Uruguay: Sequía, crisis ambiental y extractivismo.

Uruguay inaugura la mayor planta de pasta de celulosa del país en medio de una terrible crisis hidria.

En medio de la peor sequía que ha visto Uruguay en los últimos 70 años, y pese a la oposición de numerosas asociaciones ambientalistas y sociales y las publicaciones en contra de diversos medios de comunicación, se pone en funcionamiento la planta de celulosa de UPM2, que consumirá 130 millones de litros de agua por día, lo que equivale al consumo de 44 millones de personas.

Si bien la inauguración oficial con la asistencia del presidente de la nación Lacalle Pou, tuvo lugar este martes 6 de junio, la planta ya había comenzó a operar varias semanas atrás y el pasado 23 de mayo se concretó la primera exportación de celulosa desde el puerto de Montevideo, con la partida de un barco cargado con 50.000 toneladas de celulosa.

El 24 de agosto de 2018 se presentó en Presidencia de la República la primera tanda de las peticiones promovidas por el movimiento ciudadano “UPM2 NO” por las que se requería al Poder Ejecutivo dejar sin efecto el acuerdo con la empresa UPM para la instalación de una nueva planta de celulosa, esta vez sobre el Río Negro.

En algunos medios como el semanario Voces, se venía advirtiendo desde 2017 de la infinidad de aspectos perjudiciales para el país que contenía el acuerdo con UPM:

Desde la completa imprudencia de endeudarse en más de mil millones de dólares destinados a infraestructura sin que UPM se comprometa a nada, hasta la agresión a nuestra soberanía que implica someter al país a tribunales arbitrarles que operan en la órbita del Banco Mundial, pasando por el desborde institucional de que el Poder Ejecutivo comprometa al País en áreas que no son de su competencia (el acuerdo invade competencias del Parlamento, de los Gobiernos Departamentales, del Poder Judicial, de UTE, de AFE y de los Consejos de Enseñanza, y lo hace por un plazo superior a veinte años) o que, en caso de instalarse la planta, se deteriore aun más la condición de las aguas del Río Negro, o que se establezca una irritante inequidad con los trabajadores y productores uruguayos por las privilegiadas condiciones económicas, tributarias, jurídicas y comerciales que se le aseguran a UPM.

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Comunicado del Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS) con motivo de la inauguración oficial de la planta. INAUGURACIÓN OFICIAL DE “UPM2”

Hoy, 6 de junio es un día de vergüenza y dolor.

Nada para festejar para el Uruguay en la inauguración de una nueva planta de celulosa en Zona Franca.

En momentos en que falta el agua y que finalmente se reconoce su valor, vemos como la planta de UPM contamina diariamente agua dulce suficiente para abastecer a Montevideo por dos semanas, sin pagar nada por ese recurso.

Causa dolor que participe en ella el Presidente de la República que cuando Senador se expresó duramente contra el contrato y ahora festeja junto a los ejecutivos de UPM el resultado de ese documento.

Entendemos si el festejo de los ejecutivos de UPM que logran para su empresa la mayor fuente de ganancias en el mundo, casi tres millones de dólares diarios, libres de impuestos gracias a un contrato leonino que nuestro país nunca debió firmar.

Seguiremos trabajando para que NUNCA MÁS se repita este tipo de “entrega” de los recursos de los uruguayos mediante contratos y documentos que se “negocian” y firman en secreto, esquivando  el control parlamentario y comprometiendo al Uruguay y los uruguayos por décadas en beneficio de algunas empresas.

Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS)

 

El mes pasado numerosas organizaciones sociales y ambientalistas emitieron un comunicado alertando de las graves consecuencias derivadas de la apertura de UPM2 y rechazando el proceso totalmente irregular que permitió la concreción de la planta sin cumplir las mínimas exigencias de impacto ambiental.

Se inaugura UPM2, nada para festejar.

Las organizaciones abajo firmantes entendemos la puesta en marcha de esta tercera planta de celulosa en Zona Franca como una profundización de un proceso que impide y condiciona la evolución del país hacia un sistema productivo sustentable, limita la soberanía nacional, los derechos humanos y afecta negativamente la calidad ambiental del Uruguay.

El proceso que llevó a esta inauguración ha sido ampliamente denunciado por no cumplir con plazos y exigencias ambientales mínimas. Por ejemplo, en la autorización ministerial de 2019 se establecía la necesidad de contar con una línea de base ambiental a partir de un año de mediciones antes de comenzar con la construcción, pero la empresa comenzó a construir en septiembre de 2019 sin esos datos y el ministerio de ambiente avaló esa obra. El vivero de UPM en Paysandú arrojaba vertidos de 14 agrotóxicos prohibidos al afluente del arroyo Santana, en 2022 luego de recibir una mínima sanción el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca autorizó esos mismos insumos legalizando lo que unos meses antes fue categorizado como tóxico y continúa siendo prohibido en Europa. El tren de UPM no cumple con las normativas del Plan de Ordenamiento Territorial de Montevideo pero su recorrido no fue prohibido por la Intendencia. Observamos así como el Estado uruguayo ha modificado y manipulado la legislación y normativas vigentes cuyo fin es defender y proteger los derechos de la ciudadanía y el territorio poniéndose al servicio de los intereses de la empresa.

