Boric en la ONU: como conciliar la derrota plebiscitaria con la exultante portada del Times.

Los flancos abiertos y las señales que el Presidente Boric enfrentará en Nueva York.

por María Arriagada/DiarioUchile.

Frente a la intervención que hará el Mandatario en la Asamblea General de las Naciones Unidas este martes y a las reuniones bilaterales que sostendrá con otros gobernantes, así como con inversionistas extranjeros, diversos académicos y diplomáticos analizan los temas sensibles para el Gobierno frente a la comunidad internacional. El holgado triunfo del Rechazo mientras La Moneda apoyaba el Apruebo, y el impasse vivido por la suspensión de la reunión con el embajador israelí en Chile, serán motivo de posibles explicaciones. Aseguran que las señales que dé en su discurso deberían ir en torno a cómo fue el proceso constituyente y cómo continúa, además de sus principales lineamientos en política internacional, es decir, el multilateralismo y la defensa del medioambiente.

No fue una semana fácil para el Presidente Gabriel Boric. Días previos a su viaje debió enfrentar la mediática y polémica renuncia de la jefa de asesores del Segundo Piso, Lucía Dammert, quien era pieza importante en su diseño y parte de la delegación en la instancia de Nueva York. Y en la misma jornada ocurrió el impasse diplomático con el embajador de Israel que, por momentos, pareció escalar a un conflicto mayor, pero sobre el cual –tras reiteradas explicaciones de parte del Gobierno– se consiguió calmar las aguas. Esto, aunque no hay certeza realmente sobre los efectos colaterales que podría tener. Por eso todos los ojos están puestos en la primera visita presidencial a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las señales que estará comunicando el Mandatario chileno. 

Y justamente abrirá hoy sus actividades, dando un discurso ante el Plenario del 77º periodo de sesiones de la ONU. Según itinerario, será el tercer gobernante en hablar, tras las palabras de Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil, y de Joe Biden, el dueño de casa, quien hablará en segundo turno.

«Chile tiene un Gobierno nuevo, el Presidente más joven del mundo, y que sea de izquierda, son factores que hacen que para la comunidad internacional su discurso sea una novedad», señala el sociólogo y exembajador Boris Yopo.

Agrega que es importante dejar la marca de Chile posicionada. «Lo van a escuchar con interés, porque tanto el proceso constituyente como la elección presidencial fueron seguidos en todo el mundo. Creo que Boric va a aprovechar de mandar algunos mensajes para el interior, para el ciudadano, ya que hay gente que quedó un poco preocupada con los resultados de la elección (plebiscitaria). Esos mensajes deberían ser: que Chile debe entrar en un período de más conversación, de acuerdos”. 

El proceso constituyente

Sin embargo, para muchos analistas y personeros del mundo democrático el resultado del plebiscito es el “elefante en la sala” para Gabriel Boric en su visita a la ONU y, en especial, en las reuniones que mantendrá con inversores. Esto, porque es conocido que el Gobierno apoyaba la opción Apruebo que perdió en las votaciones ante un holgado triunfo del Rechazo con 61,86% de las preferencias. 

“Chile está en proceso de construir un arreglo institucional”, es uno de los mensajes que el doctor en Ciencias Políticas, Robert Funk, cree que Boric dará. El académico de la U. de Chile asegura que se debe tener en cuenta que los discursos de los presidentes en la ONU tienen dos públicos: “Uno suele pensar que les están hablando a los otros países, o a los líderes presentes. Pero muchas veces, junto con eso, le están hablando a un público doméstico”. 

El académico de la U. de Talca y doctor en Ciencias Políticas, Mauricio Morales, señala que el Mandatario debería señalar algo “simple” sobre el proceso constituyente: “Es en el Congreso donde está alojada la discusión sobre el nuevo proceso constitucional, esperando que se llegue a un buen acuerdo para seguir adelante”. Esto, porque –a su juicio– “el Presidente y el Gobierno jugaron al límite del intervencionismo en el proceso anterior, y no es saludable para la democracia que nuevamente el Gobierno sea protagonista de un debate que se da en el Congreso”. 

“No creo que caiga en hacer análisis de por qué se perdió o ganó, sino que relevar lo positivo para hablar a nombre de todo el país. Relevar que se tuvo un proceso electoral impecable, que a las 20 horas ya sabíamos los resultados, que tuvimos una participación electoral inédita, y que este proceso va a continuar, y que Chile tendrá una nueva Constitución”, puntualiza Yopo sobre los focos que cree que podrían ser convenientes para el Jefe de Estado. 

Y agrega: “En el mundo se instalan ciertas ideas, y se instaló que sigue la Constitución de Pinochet: eso es muy mala imagen para Chile”. Y a raíz de esta sentencia, recalca que es importante dar el mensaje de que el país tendría una nueva Constitución el próximo año, que coincidiría con el aniversario cincuenta del golpe militar. La señal que debería dar el Presidente es: “Chile, a 50 años del golpe militar, va a tener una nueva Constitución”. 

El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, investigador asociado de FLACSO, Marco Moreno, está de acuerdo en que probablemente el Primer Mandatario se enfoque en el proceso constituyente más que en resultados: “Una Convención elegida por ciudadanos, con representación paritaria, con representación de los pueblos originarios, que cumplió con el plazo. No parece razonable el planteamiento de algunos parlamentarios de Chile Vamos en el sentido de que no haga referencia a este tema. Recordemos que la política exterior es de Estado, no de un Gobierno en particular, por lo tanto, el Presidente, en tanto representante del Estado, probablemente no pueda ignorar este aspecto que está siendo central en la historia reciente de Chile”, agrega. 

