La monarquía británica sinónimo de saqueo, muerte y colonialismo.

Por Red de Prensa Popular Ecuador RPP-E.
 

Los medios de comunicación enaltecen la figura de Isabel II, lo que no dicen es que ella y su familia son responsables de miles de muertos, de saqueos en el mundo y de la expoliación fundamentalmente al África.Durante siglos la monarquía inglesa se dedicó a robar la riqueza y territorios de otros pueblos, especialmente en África.

 
Ya en el reinado de la hoy idolatrada Isabel II impusieron regímenes de masacre en el continente africano. Tal es el caso de Kenia y de Sudáfrica donde tenían verdaderos campos de concentración y tortura.
 
Por ejemplo, en Kenia los campos de concentración eran centros de brutales torturas contra cualquier keniano rebelde, las investigaciones actuales demuestran que a los detenidos les obligaban a llenar su boca de lodo, para luego pisar su garganta hasta que se desmayen.Una de las masacres más conocidas fue la de Mau Mau, donde los británicos reprimieron a los kenianos que se sublevaron y bombardearon matando a más de 300.000 kenianos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Recordatorio útil sobre la monarquía británica

La corona británica saqueó hasta el último gramo de oro y plata de Tasmania de Australia. Prácticamente eliminaron a la población y al resto los esclavizaron. Se estima que para la fecha de llegada de los británicos había más de 10 mil habitantes, sobrevivieron 76. El exterminio duró 27 años, de 1803 a 1830.

Esto a propósito del lavado de imagen de la monarquía británica que llevan a cabo los medios de comunicación.
Puede ser una imagen de 8 personas, personas de pie y al aire libre
 

James Connolly, el obrero revolucionario ejecutado por la monarquía británica

James Connolly, un revolucionario irlandés que combatió en todos los frentes al colonialismo británico y el máximo representante de las organizaciones marxistas de Irlanda fue ejecutado junto a otros líderes de la liberación nacional irlandesa por órdenes directas de la corona británica.
 

«Inglaterra, el Imperio Británico, era y es la personificación de la burguesía, la bestia encarnada de la propiedad capitalista, y su corazón era tan tierno como el del tigre cuando siente a su víctima indefensa entre sus garras», señaló Connolly.Connolly era trabajador imprentero, luego fue soldado, se vinculó a organizaciones de izquierda, tras salirse del ejército fue conserje, sin embargo por su postura política quedó desempleado. Entró en la lista negra de varias empresas que le negaron trabajo.

 

Migró a Nueva York y ahí entró en contacto con otros revolucionarios.En 1905 fundó la Federación Socialista Irlandesa de Nueva York y participó en el sindicato Trabajadores Industriales del Mundo (IWW). Durante esos años, Connolly escribió ‘Canciones de libertad de autores irlandeses’, donde incluyó composiciones propias.Volvió a Irlanda en 1910 y formó el Sindicato de Transportistas. Ese año publicó ‘La clase obrera en la historia de Irlanda’, donde analiza la historia irlandesa desde una perspectiva de clase.

 
En 1913 hubo una larga y enorme huelga que inició en Dublín porque varios trabajadores fueron despedidos. La represión policial fue brutal. En respuesta a la violencia policial durante la huelga, Connolly y Jim Larkin, crearon el Ejército Ciudadano Irlandés (ICA), una milicia obrera para proteger a trabajadores en huelga y concebida como vanguardia para una hipotética rebelión.
 
Estalla en 1914 la Primera Guerra Mundial, los revolucionarios irlandeses se oponen a la guerra y la declaran como una guerra imperialista.
 
Connlly, sostenía que la guerra era una oportunidad para la revolución socialista. Es así que se produce el Alzamiento de Pascua de 1916 y la declaración de independencia del pueblo irlandés. Connolly fue comandante de la brigada de Dublín y resultó gravemente herido en los combates. Fue ejecutado atado a una silla el 12 de mayo de 1916 en la prisión de Kilmainham.
 
Autor de varios textos en los que expuso la situación de la clase trabajadora de Irlanda, su postura contra el imperialismo británico y su profundo amor por la revolución socialista.
 
Connolly es un icono antiimperialista y anticolonialista, su figura es recordada por el pueblo irlandés como un símbolo de la lucha por la liberación y por el socialismo. James Connolly se ganó el odio de la monarquía y burguesía británica porque decidió dedicar su vida a organizar a la clase trabajadora.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

La monarquía británica condenó a muerte por hambre a un millón de irlandeses

 

A propósito de la consternación por la muerte de Isabel II y un enaltecimiento de la corona británica, valga recordar una de las más grandes atrocidades cometidas por la monarquía inglesa.

En el siglo XII, la corona británica consolidó la colonización de Irlanda. Fue ocupando territorios por la fuerza y llevó ingleses para que se establecieran como colonos. Más tarde el siglo XIV la monarquía impuso en Irlanda las llamadas Normas de Kilkenny, por las que se prohibía, entre otras cosas, los matrimonios mixtos así como el uso del su idioma y las costumbres del país.

El sádico militar británico Oliver Cromwell ordenó la confiscación de tierras y otros bienes de los irlandeses que pasaron a manos de colonos ingleses. Esto provocó rebeliones y sanguinarias represiones.

Los terratenientes ingleses eran los únicos que podían obtener beneficios de las tierras irlandesas, además se apropiaron de millones de cabezas de ganado. Todos los cereales, frutas, carne, verduras y granos estaban destinados únicamente para los colonos ingleses y para ser transportados a Londres.

Los irlandeses únicamente tenían permitido comer leche y papa.

De repente, en el año 1845, en las plantaciones de papas apareció una terrible plaga provocada por un hongo llamado tizón tardío (Phytophthora infestans), que se extendió rápidamente y afectó de manera fatídica a prácticamente todos los cultivos de este tubérculo, acabando con ellos.

La respuesta de la corona británica fue enviar a Irlanda 200.000 soldados para evitar el levantamiento de la población, prohibir a Escocia que entregue alimentos a Irlanda. Prohibió el ingreso de barcos de otras naciones con ayuda alimentaria y económica.

Aquella situación tan dramática se convirtió en tragedia cuando al hambre se añadió el frío y la expulsión de sus casas de miles de familias obreras irlandesas que no podían pagar los alquileres a los arrendatarios ingleses. La monarquía impuso un toque de queda para evitar una sublevación que podía ser castigada con penas de hasta tres años de cárcel o quince de destierro. De esa manera, miles de personas que quedaron a la intemperie fueron encarceladas o desterradas.

Esta política genocida de la monarquía inglesa condenó a 1,1 millones de irlandeses a la muerte por hambre. Obligó a más de 100 mil irlandeses a migrar a Estados Unidos y otras zonas de Europa, donde llegaban a ser mano de obra barata por sus extremas condiciones de pobreza, analfabetismo y desnutrición. Cuando no morían al ser transportados ilegalmente en barcos.

 
 
 
 
 
 
 
9 de septiembre, 2022.
 
 
Fuente: https://www.facebook.com/rpp.ecuador
 
 

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