Chile Luksic: una movida empresarial en busca de interpretación.

Andrónico Luksic y Ricardo Lagos; uno, el dueño de Chile, y otro, uno de sus sociolistos mas destacados, dicen

Crónica de un retiro: la transición ordenada de Andrónico Luksic.

Hace tiempo se impuso la meta de dejar la primera línea a los 70 años. Un año antes de ese plazo, en abril de 2023, Andrónico Luksic comenzó a despedirse en una carta en la que hizo un balance de su última década. Esta semana renunció a seis empresas -a partir de diciembre- y puso en los cargos que dejó a sus ejecutivos claves. Así, el clan familiar avanza en profesionalizar la dirección de sus compañías. Por primera vez un Luksic no presidirá Quiñenco. Tampoco habrá un Luksic en CCU, CSAV, Invexans y LQIF. Su hermano Jean Paul, a sus 59 años, sigue dirigiendo la mayor empresa del grupo, Antofagasta PLC, y está en las mesas de Banco de Chile y Quiñenco.

“En total, llevo 50 años trabajando desde que, a los 19, comencé como vendedor de autos en Salta, Argentina”, comenzaba el segundo párrafo de la carta en la que Andrónico Luksic Craig anunció este jueves, a sus trabajadores, su retiro de la primera línea del grupo empresarial que fundó su padre. Próximo a cumplir los 70 años, en abril de 2024, Luksic anunció su salida de los directorios de Quiñenco y de todas sus filiales: la cervecera CCU; Invexans, dueña de una participación relevante en Nexans; CSAV, dueña hoy del 30% de Hapag-Lloyd; LQIF, la alianza financiera con Citi; y el Banco de Chile. La salida, sin embargo, ocurrirá en tres meses más, el 29 de diciembre, último día hábil del año: la intención de Luksic era, precisamente, abrir un espacio para que las piezas encajaran y su sucesión no tuviese traumas. Su reemplazante en Quiñenco, Pablo Granifo, presidente del Banco de Chile, la definió así: “una transición ordenada”.

La operación comunicacional fue cuidadosamente diseñada. El jueves, pocos segundos antes de las 6 de la tarde, en la página web de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) apareció el primer hecho esencial. En los cinco minutos posteriores vendrían otras cinco comunicaciones. Coordinadas, su aparición casi simultánea, tras el cierre de los mercados, evitó que la noticia circulara por goteo y alimentara las especulaciones. Todo sería un solo gran anuncio. Además, se debió ajustar otra cosa: según los documentos, Inexans, LQ y el banco de Chile tenían sesiones ordinarias este jueves 28 de septiembre, pero no las otras empresas: se debió entonces citar a reuniones extraordinarias en CCU, CSAV y la propia Quiñenco para hacer coincidir todas las renuncias en un solo momento. En todas las sesiones, híbridas, Andrónico Luksic, quien estaba fuera de Chile, participó a la distancia.

Cada documento enviado a la CMF tenía la misma estructura: cuatro párrafos donde se anunciaba la salida de Luksic, cada directorio nominaba a su reemplazante y elegía, en el mismo momento, a quienes asumirían en diciembre las presidencias o vicepresidencias que deja Luksic, según fuese el caso.

29 Abril 2022 Junta Accionistas Quiñenco, Presidida por Andronico Luksic, Francisco Perez Mackenna y Rodrigo Hinzpeter. Foto: Andres Perez

 