Pablo Cabrera, abogado, consejero del CEIUC (Centro Estudios Internacionales de la U. Católica), y exdiplomático, sostiene que las palabras del Mandatario estarán insertas en lo que fue el plebiscito, ya que “Boric y su Gobierno mostraron que la nueva Constitución era un eje central para el cumplimiento de su programa. Específicamente en lo que se refiere a su política exterior, como era el Acuerdo de Modernización Comercial e Integral con la Unión Europea, y el Tratado conocido como el TPP-11, que, al decir de las propias autoridades de Gobierno, se pospuso la tramitación para después del plebiscito”.

Multilateralismo y defensa del medioambiente 

Boris Yopo indica que una de las claves que puede usar es «enfatizar la importancia del multilateralismo», pues según el sociólogo esto ha sido parte de la tradición en política exterior de Chile y «Boric la valora». En opinión de Moreno, el Mandatario chileno está «intentando instalar un liderazgo regional, no sabemos si le va a resultar, pero está intentando imponer un estilo, y probablemente haga referencia a la idea de la unidad, de la unión de América Latina, del desarrollismo, de la necesidad de integración, que han sido ejes de la política chilena exterior». 

De acuerdo con los diplomáticos, la sequía de Chile y la geomorfología del país nos ubican «como un autor con credenciales para tratar el cambio climático”. Tema que ha adquirido gran importancia, debido a la sequía que han sufrido países en Europa, así como China e India. 

Yopo explica que, en su opinión, Boric debería hacer referencia a uno de los que considera «sus grandes lineamientos en política exterior, que son muy valorados en el mundo: la protección del medioambiente». 

La pandemia es otra de las cartas que debería usar el Presidente en el discurso. “Sería justo destacar que Chile ha manejado bien la pandemia. Daría la sensación de un país de políticas de Estado, con una propia institucionalidad de cómo ha enfrentado la situación. Cuando América Latina ha sido de los continentes más golpeados por la pandemia en lo que se refiere a empleo, a muerte, a líneas de pobreza”, explica Cabrera. 

Los inversionistas y el impasse con Israel

Uno de los objetivos de la presencia de Gabriel Boric en Nueva York es promover la inversión en el país. Se trata de sesiones de trabajo con empresarios en la sede del Council of the Americas, donde estará presente su CEO, Susan Segal, y reuniones con el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, así como con el Presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass.

Robert Funk asegura que tras el incidente con Israel, donde el Presidente suspendió una reunión fijada con el embajador israelí en el país, al hablar con grupos de inversionistas es clave «demostrar señales de que el proceso que vive Chile no va a impactar de forma importante en lo que ha sido la manera tradicional de abordar el comercio internacional, que es estar abierto al libre comercio. Si empieza a indicar un giro o un cambio, eso va a llamar la atención». 

«El problema que se le abre a Boric es que debe decidir. Por un lado, quiere atraer inversión, pero desea que eso ocurra bajo sus términos. Quiere que Chile se transforme en el ejemplo de una izquierda nueva, moderna, progresista y preocupada del medioambiente. Pero esos temas muchas veces van en conflicto con las preocupaciones de los inversionistas. Debe encontrar una forma de no echarse para atrás en el discurso progresista, que es tan importante para él, y a la vez asegurar a la comunidad internacional que Chile sigue siendo un país interesado en el comercio internacional. Y no estoy seguro de que haya encontrado la forma de hacer cuadrar ese círculo», apunta Funk. 

El doctor en Ciencias Políticas explica que lo más probable es que «las conversaciones con Israel lograron bajar un poco el volumen» del problema, pero puntualiza que «en algunos círculos se ha notado atención en la suspensión de la reunión con el embajador israelí», por lo que significa esta postura del Gobierno de Chile en torno a «la forma en que se conducen las relaciones exteriores, y cómo Boric opta por usar su cargo para mandar señales que chocan un poco con las costumbres y tradiciones de lo que ha sido la política exterior chilena. Además, Estados Unidos es aliado de Israel, por lo que puede ver con preocupación a quienes dan señales de que están más interesados en una postura alternativa en la comunidad internacional. Lo que podría ocurrir es que surjan preguntas cuando hable con inversionistas y en el foro en la Universidad de Columbia». 

Mauricio Morales añade que «el daño a la política exterior y a las relaciones con Israel ya está hecho. Ahora solo queda controlar ese daño y tratar de salir lo menos magullado posible. El gran problema del Gobierno es que su equipo de política exterior y relaciones internacionales ya lleva demasiados desaciertos, lo que inseguriza al Mandatario». 

Otra de las dudas que Funk señala que tendrán los inversionistas, es respecto a la postura del Gobierno ante el TPP-11 y otros acuerdos hacia el comercio internacional. Sobre este punto, el exdiplomático Boris Yopo comenta que «en ese punto se puede explicar en qué está el Gobierno. Que no se ha cerrado a aprobarlo, pero que quiere clarificación en algunos puntos que son muy sensibles –como la solución de conflictos a través de tribunales internacionales–, y que esas clarificaciones se las ha pedido a los países involucrados en el tratado, en lo que se llama las side letters. Y dejar claro que, si esos puntos se despejan, lo más probable es que se apruebe». Sin embargo, sostiene que «en la coalición de Gobierno hay una división grande al respecto». 

Para Morales «el Presidente solo debiese señalar que es una discusión que se está dando en Chile, junto con transparentar la postura del Gobierno y los argumentos. Nada más», concluye.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/destacado/2022/09/20/los-flancos-abiertos-y-las-senales-que-el-presidente-boric-enfrentara-en-nueva-york/

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