmen Frei comentan un hecho que marcó un punto de inflexión. A mediados de junio del año pasado, la figura del ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, se iba debilitando a medida que avanzaba la pandemia. Ante eso, Carmen Frei, en conjunto con las diputadas Maya Fernández (PS), Carmen Hertz (PC) y la ex candidata presidencial del FA, Beatriz Sánchez, difundieron una carta donde exigían la renuncia de Mañalich al gobierno. “Han pasado 100 días desde el inicio de la pandemia en Chile, y la pregunta es: ¿Cuándo se cambia la estrategia? ¿Cuándo se da un giro para enfrentar el coronavirus? ¿Cuándo volvemos a confiar?”, decía la misiva.

Las fuentes señalan que Carmen Frei alertó al resto de la mesa de la acción conjunta con las figuras opositoras, lo que generó la oposición inicial de la directiva que encabezaba Chahín, paralizando por casi una semana la difusión del escrito: no era necesario hacer caer a la primera autoridad sanitaria, era parte de los argumentos. Cuando la permanencia de Mañalich en el gabinete se tornó inviable y trascendieron los rumores de su inminente salida, recién la mesa se convenció de esta exigencia. Con todo, la diferencia de posturas entre Carmen Frei y el resto de los integrantes de la directiva -en su mayoría cercanos a Chahín-, quedó en evidencia.

“Fue uno de los desacople más grande en la gestión de Fuad Chahín, porque en los días de cuando se le pide la renuncia a Mañalich, Carmen se había formado la convicción de que la colaboración con el gobierno debía terminar producto de la gestión sanitaria. Ahí demostró el olfato político que le permite mirar más allá del día a día”, cuenta fuera de micrófono una fuente DC. 

No obstante, al día siguiente de divulgada la carta, Jaime Mañalich renunció al gabinete. Esa sincronía de hechos animó a que Frei, Fernández, Sánchez y Hertz, siguieran impulsando acciones comunicacionales conjuntas de cara al Plebiscito del 25 de octubre. Se hicieron llamar “Unidas por el Apruebo”. Esto, en paralelo a que fuera nombrada por el partido como vocera y encargada de la campaña DC #YoApruebo. 

Carmen Frei en el lanzamiento de la campaña #YoApruebo de la DC, de cara al Plebiscito. FOTO: JOSÉ FRANCISCO ZÚÑIGA/AGENCIAUNO

Una inesperada presidencia partidaria

“Carmen, voy a renunciar y deberás asumir tú porque eres primera vicepresidenta”. Con esta sintética frase, Fuad Chahín le adelantaba a Carmen Frei su decisión de renunciar a la presidencia del partido. Era la noche del 18 de mayo y la DC se encontraba en una áspera Junta Nacional donde se esperaba que el partido delineara definiciones presidenciales. Esto, luego que la senadora y entonces candidata abanderada del partido, Ximena Rincón, emplazara públicamente a la presidenta del Senado, Yasna Provoste, para que sincerara si tenía intenciones de postularse a La Moneda. Acto seguido, el propio Fuad Chahín llamó a Provoste para consultarle su disponibilidad. La respuesta de la parlamentaria por Atacama, realizada a través de un punto de prensa desde el Senado, fue de una dureza antológica.

“Creo que este llamado no hace más que constatar la total pérdida de sentido y conexión con la realidad que la actual dirección de la Democracia Cristiana ha demostrado y que tiene un punto culmine en el desastroso resultado electoral del fin de semana recién pasado, el cual los mismos dirigentes intentan disfrazar”, dijo Provoste, agregando que el diseño que le estaba planteando el partido era una “falta de respeto con Chile”.

En este sentido, cercanos a Carmen Frei aseguran que en principio tuvo dudas sobre si era lo óptimo que ella sucediera al ex diputado. En todo caso, esas dudas se disiparon rápidamente. Carmen Frei asumía la conducción del partido en medio de una tragedia griega. Esa Junta Nacional terminó con Ximena Rincón ratificada como candidata presidencial por el 60% de los miembros, un resultado demasiado estrecho y poco convincente para un objetivo político de esa magnitud.

Equipo de confianza y estado financiero

“Sentimos que la ciudadanía ha vuelto a confiar en nuestras ideas y en los liderazgos que ustedes han visto a lo largo de todo el país. Es evidente que Chile quiere un cambio profundo en la conducción. Esto reafirma el compromiso y el entendimiento entre la social democracia y el humanismo cristiano”, dijo la noche del 13 de junio la presidenta de la DC, Carmen Frei, tras conocerse los resultados de la segunda vuelta de gobernadores regionales.