El primer hecho esencial fue el de Quiñenco: al directorio que Luksic integró desde que se abrió a Bolsa en 1996 se sumará este año su hermana Paola Luksic y la presidencia la asumirá Pablo Granifo Lavín. Siguió CCU: Luksic deja un asiento que ocupó por 36 años, entrará Óscar Hasbún y la presidencia será asumida por Francisco Pérez Mackenna, el histórico gerente general de Quiñenco. En LQIF, matriz del Banco de Chile, entró Rodrigo Hinzpeter y Pérez Mackenna, otra vez, será su presidente. Siguió Invexans, la ex Madeco en la que Luksic estuvo 41 años, donde lo reemplazará Vicente Mobarec, subgerente de desarrollo de Quiñenco. En el directorio del Banco de Chile lo remplazará Patricio Jottar, gerente general de CCU desde 1998, y en la vicepresidencia quedará Pérez. Y cerró CSAV, donde entró Pablo Granifo como director y como vicepresidente. Comunicados todos los hechos esenciales, 10 minutos después, el grupo mandó un extenso comunicado oficial explicando los cambios. El propio Luksic colgó en su cuenta de X -antes Twitter- su carta de despedida poco después. “Creo fundamental que quienes lideramos empresas sepamos reconocer a tiempo los cambios de ciclo y hagamos a tiempo los cambios”, escribió antes de colgar la carta. “Güena!! Felicitaciones”, le respondió la ministra de Obras Públicas y exgerenta general de BancoEstado, Jessica López, al día siguiente en la misma red social de Elon Musk.

Nadie en el mercado lo anticipó. Pero las señales estaban, dicen sus cercanos. En abril, pocos días antes de cumplir 69 años, Luksic escribió una carta que leída hoy suena a despedida. Hizo ahí, en la memoria 2022 de Quiñenco, un balance de sus 10 años en la presidencia de Quiñenco, la que debió asumir en 2013, tras el fallecimiento de su hermano Guillermo, el segundo de los cinco hijos de Andrónico Luksic Abaroa, muerto en 2005. Escribió Luksic en abril: “Tengo la absoluta certeza de que tanto en Quiñenco como en cada una de nuestras compañías, contamos hoy con las mejores personas, de gran rigor intelectual y profesional, sin duda capaces de liderar, tomar el timón con firmeza y afrontar cualquier desafío que se les presente”. Y el timón lo comenzó a transferir esta semana.

Desde comienzos de año que Luksic tenía pensado que su retiro era cada vez más inminente. Pero era una idea más antigua aún: una persona que habló con él hace años, tras la muerte de Guillermo Luksic, dice que Andrónico ya anticipaba que seguiría en sus cargos hasta los 70 años, y no más allá. En 2016, entrevistado por La Tercera, anticipaba: “Me encantaría adoptar un nuevo rol, pero todavía tenemos algunos desafíos”.

El momento llegó y para algunos envió otra señal: nadie podrá estar en el grupo más allá de los 70 años. Aunque Quiñenco no tiene normas internas sobre la edad de retiro, en los hechos Luksic la impuso esta semana. Sus principales ejecutivos tienen con ello aún camino por recorrer. Pérez Mackenna cumplió 65 años en marzo y Granifo lo hará en noviembre. Son los dos hombres claves del grupo a los que Luksic encomendó las mayores responsabilidades en la reorganización de roles y funciones esta semana.

Todos dicen que la decisión estuvo animada por el fin de un ciclo y no por otras consideraciones. en el ambiente empresarial ligaban su decisión a la reciente promulgada ley de delitos económicos que impone, según privados, responsabilidades y riesgos más allá de lo razonable. Retrucan en el grupo: la decisión estaba tomada mucho antes de esta ley; en el directorio de Quiñenco sigue su familia, no la expondría sin estar él presente; y, en tercer lugar, la legislación también autoriza a perseguir la responsabilidad de los controladores de las empresas, no sólo a sus directorios, por lo que ya no es un eximente no estar.

Jean Paul Luksic

¿Y por qué no Jean Paul?

Andrónico Luksic Abaroa dividió, hace décadas, roles entre sus tres hijos hombres: Andrónico, el mayor, quedó en la banca; Guillermo se hizo cargo del holding industrial de Quiñenco; y Jean Paul, en la minería. Paola y Gabriela entraron a las fundaciones. Pero a diferencia de sus dos hermanos, Andrónico hijo prefería no ocupar las presidencias de los bancos que el grupo ha tenido: O’Higgins, Santiago, Edwards y finalmente, el Chile, y escogió la vicepresidencia. El estilo cambió en 2013, con la muerte de Guillermo y debió asumir la presidencia de los directorios de CCU y Quiñenco; más aún, también se incorporó a la mesa de Antofagasta PLC, la minera que mirada de lejos. Pero siempre delegó más. Su máxima, dicen quienes lo conocen, ha sido siempre que las empresas las deben dirigir las personas más capaces y no necesariamente los integrantes de la familia.

