Ana Vergara Toledo y el legado de su madre: “Luisa creía absolutamente en la fuerza de los jóvenes y siempre dijo que esto se gana en la calle peleando”.
Por La Voz de los que Sobran.
Luisa Toledo, la incansable luchadora, falleció en su hogar y acompañada de los suyos. La triste noticia se esparció rápidamente y tan solo un par de horas más tarde, cientos de personas llegaron al Espacio Comunitario Pablo Vergara Toledo para despedirse de ella y brindarle el apoyo a su familia. Ana Vergara, hija de Luisa Toledo, se dio el tiempo para conversar con La Voz de Los que Sobran acerca del inmenso cariño que han recibido, el legado de su madre y los muchos hijos que decía tener Luisa.
“En esta fría mañana de julio, orgullosas y orgullosos vemos partir a una mujer inclaudicable, sempiterna, imprescindible. Y aunque Luisa nos deja físicamente, su legado ha calado profundo en la historia de las y los que luchan más allá de las fronteras de este territorio llamado Chile”, se señalaba en el comunicado con el cual la familia de Luisa Toledo informaba su deceso.
Alrededor del mediodía, y entre aplausos y gritos de admiración, la carroza fúnebre que trasladaba el féretro de Luisa Toledo se detuvo en la calle Cura Obrero Mariano Puga #845, en el lugar se encuentra el Espacio Comunitario Pablo Vergara Toledo, en homenaje al mayor de los hijos del matrimonio Vergara – Toledo y que al igual que Luisa, dejó una huella imborrable entre las y los pobladores de la Villa Francia.
Al velorio, el cual se desarrolla desde el mediodía de hoy, han llegado cientos de personas a rendir homenaje a la incansable Luisa Toledo y quien luchó, junto a su familia, durante décadas para lograr justicia por los asesinatos de sus hijos Eduardo y Rafael. Ambos fueron asesinados durante la tarde del 29 de marzo de 1985 por Carabineros.
Entre el inmenso cariño, respeto y admiración que han recibido por cientos de personas, Ana Vergara Toledo decidió tomar una pausa y conversar con La Voz de Los que Sobran acerca del legado de su madre y la huella que deja entre miles de personas.
–¿Cómo sienten este inmenso cariño de cientos de personas que, a pesar de las restricciones sanitarias, han decido venir a rendir un homenaje a Luisa Toledo?
-Nosotros como familia queremos agradecer enormemente las muestras de cariño y de respeto hacia mi madre. Nosotros entendemos que estas muestras de cariño y de respeto es porque ella, si bien es parte de nuestra familia, le pertenece a este pueblo, pero no a cualquier pueblo, sino al pueblo que se organiza, que se levanta contra este sistema y que lucha día a día en la calle, organizados, y creemos que la Luisa le pertenece a ese pueblo y por eso ese pueblo está acá.
Ella siempre convocó a los más pobres, a los más desprotegidos y, sobre todo, y esto todo el mundo lo sabe, que sus grandes compañeros y sus grandes esperanzas estaban puestas en los jóvenes, en las y los jóvenes populares. Ella siempre dirigió sus discursos hacia ellos, los anónimos sobre todos, a los que se tapan la cara, son a ellos a quienes ella se dirigió y nosotros teníamos mucha seguridad de que iba a venir mucha gente, ya que Luisa es muy querida por muchas generaciones, de los viejos antiguos, de los cristianos de aquel tiempo donde se reunieron a pesar de la dictadura bajo la comunidades cristianas y después de ahí para adelante, de las generaciones de los ochenta, a la gente que salió a la calle de los noventa, de los dos mil y los jóvenes de ahora del presente y de los niños también, los niños que hoy le hicieron una guardia y que le demostraron todo su amor y cariño.
–¿Cómo crees que la juventud popular, a la que ella siempre convocó, la va a recordar?
-El legado de Luisa, y como mejor podemos recordarla a ella, es no dejarnos engañar por ninguna estrategia o propuesta que venga de la burguesía ni este estado policial. Ninguna propuesta constituyente puede ser válida teniendo presos políticos en las cárceles, no tan solo los presos de la revuelta, sino que también los presos de larga condena que hoy día fueron traslados a Rancagua, los presos y las presas del pueblo Mapuche que están peleando por sus territorios, por su autonomía.
