TWITTER Y SU MARIDAJE CON EL FBI, LA CIA Y EL CONSEJO ATLÁNTICO
por Clara López González/Canarias.org.
Las agencias de seguridad nacional, que una vez fueron usadas para infiltrarse en los medios, son hoy día los medios. Una investigación del medio digital estadounidense MintPess ha descubierto que Twitter ha contratado en los últimos años, para puestos relevantes, a multitud de ex-agentes del FBI, pero también de la CIA y el Consejo Atlántico, tanque de pensamiento de la OTAN. Pero no solo Twitter sirve de “puertas giratorias” para estos ex-agentes, sino también otras empresas tecnológicas de Silicon Valley como Facebook y TikTok.
Una investigación del medio digital estadounidense MintPess ha descubierto que Twitter, la empresa tecnológica de Silicon Valley (California), ha contratado en los últimos años para puestos relevantes a multitud de ex-agentes del FBI, la agencia federal estadounidense de seguridad e inteligencia que recientemente ha expandido su radio de acción al ciber-espacio.
Preguntada por Mint-Press sobre este fenómeno, una ex-agente del FBI y filtradora de información secreta (whistleblower), Coleen Rowley, dijo que “no le sorprendía en absoluto”, ya que ahora hay unas “puertas giratorias” entre el FBI y las empresas que intenta controlar, especialmente para los agentes que están prontos a jubilarse y ven en estos nuevos puestos una oportunidad para seguir ganando dinero.
Twitter confía plenamente en el FBI y por ello permite a esta organización regular la información que se difunde a nivel global en su plataforma. En septiembre de 2020, publicó incluso una nota de agradecimiento a la agencia federal:
“Queremos expresar nuestra gratitud al Grupo de Trabajo sobre Influencia Extranjera del FBI por su estrecha colaboración y continuo apoyo a nuestra labor de proteger la opinión pública en estos momentos críticos”.
El FBI no es la única fuente de donde Twitter extrae sus altos cargos. Un agente de la CIA, con diez años de servicio en la agencia, fue contratado como director de “política de integridad, confianza y seguridad” de la compañía.
Twitter también se ha servido de personal del Consejo Atlántico (Atlantic Council), el tanque de pensamiento (think tank) de la OTAN que ha estado implicado en muchas de las noticias falsas más descaradas de los últimos años. Publicó una serie de informes en los que alegaba que casi todos los grupos políticos europeos de la oposición -a derecha e izquierda (Vox, Unidas Podemos, Syriza, Amanecer Dorado…) eran todos, “caballos de Troya secretos del Kremlin”.
El Consejo Atlántico posee un Laboratorio Digital Forense de Investigación que monitoriza toda la información online. En 2020, uno de sus investigadores asociados se unió a Twitter como especialista en “integridad informativa y seguridad” -esencialmente para controlar lo que Twitter considera información legítima y lo que considera desinformación. Otros empleados de este laboratorio trabajan ahora también para la red social en temas relativos a Rusia -objetivo clave del Consejo Atlántico– y sobre “seguridad y confianza de alto riesgo”.
El año pasado, un ex-empleado de la OTAN experto en ciber-delincuencia dejó su puesto en Twitter para ocupar el cargo de director de “política de producto” en la red social TikTok.
Es evidente que el hecho de reclutar a especialistas de las agencias de seguridad nacional estadounidenses desmiente la alegada neutralidad de Twitter.
El gobierno de EE.UU ha sido el motor de algunas de las mayores operaciones injerencia a nivel mundial. En 2011, The Guardian informaba de la existencia de una masiva campaña online del ejército de EE.UU, para la que había diseñado un software que permitía a su personal “manipular secretamente las redes sociales usando personas falsas para influir en las conversaciones de internet y expandir propaganda pro-estadounidense”.
Hay que tener en cuenta, además, que estos ex-agentes de la seguridad nacional estadounidense, que son ahora empleados de Twitter, no se ocupan en departamentos políticamente neutros como ventas o servicios al cliente, sino en «seguridad, confianza y contenidos», lo que significa que algunos poseen enorme influencia en los mensajes y la información que la empresa promueve, así como en lo que es amonestado y cancelado.
Es decir, muchos de estos empleados siguen haciendo lo que hacían antes solo que ahora en el sector privado. Y sin problema, ya que las agencias de seguridad nacional de EE.UU y el cuarto poder (los medios) son aliados.