Eso calza con la decisión de esta semana: poner a los ejecutivos más cercanos en las presidencias y vicepresidencias que dejó y no a otros integrantes de la familia. Por primera vez desde su apertura a Bolsa, en 1996, un externo a la familia asumirá el mando de Quiñenco, cargo que ocuparon Guillermo por más de tres décadas, y Andrónico los últimos 10 años. Ahora será Pablo Granifo, considerado el brazo derecho de Luksic, una relación forjada al alero del negocio bancario en el que coincidieron por 40 años. Granifo comparte protagonismo en el grupo con Francisco Pérez Mackenna, el gerente general de Quiñenco, en el grupo desde 1991, quien era el brazo derecho de Guillermo, pero se ganó la confianza de Andrónico en los últimos años. “Pero su hombre de confianza es Pablo”, dice un experimentado head hunter. “Tiene más historia con él”, analiza otro cercano.

Más atrás están otros dos ejecutivos que han ganado en importancia, pero que ahora ampliarán sus horizontes en el mismo grupo: Patricio Jottar (61 años), gerente de CCU, entró al Banco de Chile; y el más joven, la continuidad, Óscar Hasbún (54 años), encargado hace años de los negocios del grupo en Croacia y gerente de CSAV en la última década, entró a CCU.

Para la elección de sus ejecutivos como sus reemplazos hay dos justificaciones. La primera, proveniente de especialistas en sucesiones, es que los grupos familiares, avanzadas las generaciones y crecidas en tamaño, optan entregar el timón de sus empresas a directores profesionales, gente cercana con historia en sus grupos, y no necesariamente a los herederos de sus fundadores. Algo que también ha ocurrido en otros grandes grupos: CMPC, por ejemplo, el buque insignia de los Matte, es presidido desde 2016 por Luis Felipe Gazitúa, un ejecutivo de confianza que trabajó con las tres ramas actuales en el holding Forestal O’Higgins y que sucedió a Eliodoro Matte a la cabeza de la compañía. O lo que hicieron este año las ramas que controlan Falabella: pusieron a un externo, Enrique Ostalé, y no a un descendiente de Solari en la presidencia, por primera vez en su historia

 

La segunda razón responde a una pregunta que quedó en el aire: ¿y por qué no fue Jean Paul Luksic quien asumió todas las posiciones que su hermano mayor dejó? Por un asunto de cargas y sobrecargas. Si hasta 2013 la división de roles principales se distribuía entre tres, tras la muerte de Guillermo se reacomodó entre dos. Pero difícilmente lo que antes lo hacían tres lo podría hacer ahora solo uno. Jean Paul Luksic, quien cumple 60 años en mayo de 2024, ya tiene suficiente, dicen todos quienes lo conocen, con la presidencia de Antofagasta PLC, hoy el principal patrimonio del grupo. La compañía minera, listada en Londres, tiene una capitalización bursátil de US$17 mil millones, más que todas las empresas de los Luksic que cotizan en Chile: este viernes, las cuatro firmas del clan en el IPSA eran lideradas por el Banco de Chile, con un valor de US$10.266 millones; Quiñenco, con US$ 4.894 millones; Vapores, con US$ 3.055 millones, y CCU, con US$ 2.337 millones.

Jean Paul, además, no tiene una sola preocupación: también está en el directorio de Quiñenco, donde es su vicepresidente, y en el Banco de Chile, además de Antofagasta. Pero tiene oficialmente residencia en Suiza, la que comparte con largas estadías en Londres. Para gente del grupo es impensable que los movimientos de esta semana no hayan sido conversados y convenidos entre Andrónico y Jean Paul, hoy por hoy, las dos principales cabezas del conglomerado fundado en los años 50.

