Chile, Opus Dei: “El consejero Luis Silva -consejero constitucional- es un soldado de la Obra”.

Luis Silva, numerario del Opus Dei, elegido Consejero Constitucional con la primera mayoría nacional (706.286 votos, correspondientes al 17,96 % de los votos), por el Partido Republicano. A la derecha la cineasta Marcela Said.

Entrevista a Marcela Said, directora del film “Opus Dei”.

por Carlos Saldivia/El Mostrador.

La premiada cineasta chilena –autora de “Opus Dei, una cruzada silenciosa”– conversó con El Mostrador sobre una entrevista que hizo en 2005 al hoy consejero constitucional Luis Silva (PRep), para su documental sobre los numerarios y la prelatura creada por Josemaría Escrivá de Balaguer. En el filme, un joven estudiante de Derecho confiesa ser numerario del Opus Dei y que quiere ser político para cambiar las leyes de acuerdo a la moral. Según la documentalista, los numerarios, que ven al diablo en todos lados, son personas con muy poca cultura y muy censurados, al punto que –señala a modo de ejemplo– leen libros con censura previa realizada por la prelatura y “no están autorizados para ir al cine”. Lo más preocupante, sostiene Said, es que el integrante del Consejo Constitucional sigue instrucciones precisas del Opus. “Silva no tiene agenda política propia, está trabajando día y noche para la Obra, busca imponer la agenda de la Obra. Y eso es peligroso”, asegura.

La galardonada cineasta chilena Marcela Said, directora de ocho filmes, entre ellos, I Love PinochetEl Mocito y Opus Dei, una cruzada silenciosa, recordó esta semana una entrevista que realizó al hoy consejero constitucional Luis Silva, del Partido Republicano, en 2005, en su documental sobre la prelatura religiosa creada por el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, declarado santo en 2002.

La crítica de Said a la primera mayoría electoral del Consejo fue dura: “Este siempre ha sido un país de derecha y conservador (…). Me cuesta creer que Luis Alejandro Silva, a quien conozco porque lo entrevisté en el Opus Dei hace unos 20 años (…). El problema no es la juventud acá, el problema es que él es miembro numerario del Opus Dei. No estamos hablando de alguien como Joaquín Lavín, que era miembro supernumerario, es decir, que es gente que toma lo mejor de la Obra y ya. Él (Silva) tiene votos de obediencia, tiene una agenda y esa agenda está dictada por el Opus Dei. Y es una agenda valórica, que tiene que ver con ningún tipo de aborto, ellos no aceptan la homosexualidad, es gente extremadamente conservadora”, sostuvo la investigadora de la señalada prelatura católica en CNN.

En el documental del Opus Dei en Chile, en 2005, un delgado y joven estudiante de Derecho Luis Silva aparece, durante 6 minutos, en uno de los patios de la Universidad Católica.

La filmación muestra a Silva como un numerario entusiasta: “Mi convicción de que yo puedo aportar mucho en política es mucho más fuerte desde que soy numerario. Si tú también te metes en el trabajo de cualquier numerario que se empeñe por ser santo de verdad, el trabajo está bien hecho. Entonces, uno podría pensar que, efectivamente, hay un afán por conquistar el mundo, pero eso es solamente la consecuencia de querer hacer un trabajo bien hecho para Dios”, afirma en la entrevista.

El argumento del reparo de la cineasta y autora del documental sobre el Opus Dei en Chile, apunta a un conflicto de intereses orientado a que, como numerario, a un creyente consagrado a la prelatura no le está permitido leer algunos textos ni asistir al cine. Parte de ello, se explica en el documental tras el siguiente fragmento de la citada conversación:

“¿Por qué me quiero dedicar a la política?”, se pregunta Luis Silva en el filme. “Por una cuestión de fondo, cambiar un poco la mentalidad de este país, de mucha gente por lo menos, que es que somos muy estatistas. Esperamos todo del Estado, aunque el Estado nos dé poco. Lo conseguimos todo, esperando todo de las instituciones. No nos damos cuenta, me incluyo, del poder que tenemos en nuestras manos, de lo que somos capaces de hacer. Me gustaría ser político para eso. No para… Bueno, obviamente que para influir también lo más posible en las leyes, o sea, que sean de acuerdo con la moral”, añade el actual consejero constitucional. Y la entrevista continúa:

–¿Tú puedes leer lo que tú quieras o ir al cine a ver lo que tú quieras? –pregunta Said.

–No. (Sonríe Silva).

–¿Me puedes contar más?

–Es que eso va a sonar demasiado mal, prefiero que no.

–¿Pero es cierto o no es cierto?

–Sí poh. (…) Bueno, es que yo te respondería que leo lo que yo quiero, y no voy al cine”.