Como resultado de esas y otra irregularidades llegamos a esta inauguración en un contexto de crisis hídrica y floraciones excepcionales de cianobacterias. La aprobación de esta planta cuyo sistema de tratamiento de efluentes, pieza fundamental para evitar empeorar la comprometida situación del Río Negro y en especial de los embalses, no cumple con las especificaciones requeridas. La nueva planta sólo fue autorizada bajo presiones y promesas, no firmadas, de que UPM limitaría la producción en caso de que la planta contamine demasiado. Este modo de producción intensiva dependiente de insumos químicos afecta la calidad y el acceso al agua. El Río Negro será incapaz de diluir o absorber los efluentes de una planta de este porte, que contaminará diariamente la cantidad de agua equivalente a la que abastece el sistema metropolitano de Montevideo por al menos dos semanas, siete mil millones de litros.

El impacto de este megaemprendimiento no es solamente ambiental. A nivel social esta obra fragiliza los modos de vida de las personas que habitan el territorio. El empleo que se genera, es mucho menor del publicitado por la empresa, como demuestran investigaciones sobre los datos del Banco de Previsión Social donde se observa que los empleos en la industria forestal se han reducido en un 25% entre 2007 y 2020. También se reproduce la división sexual del trabajo, ya que el empleo que se genera es masculinizado (la mayor parte de los trabajos de la cadena forestal los tienen varones), se reproducen redes de trata y explotación sexual, y se limitan los derechos laborales a nivel nacional e internacional (como sucedió luego de la larga huelga de trabajadores de UPM en Finlandia en 2022).

No hay nada para festejar de esta inauguración para la que la ciudadanía ha gastado y seguirá gastando más de cinco mil millones de dólares en el tren y las rutas para transporte de celulosa y químicos peligrosos que atravesarán ciudades para llegar a una planta que le proporcionará a UPM extraordinarios niveles de ganancias, ampliamente publicitados en su reunión de accionistas del pasado miércoles 12 de marzo. UPM tendrá un nivel de rentabilidad, que la empresa no obtiene en ningún lugar del mundo, logrado a partir de la explotación del territorio, en especial el agua y los suelos, la exoneración de impuestos y la asignación de fondos del Estado a obras que benefician a la empresa. Lo que queda para quienes viven en Uruguay es la expansión de los monocultivos forestales para alimentar las plantas y como consecuencia los impactos negativos de éstas. No hay contrapartida económica, social o ambiental para el Uruguay, salvo el crecimiento artificial del PBI por una actividad económica que no se refleja en lo interno y el espejismo de un “desarrollo sostenible” que no es tal y que evidencia una forma de colonización, contaminación y extractivismo.

17 de abril de 2023

Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía

Cereus de la Costa (San Luis)

Colectivo Campana Verde La Paloma

Colectivo Ecofeminista Dafnias

Colectivo Ecofeminista de Rio Negro

Colectivo Interdisciplinario de seguimiento de la cadena forestal

Coordinación por el agua

Coordinadora de Pescadores Artesanales

Comisión Vecinal del Cerro de los Burros

Conservación de Especies Nativas del Uruguay (COENDU)

Debt for Climate (Finlandia)

Frente de Lucha Ambiental Delia Villalba

Friends of the Earth Finland (Finlandia)

Guazú Verde (Guazuvirá)

Maldonado por la Tierra y el Agua

Militantes de Izquierda contra UPM

Movimiento por un Uruguay Sustentable (MovUS)

New Wind Association (Finlandia)

Nativos Punta Colorada

No al tren de UPM Canelones

No al tren de UPM Montevideo

No al tren de UPM Progreso

Slow Food Uruguay

Red Unión de la Costa

REDES – Amigos de la Tierra

7 de junio, 2023. 

Fuente: https://kaosenlared.net/uruguay-inaugura-la-mayor-planta-de-pasta-de-celulosa-del-pais-en-medio-de-una-terrible-crisis-hidria/

1 Comment

  1. Planta «negociada» por dos abogados en representación de la presidencia de la República uruguaya.Vivi en Montevideo en esa época y como ex-profesor de agroindustria de la Universidad de Brasilia me interese por ese tema, pero tuve acceso apenas a informaciones de imprenta. Con todo, lo que vi me llevó a la conclusion inequivoca que la sociedad uruguaya hizo un pésimo negocio; vendido por esa empresa de Finlandia, muy mal evaluado localmente, soberanamente, pero «comprado» como un proyecto de desarrollo sostenible. Fue y continuará siendo muy caro para la sociedad uruguaya.

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