Así, desde diciembre ya no habrá ningún Luksic en las mesas de CCU, CSAV, Invexans y LQIF. Pero sí convivirán en Quiñenco, la nave nodriza de los negocios chilenos, cuatro de las cinco ramas familiares: Jean Paul como vicepresidente; Andrónico Luksic Lederer, hijo de Andrónico; Nicolás Luksic Puga, el primogénito de Guillermo; y ahora Paola Luksic Fontbona, la tercera de los hermanos, quien asumió en 2021 como asesora en una preparación del cargo que ahora ocupará formalmente. La rama de Gabriela es la única que no está presente: la menor de los hijos de Andrónico Luksic Abaroa vive entre Suiza y Londres.

Serán, así, en Quiñenco, cuatro directores Luksic de un total de ocho. La nomina la completan Pablo Granifo, Hernán Büchi, Matko Koljatic y Carolina García de la Huerta. Los estatutos de Quiñenco dicen que las decisiones se toman por mayoría, pero que, en caso de empate, el presidente dirime: ese rol lo tendrá ahora Granifo. O en su ausencia, su vicepresidente: Jean Paul Luksic.

Veinte primos

De los veinte nietos de Andrónico Luksic Abaroa, el mayor es Nicolás Luksic Puga (44), hijo de Guillermo, quien tuvo cinco hijos con dos esposas. Nicolás está en Quiñenco y es quien lidera hoy esa rama, que integran sus hermanas Antonia Luksic Puga y Isidora, Elisa y Mara Luksic Prieto.

Jean Paul tiene tres hijos: la mayor, Isabella, socióloga, es desde este año la gerenta general de la Fundación Luksic. Paola tiene tres hijos con Óscar Lería, pero suele incluir en su familia a las dos hijas mayores de su marido, con quienes vivió desde pequeñas, y Gabriela tiene tres hijos de entre 21 y 28 años.

Y Andrónico tiene cinco hijos. Su primogénito, Andrónico Luksic Lederer (42), es director de Quiñenco y vicepresidente de desarrollo de Antofagasta PLC y tiene tres hijos. Otros dos hijos tienen cargos ejecutivos, pero sólo uno en el grupo: Davor (40), quien dirige los negocios hoteleros del clan en Croacia, donde vive con sus tres hijos. El otro es Maximiliano (36), director ejecutivo de Canal 13, una inversión exclusiva de su padre. A ellos se suman Fernanda, que vive en México tras terminar un MBA en Harvard, y su mellizo, Dax, quien vive en Italia, donde tiene una firma de viajes. En total, el renunciado presidente de Quiñenco tiene seis nietos.

Toda la tercera generación participa habitualmente en encuentros familiares y en programas de capacitación que dirige un consejo asesor formado por Francisco Pérez Mackenna; la directora de empresas Manola Sánchez y el socio del head hunter Spencer Stuart, Alfonso Mujica. Sánchez reemplazó a otro importante empresario que integró ese equipo asesor: el excanciller Alfredo Moreno, quien dejó el consejo en 2018, cuando volvió a ser ministro en el segundo gobierno de Sebastián Piñera.

Pero la tercera generación -a diferencia de la segunda, en la que Guillermo, Andrónico y Jean Paul se incorporaron a los negocios mucho antes de cumplir 30 años- no participa aún en roles más protagónicos.

En todo caso, porque tampoco el retiro de Andrónico Luksic Craig es total. Seguirá en las mesas de Antofagasta PLC, en Londres, y la de Nexans, en Francia. Las dos empresas están basadas fuera de Chile, donde Andrónico Luksic pasará ahora más tiempo. El lunes próximo estará en Hamburgo, Alemania, donde participará en la ceremonia de botadura del Berlin Express, un nuevo buque megamax de Hapag-Lloyd, la empresa que aportó a los Luksic las millonarias ganancias de 2021 y 2022, gracias a la pandemia.

Tampoco está decidido qué pasará con su oficina en Las Condes donde está la matriz de Quiñenco ni la que tenía en el Banco de Chile. Para esas cosas estarán los tres meses de transición ordenada que terminan el 29 de diciembre.

Y por último, Luksic seguirá presidiendo un consejo de familia que toma las decisiones trascendentales del clan de origen croata. Un amigo dice que en realidad Luksic nunca se retirará, que las decisiones importantes seguirán pasando por él -además de la matriarca, Iris Fontbona- y que seguirá siendo el accionista principal y dueño, con su familia, del mayor grupo empresarial chileno. Y que eso no cambiará.

