Wallmapu: Desde la Cárcel de Valdivia, mensaje del preso político Juan Pablo Pirce.

Preso político Juan Pablo Pirce.

«Soy hijo, nieto y sobrino de torturados y perseguidos, en mi sangre corre la historia de la resistencia, la resistencia en contra de la represión de la dictadura y el estado, la resistencia del pueblo Wenteche y Nagche» (Juan Pirce).

Sigo recibiendo los embates de la injusticia, la mentira y la conspiración, pero mi corazón y mi mente permanecen y permanecerán intactos. Aferrado a la superioridad moral, seguiré denunciando la arbitrariedad y la indolencia. Sé cual es el objetivo de su trato, aislado y solo, pretenden debilitar mis convicciones y lograr así que me cuestione la lealtad y el compañerismo, no van a lograrlo, tengo fe en el camino de la lucha autonomista Mapuche y estoy consciente de que buscan destruirme, quebrarme, les repito, no van a lograrlo.

La inteligencia ha buscado cultivar dudas sobre mí, sobre mi familia, sobre mi historia. Por supuesto que quieren hacerlo, más solo van a encontrarse con la enorme fortaleza de las convicciones; no vengo de cualquier parte, soy hijo, nieto y sobrino de torturados y perseguidos, en mi sangre corre la historia de la resistencia, la resistencia en contra de la represión de la dictadura y el estado, la resistencia del pueblo Wenteche y Nagche en contra de la dominación colonial, la resistencia de las ideas y la integridad frente a las superficialidades del neoliberalismo y el capital. 

En las faldas de Pailahueque descansan los cuerpos de mis antepasados y la sangre de mi familia se derramó en los cuarteles de la DINA y la CNI.

En el actual orden de cosas, solo triunfa la mentira y la traición. Consciente de aquello, sólo, desterrado y aislado, asumo mi rol y mi tarea y no me dejaré intimidar; se los dije en mi primer comunicado, cumpliré mi palabra y honraré nuestra procedencia política y cultural. 

Me dijeron, y resuenan aquellas palabras en mi memoria, en mi rakiduam, la resistencia es el mayor acto de amor. ¿Cuál es la verdadera razón para castigarme de manera tan cruel y con tanta dureza?

Para aquellos que han sido permeados por la duda, les digo, nadie ligado a mí o mí familia ha sido parte de la represión, y desafío a que alguien levante la mano, si es que así lo cree.

Estoy preso, aislado, sólo y desterrado, sin probar un plato de comida caliente hace más de un año, eso no es otra cosa que tortura, y me pregunto, ¿Por qué? No van a obtener otra cosa de mi más que silencio, no tengo nada que decir.

He sido perseguido por la dictadura Pinochetista de Sebastián Piñera, fui asediado por la ANI y por los agentes de la ex UIOE, quienes tejieron esta operación en mi contra, con el objeto de presionar a las cortes y cumplir así con las intenciones del fascismo para dar pie a la lógica del “toteo” anticipado por el entonces ministro Larraín.

¿Tan rápido pueden olvidarse de las atrocidades cometidas? Aquellas cuya responsabilidad corresponde a esa Junta de Gobierno conformada por Piñera, Chadwick, Larraín y Galli, con la Marina al mando de la inteligencia política y los altos mandos de carabineros, todos procesados por el robo de miles y miles de millones, por cierto, la misma Marina que asesinó a Liempi.

¿Tan rápido pueden olvidarse de aquello, del asesinato de Camilo? Todos vieron que lo ejecutaron por la espalda a manos de un francotirador y que luego mintieron y quisieron ocultarlo, Camilo iba desarmado.

¿Pueden olvidarse tan rápido de las maniobras militares en el centro de nuestras ciudades? ¿De los muertos? ¿De los que perdieron sus ojos? ¿De las mentiras? ¿De los montajes? ¿Pueden olvidarse de la declaración de guerra del presidente en contra de nuestro pueblo? Y si es así, ¿Les seguirán creyendo?

Me he construido una historia práctica juntos a los humildes y los perseguidos y esa es mi fortaleza. Solo he tenido una vida y es la que conocen y la que seguiré difundiendo y, es justamente esa vida la que desató la persecución en mi contra. Para todos es sabido con quienes compartí las barricadas en la juventud y con quienes caminé por el campo y la ciudad. Enfrenté a la policía en Temuco después de la muerte de Alex Lemún y la evadí después junto a Matías Catrileo y tantos otros. 

Formé parte de la lucha en las calles de la Villa Francia, de la Pincoya y de la Bandera. En el norte y en el sur soy lo que soy y aquello siempre fue sabido. Es el peso de esa historia la que ha motivado la persecución y la tortura en mi contra, les repito, solo, desterrado y aislado, perseguido y hostigado por la institucionalidad, aquella que declara como sus enemigos a quienes denunciamos su injusticia, su arbitrariedad, a los que nos rebelamos y llamamos a la rebeldía, les repito, seguiré denunciando su crueldad y su indolencia.

Honraré en todo momento la historia de nuestros antecesores, la memoria de aquellos que entregaron la vida y la lealtad moral y los principios de nuestra lucha. Puesto en esta situación, asumo con dignidad mi prisión política y las consecuencias de nuestras convicciones. Las asumo con orgullo y el dolor sólo me fortalece día a día. 

No me verán de rodillas y los desafío a seguir con sus torturas, con su indiferencia y su persecución, será la historia la que pondrá a cada uno en su sitio y la que premiará con integridad a mis hijos y mi familia. No habrá paz si sigue la injusticia, y es paz, amor y libertad lo que buscamos los que luchan.

Aquí estoy hijos míos, padres míos, hermanos míos, compañeros y amigos míos, estoy de pie y lo seguiré estando.

¡Autonomía, Territorio, Libertad!
¡Libertad a todos los presos políticos!

Valdivia, 22 de Julio de 2022.

Fuente: recibido por CT 23-07-2022


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