Así, cuando se trata de hacer seguimiento de campañas de desinformación, los ex-agentes del FBI, la CIA y el Consejo Atlántico solo las hallan fuera del núcleo capitalista occidental aliado de EE.UU, al que consideran única fuerza benefactora.
Esta visión sesgada de lo que consideran desinformación puede verse claramente en los informes que Twitter lleva publicados sobre la información que procede de medios estatales o públicos. Toda la lista de países que ha identificado como implicados en campañas de desinformación incluye a: Rusia, Irán, China, Arabia Saudí, Venezuela, Egipto, Cuba, Serbia, Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos, Ecuador, Ghana, Nigeria, Honduras, Indonesia, Turquía, Tailandia, Armenia, España, Tanzania, México y Uganda.
Twitter reproduce la hostilidad de EE.UU hacia países como Rusia, China, Irán y Cuba, intentando obstruir el alcance e influencia de sus medios públicos en la red social. Por ello añade mensajes de aviso en los tweets de periodistas y medios asociados a estos gobiernos.
Por “medios afiliados a un Estado” Twitter entiende aquellos en los que “el Estado ejerce control sobre el contenido editorial a través de recursos financieros, presión política directa o indirecta, y/o control sobre la producción y distribución”.
También explica por qué no hace lo mismo con los medios públicos y periodistas de otros países, menos aún de EE.UU:
“Los medios financiados por el Estado con independencia editorial, como la BBC en Reino Unido, o NPR en EE.UU, por ejemplo, no son definidos como medios afiliados a un Estado para los propósitos de esta política”.
Pero no explica por qué los periodistas de Cuba, Rusia, China o Irán no tienen independencia editorial, mientras que los de Reino Unido y EE.UU, sí la tienen. Simplemente se da por hecho.
A medida que crece la tensión entre China y EE.UU, Twitter erradica las voces chinas de su plataforma. En 2020, prohibió 170.000 cuentas que dijo estaban “difundiendo narrativas geopolíticas favorables al Partido Comunista de China”, tales como elogiar su manejo de la pandemia de Covid-19 o expresar oposición a las protestas de Hong Kong.
Sin embargo, lo más notable fue el anuncio que Twitter hizo el año pasado sobre que estaba cancelando docenas de cuentas debido a la nueva “violación de las normas”, que consiste en “minar la confianza en la OTAN”.
Aunque esto fue ridiculizado por muchos usuarios de la red social, pocos se dieron cuenta de que esa decisión se tomó por la alianza establecida entre Twitter y el Stanford Internet Observatory, un tanque de pensamiento dedicado a la contra-información repleto de ex-agentes de seguridad nacional y dirigida por un individuo que está en el consejo asesor del Centro de Excelencia Colectiva de Ciberseguridad de la OTAN.
Pero Twitter no es la única empresa con estrechos vínculos con el FBI, la CIA o el Consejo Atlántico de la OTAN. Facebook tiene ya maridaje formal con el Laboratorio Digital Forense del Consejo Atlántico para las noticias y contenidos que se promocionan en su muro.
Las voces contra la guerra y opuestas al establishment han sufrido un descenso destacado en esta plataforma. Este mismo medio –Canarias Semanal– fue recientemente bloqueado en Facebook por publicar un artículo sobre los negocios sucios del hijo de Joe Biden.
En abril, un estudio de MintPress descubrió que también TikTok se ha llenado de alumnos del Consejo Atlántico, la CIA y el Departamento de Estado de EE.UU para temas de “seguridad, contenidos, confianza y salvaguarda”.
No obstante, su sombra llega hasta las agencias de noticias como Thomson Reuters. Aquí, una ex-veterana de la CIA llegó en 2015 a la dirección, y no tuvo pelos en la lengua a la hora de publicar en su blog de la web de Reuters que estaba en ese puesto para “satisfacer las necesidades del gobierno de EE.UU” -declaración que no casa mucho con los conceptos de imparcialidad periodística.
En EE.UU y la mayor parte de países europeos, las cadenas de TV emplean asimismo a un amplio elenco de ex-agentes de seguridad y militares como expertos.
Puede decirse sin temor a error que, en EE.UU, las agencias de seguridad nacional, que una vez fueron usadas para infiltrarse en los medios, son hoy día los medios.