Silva: el soldado de la Obra

El consejero constitucional, contactado por El Mostrador, agradeció nuestro interés en el tema, pero prefirió no referirse a la entrevista. Y expresó no estar interesado en “hacerse cargo de los dichos de Marcela (Said)”.

La cineasta documentalista y directora de la serie Narcos de Netflix, Marcela Said –licenciada en Arte por la Universidad Católica y Máster en Lenguaje y Técnicas Cinematográficas por La Sorbona–, desde Francia, donde vive desde 2013, aceptó profundizar en su visión y la de su documental en conversación con este medio.

“El Opus Dei tiene una constitución interna y ellos tienen una agenda por la que trabajan. Incluso dicen ‘somos tres mil trabajando y haciendo el ruido de tres’. Él como numerario hace votos de castidad, pobreza y obediencia. Claramente, Luis Alejandro Silva es un miembro obediente como numerario, es un soldado de la Obra”, señala la directora.

“Es decir –complementa– Silva no tiene agenda política propia, está trabajando día y noche para la Obra, busca imponer la agenda de la Obra. Eso es peligroso. No es alguien independiente, no estoy diciendo que no piense por sí solo, tendrá sus ideas, pero ante todo está la obediencia a la agenda de la Obra. Es como tener en el Consejo Constitucional a un sacerdote con votos de castidad, pobreza y obediencia. Tienen que leer Camino, ahí están las 999 máximas del padre Escrivá de Balaguer, y ahí está su programa para entender lo que es la Obra”, cuenta Said en conversación con El Mostrador.

-Un consejero del PS defendería las ideas socialistas, un DC las ideas socialcristianas, un UDI al gremialismo. ¿Qué ve diferente?
-Porque la diferencia con un partido político, por ejemplo, es que la agenda del Partido Comunista es pública, esa es la gran diferencia. Él viene con una institución religiosa detrás, cuya agenda no está transparentada, eso es lo más preocupante. O sea, si tenemos un candidato del Partido Demócrata Cristiano, comunista o de la UDI, la agenda de lo que ellos quieren imponer, sus ideas, son públicas; mientras que la agenda de la Obra no es pública. Ellos tienen una constitución y esa constitución, de hecho, no es conocida por el público. A lo que voy es que ellos tienen una agenda interna que es privada. Eso es importante.

-En su documental le pregunta a él, en 2005, si puede leer cualquier texto o ir al cine. ¿Por qué?
-Efectivamente. Ellos, los numerarios del Opus Dei no tienen derecho a leer cualquier texto. Tienen censura. De hecho, los miembros numerarios, cuando están en la universidad y tienen que estudiar, ellos leen unos resúmenes de los libros que la prelatura considera peligrosos. Y estos resúmenes ya están hechos. Ellos no van al cine. Tienen que pedir permiso. O sea, son tipos con muy poca cultura, muy censurados. Ellos tienen una sala de cine privada, yo conocí a uno de los miembros que era el que editaba las películas, cortaban directamente las partes que ellos consideraban incorrectas, veían películas censuradas por ellos mismos.

-¿Por qué no van al cine? ¿Evitan escenas violentas, eróticas o en contra de sus votos?
-Se lo puedes preguntar a ellos. Pero es porque le tienen miedo a tentarse con ideas que puedan resultarles peligrosas y que el diablo, que ellos ven en muchas partes, esté ahí ejerciendo su poder. (…) Y sí, obviamente que le tienen miedo al erotismo. Entonces, la opinión de los numerarios y lo que conocen respecto del mundo es bastante estrecho. (…) Luis Alejandro Silva es un miembro numerario de Opus Dei, no estamos hablando de alguien como Joaquín Lavín, que es supernumerario, es decir, que toma lo mejor de la Obra solamente.

-Además de temas valóricos como aborto, eutanasia o reparos al matrimonio homosexual, ¿dónde podría haber un conflicto de intereses, a su juicio, en política con representantes numerarios?
-Ellos tienen mucho interés para influir en normas de educación, en contenido, en la manera en que ellos ven y construyen la sociedad. Yo los investigué durante años. En el documental también entrevisté al padre de Luis Alejandro Silva, un destacado empresario, que estaba en ese tiempo muy molesto porque a su hijo lo habían reclutado del Opus Dei y le escribió a su hijo una carta, y le dijo que por ningún motivo se la mostrara al cura Ibáñez. Bueno, a estos chicos los reclutan muy jóvenes, los reclutan en el colegio y les dicen que los padres no van a entender el llamado de Dios, y a través de la dirección espiritual los reclutan y, ya cuando tienen 8 años, ellos les anuncian no más a sus padres que son miembros numerarios y ya.


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