Fuente: https://www.latercera.com/pulso/noticia/cronica-de-un-retiro-la-transicion-ordenada-de-andronico-luksic/L4A4AKAS6NBULMDRI4ZIFHU7KU/


28 de septiembre de 2023

Carta del Presidente del Directorio

Queridos amigos y amigas:

En abril próximo cumpliré 70 años. Los últimos 10 he sido presidente de Quiñenco y Compañía Cervecerías Unidas, además de director de lnvexans y vicepresidente de Compañía Sud Americana de Vapores, misma responsabilidad que he tenido el honor de cumplir en el Banco de Chile desde hace más de dos décadas. El directorio de LQ Inversiones Financieras, en tanto, lo integro desde 2007.

Ciper Chile confirmó la estrecha relación del grupo Luksic con el Ejército, al revelar que desde el año 2012 varios oficiales de la institución han viajado a Estados Unidos a capacitarse, gracias al financiamiento del empresario multimillonario y dueño de numerosas empresas.

En total, llevo 50 años trabajando, desde que, a los 19, comencé como vendedor de autos en Salta, Argentina. Ha sido un largo camino, lleno de recuerdos, de aprendizajes y de logros que sólo se explican gracias a equipos humanos de trabajadores extraordinarios en todas las áreas de nuestras empresas. Ellos son los verdaderos pilares de nuestro éxito.

Siempre he creído que parte fundamental del desafío de quienes lideramos empresas es reconocer el cumplimiento de los ciclos, y hacer a tiempo y planificadamente los cambios que permitan proyectarlas a nuevas etapas. Igual que la sociedad, las compañías evolucionan y necesitan, a partir de su propia historia e identidad, continuar su senda, construir nuevos sueños y abocarse a alcanzarlos con toda la energía y el coraje que se requieran.

He llegado a la convicción de que es momento de alejarme del día a día, de dar paso a otros liderazgos y permitir que sea el gran equipo de profesionales que hemos construido a lo largo de los años, el que conduzca a nuestras empresas hacia el futuro.

Por ello, hoy he comunicado mis renuncias a los directorios de Quiñenco, Banco de Chile, CCU, LQIF, Invexans y CSAV, las que se harán efectivas a contar del último día hábil de este año. Hasta ese instante, seguiré participando activamente, con el compromiso de siempre, trabajando en un adecuado y prolijo proceso de transición en cada uno de los gobiernos corporativos.

Siento que dejo junto con la vicepresidencia de Banco de Chile una parte importante de mi vida, a la que me dediqué en plenitud desde 2001, después de dos décadas de abrir ruta en la industria bancaria. Poco a poco, fuimos armando un gran equipo, gracias al cual pudimos construir el que es por lejos el mejor Banco de Chile, de la mano también de un socio de categoría mundial, como Citi. Agradezco el empuje y la pasión por el trabajo bien hecho que más de 12 mil colaboradores realizan por nuestro Banco, siempre al servicio de sus clientes y de su compromiso con el país. Me voy, además, con la satisfacción de que en virtud de una extraordinaria gestión, hayamos podido pagar, 17 años antes del plazo original, la deuda subordinada al Banco Central de Chile, una obligación que no contrajimos como Grupo, pero de la cual nos hicimos cargo.

A las presidencias de Quiñenco y CCU llegué hace una década en un momento difícil y triste, tras la prematura muerte de mi hermano Guillermo. Ha sido un período de mucho aprendizaje y de progreso en ambas compañías, que cuentan con equipos de excelencia, de alta calidad humana y profesional. Gracias a ellos, en CCU pudimos focalizarnos en la industria de las bebidas alcohólicas y analcohólicas y, desde nuestro liderazgo consolidado en Chile y con el apoyo de nuestro socio Heineken, ganar terreno como una compañía presente en seis países de Sudamérica, que innova y avanza hacia una producción cada vez más sustentable.