El informe completo de MintPress, en:
https://www.mintpressnews.com/twitter-hiring-alarming-number-spooks-secret-agents/281114/
FBI, CIA y OTAN controlan los hilos operativos de Twitter
En los últimos tiempos, Twitter ha ido llenando su planta de operaciones con exagentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otros organismos para ponerlos a desempeñar cargos importantes en ámbitos de seguridad, confianza y moderación de contenidos de la corporación tecnológica. MintPress hizo una investigación sobre el tema y recopiló los perfiles de varios de ellos:
- Dawn Burton trabajó para la industria militar en Lockheed Martin y se desempeñó como asesor principal de innovación del director del FBI. Burton dejó el FBI en agosto de 2019 y se unió a Twitter al mes siguiente como director de estrategia y operaciones y organización de asesoría.
- Karen Walsh obtuvo el cargo de la dirección de resiliencia corporativa en Twitter en 2020. Antes de eso, estuvo 21 años trabajando para el FBI, el último de ellos se desempeñó como agente especial de divulgación del sector público-privado.
- La empresa de Sillicon Valley contrató al abogado y exconsejero general del FBI, James Baker, en 2020. Este hombre también pasó casi 20 años en el Departamento de Justicia, ocupando varios cargos, incluso el de asesor de política de inteligencia.
- La mayoría de la información disponible sobre los exfuncionarios del FBI reclutados por Twitter fue recopilada de sus perfiles en LinkedIn, donde acostumbran a poner solo la inicial de su apellido. Matthew W. estuvo 15 años en la agencia federal antes de entrar a Twitter para ocupar el cargo de director general de confianza de productos.
- Patrick G. formó parte del FBI durante 23 años, se desempeñó como agente especial supervisor. Fue contratado por el gigante tecnológico en 2015 y actualmente es el jefe de seguridad corporativa.
- Bruce A. es el director de investigaciones de seguridad y riesgos internos de Twitter. En su perfil en LinkedIn menciona que, durante su paso por el FBI, ocupó «varios roles de inteligencia y aplicación de la ley en Estados Unidos, África, Europa y el Medio Oriente» y fue un «especialista regional en inteligencia humana y contrainteligencia».
Se busca personal, y si viene de la CIA o la OTAN, mejor
El FBI es solo uno más en la lista de organismos vinculados directamente con el gobierno estadounidense a los que Twitter ha acudido para llenar su planta. Estamos hablando de las ligas mayores: la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte están en dicha lista.
Respecto a la CIA, uno de sus analistas, Michael Scott Robinson, que trabajó durante diez años en el servicio de inteligencia, fue contratado para asumir el puesto de gerente general de políticas de integridad, confianza y seguridad de la red social.
Del Atlantic Council, tanque de pensamiento financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos y que pone a sus grupos de expertos bajo la disposición de la OTAN, especialmente elaborando escenarios de cambio de régimen en países a los que Occidente considera sus enemigos, también han salido profesionales a enfilarse en el equipo de Twitter. Esto no resulta extraño, ya que en 2018 Facebook se alió con el Atlantic Council para «monitorear la desinformación y la interferencia extranjera».
Kanishk Karan y Daniel Weimert trabajaron en el Laboratorio de Investigación Forense Digital (DFR, por sus siglas en ingles) del Atlantic Council antes de unirse a Twitter. Karan dejó su puesto de investigador asociado en el DFR y ahora es especialista en integridad y seguridad de la información en la red social. Su trabajo consiste básicamente en ayudar a «controlar lo que Twitter considera información legítima y desinformación nefasta», dice la investigación de MintPress.
Antes de continuar con Weimert, habría que rememorar un par de cosas sobre el Atlantic Council: algunas investigaciones apuntan a que el instituto patrocinó a PropOrNot, una organización en la sombra que difamó a muchos sitios web alternativos a los medios hegemónicos, tildándolos falsamente como «propaganda rusa». Dicho esto, podemos pasar al cargo que ahora ocupa Weimert: asociado principal de políticas públicas para Rusia, perfectamente alineado con los intereses del Atlantic Council.
El artículo de MintPress indica que Twitter también emplea directamente a oficiales del ejército que se encuentran activos.