No puede haber ningún proceso constituyente válido para el pueblo, sino se hace juicio y castigo a cada asesino, castigador y mutilador de jóvenes populares, de mujeres populares, como Fabiola Campillai, por ejemplo, que era una pobladora que iba a trabajar y estos malditos asesinos la trataron de eliminar con un bombazo. Los jóvenes populares saben que el legado de Luisa no puede ser entre cuatro paredes. La Luisa siempre llamó a la calle, siempre llamó a la gente a luchar por sus derechos, pero jamás a través de ninguna estrategia que nos ofrezca la burguesía. Luisa siempre, siempre, hasta el último minuto, y si hoy estuviera viva, estaría celebrando, quizás, que las compañeras mapuche estuvieran ahí visibles como presidenta de la Convención Constituyente.
–¿Cuál es el principal legado que deja Luisa Toledo?
-El legado de ella siempre va a hacer que la juventud popular se organice, que piense muy bien, ya que el enemigo es muy fuerte y duro. Que le hagan frente el enemigo haciendo, por ejemplo, las ollas comunes, que le haga frente con organización autónoma y popular, sin que nos mande nadie.
Ella creía absolutamente en la fuerza de los jóvenes y siempre dijo que esto se gana en la calle peleando y ese es el legado de Luisa. Es una mentira si alguien la quiere envolver en otro tipo de discurso, puesto que ella, si hubiese sido joven, estaría en la calle también y, sobre todo, las últimas palabras que nos pudo decir a nosotros, como familia, es que teníamos que ser capaces de queremos mucho, que le dijéramos a los jóvenes que el amor es una cosa muy importante que se cultiva día a día y que quieran a sus hijos, que no los dejen botados, que las parejas se quieran y que se respeten entre ellos, que el amor del día a día es algo muy importante y que no es solamente salir a luchar a la calle, sino que tenemos que aprender a amarnos y querernos entre nosotros, puesto que eso es la mejor fortaleza.
Que se preparen los cabros y las cabras, que se preparen bien, no solamente en la autodefensa, sino que también esa preparación ayude a no confiar más en el poder de los ricos y no tener que depositar nuestro destino en manos de otros, sino que tiene que ser el pueblo, tiene que ser el pueblo pobre el que se levante, el pueblo pobre mapuche y el pueblo pobre no mapuche. Esa era la esperanza de ella, Luisa tenía mucha esperanza en los niños, siempre trabajó con mujeres, con la mujer popular y ella siempre decía que las mujeres populares eran las más capaces y ella hizo un trabajo tremendo aquí con sus compañeras de la Villa Francia y con otras mujeres. Ellas lograron salir de la cocina y lograron empoderarse, lograron zafarse de todo el rol que nos asigna esta sociedad.
Yo creo que la Luisa fue una feminista de corazón, no de discurso.
–La última vez que tuve la oportunidad de entrevistar a Manuel Vergara y Luisa Toledo, señalaron que “a pesar de que les mataron tres hijos, ellos tenían muchos hijos”. ¿Cómo se expresó ese amor que Luisa le brindó incondicionalmente a los jóvenes?
-La Luisa siempre admiró y quiso mucho a los jóvenes y su valentía. Siempre dijo que el coraje lo teníamos nosotros y que la policía era una cobarde, que siempre están acostumbrados a dispararle a la gente por la espalda, a torturar, a violar y que nuestra juventud tiene que ser capaz de confrontar eso de una manera organizada. Siempre dijo: hagan las cosas bien. Cada hijo e hija caída, cada hijo e hija presa, cada hijo e hija torturada o mutilado, ella siempre lo lloró, ella siempre lloró cada muerto que hubo aquí, siempre lloraba en casa, decía “no puede ser que nos sigan matando, este pueblo tiene que levantarse, tiene que levantarse organizadamente y en armas”.
6 de julio, 2021.
Fuente: https://lavozdelosquesobran.cl/ana-vergara-toledo-y-el-legado-de-su-madre-luisa-creia-absolutamente-en-la-fuerza-de-los-jovenes-y-siempre-dijo-que-esto-se-gana-en-la-calle-peleando/
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