En Quiñenco, profundizamos la estrategia de diversificación internacional que nos trazamos, al punto que en 2022 más de 90% de la utilidad que obtuvimos provino del extranjero. También ha sido fundamental la creación, desde 2014, de áreas como relaciones laborales, desarrollo organizacional, asuntos corporativos y sustentabilidad, que incorporaron a nuestra matriz industrial y financiera variables propias de las nuevas exigencias que la sociedad y el mundo demandan de las empresas.

Parte del proceso de internacionalización de Quiñenco involucró también la transformación de Invexans, a la que convertimos gradualmente en una plataforma para inversiones en el mercado global. Hoy, además de administrar nuestra participación en la francesa Nexans, lnvexans explora nuevos negocios desde Londres y vela por el crecimiento de Enex, que ha tenido un avance importante como licenciatario de Shell en Chile, y que hoy se expande también en el exterior, especialmente en Estados Unidos.

En esta década, debimos sacar adelante uno de los desafíos empresariales más complejos en los que me ha tocado participar, junto a profesionales de excepción: rescatar una compañía centenaria que estaba al borde de la quiebra, como CSAV, prepararla para competir en las grandes ligas y transformarla progresivamente en una de las más prósperas de la historia de nuestro país, gracias a la fusión con la naviera alemana Hapag-Lloyd. En paralelo, convertimos a SM SAAM, que originalmente era filial de CSAV, en una empresa abierta, que ha consolidado un liderazgo en su industria en toda América.

Así, con la tranquilidad y satisfacción de haber cumplido la misión trazada, hoy nuestras empresas requieren que abramos paso a una nueva etapa. Tengo plena certeza de que los ejecutivos que han sido clave en esta exitosa ruta son los más indicados para continuar abriendo camino y encarando los desafíos que cada industria les plantea.

Por ello, es un orgullo comunicarles que los directorios de las respectivas compañías han resuelto que, a partir de la fecha en que se haga efectiva mi renuncia, se concreten los siguientes cambios:

– En Quiñenco, asumirá como presidente Pablo Granifo Lavín, y Paola Luksic Fontbona se incorporará como directora.

– En Banco de Chile, Francisco Pérez Mackenna será el nuevo vicepresidente, y se sumará en calidad de director Patricio Jottar Nasrallah.

– En CCU, el presidente será Francisco Pérez, y áscar Hasbún Martínez se incorporará como director.

– En LQIF, Francisco Pérez será el presidente, y el cargo de director será asumido por Rodrigo Hinzpeter Kirberg.

  • En Invexans, Vicente Mobarec Katunaric será el nuevo integrante del directorio.
  • Y en CSAV, Pablo Granito se incorpora como director y vicepresidente de la compañía.

Estoy seguro de que el aporte de todos ellos, que han trabajado con gran rigurosidad en el desarrollo de nuestras empresas, nos permitirá afrontar con optimismo los tiempos que vienen.

Para finalizar, quiero dar las gracias a todos quienes me han acompañado en estas cinco décadas. Muy especialmente, a los trabajadores de nuestras empresas, quienes con su compromiso y responsabilidad han permitido hacer realidad múltiples proyectos y sueños. Gracias a ellos y a sus representantes, los dirigentes sindicales, con quienes he impulsado mantener siempre una relación franca y fructífera, un diálogo permanente que espero sepan profundizar quienes me reemplacen.

Me ha costado tomar esta decisión. Son muchos años de construir empresas que crecen, que superan dificultades y forjan su historia. Son muchas las relaciones que se generan, de cariño, de afectos que cuesta dejar atrás. Juntos hemos sabido de errores y aciertos, porque el éxito nunca llega de la noche a la mañana.

Seguiré velando, desde otro plano, por el bien de nuestras empresas y porque en ellas siempre se siga priorizando esa relación de respeto y colaboración con los trabajadores y con la comunidad. Porque eso es lo que nos enseñó mi padre; eso es lo que hemos continuado con mis hermanos; y ese es el sello que espero sigan cultivando las nuevas generaciones en el tiempo.

Muchas gracias por su dedicación y compromiso. Ha sido un honor hacer empresa junto a ustedes.

Un gran abrazo y un mejor futuro para todos.

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