Fue un momento estelar de Carmen Frei en un discurso que se acercó a los 10 minutos. Tras el fracaso en su apuesta de constituyentes, ahora la DC conseguía cuatro gobiernos regionales, entre estos, la vistosa Región Metropolitana con Claudio Orrego, en una estridente disputa con su contrincante del FA, Karina Oliva. La historia le demostraba que no todo estaba perdido para el partido que fundara su padre con la promesa de la “Revolución en Libertad”.

Por lo mismo, fuentes del partido apuntan a este mensaje y su puesta en escena, como parte del sello que intentará dejar Frei en su gestión partidaria con un objetivo político central: restituir confianzas con el resto de las directivas opositoras, un tanto desgastadas por la línea política que implementó la conducción de Fuad Chahín y, hasta hace algunas semanas, tensionadas hasta el límite luego de que el PS intentara aliarse con Apruebo Dignidad en materia presidencial.

A modo de ejemplo, en la mesa del PS lo resume así: “Con Fuad solían aparecer sorpresas cuando se negociaba con él, tiene un estilo intenso y un tanto avasallador. Con Carmen Frei uno sabe a lo que va y si tiene una diferencia, te la transparenta”, dice esta fuente que, además, agrega el estilo formal para sus conversaciones políticas: “Antes de iniciar una conversación, ella te adelanta todos los puntos que se van a tratar. Tiene esa formalidad de la política de antaño”, agrega.

Por lo mismo, y porque además Frei es de la idea de que la DC debe ser un partido abiertamente opositor, la timonel DC tiene una significativa mejor sintonía política con la senadora Yasna Provoste, una de las férreas opositoras al estilo y conducción de Fuad Chahín. Las fuentes agregan que entre Frei y Provoste mantienen línea directa dada la confianza existente entre ambas, vínculo reforzado desde que Provoste fuera jefa del comité de senadores DC, posición desde donde respaldó la búsqueda de verdad y justicia en el deceso de su padre.

Es así que Carmen Frei ha sido partidaria de no acelerar los ritmos de definición presidencial de Provoste. “Vamos con calma”, ha transmitido a sus cercanos, pese a las presiones públicas desde el PS y el comando de Paula Narváez para que la presidenta del Senado sincere sus intenciones presidenciales para someterse a una primaria convencional entre el PS y la DC.

Por lo pronto, fuentes partidarias apuntan a dos temas pendientes que Frei deberá resolver en lo inmediato. Armarse de un equipo político de confianza para operativizar su gestión. Las fuentes de la DC subrayan el hecho de que la directiva mayoritariamente es cercana al renunciado Fuad Chahín, excepto los vicepresidentes Humberto Burotto y Cecilia Valdés, quienes son de la vertiente más de izquierda del partido.

En este sentido, en la mesa partidaria queda una vacante por llenar, que fue la que dejó Chahín al momento de renunciar. Las opciones son que ese cupo lo ocupe el jefe del comité de senadores DC, Francisco Huenchumilla -cercano a Provoste-, también se habla del diputado Gabriel Ascencio. O como también sugiere una fuente DC: “Si prácticamente nadie en esa mesa es de confianza de ella, lo que debería hacer es construir esas confianzas”.

Junto a ello, también deberá esclarecer el estado financiero del partido, algo que Carmen Frei solicitó hace un par de semanas a la encargada de esta materia, la diputada y vicepresidenta del partido, Joanna Pérez. Si bien se ha socializado con el resto de los dirigentes algunas cifras generales, el balance ha estado lejos de ser detallado, aseguran las fuentes.

Esta tardanza, y el hecho de que esta información ya trascendió en algunos medios de prensa, ha generado inquietud en la propia Carmen Frei, quien valora la reserva en la labor política, aseguran las fuentes. De hecho, hace algunos días lo confesó en una reunión con la mesa DC: “Si siguen las filtraciones, entonces no podré contarles todas las cosas”, cuentan en la dirigencia partidaria.

Fuente: https://www.theclinic.cl/2021/06/25/amable-en-la-forma-firme-en-el-fondo-el-estilo-de-carmen-frei-al-rescate-de-la-dc/

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