Colombia: avanza decisivamente en carrera presidencial.

La probable victoria de los candidatos de la coalición progresista Pacto Histórico de Gustavo Petro, en Colombia, eleva las posibilidades de que el carismático candidato de la izquierda se imponga en la primera vuelta de las presidenciales el próximo 29 de mayo.

Aunque los resultados definitivos de las elecciones al Senado y la Cámara colombianos no se sabrán hasta este lunes, Pacto Histórico lideraba en ambas elecciones con el 65% de los votos escrutados anoche, seguido por los partidos históricos, el Conservador y el Liberal.

En las primarias, convocadas a la vez que las elecciones legislativas, para elegir a los candidatos para las presidenciales, Petro –ex alcalde de Bogotá– ganó con más de cuatro millones de votos a sus rivales de Pacto Histórico. Su valoración en las encuestas ha alcanzado un nivel record de 42%, lo cual lo convierte en claro favorito para los comicios de mayo. «Estamos movilizando a distritos de clase media para ampliar el voto e intentar ganar en primera vuelta», dijo un activista de la campaña de Petro, en Bogotá, la semana pasada. Una posible alianza de Petro con el partido liberal del expresidente César Gaviria aumentaría la posibilidad de una victoria en primera vuelta.

Los rivales del candidato de izquierda en las presidenciales en mayo serán Sergio Fajardo, científico y exalcalde de Medellín, que se hizo con la candidatura de Centro Esperanza con unos 600.000 votos, y Federico Gutiérrez, el candidato conservador de la coalición Equipo por Colombia, que logró atraer a dos millones de votos. Gutiérrez competirá por los votos de la derecha en la primera vuelta electoral, con Óscar Ivan Zuluaga, candidato Centro Democrático, el partido de Gobierno, liderado por Álvaro Uribe, y el independiente Rodolfo Hernández.

Petro regresó a Bogotá el fin de semana para iniciar la última fase de la campaña electoral tras asistir a la histórica toma de posesión del nuevo presidente de izquierda en Chile Gabriel Boric.

El avance de la izquierda. Marea roja en América Latina.

Ya se habla en América Latina de una nueva marea rojiza conforme la izquierda alcanza el poder desde México a Argentina, pasando por Bolivia, Perú y ahora Chile. Si Petro gana y Lula da Silva se impone en las elecciones brasileñas de octubre, habrá un bloque sólido en la región de gobiernos partidarios de medidas de redistribución de renta para combatir la extrema desigualdad y una política exterior más autónoma frente a Estados Unidos que el eje pro-Washington representado por el Grupo de Lima.

Petro es el líder indisputado de la izquierda más reivindicativa y más arraigada en el electorado colombiano de bajo poder adquisitivo, un segmento que abarca casi la mitad de la población tras el colapso económico enela pandemia y la elevada inflación de bienes esenciales. Tiene un amplio seguimiento en la juventud colombiana que protagonizó el estallido social el año pasado contra del gobierno de Iván Duque, el protegido del expresidente ultra conservador Álvaro Uribe.

Gustavo Petro. Un líder que alejaría Bogotá de Washington.

El candidato de la izquierda que se presenta por tercera vez a las elecciones presidenciales tras dos intentos fallidos, en 2010 y 2018, lidera todas las encuestas con un amplio margen. Si gana, será la primera vez en la historia que Colombia tiene un presidente de izquierda. Petro, exguerrillero, es un acérrimo crítico de la intervención estadounidense en la política colombiana así como la presencia de bases militares estadounidenses en el país andino-caribeño. Esto es significativo porque, en una visita de Iván Duque a Washington la semana pasada, el presidente estadounidense, Joe Biden, homenajeó a Colombia por ser el principal aliado de Washington en Sudamérica en un momento de fuertes tensiones con China y Rusia.

Fajardo, de centro izquierda y aliado con la actual alcaldesa de Bogotá, Claudia López, puede intentar tachar a Petro de radical y así hacerse con el voto de la derecha en caso de que logre pasar a la segunda vuelta. Gutiérrez ya ha lanzado acusaciones contra Petro por ser un supuesto aliado de Vladímir Putin.

Las elecciones a la Cámara y el Senado, en las que votaran unos 39 millones de colombianos, se consideran un ensayo para las presidenciales. Se disputan 100 escaños en el Senado a los que hay que añadir los cinco reservados para los exguerrilleros de las FARC y dos para lideres indígenas, según los términos pactados en el acuerdo de la paz en el 2016. El senador numero 108 se reserva para el candidato que ocupe el segundo puesto en las elecciones presidenciales.