Chile Boric: la ingeniería del reparto del poder gubernamental.

Gobernando juntos: coaliciones y gabinetes en el Chile que viene.

por Mireya Dávila/DiarioUchile.

El estilo de liderazgo de Gabriel Boric como Jefe de Estado, conductor del Gobierno y líder de su coalición, dependerá, en parte importante, de cómo defina su propia forma de configurar el Ejecutivo, tal como lo hizo en noviembre de 2019 al firmar el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución. Queda pendiente cómo y con qué criterios el Presidente electo va a organizar la coalición que lo acompañe. La primera señal al respecto será el tipo de gabinete que lo acompañará a partir del 11 de marzo. Decisiones presidenciales que tienen mucho que ver con el arte de lo políticamente posible.

Uno de los requisitos fundamentales para el buen funcionamiento de los gobiernos de coalición es la adecuada presencia en sus gabinetes de las fuerzas partidarias presentes en el Congreso. Así, lo que se denomina “cuoteo” ministerial no es otra cosa que la representación del balance de estas fuerzas parlamentarias en el Ejecutivo. A diferencia de los sistemas parlamentarios, en que los partidos son los que arman coalición y nombran gabinetes, en nuestro sistema presidencial es el Presidente quien hace el balance partidario cuidando los equilibrios de su coalición en el Congreso, lo que se conoce como la regla informal de la proporcionalidad.

En el caso del Presidente electo, Gabriel Boric, constatamos una serie de particularidades que, en esta materia, lo diferencian de sus antecesores a partir de 1990. Si bien las anteriores coaliciones de gobierno, en general, no gozaron de mayorías parlamentarias, en el caso de Apruebo Dignidad su representación parlamentaria solo tendrá 37 diputados(as) (23,8 %) y 4 senadores(as) (8%). El partido con más diputados(as) es el PC, que en teoría debería concentrar la mayor cantidad de ministros(as). Lo mismo sucede en el Senado, donde el PC obtuvo dos senadores(as).

De acuerdo a lo anterior, para alcanzar una mayoría parlamentaria y llevar adelante su agenda legislativa, el Mandatario electo deberá ampliar su base de apoyo para gobernar, organizando una coalición de gobierno con posterioridad a las elecciones, a diferencia de lo ocurrido desde 1990, cuando las coaliciones de gobierno y electorales eran las mismas.

El ampliar la coalición de gobierno plantea el dilema de hasta dónde se proyectará y cómo será la participación de los nuevos socios. La centroizquierda, agrupada en Nuevo Pacto Social, tiene la misma cantidad de diputados(as) (23,8%) que AD y 19 senadores(as) (38%), un número mayor que Apruebo Dignidad. Incorporar a los partidos de centroizquierda, como el PS, PPD, PL y PR, e incluso al PDC al Gobierno, implicaría incorporarlos al gabinete. De acuerdo a la composición de la Cámara de Diputadas y Diputados, el PS es el partido con más diputados(as), lo que teóricamente se traduciría en ocupar un significativo número de ministerios, lo que probablemente no sucederá.

Así, se abren diversas alternativas para combinar la cantidad de ministros(as) de cada partido con la representación cualitativa de estos, por ejemplo, en el Comité Político. De ser así, el PC debería estar en este Comité. ¿Lo estará el PS si se lo integra en la coalición? ¿Se podrán integrar al gabinete militantes ajenos a Apruebo Dignidad? ¿En las mismas o diferentes condiciones?

Los cercanos al nuevo Primer Mandatario han indicado que podrán incorporarse al gabinete ministros(as) independientes con credenciales académicas y profesionales. Sin embargo, la experiencia de los dos gobiernos del Presidente Piñera muestra que la presencia en sus gabinetes de una mayor cantidad de independientes, en desmedro de militantes de partidos de su coalición, afectó la relación entre el Gobierno y sus partidarios en el Congreso. Cuando los independientes asumen un mayor número de carteras ministeriales que los miembros de partidos, como sucedió en sus dos administraciones, se crean las condiciones para que surjan diversos conflictos entre el Presidente y los partidos que lo apoyan.

Por otra parte, en un sistema presidencial, como que el que aún tenemos, la configuración del gabinete es atribución exclusiva del Presidente. La expresidenta Bachelet señaló, en su presentación ante la Convención Constitucional, el jueves 23, que “los partidos tienen que estar cerca del Gobierno que han apoyado porque creen lo que ese Gobierno ha planteado, pero no pueden intentar gobernar al Presidente”.

El estilo de liderazgo de Gabriel Boric como Jefe de Estado, conductor del Gobierno y líder de su coalición, dependerá, en parte importante, en cómo defina su propia forma de configurar el Ejecutivo, tal como lo hizo en noviembre de 2019 al firmar el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución. Queda pendiente cómo y con qué criterios el Presidente electo va a organizar la coalición que lo acompañe. La primera señal al respecto será el tipo de gabinete que lo acompañará a partir del 11 de marzo. Decisiones presidenciales que tienen mucho que ver con el arte de lo políticamente posible.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/destacado/2021/12/27/gobernando-juntos-coaliciones-y-gabinetes-en-el-chile-que-viene/

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