«En 2019, se reveló que Gordon Macmillan, el jefe de redacción de toda la región de Europa, Medio Oriente y África, era un oficial de la notoria 77° Brigada del ejército británico, una unidad dedicada a la guerra en línea y las operaciones psicológicas. Esta noticia explosiva fue ignorada por los medios de comunicación».
Vigilar y hostigar a los mismos países, desde una oficina distinta
La corporación de tecnología con sede en California podría justificar el reclutamiento de funcionarios del FBI y afines con el argumento de que la influencia y popularidad que ha alcanzado la red social en el mundo amerita tener expertos en seguridad y vigilancia regulando el sitio web. Ciertamente, son más de 220 millones de usuarios activos en la plataforma, que tienen, en teoría, la posibilidad de difundir y posicionar narrativas según sus intereses.
Ahí se agotan los recursos de Twitter para justificarse, puesto que, como lo hemos comprobado con el historial de los empleados que ocupan los puestos más relevantes, la empresa no ha conformado un equipo para moderar el contenido que circula en la plataforma social y garantizar que la comunidad virtual esté protegida ante la desinformación, los mensajes extremistas o la manipulación; todo lo contrario, sus empleados vienen de haber protegido, desde instituciones gubernamentales de Estados Unidos, la visión unilateral que el Imperio occidental tiene del mundo. Sabiendo que la cúspide imperial la ocupan las corporaciones, no hay por qué dudar de que las tareas en Twitter de los exagentes del FBI, la CIA y ex miembros del Atlantic Council sean distintas.
La lista de países que han sido objeto de informes de Twitter por «operaciones de información vinculadas al Estado» prueba que los exfuncionarios de agencias estadounidenses de seguridad siguen vigilando a los mismos enemigos: Rusia es nombrada en siete informes, Irán en cinco, China en cuatro y Venezuela en tres. Otros países que aparecen en la lista son Arabia Saudita, Cuba, Serbia, Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos, Ecuador, Ghana, Nigeria, Honduras, Indonesia, Turquía, Tailandia, Armenia, España, Tanzania, México y Uganda.
¿Conflicto de intereses?
Muchas veces se ha hablado del conflicto de intereses que existe cuando una persona que ejerce una función pública tiene intereses privados relacionados a su función. Con respecto a que exempleados del FBI trabajen para la corporación que antes supervisaban, MintPress le pidió a la exagente Coleen Rowley su opinión y ella dijo que «no estaba sorprendida en absoluto» y señaló que es una práctica común que los agentes busquen dónde van a trabajar después de jubilarse del FBI.
Los programas de divulgación pública de la agencia federal, que se muestran como una iniciativa para promover la confianza de la comunidad en la institución, frecuentemente son usados por los funcionarios para obtener conexiones con personas importantes que puedan contratarlos después de jubilarse. Tal práctica «distorsiona y pervierte el trabajo de investigación criminal que hacen los agentes cuando todavía trabajan como agentes porque anticipan obtener trabajos lucrativos después de jubilarse o dejar el FBI», reconoce Rowley.
Otro asunto que destacó Rowley es que han habido casos de agentes retirados que se contactan con agentes actuales para averiguar el curso de alguna investigación. «Si trabajas para una empresa, a esa empresa le gustará esa influencia”, dice.
Reclutar a exfuncionarios del gobierno de Estados Unidos es una práctica común entre las corporaciones de tecnologías. Sabemos que el Atlantic Council, por lo tanto la OTAN, tiene una fuerte influencia sobre lo que se puede divulgar y lo que no en Facebook, y otra investigación en MintPress señala a quiénes ha reclutado TikTok de la OTAN, la CIA y el Departamento de Estado. Por esa razón, los usuarios de las redes sociales hemos sido testigos de las crecientes medidas que toman las empresas al eliminar cuentas de personas vinculadas a naciones que se encuentran en la lista negra de Washington.
No tiene mucho sentido aplicar el concepto de «conflicto de intereses» en Estados Unidos debido a que las líneas entre lo público y lo privado se desdibujaron hace tiempo, toda vez que cualquier profesional puede rotarse de instituciones gubernamentales a corporaciones, según sea conveniente para el interés del capital.
(*) Misión Verdad: Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<
Fuente: https://misionverdad.com/globalistan/fbi-cia-y-otan-controlan-los-hilos-operativos-de-twitter
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